Recortes de Prensa Lunes 21 Agosto 2023
Ucrania libera otros 3 kilómetros cuadrados junto a Bajmut y Rusia intercepta dos drones cerca de Moscú
Adriana López. el confidencial. 21 Agosto 2023
Las Fuerzas Armadas de Ucrania liberaron a lo largo de la pasada semana otros tres kilómetros cuadrados en las inmediaciones de la localidad de Bajmut, situada en la provincia oriental de Donetsk y ocupada por Rusia, informaron fuentes militares ucranianas.
Con la recuperación de esta superficie de territorio hasta ahora ocupado, las fuerzas ucranianas han liberado un total de 43 kilómetros cuadrados en los alrededores de Bajmut, anunció la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, citada por un canal oficial de Telegram del Ejército.
Por otro lado, la defensa antiaérea rusa derribó dos drones en la proximidades de Moscú sin que se produjeran víctimas ni destrucciones. Uno de los aparatos, según el comunicado castrense, fue inhibido con medios de guerra electrónica y se estrelló a las 06.50 hora local junto a la localidad de Pokróvskoye, a unos 75 kilómetros al oeste de la capital rusa. Casi una hora y media después, a las 08.16, un segundo dron fue abatido por el fuego de la defensa antiaérea y cayó en el distrito de Istra, a unos 45 kilómetros al oeste de Moscú.
Además, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, celebró esta madrugada que Países Bajos y Dinamarca anunciaran el fin de semana que enviarán aviones de combate F-16 a Ucrania, y afirmó que la llegada de estos aparatos que Kiev viene pidiendo desde hace meses darán “confianza y motivación” tanto a sus soldados como a sus civiles
Las claves del momento:
Rusia intercepta un dron ucraniano a las afueras de Moscú
Zelenski: "Los F-16 darán confianza y motivación a los soldados"
Dinamarca y Países Bajos mandarán varios F-16 para Ucrania
Rusia asegura haber matado 40 soldados ucranianos
Crece la presión sobre la defensa antiaérea en el oeste de Rusia
El frente se mantiene estático en los últimos días
Así hemos contado la jornada 544 de la guerra en Ucrania
Hace 1 horas 8 minutos 08:40
Reino Unido alerta de que Rusia tiene planes para crear una nueva fuerza de choque para la defensa de Jersón
Los servicios de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Reino Unido han informado de que Rusia tiene previsto expandir su fuerza militar con la creación de una nueva formación, el 18º Batallón de Armas Combinadas, para la defensa de Jersón.
"Es probable que la formación sea una fusión y mejora de otras unidades que operan actualmente en la región de Jersón, incluido el 22º Cuerpo del Ejército, la fuerza que generalmente constituye la guarnición de Rusia en la Crimea ocupada", señala Londres en un comunicado.
El Ministerio de Defensa británico sostiene que dicha formación contará principalmente con personal ya movilizado y centre sus operaciones de seguridad en el sur de Ucrania y no descarta que Rusia libere otras unidades más experimentadas para colocarlas en otros "ejes clave" en esta guerra.
Hace 1 horas 21 minutos 08:28
Kiev anuncia la liberación de otros 3 kilómetros cuadrados junto a Bajmut
Las Fuerzas Armadas ucranianas liberaron a lo largo de la pasada semana otros tres kilómetros cuadrados en las inmediaciones de la localidad de Bajmut, en la provincia oriental de Donetsk y ocupada por Rusia, según informaron hoy fuentes militares ucranianas.
Con la recuperación de esta superficie de territorio hasta ahora ocupado, las fuerzas ucranianas han liberado un total de 43 kilómetros cuadrados en los alrededores de Bajmut, tal y como ha anunciado la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, citada por un canal oficial de Telegram del Ejército.
Hace 2 horas 12 minutos 07:37
Rusia intercepta dos drones ucranianos a las afueras de Moscú
La defensa antiaérea rusa derribó dos drones en la proximidades de Moscú sin que se produjeran víctimas ni destrucciones, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
Uno de los aparatos, según el comunicado castrense, fue inhibido con medios de guerra electrónica y se estrelló a las 06.50 hora local (03.50 GMT) junto a la localidad de Pokróvskoye, a unos 75 kilómetros al oeste de la capital rusa.
Casi una hora y media después, a las 08.16 (05.16), un segundo dron fue abatido por el fuego de la defensa antiaérea y cayó en el distrito de Istra, a unos 45 kilómetros al oeste de Moscú.
Domodédovo y Vnúkovo, dos de los tres grandes aeropuertos de Moscú, suspendieron sus operaciones durante dos horas para garantizar la seguridad de la navegación aérea, indicaron las autoridades aeroportuarias.
Hace 2 horas 14 minutos 07:34
Zelenski: "Los F-16 darán confianza y motivación a los soldados"
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, celebró esta madrugada que Países Bajos y Dinamarca anunciaran el fin de semana que enviarán aviones de combate F-16 a Ucrania, y afirmó que la llegada de estos aparatos que Kiev viene pidiendo desde hace meses darán “confianza y motivación” tanto a sus soldados como a sus civiles.
“Los F-16 darán más confianza y motivación tanto a los combatientes como a los ciudadanos de a pie”, escribió Zelenski en la red social X (antes Twitter), horas después de cerrar una gira por Suecia, Países Bajos y Dinamarca que sirvió para que estos dos últimos países confirmaran el envío de cazas de fabricación estadounidense a Kiev.
El jefe del Estado ucraniano -que ha destacado repetidamente la importancia capital que estos aviones de combate modernos tendrían para defender a militares y civiles ucranianos del fuego ruso- presagió que los F-16 “darán nuevos resultados para Ucrania y para el resto de Europa”.
En su mensaje, Zelenski también agradeció al primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte, y a la jefa de Gobierno danesa, Mette Frederiksen, que hayan sido los primeros en dar el paso de enviar cazas occidentales a Ucrania.
España descuartizada
SANTIAGO NAVAJAS. libertad digital. 21 Agosto 2023
Era un ingenuo Ortega y Gasset. A los pocos meses de proclamarse la Segunda República ya estaba quejándose de que "no es esto, no es esto" y de que los parlamentarios no usasen la cabeza sino para embestir. Las ensoñaciones de los filósofos suelen producir pesadillas en el común de los mortales. La Segunda República adquirió desde sus orígenes una tonalidad sectaria, autoritaria y demagógica que no podía gustar al espíritu orteguiano, tan aristocrático como racionalista y liberal. Otra de sus ingenuidades fue pensar que el problema de la secesión de Cataluña y el País Vasco únicamente se podía sobrellevar, es decir, soportar con resignación. Ni se imaginaba Ortega que un día llegaría a ser presidente de España un político como Sánchez, que no es que se resigne al desmembramiento de España que plantean sus socios y aliados golpistas y filoterroristas, sino que él mismo va a empuñar el cuchillo de carnicero para descuartizar una España agonizante.
Se asombraba en Twitter Alejo Schapire, periodista argentino afincado en París y autor de La traición progresista que reseñé en este periódico, de que un golpista y prófugo de la Justicia sea el que esté arbitrando quién y cómo va a gobernar en España. Se lo explicaba a sus compatriotas usando analogías del cono sur americano:
¿Se imaginan un mapuche que quiere la independencia de la Patagonia decidiendo desde Costa Rica quién debe ser el presidente argentino? Bueno, en España es lo están comiendo en estos días.
