Recortes de Prensa Lunes 18 Septiembre 2023


Zelenski confirma la liberación de Klishchivka, en el flanco sur de Bajmut

Según Kiev, la recuperación de Klishchivka, combinada con la toma de Andrivka darán a Ucrania una “plataforma” sólida para continuar sus avances en esa parte del frente de la provincia de Donetsk

Ana Rodríguez. el confidencial. 18 Septiembre 2023


El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmó anoche en su cuenta de X (antigua Twitter) la liberación, por parte de las tropas ucranianas, de la localidad de Klishchivka, a menos de diez kilómetros al sur de la ocupada Bajmut.


Según las Fuerzas Armadas ucranianas, la recuperación de Klishchivka, combinada con la toma de Andrivka, también al sur de la ciudad oriental de Bajmut, darán a Ucrania una “plataforma” sólida para continuar sus avances en esa parte del frente de la provincia de Donetsk. Moscú ha negado hasta ahora que sus tropas hayan perdido estas dos localidades.


Durante la semana pasada, las fuerzas de Kiev han liberado total o parcialmente tres localidades situadas al sur de Bajmut: Andrivka, Klishchivka y Optine. Desde que comenzó su contraofensiva a principios de junio, Ucrania ha confirmado la liberación de unos 50 kilómetros cuadrados en los alrededores de Bajmut.


Las claves del momento:

Zelenski confirma la liberación de Klishchivka, en el flanco sur de Bajmut

Ucrania se prepara para el cerco de Bajmut mientras mantiene el pulso en el sur

Rusia derriba tres drones más en Crimea y uno en Bélgorod

Stoltenberg dice que hay que prepararse para una larga guerra en Ucrania

Así hemos contado la 571 jornada de la guerra


Hace 37 minutos 08:59

Reino Unido cree que Rusia ha reforzado su Ejército con más fuerzas aerotransportadas

Rusia ha reforzado en las últimas dos semanas su 58 Ejército de Armas Combinadas con más unidades de fuerzas aerotransportadas en el eje de la ciudad de Orijiv, en la región ucraniana de Zaporiyia, según divulgó este lunes el ministerio de Defensa británico.


En su último parte de inteligencia militar colgado en la plataforma X -anteriormente Twitter-, esa cartera revela que al menos cinco regimientos de fuerzas aerotransportadas (VDV) extraídos de las divisiones séptima y 76 están probablemente ahora concentrados en varios kilómetros de la línea de costa del pueblo de Robotine.


Hace 1 horas 24 minutos 08:11

Ucrania intercepta los 17 misiles de crucero que Rusia lanzó anoche contra su territorio

Las defensas aéreas ucranianas derribaron anoche antes de que alcanzaran sus objetivos los 17 misiles de crucero lanzados por Rusia contra territorio ucraniano, informó hoy la Fuerza Aérea de Kiev en su cuenta de Telegram.


“Sumando todas las direcciones, registramos el lanzamiento de 17 misiles de crucero Kh-101, Kh-555 y Kh-55. Todos, los 17, fueron destruidos por efectivos y medios de la Fuerza Aérea”, dice el parte.


Las interceptaciones se produjeron en el óblast de Dnipropetrovsk (sureste), Poltava (centro) y Jmelnitski (oeste), según la fuente.


Hace 1 horas 26 minutos 08:09

Ucrania anuncia la liberación de siete kilómetros cuadrados más en el este y el sur

El Ministerio de Defensa de Ucrania anunció este lunes la liberación por parte de las tropas de Kiev de otros dos kilómetros cuadrados cerca de la ciudad ocupada de Bajmut (este) y la recuperación de 5,2 kilómetros cuadrados más de territorio en la parte sur del frente.


“Los soldados ucranianos liberaron (durante) la semana pasada dos kilómetros cuadrados cerca de Bajmut”, anunció la viceministra de Defensa, Hanna Maliar, citada por uno de los canales oficiales del Ejército en Telegram.


