Recortes de Prensa Viernes 17 Noviembre 2023
El Observatorio del Conflicto en Ucrania asegura que Bielorrusia está involucrada en la deportación de niños
El Confidencial. 17 Noviembre 2023
El Observatorio del Conflicto en Ucrania, una ONG financiada por Estados Unidos, ha publicado este jueves un informe en el que se asegura que Bielorrusia está involucrada en la deportación forzosa de niños ucranianos desde los territorios ocupados a territorio ruso y bielorruso.
Más de 2.400 niños de entre seis y 17 años habrían sido enviados a instalaciones de Bielorrusia para someterlos a "reeducación política y cultural" y a "entrenamiento militar" para que sirvan a los intereses de Minsk y Moscú.
Por otra parte, los marines ucranianos han “conseguido establecerse en varios puestos de avanzada” en la parte de la provincia sureña de Jersón que queda a la derecha del río Dniéper, una zona ocupada íntegramente por Rusia hasta hace pocas semanas en la que Kiev dice haber infligido bajas significativas en las filas rusas.
Las claves del momento:
El Observatorio del Conflicto en Ucrania asegura que Bielorrusia está involucrada en la deportación de niños
Los marines ucranianos han establecido varios puestos de avanzada al este del Dniéper
Cameron visita Kiev en su primera visita como ministro
Rusia intensifica ataques en la orilla del río Dniéper
Zelenski afirma que es "difícil resistir la presión en el frente"
Así hemos contado la jornada 631 de la guerra
Hace 49 minutos 08:34
Las bajas rusas podrían ser de 1.000 por día en la batalla de Avdiivka
Los funcionarios occidentales afirman que se podrían registrar hasta 1.000 bajas rusas por día en la brutal batalla por la ciudad de Avdiivka, controlada por Ucrania.
Esa cifra representa el "pico", dijeron los funcionarios, y podría estar más cerca de 500, según el "flujo y reflujo" de la batalla.
Ucrania está avanzando de una manera "más lenta y más deliberada", mientras que Rusia está "muy feliz de presionar a la gente". "Hay relativamente pocas víctimas del lado ucraniano", dijeron. "Significativamente [menos] de lo que estamos viendo en el lado ruso".
En general, sin embargo, ninguna de las partes está tomando ventaja sobre la otra, con "movimientos bastante limitados en la línea", agregaron.
Hace 1 horas 46 minutos 07:37
El Observatorio del Conflicto en Ucrania asegura que Bielorrusia está involucrada en la deportación de niños
El Observatorio del Conflicto en Ucrania, una ONG financiada por Estados Unidos, ha publicado este jueves un informe en el que se asegura que Bielorrusia está involucrada en la deportación forzosa de niños ucranianos desde los territorios ocupados a territorio ruso y bielorruso.
Más de 2.400 niños de entre seis y 17 años habrían sido enviados a instalaciones de Bielorrusia para someterlos a "reeducación política y cultural" y a "entrenamiento militar" para que sirvan a los intereses de Minsk y Moscú.
"Estas operaciones están coordinadas al más alto nivel de ambos gobiernos y facilitadas por las fuerzas de seguridad y los grupos milicianos ultranacionalistas de cada país", reza un comunicado del Departamento de Estado de Estados Unidos, citando al informe de la ONG.
Hace 1 horas 46 minutos 07:37
Los marines ucranianos han establecido varios puestos de avanzada al este del Dniéper
Los marines ucranianos han “conseguido establecerse en varios puestos de avanzada” en la parte de la provincia sureña de Jersón que queda a la derecha del río Dniéper, una zona ocupada íntegramente por Rusia hasta hace pocas semanas en la que Kiev dice haber infligido bajas significativas en las filas rusas.
“Las Fuerzas Armadas de Ucrania llevan a cabo con éxito una serie de acciones en la orilla izquierda (oriental) del río Dniéper en la zona de Jersón”, dicen los marines ucranianos en un comunicado publicado a primera hora del viernes en su página de Facebook.
Soli hispani
HUGHES. gaceta. 17 Noviembre 2023
El golpe no es golpe de una sola sacudida, sino un proceso, otro, y ayer se dio un paso: la investidura.
Tres o cuatro mil artículos derechiles después apelando a la conciencia de los socialistas, todos votaron lo que dijo su dueño.