Le faltó especificar a Schapire en su analogía que el mapuche (del pueblo indígena araucano) estaba en Costa Rica como delincuente reclamado por la Justicia para responder por sedición. También que no solo nos vamos a comer que Puigdemont gobierne España desde Bélgica, mientras sus secuaces ignoran al Rey y humillan sistemáticamente al Parlamento porque es la sede de la soberanía española que pretenden destruir, sino que estamos asistiendo a la mutación del sistema político español: desde un Estado integral estructurado en autonomías a un Estado confederado en el que la Nación española va a ser devorada por las "nacionalidades" que según la Constitución la forman.
Sánchez se caracteriza por huir de las definiciones estrictas para refugiarse en vaporosas y vagas referencias al sentimentalismo. Cuando Patxi López le preguntó si sabía definir qué era una nación contestó que un sentimiento. Cuando Santiago Abascal le pidió que especificase qué es una mujer, calló, pero igualmente podía haber dicho que un sentimiento. Los sentimientos son como los gustos, que no cabe pedirles justificaciones racionales. Dada la posmodernidad en la que está instalado Sánchez, cualquier comunidad, aunque sea de vecinos, puede sentirse nación.
Los españoles que nos declaramos a un favor de un Estado de Derecho y defendemos que la nación española se constituye objetivamente de tradiciones, instituciones, valores y relaciones entre españoles de distintas generaciones y lugares, estamos en inferioridad de circunstancias respecto a los nacionalistas xenófobos como Puigdemont y Otegi, así como socialistas posmodernos como Sánchez, porque somos respetuosos con la ley, defendemos los derechos fundamentales y no estamos dispuestos ni al golpismo, ni al terrorismo, ni a subvertir torticeramente el imperio de la ley desde tribunas académicas ni sedes judiciales.
Hemos pasado de sobrellevar a los nacionalistas a ayudarlos en la tarea de descuartizar España. La socialista mallorquina Francina Armengol va a permitir que el Parlamento español, sede de la soberanía nacional de un país que tiene un idioma común y oficial, se convierta en un galimatías a mayor gloria de un aumento de un gasto ineficiente en traductores en nombre, dicen, de la riqueza de la diversidad lingüística. No ha aclarado Armengol si un discurso en vasco va a ser traducido solo al español o va a haber que traducirlo también al catalán, el gallego y, próximamente, al bable y el granaíno. Va a haber más traductores que parlamentarios. En el Génesis 11: 1-9 leemos que Dios desbarató el plan de los hombres de desafiarlo construyendo una torre que llegara hasta el cielo:
Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras y todo lo que se propongan lo podrán lograr. Será mejor que bajemos a confundir su idioma para que ya no se entiendan entre ellos mismos.
Hubo un tiempo en el que el pueblo español unido por una lengua común y enriquecido por lenguas comunitarias lograba todo lo que se proponía. Hoy, enquistados en el particularismo de la identidad, el narcisismo de la diferencia, y la reivindicación de la anécdota, somos cada vez más una colección de tribus, taifas y aldeas. Me pregunto si el Aznar del Pacto del Majestic con Pujol seguirá hablando catalán en la intimidad y habrá aumentando sus habilidades políglotas al aranés.
Despotismo político e intelectual
AGAPITO MAESTRE. libertad digital. 21 Agosto 2023
Una sociedad anestesiada por golfos políticos merece pocas consideraciones morales y menos aún intelectuales. Son sociedades despreciables en términos políticos. Es el caso de la llamada sociedad española. Sin embargo, este tipo de condena abstracta no lleva a ningún sitio. Es vacía. Se requiere para que tenga alguna eficacia crítica dar nombres y apellidos. La crítica es concreta o no es. Sí, la mayoría de los políticos españoles, reunidos en bandas o partidos políticos, han bloqueado el funcionamiento legítimo de las instituciones políticas hasta el punto de vendernos como democráticos procesos, sin duda alguna, despóticos. Autoritarios. La constitución de la Mesa del Congreso de los Diputados es un ejemplo de esa golfería. Ese acto no es sólo una indecencia moral, sin apenas legitimidad, porque deje fuera de ella al tercer partido más votado de España, sino porque destroza por completo los componentes esenciales de todo proceso democrático: justificar con razones (ilustración) toda decisión política de acuerdo con la conciencia pública o política de una sociedad civil desarrollada.
A esos golfos políticos les basta un eslogan, por ejemplo, "mayoría social de progreso", para destrozar los cimientos del régimen democrático. No están solos los políticos en ese destrozo de la democracia. Están respaldados por grupos de personas que se dedican al trabajo "intelectual". Investiguen, pues, los moralistas por qué se ha llegado a este nivel de deterioro institucional, pero, por favor, no se olviden de estudiar el comportamiento de los intelectuales que han justificado la destrucción de ese humus democrático. Esta gente siempre es más cruel que sus jefes políticos. Busquen y rebusquen en las universidades, en los periódicos, en las editoriales, en los libros a esa "gente" y los hallarán con facilidad por todas partes. Nadie en su sano juicio dirá que se han guardado las formas en la Constitución de la Mesa del Congreso de los Diputados, salvo los intelectuales que siguen con obediencia perruna a los políticos.
La conformación de la Mesa del Congreso es una patraña urdida por golfos (sic) políticos. Pero esa tropelía podría pasar desapercibida, en mi opinión, si la comparamos con la crueldad de los intelectuales (periodistas incluidos en esa categoría) que la justifican con una palabrería digna de mejor causa. Se trata de un escándalo legal, moral y político perfectamente tapado por los intelectuales. Este robo de la soberanía popular no tiene un pase. Basta ya de juegos malabares con el autoritarismo impuesto por los separatistas, los exterroristas, los comunistas y los socialistas. ¡De la derecha para qué hablar! Esta gente utiliza las votaciones para eliminar cualquier atisbo de democracia. Váyanse, pues, todos, los políticos y sus intelectuales, a la UE, o con el separatista de Waterloo. O sea lárguense a tomar por saco. ¡Han conseguido que la entera sociedad española chapotee en su lodazal!
La Constitución de la Mesa del Congreso de los Diputados es el mejor reflejo del régimen despótico impuesto en España por los separatistas de Cataluña y exterroristas del País Vasco. Nadie vea en ese acto antipolítico el resultado de cesión alguna de Sánchez al separatismo. Falso. El jefe de los socialistas no es causa de nada sino un trágico efecto de la política criminal del separatismo catalán y vasco. Ley de amnistía, referéndum de autodeterminación, incorporación de Navarra al País Vasco, obligatoriedad de declarar lenguas oficiales en el parlamento español el gallego, el catalán, el vasco y, en fin, cualquier cosa que deseen las bandas políticas de Cataluña y País Vasco se llevaran a cabo con un fuerte respaldo intelectual de toda la prensa de izquierda y de una gran parte de la derecha.