Hace 1 horas 36 minutos 07:59

Al menos tres muertos tras una noche de bombardeos rusos contra las regiones ucranianas de Donetsk y Jersón

Al menos tres personas han muerto tras una noche de bombardeos rusos contra las regiones ucranianas de Donetsk y Jersón, además de causar siete civiles heridos.


"Como resultado del ataque a Jersón murió un hombre de 72 años. Otro resultó herido y recibió ayuda en el lugar. Una casa particular fue alcanzada en Kizomys. La anciana murió en el acto a causa de las heridas, y un hombre de 60 años fue trasladado al hospital en estado moderado", ha comunicado el gobernador de Jersón, Oleksandr Prokudin, en su canal oficial de Telegram.


Por su parte, el jefe de la Administración Militar de Donetsk ha denunciado en Facebook la muerte de una persona por un ataque ruso que además ha dejado al menos cuatro heridos.


Hace 1 horas 57 minutos 07:38

Zelenski confirma la liberación de Klishchivka, en el flanco sur de Bajmut

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmó anoche en su cuenta de X (antigua Twitter) la liberación, por parte de las tropas ucranianas, de la localidad de Klishchivka, a menos de diez kilómetros al sur de la ocupada Bajmut.


Según las Fuerzas Armadas ucranianas, la recuperación de Klishchivka, combinada con la toma de Andrivka, también al sur de la ciudad oriental de Bajmut, darán a Ucrania una “plataforma” sólida para continuar sus avances en esa parte del frente de la provincia de Donetsk. Moscú ha negado hasta ahora que sus tropas hayan perdido estas dos localidades.


Durante la semana pasada, las fuerzas de Kiev han liberado total o parcialmente tres localidades situadas al sur de Bajmut: Andrivka, Klishchivka y Optine. Desde que comenzó su contraofensiva a principios de junio, Ucrania ha confirmado la liberación de unos 50 kilómetros cuadrados en los alrededores de Bajmut.


Comienza la purga sanchista

EDITORIAL. libertad digital. 18 Septiembre 2023


Ningún dictador tolera la disidencia y mucho menos dentro de sus propias filas; Sánchez, tampoco.


El control granítico del partido es imprescindible para negociar con entera libertad todo tipo de arbitrariedades, que es lo que lleva haciendo Sánchez desde que llegó a la presidencia del Gobierno y, muy especialmente, ahora que necesita imperativamente el apoyo de las minorías radicales y separatistas del parlamento para renovar su investidura y mantenerse en el poder. En consecuencia, el sanchismo no podía tolerar que un referente moral del socialismo como Nicolás Redondo expusiera públicamente su rechazo a la amnistía que el PSOE está negociando con el separatismo catalán. Una amnistía que, además de absolutamente inconstitucional desde todos los puntos de vista, es una traición a los españoles que ningún político con sentido de Estado puede aceptar, sea cual sea el coste a pagar en términos de mantenimiento del poder.


Pero la expulsión del PSOE de Nicolás Redondo Terreros es también un golpe en la mesa de Sánchez para impedir que siga aflorando el descontento entre las filas socialistas por sus cambalaches con Puigdemont, el prófugo del maletero, entre otros personajes atrabiliarios a los que el sanchismo halaga vergonzosamente cada día ofreciendo un espectáculo de servilismo político realmente asqueroso.


Por otra parte, la salida de Redondo Terreros de las filas socialistas constituye, qué duda cabe, un hecho que pone aún más de relieve la hipocresía de algunos barones socialistas, que critican a Sánchez por sus genuflexiones ante las fuerzas independentistas pero siguen prestándole su apoyo y el de sus diputados para validar en el parlamento todas las canalladas contra las que antes fingían indignarse.


La expulsión de Redondo Terreros se ha producido de forma irregular según los propios estatutos del PSOE, pero ese es un detalle que a nadie puede escandalizar tratándose de Sánchez. Si es capaz de poner en almoneda el orden constitucional para contentar a sus socios políticos ¿Qué no hará con los estatutos de su partido, en última instancia un documento privado cuyo incumplimiento carece de relevancia pública?