El cacareado Estado de derecho ya había dado todo lo que era capaz: manifiestos y comunicados. En el mejor de los casos. Algunos ni eso. No es que no quieran, es que no pueden. Citaré a Pascal (espero que sea Pascal): «La justicia sin fuerza es impotencia, la fuerza sin justicia es tiranía».
En no pudiendo hacer de jueces y fiscales, han hecho de ‘integrantes de la cultura’ firmando manifiestos.
Cultura Española es eso que calla mientras se daña a España. Solo Calamaro (hispanoargentino) y Bosé (italoespañol), astrales y de vuelta los dos, libérrimos por célula y gen, han sido capaces de protestar.
De la prensa, mejor no hablar; son, en su calidad de propagandistas gubernamentales unos implacables maltratadores psicológicos. Lo que los antidisturbios de Marlaska hacen con las porras lo hacen ellos con sus micrófonos y sus tertulias y su gran burricie ufana.
Disfrazado de pastorcillo jurídico, el PP también participa del abandono. En el debate, Feijoo no dudó de la legalidad de lo que pasaba, pero sí de su legitimidad. Ya era mucho hacerse el tonto, pero al día siguiente (ayer) dio la mano solemne al investido de manera que, en parte, subsanaba la ilegitimidad. El PP cumple así una doble función: legitimar lo que se haga y despistar y adormecer al pueblo todo lo que pueda, haciéndole sentir incluso que está protestando. Lo harán una vez a la semana, los sábados, con dj, igual que los viejos de mi barrio quedan en el parque a hacer zumba al sol.
Faltaba Europa. El horizonte de nuestra vida española desde hace más de medio siglo. Europa nos salvaría de nosotros mismos, Europa sería árbitro de legalidad, ¡nos saldrían pelillos rubios hasta en la entrepierna!… pero de Europa ha llegado una cartita y las felicitaciones de Charles Michel y Von der Leyen, Consejo y Comisión. Y ninguno de los dos está «deeply concerned» sino que los dos «look forward to».
El Estado de derecho ha demostrado ser un castillo de papel, y estando la Cultura, la Prensa, el PP y Europa en el ajo o in the garlic como dijo ayer un tuitero, queda poco más que el pueblo (y ya después, si acaso, el del Mercadona).
Esta soledad nacional recuerda un episodio histórico que ha contado Pedro Insua en su Cuando España echó a andar. En los prolegómenos de la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), ante el moro, los cruzados traspirenaicos fueron enviados de vuelta a sus lugares de origen y quedaron los que quedaron, soli hispani, solo los españoles.
Predicada por Inocencio III la Santa Cruzada, acudieron a la lucha castellanos, catalanes y aragoneses, las tropas de López de Haro, señor de Vizcaya, los gallegos, portugueses y leoneses y las órdenes venidas de más allá de los pirineos. Pero estas, por problemas varios, se acabaron yendo según nos cuenta Jimenez de Rada: Soli hispani cum paucis ultramontani, solo lucharon los españoles con algunos ultramontanos. De esta forma, por contraste entre los que se quedaban a reconquistar y los que no, se definía lo español como envolvente ibérica y singularidad innegable ya en el siglo XIII.
Pero es la soledad lo que mueve el recuerdo. Españoles solos, solo los españoles para luchar, entonces como ahora, por la salus Hispaniae, la salvación de España.
Los golpes de Estado silenciosos
Juan Francisco Martín Seco. vozpopuli.
17 Noviembre 2023
El jurista Roberto de Ruggiero afirmaba que en la Revolución Francesa se dieron tres revoluciones en una: la liberal, la democrática y la social. De ahí deriva la calificación del Estado moderno como “de derecho, democrático y social”, y así es definido por nuestra Constitución.
Entre los tres atributos hay una relación determinista y, en un orden lógico y consecuente, cada uno de ellos exige e implica los otros dos. El Estado no puede ser ni democrático ni de derecho si no es social, y sin la condición “de derecho” el Estado no puede llamarse ni democrático ni social.