Porque los "intelectuales" son siempre, insisto, más crueles que los políticos a la hora de justificar el crimen, dirán que hay demasiados miembros del PP en la Mesa del Congreso y, por supuesto, que es muy justo y conveniente que VOX, la tercera fuerza política de España, esté fuera. Cualquier cosa escupirán los llamados "intelectuales", salvo reconocer que la Constitución de las Cortes muestra descarnadamente el ejercicio despótico de los separatistas y exterroristas sobre las formaciones políticas, por llamarles algo, que dirigen Sánchez y Díaz. Es obvio que los enemigos del Estado-Nación, España, manejan con desparpajo al muñeco de La Moncloa. Éste no cede ni concede nada. Los nacionalistas ya no reivindican sino imponen su entera agenda a Sánchez y Díaz. ¡Y Feijóo dudando sobre qué hacer! Dejémonos, pues, de pamplinas a la hora de levantar acta del despotismo nihilista de la derecha y la violencia política impuesta por el "bloque progresita", o sea totalitario. La España democrática está dando sus últimos suspiros. Y, además, en este caso no estoy solo en mi diagnóstico, me acompañan en esta ocasión algunos sensatos socialistas, por ejemplo, Emiliano García-Page, quien ha reconocido que "ahora, después de la constitución de las Cortes, es cuando empieza la feria".
El 98 sigue vivo, ahora por dentro
PEDRO DE TENA. libertad digital. 21 Agosto 2023
Para muchos de los que tuvieron la suerte de estudiar algo de Historia de España, el 98, esto es, el año 1898, fue el símbolo de una gran tragedia española, de la pérdida de Cuba y Filipinas entre otras muchas cosas. Las cabezas principales del Estado y de la cultura fueron conscientes de que lo ocurrido –continuación de los acontecimientos de desgaste sistemático y ejercicios de ceguera desde comienzos del siglo XIX—, era el principio de una crisis nacional de calado profundo.
Tal vez en algún momento de nuestra vida pensamos que esa crisis había acabado. Para unos, terminó con el advenimiento de la II República. Para otros, con el fin de la Guerra Civil. Los hay también que creyeron que la Transición a la democracia impulsada desde el franquismo sanaría el desgarro nacional. Casi 50 años después, estamos comprobando que la crisis del 98 no ha concluido. Sencillamente se ha trasladado del exterior al interior, de la amplia España a la España de origen.
Si en el 98 se perdieron los últimos dominios españoles salvo algunos enclaves en el Norte de África, en este 2023 estamos siendo conscientes como nunca de que la nación-Estado que surgió del reinado de los Reyes Católicos puede llegar a su fin. El discurso regionalista radical, nacido de sucesivas agresiones a la historia y a la verdad, está imponiendo, gracias a su voluntad de poder que a otros le falta y a la miopía cultural de la democracia española, uno de los mayores fraudes políticos de nuestra historia.
No, yo no creo que los separatistas quieran la mutilación de España. Algunos locos sí, claro. Pero los que mueven los hilos saben que de lo que se trata, como se trató en los siglos anteriores, es de ordeñar las tetas de la vaca española (lo del toro vino luego), un símbolo aparecido en Europa hacia 1654 donde todos los enemigos de España mamaban de sus ubres. Lo que importa realmente no es separarse de España, una ruina para sus gerifaltes. ¿Dónde van a vender sus productos Gallina Blanca, Casa Tarradellas, Eroski y otros cientos de grandes empresas? ¿En qué ligas jugarán sus equipos deportivos? Y, sobre todo, ¿quién pagará las facturas de las pensiones y de dónde se sacarán los dineros para mantener sus cargos y privilegios centenarios?
No, no. Se buscarán fórmulas federales y confederales de forma que se ahuyente en las encuestas el fantasma del "separatismo" y se impida el renacimiento de un nacionalismo español (este sí perverso, no los otros). Se trata de seguir succionando la riqueza del resto de España para sobrealimentar a los jefes de las tribus regionales que se están haciendo con el poder sometiendo a la inmensa mayoría de España con el consentimiento y la complicidad del PSOE y la ingenuidad o estupidez de buena parte de sus derechas.
O sea, que yo pertenezco a ese "restoEspaña", la siempre racistamente descalificada desde los delirios de los santones del País Vasco y Cataluña, luego intensivamente explotada como mano de obra barata de emigrante si bien considerada inferior ¡hasta culturalmente! y ahora destinada por los tiranuelos locales que manejan la democracia nacional a ser paganinis de servicios, de infraestructuras y subsidios de las nuevas taifas que nadie sabe en manos de quién están o en qué cuartos oscuros se subasta su destino. Nosotros, a pagar, que es lo nuestro, y siempre lo fue, incluso en la época de Franco.
Ni siquiera el patético exmovimiento obrero, ahora en manos de burocracias socialcomunistas cómplices de la patriasucción, defiende la unidad nacional por razones de solidaridad, igualdad de condiciones y oportunidades y unidad de mercado. Larga marcha del internacionalismo al servilismo localista reaccionario.
No, no. El 98 no ha terminado sino que nos ha infectado por dentro. La gran estrategia de destrucción de la España grande sigue su camino. Esa España no debe recomponerse jamás porque su existencia estorba a bastantes. Además de a los avariciosos y violentos catetos del Norte Nordeste peninsular y estorba a los de siempre, que aún temen sus posibilidades en América por lo que avivan los indigenismos anteriores a la Europa moderna.
Además, es un obstáculo para los añoradores de la invasión de Al Andalus, que esta vez no se detendrán en Poitiers porque no hay Carlomagnos disponibles. Y a otros más, en la sombra y en la compra del tablero del poder.
¿Qué se va a hacer para que España no se despeñe del todo? Acabo de leer que Feijóo busca estrategias de nivel para "combatir a Sánchez". Pues vaya nivel. Yo, restoespañol, ofrezco mis humildes servicios a quien quiera salvarnos y salvarse de este persistente desastre, pero en serio. Absténganse partidos políticos al uso y fanáticos. Qué golpe de caló.
EL INCREMENTO EN JUNIO FUE DE MÁS DE 27.000 MILLONES
La deuda pública supera un nuevo máximo histórico y asciende a 1,569 billones de euros
JOSÉ RAMÓN RIERA. gaceta. 21 Agosto 2023
La deuda pública sigue batiendo récords: el pasado mes de junio ascendió a 1,569 billones de euros, un nuevo máximo histórico, según los datos publicados por el Banco de España la pasada semana, justo coincidiendo con la constitución del Congreso y del Senado, y el nombramiento de Francina Armengol como tercera autoridad del Estado.
El Ministerio de Hacienda, con fecha 31 de marzo, hizo llegar a Bruselas el informe «Notificación déficit y deuda a la Unión Europea». En este documento se indica que España en 2023 tendrá un déficit de 54.458 millones de euros frente a los 63.776 millones del año 2022, y que la deuda alcanzará 1,577 billones de euros. Al Gobierno sólo le quedan 8.000 millones de euros por endeudarse sin que salten las alarmas en Bruselas.