El sanchismo ha comenzado a eliminar del PSOE cualquier elemento que se atreva a cuestionar la voluntad del líder o, simplemente, defienda la necesidad de mantener una cierta dignidad nacional. Las purgas de Sánchez, inauguradas con Redondo Terreros, ponen a los socialistas ante la tesitura de aceptar que su partido se convierta, a partir de ahora, en un aparato en descomposición controlado por la camarilla de un sátrapa que solo admite lacayos a su alrededor.


Por la lengua de don Rafael Lapesa

AGAPITO MAESTRE. libertad digital. 18 Septiembre 2023


Los políticos han prostituido las lenguas de los poetas y escritores, que sirven para enriquecer una literatura, para sus bastardos intereses. Los separatistas, junto a los comunistas y socialistas, han sido implacables en este proceso de destrucción de la cultura española, aunque tampoco debemos olvidar el daño que han hecho los del PP en algunas Comunidades Autónomas. Entre todos ellos han conseguido hacer odiosas las lenguas cooficiales, como el catalán, el gallego y el vasco, que siempre fueron motivo de orgullo de todos los españoles. Los separatistas, pues, están arrasando, empezando por la actual presidenta del Congreso de los Diputados, que tienen un amplio historial en la persecución del español y el bastardeo de las lenguas y dialectos de las Islas Baleares.


¿Por qué tanto odio a una lengua de comunicación tan grandiosa como el castellano?, ¿de dónde nace esa ira hacia la lengua que nos constituye?, ¿por qué no se quiere un poco más a sí misma esta presidenta del Congreso de los Diputados? Cuesta explicar tanto odio a la lengua española. A España. Parece que este Gobierno de Sánchez, incluso en funciones, disfruta con la destrucción de lo común. Manosea asquerosamente la lengua española, el castellano, y manipula hasta su esterilización las lenguas de España. Y, por otra parte, no dejo de preguntarme qué instrumentos utilizará, una vez hundido el idioma español, para conciliar los intereses diferentes de esa Confederación de "nacioncillas" que preparan. Si dejan de lado el español, resulta difícil imaginar cómo se entenderán entre ellos… Pero lo cierto es que la elevación de estatus de las lenguas cooficiales en las Comunidades respectivas al mismo rango que la oficial, el castellano o español, en el Congreso de los Diputados, no sólo lleva aparejados gravísimos peligros, sino que refleja ya uno de los múltiples desastres en el que vive España.


La lengua de todos nos ha sido robada. Los ladrones son conocidos. El daño causado al idioma español es grave mas curable, pero cómo indemnizar y recuperar psíquica y moralmente a millones de personas, de ciudadanos, que tenían derecho al uso y disfrute del español y se les ha impedido ejercerlos. No veo cómo enfrentarnos a estos bandidos, cómo desarmar a los totalitarismos separatistas, cómo reeducar a más de dos generaciones y, sobre todo, cómo ayudar y descargar a millones de conciencias del odio impuesto por estos ladrones al castellano…


En este contexto desastroso releo con nostalgia la advertencia que puso Rafael Lapesa, en 1981, a la octava edición de su magistral obra Historia de la lengua española. Cuando yo asistía a sus clases a comienzo de los setenta del siglo pasado, en la vieja Facultad de Filosofía y Letras de la Complutense, manejábamos la edición de 1951. El libro fue publicado por primera vez en 1942 y se fue corrigiendo y ampliando en las sucesivas ediciones. La última edición es la mejor y muy aumentada respecto a las anteriores. Merece la pena conocerse la circunstancia en que se escribió este libro y, sobre todo, para quiénes lo escribió. Corría el año 1937, escribe don Rafael, en el duro Madrid de la guerra, y él estaba encargado de mantener la comunicación entre los restos del Centro de Estudios Históricos y la Junta para la Ampliación de Estudios, trasladada a Valencia. Con tal motivo, sigue narrando Lapesa, sostenía frecuente correspondencia con don Tomás Navarro Tomás, que en una sus cartas le propuso que escribiera un breve manual de divulgación sobre la historia de la lengua española.