Durante muchos años esta unidad intrínseca e inseparable había que mantenerla frente al neoliberalismo económico, que aparentemente preconizaba los caracteres de derecho y de democrático, pero olvidaba la dimensión social. Había que recordarles que cuando las desigualdades sociales son muy grandes el Estado se transforma en la dictadura de la clase dirigente, la económicamente poderosa. Pero las cosas han cambiado y, paradójicamente, lo que hay que defender hoy con mayor urgencia es que sin derecho el Estado no puede ser ni democrático ni social. O tempora, o mores.
En la actualidad se da una tendencia, relativamente reciente, que se fija de manera exclusiva en el criterio de democrático y se olvida de la sujeción al derecho. Se piensa que los votos permiten todo y que quienes ganan unas elecciones, sobre todo si se proclaman progresistas, tienen patente de corso para actuar y gobernar sin cortapisa alguna. Hay que recordarles que los gobiernos, por muy democráticamente que hayan sido elegidos, están obligados a funcionar de acuerdo con las leyes y la Constitución. Los votos se emiten ajustándose a unas reglas de juego y a unas pautas que marcan no solo la forma y finalidad de las elecciones, sino también cuáles son las competencias y limitaciones de los elegidos. Las mismas mayorías y minorías se forman de acuerdo con normas determinadas, y tal vez serían otras si estas últimas cambiasen. Dictaduras ni la de los votos.
Fue en Francia, a partir de Napoleón III, cuando surgió la expresión “golpe de Estado”, designando con ella la insurrección que se realiza frente al orden jurídico, transgrediendo la ley y el statu quo pero desde el poder. En el golpe de Estado, a diferencia de la revolución, es el poder el que pretende cambiar el marco de juego gracias al cual precisamente ha sido nombrado, en la creencia de que las competencias de los elegidos son absolutas y que no tienen que supeditar sus dictados ante nadie ni ante nada.
Recientemente esta mentalidad y forma de actuar, en paralelo con el auge del populismo, se ha extendido en bastantes regiones de América Latina. Algunos gobiernos, aunque elegidos de manera democrática, se olvidan del Estado de derecho y se deslizan hacia sistemas autoritarios y absolutos, en algunos casos dictatoriales, modificando los regímenes sin respetar las reglas establecidas para ello. Curiosamente, con frecuencia acusan de golpistas y subversivos a aquellos que se les oponen. Cómo no acordarnos de Carl Schmitt y su definición de soberano, “es quien decide sobre el estado de excepción”, decisión que puede tomarse sin vinculación normativa de ningún tipo.
En España el ejemplo más claro lo constituyó el golpe de Estado de los independentistas catalanes en 2017. Basándose en que el Parlamento de Cataluña era soberano y que ellos tenían en él mayoría (en escaños, no en votos) se creyeron con la potestad de modificar -unilateralmente y sin someterse a las normas y procedimientos establecidos- la Constitución y de cambiar la estructura territorial de España. Negaban la competencia del Tribunal Constitucional para determinar lo que podía y no podía aprobar el Parlamento catalán.
Al margen de que la soberanía no reside en la sociedad catalana, sino en la totalidad de la española, lo cierto es que el haber ganado unas elecciones no les daba derecho a actuar en contra de la Constitución ni a negar la autoridad que posee el Tribunal Constitucional para señalar lo que se adecua o no a la Carta Magna.
A partir de que Sánchez ganase con apoyo de los golpistas catalanes la moción de censura, esta falsa concepción del orden político mantenido por los secesionistas se ha ido introyectando poco a poco en el Estado y más concretamente en el Gobierno, así como en los partidos que lo apoyan. Incluso han asumido su mismo lenguaje. Términos como conflicto político o desjudicialización de la política indican de forma bastante clara cómo lo que en realidad se pretende es crear para la política un ámbito de impunidad, en el que el derecho y la ley no rigen. De ahí los ataques a los jueces cuando estos pretenden simplemente aplicar el orden penal y constitucional. A lo largo de estos cinco años hemos visto hasta qué punto esta mentalidad ha ido tomando fuerza, se ha extendido entre la población, y no solamente entre la vasca o catalana, sino también en el resto de España, e increíblemente ha terminado por ser aceptada como algo normal y lógico. El 23 de julio ha dado buena muestra de ello.