A cierre del mes de mayo, la deuda consolidada era de 1,541 billones, repartida de la siguiente manera: en la Administración Central de 1,371 billones, la Seguridad Social de 106.169 millones, los organismos autónomos de la Administración Central de 41.835 millones, las comunidades autónomas de 325.602 millones y las corporaciones locales de 23.609 millones. Era de 1,868 billones, pero tenemos que descontar 326.518 millones de deudas cruzadas. Entre estas deudas están las deudas del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y sus 185.000 millones.
En el mes de junio la deuda creció en 27.685 millones fundamentalmente por los 25.654 millones que necesita la Administración Central para pagar las pagas las extras de los empleados públicos, unos 11.000 millones extras, y de los pensionistas, otros 11.000 millones (en número redondos). Esto nos ha llevado a una deuda en circulación de 1,896 billones que, eliminada la deuda cruzada entre administraciones, nos queda una deuda final de 1,569 billones.
Así, España en un sólo mes ha tenido que endeudarse en 27.000 millones para pagar a los empleados públicos y a los pensionistas, y como llevaba hasta mayo 39.000 millones… en los seis primeros meses del año la deuda subió en 66.000 millones. Y todo esto ha sucedido, según el Gobierno, yendo la economía «como una moto».
Cabe señalar que generar una deuda en junio de 27.000 millones por culpa de las pagas extras implica repetir deuda en diciembre y, además, no hay ninguna razón objetiva para que el resto de los meses no se repita la situación. Si continúa esta senda, nos vamos a encontrar con un incremento de deuda a finales de año de 133.000 millones… con un sistema recaudatorio que en junio ha dado síntomas de agotamiento (reducción del 0,7% sobre junio del 2022), con un crecimiento en el segundo trimestre del 0,4%, cuando en 2022 crecimos un 2,6%, con un desempleo del que nadie sabe la verdad, y con un Ejecutivo que para sostenerse sólo puede gastar y gastar.
Las preguntas que debemos hacernos son: ¿hasta cuándo Bruselas va a permitir a Pedro Sánchez que siga subiendo su déficit y su deuda? ¿Puede pararle los pies siendo presidente del Consejo de al UE? ¿Lo hará antes de las elecciones europeas del próximo año? En cualquier caso, la situación pone a España al borde de un precipicio… y abre la puerta a una hipotética intervención de la Unión Europea que lleve a 14 millones de personas a perder más de un 30% de sus ingresos.
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"Alivio penal": Impunidad absoluta para los golpistas
EDITORIAL. libertad digital. 21 Agosto 2023
El PSOE y Sumar ya se han puesto manos a la obra para satisfacer la exigencia separatista de una amnistía para todos los delitos cometidos por los independentistas durante la última década. La operación para otorgar impunidad absoluta a los separatistas forma parte del precio para que Pedro Sánchez pueda mantenerse cuatro años más en la Moncloa y es la ampliación definitiva de los indultos otorgados por el presidente del Gobierno a los golpistas y la aún más obscena reforma del Código Penal a medida de Oriol Junqueras, Carles Puigdemont y compañía.
La desfachatez separatista es de tal calibre que hasta exigen que la gracia incluya a la presidenta de Junts per Catalunya (JxCat), Laura Borràs, condenada por corrupción tras adjudicar unos contratos a un amigo cuando presidía la denominada Institución de las Letras Catalanas, un asunto que nada tiene que con el proceso separatista pero sí con la sensación de impunidad (ahora algo más que una sensación) con la que se han manejado los nacionalistas catalanes durante décadas. En ese contexto, hasta es probable que los Pujol salgan beneficiados de la investidura del líder socialista.
Para Sánchez no hay límites de ninguna clase y la separación de poderes es uno de esos obstáculos que se dispone a saltarse a la torera con la imprescindible colaboración del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, encargado de blanquear esa amnistía y el consecuente referéndum de autodeterminación. La destrucción de la arquitectura institucional, de la Constitución y del sistema judicial y político, de la democracia en España, son hechos consumados y la amnistía de los golpistas, un paso más después de haber dado traslado a los terroristas etarras a las cárceles vascas para que, traspasadas las competencias al gobierno autonómico regional, sean tratados como héroes y excarcelados por ese mismo ejecutivo.
De modo que lo único que separa a Puigdemont de su retorno triunfal a España seis años después de haber puesto en grave riesgo la convivencia y la paz en Cataluña y en el resto de la nación es el debate en el PSOE sobre los eufemismos adecuados para suavizar el trágala. El diario del régimen sanchista hablaba este domingo de "alivio penal" del "Procés", en la línea de la "desjudicialización" de la política a la que aluden desde hace tiempo ya los separatistas.
La negociación, terminal para la justicia en España, ya está en marcha para satisfacción de todos aquellos que desde hace una década han desviado cantidades ingentes de fondos, han vulnerado la Constitución, han pisoteado las leyes, han despreciado y marginado a los ciudadanos que no comulgaban con el "derecho a decidir", han actuado de manera violenta poniendo en riesgo vidas humanas, herido gravemente a agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y han planeado revueltas y atentados contra la libertad y la democracia.
Políticos golpistas, corruptos y "activistas" violentos están de enhorabuena. Sus crímenes van a quedar impunes. Incumplir la ley tiene premio para los separatistas. Sus víctimas, quedan a la intemperie. El delito triunfa y todos aquellos que protagonizaron el golpe, indultados y fugados, podrán seguir tranquilamente haciendo política, que en su caso consiste en destruir la nación española con la inestimable colaboración de los socialistas y de la extrema izquierda de Sumar.
Otorgada la amnistía con el mal nombre que logren arbitrar, se condonará la deuda autonómica catalana, se llevará a cabo una reforma del sistema de financiación a gusto de los golpistas y se alterarán las circunstancias políticas para que el referéndum se produzca como consecuencia natural de los acontecimientos. Tal es el plan del sanchismo y sus socios para la XV legislatura.
La demolición
ROSA DÍEZ. okdiario. 21 Agosto 2023
Las alianzas reforzadas entre todos los enemigos de la España del 78 que han culminado el pasado día 17 con la elección de la Mesa del Congreso nos permite confirmar que el PSOE mantiene el objetivo de demoler el entramado constitucional con quien sea y como sea. Aunque parece que hay quien aún no se ha enterado de que la cosa no va de que el PSOE se someta al chantaje de unos y otros para conseguir el poder, sino de que todos ellos, empezando por el PSOE, comparten una misma estrategia, aunque difieran en la táctica.
Demoler el sistema democrático de un país miembro de la Unión Europea requiere de una enorme dosis de astucia y contumacia, pues no resulta fácil «colar» ante las instancias comunitarias la ejecución de un golpe blando perpetrado contra las propias instituciones. Pero en esta Europa perpleja que se entretiene mirándose su propio ombligo y que sólo reacciona cuando siente que se encuentra colectivamente ante el precipicio, se dan las condiciones ideales para que un político sin escrúpulos vaya desmontando el entramado democrático de un país miembro sin encontrar apenas resistencia comunitaria. Claro que no sería justo culpar a «Europa» de que no haga lo que no somos capaces de hacer los propios españoles; porque somos nosotros, los ciudadanos que acabamos de pasar por las urnas, los verdaderos culpables de que España haya entrado en una deriva autocrática que dura ya cinco años y promete/amenaza con prolongarse cuatro años más.