Acepté y me lancé con entusiasmo a la tarea: en medio de la contienda fratricida se me brindaba la ocasión de hacer algo por la España de todos.


Sí, en medio del más completo desastre que puede vivir un pueblo, una guerra civil, el gran filólogo don Rafael Lapesa lo tenía claro: había algo que nos mantenía unidos: la lengua española. Era de todos. Eso es, exactamente, lo que pretenden destruir Sánchez y los separatistas. La destrucción del principal vínculo común de todos los españoles, el idioma español, es el objetivo final.


SIGUEN EL PEOR DE LOS EJEMPLOS

Las comunidades autónomas acumularon un déficit de 12.110 millones en los primeros seis meses del año

JOSÉ RAMÓN RIERA. gaceta. 18 Septiembre 2023


Las comunidades autónomas están volviendo a una senda muy peligrosa. En el año 2021 parecía que el sentido común, excepto en Cataluña y la Comunidad Valenciana, se había apoderado de los presidentes regionales. Después de muchos años de locura y de desvarío, y con 224.983 millones de gastos sin contar las operaciones financieras de la deuda, cerraron el ejercicio con 630 millones de déficit, prácticamente cero. Nueve de las diecisiete comunidades terminaron presentando sus cuentas con superávit. Parecía así que habían entendido los mensajes del pasado: que no pueden estar endeudándose de forma permanente.


Pero de nuevo en 2022, las comunidades ven que el lobo de la pandemia ha desaparecido y empiezan a desenfrenarse. Terminaron ese año con 237.107 millones de gasto y un déficit de 15.085 millones en operaciones no financieras, y con sólo dos comunidades —Baleares y Navarra— en superávit. En 2013 se ve claramente que se ha abierto de nuevo la barra libre del déficit. Se ha visto que el Gobierno central no se corta nada en endeudarse y las comunidades han decidido seguir el peor de los ejemplos, que es gastar mucho más de lo que ingresas y, por lo tanto, volver a cometer el error de creer que la deuda no la paga nadie.


Así nos plantamos en mitad de junio con un déficit de 12.110 millones, que supone incrementarlo en un 41,3% —y todo a pesar de que los ingresos han superado por primera vez en la historia los 100.000 millones en los seis primeros meses del año—. Ya, por su puesto, nadie tiene superávit en este período de tiempo.


Pero siendo esto grave, peor es la tendencia, con los 115.151 millones de gastos todavía estamos al 48,5% del total de gastos de 2022, lo cual quiere decir que o faltan gastos por contabilizar o en el segundo semestre vamos a gastar mucho más, igual que hicimos el año pasado. En el primer semestre gastamos 106.238 millones y en el segundo semestre 130.869, es decir, el reparto de gastos se produjo un 45% en la primera mitad y un 55% en la segunda mitad.


Si esto se repite en 2023, veremos cómo se disparan de nuevo las alarmas de la deuda autonómica… mientras se disparan los ingresos por los impuestos y las transferencias corrientes que realiza el Estado para financiar a las comunidades, que han subido en un 2,7% —hasta los 54.391 millones— y suponen 1.419 millones más de financiación. Las ventas de servicios y las transferencias de capital de la Administración Central del Estado suponen otros 1.001 millones de ingresos adicionales. Así, tenemos que el conjunto de las comunidades ha recibido 103.041 millones, que es una cifra histórica y que difícilmente se va a repetir en 2024.


Pero, los gastos se van también hasta cifras nunca vistas. En los seis primeros meses del año hemos gastado 115.151 millones, que supone subir la cifra de gastos en 8.913 millones. Y entre estos gastos hay dos de ellos muy preocupantes: los consumos intermedios o gastos para mantener la actividad, que se han puesto ya por encima de las prestaciones sociales, y los salarios, que se incrementan un 7%, un dato que indica que ha vuelto a subir el número de empleados públicos que hay en las regiones.