Poco a poco, el sanchopopulismo ha buscado los agujeros y los resquicios para ir desarmando las instituciones y el Estado de derecho. Fisuras de muy dudosa legalidad y por las que desde luego ningún otro político se habría atrevido hasta entonces a adentrarse. Ha traspasado barreras que se sobreentendía que eran tabú; ha utilizado de manera torticera y abusiva prescripciones legales cambiando su finalidad y su funcionamiento normal; ha empleado a discreción y de manera persistente instrumentos normativos previstos únicamente como extraordinarios y de máxima urgencia. Hasta ahora se ha movido en el filo de la legalidad. Dada la falta de transparencia, es difícil afirmar en qué medida la ha transgredido.
Durante estos años, Sánchez no ha tenido ningún reparo en hacerse por todos los medios a su alcance con el control de las instituciones, debilitando al máximo la división de poderes. Especial gravedad tiene el sesgo que ha adoptado el Tribunal Constitucional, tanto más cuanto que es bien sabido el objetivo de los aliados necesarios del futuro gobierno; todos ellos empeñados en destruir al Estado, y sin que tengan límites ni sus reivindicaciones ni sus exigencias; y no parece que tampoco vaya a tener fin la capacidad de cesión de Sánchez.
En los momentos actuales, la amenaza se hace más inminente cuando el resultado electoral ha proporcionado a Sánchez la creencia de que goza de impunidad, y cuando, al mismo tiempo, necesita los votos de independentistas de todos los pelajes y en general de todos aquellos que pretenden cambiar por cualquier medio el orden constitucional.
De cara al futuro surgen los peores augurios. Los acuerdos firmados sin ningún pudor por el PSOE con los partidos separatistas y aplaudidos por Sumar indican claramente que, una vez más, Sánchez está dispuesto a todo con tal de perpetuarse en el poder. Necesita controlar al legislativo y de ahí su cesión absoluta a los distintos secesionismos, adoptando íntegramente su discurso, incluso el golpista, tergiversando la historia. No le importa tampoco para ello dividir el país y sacrificar las regiones más desfavorecidas a los intereses económicos de dos autonomías, que casualmente son de las más ricas. Pero para mantener unido al Frankenstein y controlar al legislativo, Sánchez precisa algo más, intervenir al poder judicial, y parece ser que ese es el camino que ha comenzado a recorrer y en el que está dispuesto a llegar hasta donde sea necesario. En los pactos firmados sobresale por su gravedad el compromiso de someter las decisiones de los jueces a comisiones parlamentarias.
No constituye ninguna exageración afirmar que nos estamos acercando peligrosamente a ciertos regímenes populistas de América Latina. Lo malo de estos golpes de Estado es que son silenciosos y las sociedades solo se dan cuenta cuando ya no hay remedio. Durante cinco años, tertulianos, plumillas y demás propagandistas sanchistas vienen calificando a los críticos de alarmistas y descartan que Sánchez vaya acometer tal o cual medida. Lo cierto es que antes o después termina imponiéndola y lo que nos parecía imposible se convierte en realidad. Entonces los voceros del sanchismo que antes se habían pronunciado en contra de ella, giran en redondo y, siguiendo a su jefe, terminan justificándola. Lo peor de todo ello es que gran parte de la sociedad poco a poco acaba por no darle importancia y acepta lo insólito como natural. Continúa así esa historia insólita a la que me réferi en el libro publicado hace tres años en el Viejo Topo con ese mismo título.
El riesgo es innegable. Nos deslizamos por una pendiente muy inclinada que puede terminar con el Estado de derecho en España (o al menos deteriorarlo gravemente) y acercarnos a los regímenes de ciertas repúblicas bananeras, lo que implicaría, aunque se pregone lo contrario, que tampoco podría permanecer por mucho tiempo, tal como decíamos al principio del artículo, ni la verdadera democracia ni el Estado social.
www.martinseco.es
Pedro Sánchez o el autogolpe del 15 de Noviembre
Carlos Martínez Gorriarán. vozpopuli.
17
Noviembre 2023
En 1940, cuando decidió supeditar su destino al de Alemania declarando la guerra a los aliados, Benito Mussolini declaró que la Italia fascista y la Alemania nazi eran las verdaderas democracias, mientras que Francia y Gran Bretaña eran miserables plutocracias gobernadas por los ricos. En febrero de 2022, Putin viajó a Beijing y presentó con Xi Jinping un comunicado conjunto que exigía para Rusia y China la exclusiva de verdaderas democracias, negada a las decadentes democracias liberales (un mes después, Rusia invadía Ucrania sorprendiendo a la ingenua incredulidad mayoritaria en Europa).