Soplan malos vientos, vientos involucionistas disfrazados de «avance» o «progreso». Sabido es que primero se pervierte el lenguaje, después las instituciones y, finalmente, la propia democracia. En una España en la que los medios de comunicación son mayoritariamente concertados y la práctica totalidad de las televisiones generalistas están al servicio del Gobierno resulta harto complicado desmontar las falacias y conseguir que los ciudadanos sean conscientes de que el engaño comienza cuando se denominan los hechos con los nombres que no son.
Desde el momento en el que se hizo el recuento de los votos emitidos el 23 de julio, esa amalgama involucionistas, racista y antisistema sustituye al voto expresado directamente en las urnas. Y así, porque el PSOE lo necesita para seguir adelante con su proceso de demolición y para que Sánchez pueda mandar como un auténtico caudillo, el voto a un partido que defiende el crimen como fórmula para conseguir poder, a una formación que ha perpetrado un golpe contra la democracia, a un grupo liderado por un prófugo de la justicia, o a una coalición electoral formada por comunistas irredentos admiradores de Lenin y/o de Putin, es homologable al de los ciudadanos que votaron directamente PSOE.
Pero el problema para España no reside en esos declarados enemigos de la sociedad plural y democrática, en la voluntad expresada y los votos obtenidos por la suma de todos esos partidos que llevan en sus programas electorales su intención de demoler el sistema constitucional. El único traidor a la democracia, el que orienta la demolición, el que tiene los votos para hacerlo posible, es el PSOE. Lo diré una vez más: ninguno de los enemigos de España, ni todos ellos juntos, es nada sin el PSOE. Es el PSOE quien perpetra la traición; es el PSOE quien lidera el nuevo golpe; es el PSOE quien ha revivido a Largo Caballero y ha suscrito un nuevo pacto con los enemigos de la democracia. No es el sanchismo, es el PSOE quien lidera el proceso de involución.
Dentro del PSOE olvídense, no encontrarán «socialistas buenos», en el sentido político del término. Encontrarán buenas personas, personas amables en lo familiar, en sus relaciones humanas, personas solventes incluso… Pero políticos «buenos», personas dispuestas a defender la libertad y la igualdad antes que a su secta, personas decididas a sacar la cara por su país antes que por la sigla de su partido… Hace mucho que no los encontrarán en el PSOE. A la hora de la verdad, ocho millones de españoles han votado al PSOE que indultó a los golpistas; que rebajó el delito de malversación; que eliminó el delito de sedición, que entregó la «memoria democrática» a los herederos de ETA; que hizo una ley que protege a los delincuentes sexuales; que cerró inconstitucionalmente el Congreso; que «gestionó» la pandemia consiguiendo el récord de muertos y ruina entre todos los países de nuestro entorno; que echó a la Guardia Civil de Navarra; que sentó a Otegi en «el puente de mando» del Estado; que nombró a una directora de la Guardia Civil que está dejando a Roldán como un auténtico aprendiz; que tapó el escándalo de «putas, dinero y coca» que salpica a varios diputados de su grupo; que hizo una ley de educación que expulsa del sistema de protección pública a los niños con necesidades especiales; que no aplica la sentencia que obliga a respetar el derecho a estudiar en la lengua común… Y lo han hecho a sabiendas porque odian mucho más a «la derecha» que a los enemigos de la democracia. Entre los que, por sus hechos, se encuentra ya su propio partido.
Pues eso es lo que hay. Si se consumara la coalición negativa que se plasmó en la mayoría parlamentaria que eligió como presidenta del Congreso a una diputada salpicada por la investigación de delitos relacionados con la malversación de caudales públicos y por abandono de menores tuteladas por la institución autonómica que presidía, al final de la decimoquinta legislatura y parafraseando a Alfonso Guerra, a España no la va a conocer «ni la madre que la parió».
Y esto es a lo que nos tenemos que enfrentar quienes sabemos que lo que nos viene encima no va de «derechas» o de «izquierdas» sino de involución o democracia. A ver si despertamos.
Las Cortes de Babel
FRAN CARRILLO. okdiario. 21 Agosto 2023
Hubo un tiempo en el que sentirse español en España era como las neveras playeras que las abuelas y madres llevaban a las vacaciones familiares: algo normal y asumido, que nadie discutía ni preguntaba por qué. Estaban ahí y formaban parte de nosotros. Y punto. Ahora se asiste a una manifestación de peruanos por la Gran Vía de Madrid conmemorando el día que su patria se independizó de España, y todos contentos. Las fotos del turista que llega a la capital y ve a un peruano que decidió vivir aquí, huyendo seguramente de la situación política y/o económica de su país, celebrar con alborozo no ser más español, es digna de chanza y mofa. Pensarán en las antiguas colonias que si los propios españoles sepultan su legado y despojan su raíz común, porque prefieren enfrentarse en lenguas minoritarias antes que entenderse en la lengua que hablan más de quinientos millones de personas, ellos no van a ser menos para celebrar su propia desafección de la madre patria.
Que Sánchez y Armengol decidan convertir el Parlamento en las Cortes de Babel es lo de menos. Esputa Cercas en el Pravda gubernamental que, quienes afirmamos lo absurdo que supone que dos españoles que hablan español interpongan un muro lingüístico entre ellos por su odio a la nación que les da de comer, lo hacemos como resultado de una torpe e irrefrenable mentalidad nacionalista. Entiende el columnista que reivindicar la koiné, lo que nos une, es de nacionalistas (españoles, se entiende), pero mercadear con lo que nos separa es, sin embargo, de un progresismo imbatible. Cuando, sin leer a Viroli, se confunde nacionalismo con patriotismo y lo segundo te parece facha y lo primero progreso, entras en el selecto club de bobos solemnes. Todo retroceso en la historia tuvo siempre a caudillos que lo abanderaron y a plumillas dispuestos a escribir la justificación. Se espera algún día de quienes protegen sin ambages el chantaje de los socios de Sánchez sobre las lenguas cooficiales, una defensa no menos digna del derecho de los castellanoparlantes allí donde son conculcados, que es precisamente, donde gobierna el nacionalismo deslenguado.
Hablar una lengua es un ejercicio de comunicación que define un acto sencillo asociado a la evolución. El lenguaje, como forma de construir el mundo y asentarse en él, es sin embargo un proceso cognitivo más complejo que exige un esfuerzo de escucha, interpretación y entendimiento por parte de emisor y receptor. Lo que busca el nacionalismo centrífugo asociado a Sánchez no es un reconocimiento de sus lenguas, tan españolas como sus territorios, sino la imposición de un nuevo lenguaje que permita asentar una renovada mitología en la opinión pública: que asumamos, como algo normal y natural, que en la casa de la soberanía nacional se hablen treinta lenguas, un estadio que obedecerá, no a una España federal, que de facto ya actúa, sino a una España cantonal, el sueño de la burguesía catalana y vasca que desde hace más de un siglo llevan azotando de forma rentable los destinos de la periferia a base de victimismo y mitos.