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Pingajos sin pinganillo

FRAN CARRILLO. okdiario. 18 Septiembre 2023


Isabel Díaz Ayuso, que hace de líder de la oposición y de líder de la oposición a la oposición, resumió en diecisiete segundos lo que pasa con el independentismo: nadie tiene bemoles, ni escaños, ni querencia por la nación, para cerrar el grifo que riega de chantaje y podredumbre a un Estado que no sabe ya cómo capear el temporal de ignominia que se le avecina. Digo Estado como eufemismo de los dos partidos (uno es el de la presidenta de la Comunidad de Madrid) que hasta ahora vivían tranquilos y cómodos de pagadores útiles de un nacionalismo que siempre juega la baza victimista como vía más corta hacia el dinero.


Saben en el separatismo más señero que con la independencia se acabaría el parné, empezarían las deudas y ya no habría opresión falsa a la que acusar de los males sociales y económicos de una región que disfrutó de la opulencia bajo el franquismo, cuando la burguesía catalana, hoy aliada del autoritario procés, medró en el paraguas proteccionista de la dictadura. La misma burguesía que lleva desde Borrell II, conde de Barcelona en el Medievo, viviendo a Rolex y a setas, pero siempre decidiendo lo que hay que hacer, ya fuere en el Majestic o en Waterloo.


Sin grifo igual sigue el chantaje, pero se lo pagarían ellos, desde su BOE independiente y nacional, en el que los impuestos y pensiones ya dependerían de los mismos que han condenado a Cataluña a la ruina y a Vascongadas a ser un territorio heredado por los hijos ideológicos del terrorismo, que acabarán gobernando bajo el silencio que las pistolas impusieron de manera vil y cobarde con el plácet de la otra burguesía económica a la que el bipartidismo también pastoreó. Ambos nacionalismos, metástasis de una democracia catatónica, descubrieron un día que ir de víctima salía más a cuenta que ser valiente, y ahí siguen. La salida al mal llamado conflicto, que sólo existe desde su perspectiva dictatorial y xenófoba, reside en el bloqueo económico que desde el Estado central se le debe hacer al golpismo y separatismo. Pero hace falta que los dos principales partidos del país lo entiendan. Sin pasta, no hay paraíso.


Causa desasosiego e indignación, hastío y molestia, ver a Puigdemont y Ortuzar parlamentando en el retiro veraniego e invernal que el primero se ha levantado, como buen prófugo, allí donde la justicia interviene poco o nada. Lo hicieron en el español perfecto que manejan, sin pinganillo ni traductores, porque el paripé en las Cortes no se hace por la defensa concreta de una lengua, sino para que se oficialice de cara al mundo que hay naciones en España al margen de la única nación. Ni Fichte, padre de la nación cultural, lo hubiera pergeñado mejor.


Ahora, con la entrada de diputados que reclaman hablar lenguas que casi nadie habla, se alcanza ya el máximo permitido de idiocia parlamentaria. Todo es opresión e invento, donde el agravio constituye la eterna falacia con el que el político mediocre justifica su existencia.


La amnistía, el negocio 'redondo' de Sánchez

Francisco Rosell. vozpopuli. 18 Septiembre 2023


En esta España del revés, donde los lobitos buenos maltratan a los corderos como en la cantata ronca de Paco Ibáñez o donde se tacha de “fascista” al que denuncia el supremacismo de antorchas nazis, cuando un Pedro Sánchez vencido en las urnas proclama que se va “a dedicar en cuerpo y alma a lograr la investidura”, hay que presumirlo dispuesto a supeditar a que lo hará sin límites ni escrúpulos. Ahí estriba su “manual de resistencia”. Así, cuando el viernes brindó el imposible metafísico de un proyecto “de progreso y convivencia” consecuente con la Constitución con quienes la repudian -ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG-, mientras asía del brazo al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, evocaba la obsequiosidad del escorpión con la rana a la que le ruega que le ayude a vadear el río sabedora ésta de que le clavará su letal aguijón al estar en su condición.