Este 15 de noviembre, Pedro Sánchez ha presumido de tener el único proyecto progresista democrático, negado a “la derecha” calificada de extrema y antidemocrática (discurso resumido aquí por José Alejandro Vara). Basten estos ejemplos para ilustrar la desconfianza que merecen las reclamaciones de autenticidad democrática; podríamos añadir a las citadas la “democracia orgánica” de Franco o las “democracias populares” comunistas caídas en 1989: invariablemente, todas son tiranías o proyectos de tiranía.
La auténtica democracia
En efecto, es excepcional que los portavoces de una democracia liberal genuina reclamen encarnar en persona la verdadera democracia o cosa parecida; en todo caso la representan los jefes de estado o de gobierno en momentos solemnes o críticos. La razón de este decoro es muy simple: la auténtica democracia es pluralista por esencia y por necesidad, así que hay tantas formas de ser demócrata como admitan las reglas constitucionales. Por eso hablamos de izquierda o derecha democrática y cosas parecidas, porque solo son democráticas dentro de los límites constitucionales. Viceversa, el que los rompe y sale fuera deja de serlo.
El caso es que hay estados democráticos y otros que no lo son tanto o nada, pero no hay ni puede haber sujetos de carne y hueso que sean la democracia en sí mismos, como el absolutismo de Luis XIV. Cuando alguien propone, como Pedro Sánchez, que solo es democrático hacer su santa voluntad, autorizada por Él mismo a engañar a sus votantes y comprar votos para gobernar al precio que sea, incluyendo destruir la nación a gobernar, pasa a ser aspirante a la autocracia. Emplea la palabra democracia como atributo de su Persona y como quijada de asno con la que atacar la diferencia y el pluralismo político.
Mentiras mezcladas con tabúes
Su discurso de investidura del 15 de noviembre estaba compuesto al modo de un castillo de naipes donde mentiras desvergonzadas se apoyan en palabras-fetiches -progreso, convivencia, derechos, acuerdo, perdón- en el papel de tabúes fuera de cualquier discusión. Un discurso así es irrebatible no porque esté lleno de razones imbatibles, sino porque no se puede debatir: es un puro monumento a la posverdad, es decir, a la negación posmodernista de cualquier diferencia entre verdad y mentira, hecho y opinión, dato y relato, promesa y traición.
La posibilidad de llegar a un acuerdo con el otro tiene el requisito previo de que se discuta o negocie algo que puede existir, que sea veraz y se puede experimentar, compartir y discutir según la lógica de la recta razón, es decir, con datos comprobables y argumentos discutibles. Nada de eso ha regido nunca los discursos de Sánchez. Como buen tirano, verdad es y será lo que Él diga y cuando lo diga. Como el Humpty Dumpty de Alicia, su divisa es que las palabras significan lo que él dice que significan, ni más ni menos.
La ventaja despótica de esta clase de discurso es que derrota a quien pretenda discutirlo con sentido constructivo, porque es imposible. Pero la moral pública de la democracia insiste en que es imperativo debatir con los rivales, buscar consensos y cerrar acuerdos. Sin embargo, la regla es inútil ante la absoluta falta de compromiso con la veracidad y, en general, pérdida total del valor de la palabra. La ética de la acción comunicativa que Habermas ve indispensable para llegar a una democracia deliberativa, libre e igualitaria y basada en razones es, y sin duda siempre será, insuficiente (por mucho que la realidad humana le duela al filósofo alemán), pero deviene completamente imposible cuando falta cualquier otra regla que no sea la satisfacción de la ambición de poder megalómana de Sánchez, que habría sorprendido al propio Nietzsche del culto a la voluntad de poderío.