Lo que los nacionalistas quieren Pinker lo define como instintivo, aunque no deja de ser un proceso de estructuración comunicativa dentro de la que se articulan reglas y normas para poder ser identificados como miembros permanentes de la tribu. Porque tribalizar la nación de propietarios y balcanizar la España de ciudadanos siempre ha sido la aspiración de los independentistas, que sólo abandonan su cuota de racismo y supremacismo a fin de mes, cuando entre ellos hablan en la misma lengua que entiende su nómina bien acolchada de opresión estatal.
Los sediciosos, que parlamentan y cobran puntualmente de los españoles, pretenden impedir a los demás ejercer el derecho que ellos exigen tener en exclusividad. Que se autorice el uso de lenguas regionales, cuyo origen, salvo el euskera, proviene del uso particular que del latín hicieron ciertos territorios tras la desmembración de los reinos cristianos que puso fin a la etapa de dominio musulmán en la península, no es polémico, ni causa ampollas a los que sí creemos y defendemos que dichas lenguas deberían formar parte del sistema educativo español. No deben usarse porque es anticonstitucional. Porque es de lógica absurda asumir un gasto evitable cuando cada día cierran empresas y miles de familias no llegan a fin de mes y porque a nadie en Europa interesa lo que la turba xenófoba y aldeana hable en la intimidad. Lo demás, ruido y más ruido. A la izquierda siempre le conviene la tensión, en lenguaje zetapé.
Todo esto, en suma, no importa a quienes incumplen la Constitución todos los días, así como las sentencias de los tribunales. Para eso puso Sánchez a Conde Pumpido al frente del Tribunal Constitucional, como en su día eligió a Delgado como Fiscal General del Estado. Para que todo fuera legal, justo y constitucional, aunque nada de lo que hacen el PSOE y sus socios lo sea. No exageramos cuando se afirma que el estado de Derecho y la democracia están pasando a mejor vida en la España que replica con precisión los acontecimientos que hace un siglo pervirtieron el periodo de mayor estabilidad y paz social de nuestra historia.
¡No va más!
Jesús Rul. vozpopuli. 21 Agosto 2023
Fin de las vacilaciones sobre el régimen constitucional de 1978. Después de 44 años, los manejos partidistas han terminado suplantando la representatividad democrática de la nación. Las Cortes ya no representan a “la nación del pueblo español” (art.2 y 66 CE), en un sistema electoral desfasado, de 1985, pues los grandes partidos, PSOE y PP, no obtienen mayorías desde 2011 y los partidos minoritarios, beligerantes contra la nación española, son decisivos para la mayoría parlamentaria a cambio de trozos de soberanía con cargo a la unidad y la igualdad de los españoles. Su efecto ha degradado el orden constituido. Los grandes partidos, llamados nacionales, han sido incapaces de las reformas estructurales necesarias como han hecho en otros regímenes constitucionales de nuestro entorno (EE. UU., 27 enmiendas; Alemania, 60; Francia, 19…). La primera reforma, un sistema electoral cuyo resultado lo determinen los electores por mayoría desde la noche electoral, no los partidos y sus pactos de interés.
Veámoslo con perspectiva. Con las recientes elecciones generales, los españoles hemos sido llamados a urnas quince veces desde 1979 al 2023. Hemos tenido quince legislaturas en 44 años, pero sólo cuatro con mayoría absoluta de un partido: 2 del PSOE (González, en 1982 y 1986) y 2 del PP (Aznar, en 2000 y Rajoy en 2011). Las once restantes, que representan el 73,3 %, han sido 10 con pactos (1979,1989,1993,1996,2004), 1 con mayoría simpe (2008), y 3 sin mayoría (2015, 2016 y abril 2019).
Las 5 legislaturas habidas desde 2011, incluida la del 2023, han sido sin mayoría. Las 3 primeras (2015, 2016 y abril de 2019) no lograron investir un ejecutivo con mayoría. En 2018, Sánchez (PSOE, 84 escaños) forzó una moción de censura contra el gobierno en minoría de Rajoy, con 137 escaños, y logró sumar 180 votos a favor al pactar con la ultraizquierda (Podemos, 50; En Marea, 5; Compromís, 4; En Comú, 12), ultranacionalistas catalanes (ERC, 9; PDeCat, 8) y vascos (PNV, 5; Bildu, 2), y nacionalistas canarios (Nueva Canarias, 1 escaño).
Una mayoría anómala en la historia electoral española, pues el 53,3% de los escaños (96) no son del partido que pide la investidura (Sánchez, PSOE, con 84 escaños). En resumen, una mayoría a trozos, con fragmentos heterogéneos (se la denominó Frankenstein). La voluntad de poder de Sánchez, el providente, atado a las expectativas de sus socios que vieron la oportunidad de lograr lo impensable en la ventana de Overton.
Sánchez, el resistente, convocó elecciones generales anticipadas al grito “ya veis, el lobo está dentro: la amenaza a nuestro progresismo (intereses) es real”
Sánchez en la Moncloa por la moción de censura se sintió fuerte y convocó elecciones en abril de 2019. Obtuvo 123 escaños y no pudo construir una mayoría de investidura. Volvió a convocar elecciones generales en noviembre de 2019, pero fue peor: obtuvo 120 escaños, perdiendo 3. Y volvió a las andadas del pacto de la moción de censura: con ultras de izquierda y nacionalistas hasta sumar una mayoría exacta de 167 escaños (Frankenstein 2). Con esta mayoría ha mantenido el poder durante la XIV legislatura (2019-2023). El vuelco en las elecciones municipales y autonómicas de 2023 ha teñido de azul y verde la mayoría de las autonomías y municipios. Sánchez, el resistente, convocó elecciones generales anticipadas al grito “ya veis, el lobo está dentro: la amenaza a nuestro progresismo (intereses) es real”. Tuvo efecto: la suma del PP y Vox no suma.
Las recientes elecciones generales de 2023 mantienen la misma estructura sin mayoría. El PP ha obtenido 137 escaños (48 más que en la anterior), el PSOE ha logrado 1 más, 121 escaños. Sánchez, el tahúr, feliz en la noche electoral vio el terreno abonado para amañar el Frankenstein 3. Votos de la derecha, 11.177.348 (45,17%), votos de la izquierda, 10.774.976 (43,55%), votos nacionalistas, 1.616.988 (6,5%). ¡El poder es mío!: la suma de izquierda y nacionalistas, 12.341.964 (50,1%). ¿Es legal?, Sí. ¿Es legítimo?, formalmente sí, materialmente, no, desde el punto de vista de la responsabilidad con los principios y valores constitucionales y de la ética pública. Punto de vista que tienen más del 45 % de los votantes, incluidos bastantes de los que votaron izquierda. Sánchez y sus seguidores políticos y mediáticos saben que más de la mitad de la población considera ilegítimos los pactos Frankenstein, basados en la parcialidad y la desigualdad entre españoles. Estos pactos son estructuralmente inequitativos y por ello ilegítimos, pues no atienden al interés general.
Necesita y logrará, con pactos ambiguos y secretos, los votos del jefe del grupo criminal, huido de la Justicia, que desde la Generalidad malversó recursos públicos y dio un golpe contra la Constitución. Sánchez, el poderoso, lo hará compatible al prometer ante el Rey cumplir y hacer cumplir la Constitución, Conde Pumpido mediante. Lo importante es el poder, ¡imbéciles!. El negro será blanco gracias a la amnistía, con la suspensión ad hoc del Estado de Derecho (arts. 1.1, 9.1 y 3) y los delitos se disolverán como un copo de nieve en las manos del demiurgo Sánchez como ya hizo con la sedición.