Claro que, con un empresariado supeditado al BOE y a las subvenciones digitales -por el modo discrecional de dispensarlas, no por su destino-, muchos transigirán: “¡Démosle ocasión de redimirse al escorpión, hermanas ranas!". Clama que, en la sede de la CEOE, blande la “seguridad jurídica” quien la quebranta hasta recibir la doble condena del Tribunal Constitucional, así como el “liderazgo global” quien se encomienda al tribalismo y edifica una Babelia que socava su lengua común (y una de las más habladas del mundo) para que el entendimiento sea ininteligible entre españoles. Puro sarcasmo.


Para perpetrar sus planes, Sáncheztein, con el coro de campanilleros de su colosal aparato mediático, persigue el sesteo de los españoles para que, cual batracios dentro de un cazo con agua puesta a calentar a fuego lento, se aclimaten con naturalidad al cambio de régimen a fin de que, al desperezarse de su somnolencia, se topen huérfanos de nación y de democracia.


Habiendo vendido su alma al diablo para ser un presidente Frankenstein, está resuelto a destruir el cuerpo de la nación y su democracia, sometido al yugo de buey de quienes descuellan en desestabilizar ambas desde la consagración de una Constitución “saludada” por ETA la víspera con un atentado. Si no se frena a Sáncheztein lo volverá a hacer asimilando el discurso de sus cómplices. Parafraseando al protagonista de una viñeta del genio del humor que fue Chumy Chúmez, no hay que creerlo ni en lo que NO dice. Acredita que la verdad no habla por su boca. No para todos. Basta ver los que le han votado como alondras deslumbradas por sus espejuelos, junto a los recalcitrantes para los que el PSOE es su patria pese a rasgarse las vestiduras, a los ciegos voluntarios y a aquellos cuyo sueldo depende de hacérselo.


Sáncheztein tiene aprendida la lección de octubre de 2017 cuando los constitucionalistas catalanes, al ser arrojados de golpe al líquido hirviente, reaccionaron pegando un brioso brinco. Hace seis años, el PSC que puso la semilla del “procés” con una reforma estatuyente que el nacionalismo no había requerido se unió a rastras a la movilización de aquel contra la independencia para adueñarse de aquel movimiento de resistencia cívica y desmontarlo con el oficio artero del flautista Borrell sofocando a quienes urgían “¡Puigdemont, a prisión!”. “No gritéis -les afeó- como en los circos romanos. A la prisión sólo va quien dice el juez”. Echando la vista atrás, el fervorín de quien contó entonces que no pensaba unirse a la marcha, pero que se animó al hallarse en el Pirineo y ver “las hojas rojas y amarillas del otoño dibujando los colores de la bandera española”, se revela una estafa. Como los indultos de Sánchez a los golpistas a los que imputaba delito de rebelión o la amnistía que cocina para el prófugo al que se comprometió a entregar a la Justicia.


Ahora, Borrell se desmarca de la vieja guardia del PSOE que trata de salvar su responsabilidad ante la historia y a la que Sánchez atemoriza con purgarlos exhibiendo la cabeza de Nicolás Redondo Terreros por rebelarse contra una amnistía que pone en almoneda al PSOE de la restauración democrática y entronca con el largocaballerista de la II República en línea con Zapatero. Si González escarmentó de los errores de un PSOE que abocó a la II República a la Guerra Civil, Sáncheztein -primero con su memoria democrática al gusto de Bildu y ahora con una amnistía a la de Puigdemont- desanda el camino que ha facultado el periodo de mayor libertad y bienestar de la Historia de España. Por encima de discusiones bizantinas -como las que precipitaron la caída de Constantinopla- sobre el encaje constitucional de la amnistía a los segregacionistas, tal claudicación infamará al Estado de derecho y a sus instituciones, del Rey abajo todas, así como a su integridad territorial balcanizándola. Haciendo menos libres e iguales a sus ciudadanos, se les encamina, de “regreso al futuro”, a una Nueva Edad Media donde el supremacismo imponga sus exigencias señoriales y forales.