Toda la estrategia de Sánchez tiene un único objetivo, heredero del Largo Caballero en 1933 y anunciado con pleno descaro por su exvicepresidente Pablo Iglesias al pobre García Egea hace unos años: aislar al PP y hacer lo posible para hacer imposible un gobierno distinto al suyo, la coalición socialista-comunista-separatista. O sea, que nunca jamás vuelva a gobernar “la derecha”. A tal fin se colonizan o neutralizan instituciones públicas y privadas, se compran voluntades y se destruyen reputaciones, se asaltan conventos y se reparan virgos, lo que haga falta. Ni siquiera es imprescindible usar la violencia ni prohibir partidos de oposición, pues basta con que ésta quede anulada para que el resultado electoral quede prescrito de antemano, como en la Venezuela de Chaves y aún antes en el México del PRI eterno.
Es un autogolpe de estado a cámara lenta. La gran virtud política (en el sentido de Maquiavelo) de esta estrategia es que explota la incredulidad del adversario en beneficio propio: como los personajes de Almodóvar en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, la sociedad civil no puede creer que esto le esté pasando. Así, una asociación de jueces más bien devota de la izquierda reaccionaria, Juezas y jueces para la democracia, ha tenido que atisbar por sí misma la evidencia del ataque demoledor al poder judicial y, sobre todo, la amenaza siniestra del lawfare (juicios políticos a jueces acusados de hacer juicios políticos) para decidir unirse a las otras asociaciones judiciales en la denuncia del peligro de asesinato ejecutivo del poder judicial. Y ahí tenemos a las empresas del Ibex, que parecen creer coherente reclamar seguridad jurídica para ellos desentendiéndose del estado de derecho, que exige oposición activa al golpe.
Sánchez ha puesto en marcha un proceso de los que se sabe cómo empiezan, pero nunca cómo acaban; rara vez como se pretendía. Tratar de discutir los discursos de Sánchez es una empresa perdida que conduce a la melancolía. Hay que deliberar, sí, pero sobre la manera de expulsar a los golpistas de las instituciones y pasar a la reconstrucción de la democracia con todo lo aprendido estos infaustos años de sanchismo. Y para eso, es imprescindible un lenguaje realista.
Churras y merinas, al enemigo muerto gran lanzada o Franco revisitado
Nota del Editor. 17 Noviembre 2023
Comparar los años tras la guerra española causada por los mismos que ahora nos están venciendo en el quinto frente con los asesinatos comunistas es una falta brutal a la realidad, sobre todo a quienes vivimos tal realidad.
Financial Times publica un duro artículo contra Sánchez: "Amenaza el imperio de la ley"
Diego Sánchez de la Cruz. libertad digital. 17 Noviembre 2023
En medio del escándalo provocado por la Ley de Amnistía que ha propiciado la reelección de Pedro Sánchez como presidente del gobierno, el Financial Times ha publicado un artículo opinión en el que alerta de la "amenaza al imperio de la ley" que encierra el acuerdo suscrito por el Partido Socialista con las formaciones separatistas catalanas.
La columna, que lleva la firma de Míriam González, denuncia que "la mayoría de los artículos publicados en la prensa internacional destacan que la extrema derecha no tocará poder en España pero no caen en la cuenta de que el acuerdo de investidura rompe principios esenciales del Estado de Derecho que jamás deberían verse comprometidos en una democracia madura". "Las consecuencias de largo plazo derivadas de este acuerdo de corto plazo pueden ser muy serias, tanto para España como para la defensa de la democracia en toda Europa", advierte el texto.
"El país ibérico se ha consolidado como una democracia de éxito desde 1978, habiendo completado una transición que a menudo se cita como modelo a seguir. Sin embargo, la prensa internacional sigue hablando de España como si Franco pudiese salir de la tumba en cualquier momento. Al centrarse continuamente en el conflicto histórico, la guerra civil y la extrema derecha, Pedro Sánchez ha encontrado la coartada perfecta para socavar la independencia judicial y el imperio de la ley", lamenta la autora del texto.
González, fundadora de la organización España Mejor y profesional dedicada al ámbito del derecho, critica en las páginas del diario londinense que "la reacción internacional a la declaración inconstitucional de independencia perpetrada por los separatistas catalanes en 2017 ilustró el trato diferencial que se le sigue dando a los asuntos referidos a nuestra democracia. Los formadores de opinión globales se mostraron reacios a condenar aquel acto, a pesar de que se trataba de un claro asalto a la constitución. Esas mismas voces no dudaron en condenar lo sucedido en Estados Unidos unos pocos años después, cuando las autoridades emplearon la fuerza y los tribunales aplicaron la ley para sofocar el intento de toma del Capitolio".