De entrada, es una Constitución de consenso, roto ya desde los años ochenta del siglo pasado (los separatistas se tiraron al monte)
La relación entre instituciones y poderosos es estructuralmente conflictiva; siempre ganan los poderosos que las retuercen y amoldan a sus intereses. Así ha sido en toda nuestra historia constitucional desde 1812. El régimen constitucional está amenazado. De entrada, es una Constitución de consenso, roto ya desde los años ochenta del siglo pasado (los separatistas se tiraron al monte).
Estructuralmente es una Constitución débil, pues no contiene los mecanismos de control del poder; carece de contrapesos efectivos (checks and balances) contra los abusos de poder: no tenemos separación neta de poderes, sino división funcional de legislativo y ejecutivo. De hecho, quien controla el Ejecutivo tiene en sus manos al Legislativo y al Judicial (las reformas de González debilitaron la independencia del CGPJ). Sánchez lo ejemplifica de forma palmaria.
Es una Constitución abierta en canal. El Titulo VIII, ha permitido, a través de la aprobación de los Estatutos de Autonomía, la modificación de la Constitución por la puerta falsa en función de pactos ajenos al interés general, a costa del fundamento del orden constituido: “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”.
¡No va más!, dicho por el crupier, se oye en los casinos para poner fin a las dudas de los apostadores. Empieza el juego de poder de esta legislatura. Cuando Sánchez pase, como todo en la vida pasa, habrá que ver qué escenario queda después del naufragio: los españoles, superado el espejismo progresista, tendrán que decidir si siguen por la pendiente de degradación, teniendo como modelo las repúblicas bananeras, o emprenden la reconstrucción de los valores que fundamentan las naciones: la unidad (se funda en los nexos políticos y socioculturales, ahora rotos) y el progreso socioeconómico, ahora roto (se basa en la libertad y el esfuerzo, creadores de riqueza; su indicador: el crecimiento de la renta per capita, estancado).
Lo de siempre
Miquel Giménez. vozpopuli. 21 Agosto 2023
No existe sensación más agradable que volver de vacaciones y comprobar que todo sigue igual. Somos animales de costumbre, bueno, algunos quizá sean tan solo animales pero eso sería otra discusión. Y amamos el orden, lo conocido, lo habitual. Por eso quisiera agradecer de todo corazón los esfuerzos de quienes hacen posible que volver a la rutina sea transitar hacia lo de siempre. Gracias, Sánchez, por seguir siendo el líder del Frankenstein, el político capaz de trocear la soberanía nacional entregándose a bilduetarras y separatas. Lo mínimo que puede decirse de su persona es que nunca defrauda, véase el nombramiento de Francina Armengol como presidenta de la Cámara Baja. Servidor hubiera ido un poco más lejos. ¿Por qué no Ábalos, Mónica Oltra o Chaves? Ya comprendo que es usted social demócrata pero si fuera menester para su permanencia en Moncloa, sepa que lo entenderé. A ver quién deja un Falcon por un utilitario.
Gracias, señor Feijóo, que ha conseguido cargarse él solito la esperanza que generaron los resultados de las pasadas municipales y autonómicas. Parece que fue hace siglos, ¿no? Pues ya ven, ahí tienen a un PP que anda como vaca sin cencerro buscando una centralidad que nadie busca porque lo que aquí se ventila es algo más que un nebuloso concepto político muy entretenido para los juegos de salón demoscópicos pero más inútil que un bombero pirómano frente a los problemas que tenemos los españoles. Gracias, Alberto, ha conseguido situarse en el mismo punto en el que estaba Casado cuando decidió entrar a por uvas con salero y cargarse vilmente a Ayuso. Usted, más listo, no le ha rozado un pelo a la líder natural del centro derecha pero no deja de ser tremendo que cuando habla usted mueran diez unicornios y cuando habla la lideresa madrileña el personal estalle en aplausos. Gracias, rey del sentidiño, por tocar la lira mientras el andamiaje constitucional salta por los aires. Es muy de agradecer que pudiendo haberlo cambiado todo se esfuerce en que no haya una sola variante en este páramo árido que llamamos – por poco tiempo, me temo – España.
Y miles de gracias a Puigdemont y su orquesta de damnificados que solicitan amnistía para eludir, ya no sus delitos como golpistas, sino que, además, ahora incluyen a condenados por delitos comunes como Laura Borrás en sus peticiones. Gracias por estar a matar entre vosotros: la mitad de Junts contra la otra mitad, los de Esquerra que son de Junqueras y los que son de Aragonés, la Asamblea Nacional Catalana contra todos y Pilar Rahola contra las prohibiciones que obligan a no superar un número determinado de decibelios cuando se habla.
Es lo de siempre: componendas, supervivencias personales, cainismo político, desprecio a los intereses generales y una falta de interés y movilización por parte de la gente abrumadoramente mayoritaria, desoladora, desesperante. Porque si ellos hacen lo que hacen es porque nosotros hacemos lo que hacemos. Que a nadie le quepa la menor duda. Los Sánchez no aparecen por arte de magia ni se ponen de acuerdo con la delincuencia por misteriosas fórmulas mágicas. Están ahí porque hay quien les vota, porque aquí todavía nos regimos por malvivir con tal de que no gobierne la derecha, porque la gente traga con todo lo que le echen y porque, seamos sinceros, quienes deberían plantar cara a este ejército de Pancho Villa que es el sanchismo son más tontos que Abundio. O algo peor.
Sea como fuere, aquí estamos de nuevo. Bien hallados sean todos ustedes.
Servir al catalanismo
IVÁN VÉLEZ. gaceta. 21 Agosto 2023
Tal y como estaba previsto, la sesión constitutiva de la XV Legislatura ofreció un espectáculo esperpéntico. Desde los bancos del hemiciclo se pudieron escuchar todo tipo de juramentos y promesas pronunciadas en varias lenguas españolas que se pretende sean de uso corriente a partir de ahora en el Congreso. Si algunos prometieron por repúblicas y exiliados inexistentes, Íñigo Errejón llegó a hacerlo nada menos que «por la soberanía popular, i la fraternitat entre els pobles, por la justicia social y la Tierra». En boca del madrileño, el guiño al catalanismo ante el que se abisma casi todo el espectro político español quedó eclipsado por su anhelo cósmico, pues, ¿por qué no darle una escala planetaria al deseo de justicia social manifestado por el becario absentista de la Universidad de Málaga?