A lomos del tigre separatista, era cuestión de tiempo que el procés, tras su legitimación tácita y su legalización expresa, alcanzara a toda España arrastrada por la ambición de poder de Sáncheztein que, lejos de ser un rehén del separatismo, es su cómplice hasta rescatar a éste de su fiasco del 23-J y postrarse de hinojos al prófugo de la quinta fuerza en Cataluña. Para Sánchez, “no hay quinto malo” si le reporta la victoria que no cosechó. Con todo, lo peor de su investidura implorada, es conferir un papel clave, dado el peregrinar de una vicepresidenta suya y de sus aliados al palacete de Waterloo, a un reyezuelo sin taifa y Puigdemont aparente ser el oficiante de la ronda de consultas, en vez de Felipe VI. A esa abyección arrastra Sáncheztein a España.


Si ya el indulto a los golpistas del 1-O supuso un “autoindulto” de Sánchez al beneficiar a quienes le sustentan en Moncloa, según arguyó el Tribunal Supremo para negarse a conmutar la pena, la amnistía opera otro tanto. Con la carga explosiva que encierra una medida que siempre acompaña a un cambio de régimen, se franquearía un proceso constituyente que, saltándose los procedimientos de reforma de la Constitución y con la venia de un TC autoerigido en fautor de derechos en vez de garante de la Carta Magna, se reportaría a Sánchez y a sus sosias un seguro de permanencia en el poder al vedar la alternancia como extensión del pacto del Tinell suscrito con Zapatero entre el PSC y el ERC, así como la disgregación de España en nacioncitas autodeterminables bajo el marbete de la plurinacionalidad. Un oxímoron sí, pero negocio “redondo” para los tramoyistas.


De este jaez, el dilema del conservadurismo verbalizado por José Calvo Sotelo en vísperas de su asesinato por sicarios de Indalecio Prieto, tras ser señalado públicamente por Dolores Ibárruri “La Pasionaria”, de que siempre antepondría una España roja a una España rota ya no se contrapondrían porque tanto Sánchez como sus aliados tendrían dos objetivos al precio de uno. De ahí que, cual camaleón que toma el color de los partidos que le asisten en su fuga, Sáncheztein volverá a hacerlo. El novelista Cercas se fía de que Sánchez no promulgará una amnistía como la de 1977. Tiene razón. La denominará de otro nombre, pero sus efectos serán letales al deslegitimar la democracia española y equipar su Tribunal Supremo al disuelto Tribunal de Orden Público (TOP) franquista. Quizá a Cercas le baste con un eufemismo para aliviar su alma afligida y asumir el trágala con la avenencia de su hermana, diputada del PSC, que se adscribió a Junts a fin de que Puigdemont goce de grupo parlamentario. Llamaran convivencia a la amnistía como diálogo a la cesión. ¡Oh diálogo, cuántos crímenes se cometen en tu nombre! Lo gritó, referido a la libertad, Madame Roland, heroína de la Revolución Francesa, al ser decapitada en la Plaza de la Concordia,


Con su expulsión del partido que fue su cuna por su artículo “Dignidad” -como si ésta no cupiera dentro- contra la amnistía como moneda con la que comprar el voto de Puigdemont, Nicolás Redondo es ese hombre justo que aguardó Abraham para contener la cólera divina y evitar que devastara Sodoma y Gomorra por sus pecados. Abraham dio con el cabal de Lot. Ni siquiera le pudo acompañar su mujer, convertida en estatua de sal por volver la vista atrás para contemplar cómo ardía Sodoma. Por ahora, las fundadas quejas de otros socialistas se quedan en eso. Ya acaeció en 2006 con la aprobación del Estatut en las Cortes. Ni el ministro coartada Bono ni diputados críticos como Guerra, Benegas, Leguina o Marugán transgredieron la disciplina de voto.