La valleinclanesca sesión estuvo presidida por Francina Armengol, que de este modo pasa de servir al catalanismo desde Baleares a hacerlo desde la mismísima sede de la soberanía nacional en la que se desempeñan muchos de los que trabajan denodadamente por destruirla, fingiendo, a menudo, haberla liquidado. Paralelamente al desarrollo del sainete congresual, en los medios alineados con el proceso de desmantelamiento nacional coordinado por el PSOE, los propagandistas trabajaban para ofrecer argumentos a favor de que en la Carrera de los Jerónimos se usen las lenguas cooficiales. Los razonamientos empleados son los habituales. Arguyen los opinadores que se trata de lenguas propias, como si el español, al que llaman castellano buscando su confinamiento regional y su equiparación con las cooficiales, normalizadas en laboratorios, no fuera, desde hace siglos y de una manera —sépalo Errejón— popular, un idioma propio. Frente a esta nada inocente ni filológica ofensiva, pues no se trata del idioma sino de la integridad de la nación española, muchos oponen argumentos meramente económicos: un Congreso dotado de traductores y pinganillos supone un dispendio innecesario. Y, en efecto, lo es, pues todos los que ocupan un escaño hablan y entienden perfectamente la lengua de Cervantes, a pesar de que el mundo oficial dominado por los socios de Sánchez haga todo lo posible por arrinconarla.
El problema, sin embargo, excede con mucho la cuestión contable. Desde hace más de medio siglo, las sectas secesionistas, insertas en una estrategia de más amplia escala, trabajan para que las regiones en las que operan se conviertan en naciones que, coyunturalmente, podrían formar parte de una confederación ibérica, antesala de su integración en la Europa que protege a Puigdemont. Para ello, además de eliminar, en lo posible, la lengua común, han de fortalecerse excluyentes señas de identidad: tradiciones locales elevadas a la condición de nacionales, literatos convertidos en plumíferas luminarias, deportistas devenidos en desarmados soldados. A esta estrategia sirve Sánchez, a quien se le pide una amnistía que supone la asunción negrolegendaria de que España, tal y como señalara hace más de un siglo un funcionario del Estado español llamado Julián Juderías, constituiría, «desde el punto de vista de la tolerancia, de la cultura y del progreso político, una excepción lamentable dentro del grupo de las naciones europeas».
La Mesa del Congreso. Crónica de un despropósito
ROSA CUERVAS-MONS. gaceta. 21 Agosto 2023
Sumar tiene 31 escaños y dos puestos en la Mesa del Congreso. VOX tiene 33 escaños y cero puestos en la Mesa del Congreso. Es la foto final de un despropósito del Partido Popular (nunca en democracia una tercera fuerza parlamentaria con más de 30 escaños ha quedado fuera del órgano rector de la Cámara) que refleja y revela, en realidad, un problema mucho más profundo: la relación de los de Génova 13 con quienes son sus socios de Gobierno en cuatro comunidades autónomas. Y, aunque la lógica debiera centrar nuestra atención en problemas más tangibles para los españoles (el litro de aceite de oliva a 9 euros, por ejemplo), merece la pena dedicar tiempo a la anécdota de la Mesa por lo que, como se decía arriba, subyace de fondo.
Las conversaciones entre PP y VOX para que este último obtuviera un puesto en la Mesa del Congreso no son noticia. Se contaron en público: lo hizo el secretario general de VOX, Ignacio Garriga, en una entrevista el 11 de agosto en Radio Nacional, en la que explicó que existían «conversaciones con el Partido Popular para tener un hueco en la Mesa». Lo hizo también el presidente del partido, Santiago Abascal, el miércoles previo a la sesión constitutiva, cuando dijo de forma clara que su formación estaba dispuesta a apoyar al Partido Popular y que contaba también con tener una vicepresidencia. Y se expresaron también en privado, como ha confirmado el partido de Abascal, en distintas conversaciones con miembros del PP.
¿Qué pasó entonces? Que apenas dos horas antes del inicio de la sesión constitutiva los de Génova supieron que sus opciones a la presidencia del Congreso se habían esfumado. Junts anunciaba acuerdo con el PSOE y los votos de VOX —apoyos de los que Feijoo había presumido el día antes en el Congreso con su famoso «tenemos 172 votos»— eran ya inservibles para alcanzar el gobierno de la Cámara: los 172 votos que atesoraba Feijoo no podían competir con los más de 176 que había conseguido Sánchez. Y ante esta tesitura, el PP tenía dos opciones: mantener el diálogo con VOX y ceder uno de sus cuatro puestos en la Mesa a los de Abascal —del mismo modo que el PSOE cedió dos puestos a Sumar, por ejemplo— o, echarse al monte y dar la espalda al socio con el que gobierna en cuatro comunidades autónomas; al partido que le había ofrecido su apoyo patriótico para una eventual investidura; al actor imprescindible para cualquier suma de mayorías. Y esto último fue lo que hizo. Un alarde de diplomacia y cortesía parlamentaria que los de Génova, al parecer, pensaron serviría para «distanciarles» de cara a terceros de la antipática e incómoda «extrema derecha». Sí, la misma con la que gobiernan en tantos lugares de España.
Se llegaba así, con ese bofetón sin mano, a la primera votación, la del presidente de la Cámara, que deja otra anécdota imperdible en esta crónica del despropósito. Desconcierto y sorpresa mayúscula en la bancada popular cuando comprueba que esos a los que acaba de cerrar la puerta; esos a los que acaba de dejar sin representación en la Mesa, responden al precioso gesto retirando el apoyo a la candidata popular, Cuca Gamarra —apoyo, como recordarán, meramente gestual y del todo irrelevante a efectos de suma parlamentaria—, y optan por votar a su propio candidato. La maquinaria de Génova se pone en marcha para señalar a los periodistas el gesto de los de Abascal: no se había comunicado; se desconocía; no se contaba con esa modificación del guion… —porque, claro, todo el mundo sabe que lo lógico en política es que a un feo se responda con una caricia, claro que sí—.
Mal mes el de agosto para las ideas creativas. Con España de vacaciones, la cuestión de la Mesa se convirtió en asunto central de unas vaciadísimas tertulias, que olvidaron lo que acababa de pasar en el Congreso: que un prófugo de la justicia española, un señor que no puede pisar territorio nacional sin ser detenido, había decidido con su plácet el futuro del Congreso y, seguramente, de la nación. Pero la cúpula del Partido Popular se reunía esa misma tarde en la sede para abordar la cuestión de la Mesa y para analizar cómo responder a los de Abascal. Reunión que acabó, si nos fiamos de las crónicas políticas —que ponga cada cual la cuarentena que prefiera—, con una inteligente conclusión: cuanto más lejos de VOX, mejor. Los de Feijoo consideraron correcto aislar en el Congreso a su socio en varios gobiernos autonómicos porque ese gesto les acercaba, al parecer, a interlocutores tan fiables como el Partido Nacionalista Vasco, seguramente muy del agrado de los votantes populares.
Mientras, al otro lado del tablero, los de Santiago Abascal se dedicaban sólo a una cosa: a reiterar la necesidad de conformar una alternativa al frente anti-España que había dibujado la jornada constituyente y a pedir explicaciones a un Partido Popular al que reclamaban claridad en su relación con ellos. ¿Valencia o Murcia? ¿Encuentros o desencuentros?, preguntaba VOX.
Y así, mientras Sánchez teje una amplia red de investidura que puede llevar a España a un precipicio económico, social, ético y nacional, en Génova resuenan todavía los ecos de una reunión convocada, parece ser, para estudiar cómo matar a VOX. Altura de miras. Sí, señor.
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