Si la concentración en la Plaza de Colón de 2019 obligó a congelar el oprobioso pacto de Pedralbes de Sánchez con Torra y que ahora retoma con el fugado Puigdemont, la movilización de una anestesiada opinión pública, pese al desconcierto de sus líderes y de sus élites, debiera frustrar este asalto irreversible al Estado de derecho y a la nación. Con un Sánchez entregado, el secesionismo pretende culminar bajo la artificiosidad de un Estado plurinacional con las facilidades de quienes pasan por constitucionalistas y que festejan el caballo de Troya donado por los sitiadores. Es calamitoso cómo el constitucionalismo disipa sus éxitos entre complejos y desavenencias. Como con las marchas de Sociedad Civil a raíz del 1-O o sus éxitos en las urnas, bien por falta de audacia (Arrimadas), bien de convencimiento (Illa). Ojalá que, como indicó la madre de los Pagaza en memoria del hijo asesinado por ETA e interpelando a Patxi López (envés ético de Redondo) no haya que exclamar con el dolor de aquella desencantada socialista entregada –ella sí- en cuerpo y alma: “¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!”.


España está podrida

Iván Vélez. gaceta. 18 Septiembre 2023


Una vez repuesto de los achuchones y arrumacos dados por Yolanda Díaz, ese representante del supremacismo hispanófobo apellidado Puigdemont, hoy convertido en una suerte de hombre de Estado, de estado plurinacional y asimétrico, se entiende, ha manifestado que «España está podrida en sus cimientos y las órdenes del rey de ir a por todos nosotros siguen intactas». Habitual denigrador de la nación que le otorga derechos, Puigdemont se desahogó de este modo tras conocer la condena impuesta por la Audiencia de Barcelona al exconsejero de Interior, Miquel Buch, y al mozo de escuadra Lluís Escolá por darle escolta en el extranjero tras la tibia aplicación del artículo 155. A pesar de la distancia que me separa de este sujeto, no seré yo quien contradiga al golpista huido de la justica española, una justicia que, entendemos, también estaría podrida, pero que es la que se ocupará, vía Tribunal Constitucional, de dar el nihil obstat a una ley de amnistía hecha a medida de las bandas facciosas a las que él mismo pertenece. Aprobada una ley para la que se buscan eufemismos tales como ese «alivio penal» que recuerda al alivio de luto tan usado en tiempos de la mitificada Transición, todo lo que se deje atrás será podredumbre, tiranía, arbitrariedad. España será, por decirlo a la manera clásica, una nueva Persia incapaz de levantar su bota sobre brillantes naciones que anhelan liberarse en esa misma Europa que se desentiende del lento proceso de balcanización impulsado desde aquellos transicionales días.


Del mismo modo que ocurriera con la implantación de la ideología y leyes vinculadas a la mal llamada memoria histórica, ampliada en el tiempo bajo la fórmula democrática, la amnistía que se cocina discretamente supone una suerte de estiramiento de la que se aprobó en 1977. Si aquella ley pretendía poner punto y final a un tiempo pasado del que el nuevo régimen era una transformación interna operada en un contexto de grandes bloques geopolíticos, la actual ensombrece cuatro décadas más.


Cabe, por ello, y puesto que aquel tránsito se hizo «de la ley a la ley», cuestionarse la utilidad de aquella ley preconstitucional. Sobre todo, tras conocerse que el etarra José Antonio Urrutikoetxea, alias Josu Ternera, ha confesado, ante la follonera mirada de Évole, que en 1976 participó en el asesinato Víctor Legorburu, alcalde de Galdácano, crimen que añade una nueva muesca en la culata de su pistola, del que nunca fue procesado y que, en cualquier caso, fue sobreseído gracias a los beneficios de la amnesia de 1977.


Al hilo de esta criminal información, es oportuno recordar que Josu Ternera, orgulloso miembro de ETA, participó en las negociaciones de la banda terrorista con el Gobierno de la nación y se desempeñó como miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la cámara vasca. Los méritos para alcanzar tan distinguida posición fueron el relevante papel jugado en ETA, organización que no atentó contra el franquismo, sino contra la propia integridad de la nación española, idéntico objetivo que el perseguido por Puigdemont. Por todo ello, de otorgarse una amnistía para los delitos del golpismo catalanista, no puedo menos que —contraria sunt circa eadem— suscribir el diagnóstico emitido por el escapista de Amer.


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