Así, el artículo del FT considera que, "mientras la opinión pública internacional habla de la Constitución como si fuese un documento casi sacro-santo, a la Carta Magna española no se le reconoce el mismo estatus cuando se analiza la actualidad de nuestro país, a pesar de ser nuestro contrato social más básico y el pilar fundacional de una democracia que dejó atrás la guerra civil, la represión y la conflictividad. En este sentido, el orden constitucional español no es menos que el de Estados Unidos o el de cualquier otra democracia".
El salmón recuerda que "la amnistía es una herramienta que solamente tiene sentido cuando un país está intentando abandonar una situación crítica y busca asentar la paz después de un conflicto grave, motivo por el cual se debe aplicar solamente de forma excepcional y con todo el cuidado debido, ya que hablamos de una ruptura consciente del principio de igualdad ante la ley. Una amnistía debe llegar de la mano de un acuerdo prudente, transparente y amplio, con un consenso social generalizado y un debate previo transparente y somero. En este caso, lo que hemos visto ha sido una amnistía apresurada, negociada a puerta cerrada y motivada solamente por el puro interés político de sus promotores".
El acuerdo de Sánchez con los separatistas "incluía una mención explícita a la posibilidad de que el poder judicial mine el alcance de la amnistía y propone el establecimiento de comisiones parlamentarias que evalúen el proceder de los magistrados". Este compromiso "ha sido denunciado de forma unánime por todas las asociaciones judiciales, que entienden tal cláusula como un asalto directo a la separación de poderes".
La columna señala que, "al contrario de lo ocurrido con otros países europeos, con lo que está pasando en España no hay una condena inequívoca. El hecho de que el acuerdo de gobierno facilite la investidura de un Ejecutivo socialdemócrata no convierte en tolerable lo inaceptable". Así, "en un sistema democrático, no es de recibo quebrar el imperio de la ley y justificarse por el miedo a la extrema derecha. La única forma legítima de mantener a un rival político fuera del gobierno es cumpliendo la ley y ganando las elecciones. Sin embargo, si lo que se hace es acabar con el imperio de la ley y provocar una brecha en la separación de poderes, lo único que sucede es que la democracia se ve debilitada y sus enemigos salen ganando".
El supermercado de Nogueras
EMILIO CAMPMANY. libertad digital. 17
Noviembre 2023
La pobre Miriam Nogueras, a pesar de llevar siempre los ojos tan abiertos, no se entera de nada. Hasta el jueves a mediodía, Puigdemont tenía a Sánchez cogido por semejante sea la parte. El Risitas de La Moncloa le habría firmado al héroe de Waterloo lo que le hubiera pedido a cambio de sus votos, que Cervantes era catalán, que los Decretos de Nueva Planta son inconstitucionales, que Cataluña es una nación desde antes del Pleistoceno, que el hombre de Atapuerca hablaba catalán con acento leridano, que la capacidad craneal de los catalanes es muy superior a la de los españoles o que Turull es gemelo de Brad Pitt. Todo. Lo hubiera firmado todo. Pero, el de Waterloo se conformó con que Nogueras pudiera proferir sus amenazas desde la tribuna del Congreso en catalán, que Albares pidiera a la Unión Europea que acepte el catalán como lengua de la Unión y que se presentara en las Cortes un texto negociado como proposición de ley de amnistía.
¿Y ahora, qué? Pues que hasta que la amnistía no se publique en el BOE y Puigdemont pueda volver a España sin temor a ser arrestado, Waterloo tendrá que decir amén a todo lo que presente Sánchez en las Cortes. Para empezar, los presupuestos de 2024. Y, si para los siguientes no hay votos bastantes, se prorrogan esos y a otra cosa. Gonzalo Boye, que como terrorista y lavandero del dinero de los narcos es mucho más competente que como abogado, y eso que lo pillaron ejerciendo de las dos cosas, cree que lo tiene todo atado poniendo en la ley la tontería de que los recursos no suspenderán la eficacia de la amnistía y lo de los dos meses de los jueces para decidir. El efecto suspensivo de las cuestiones constitucionales y prejudiciales es consustancial a su naturaleza y lo de los dos meses vale tan poco como el plazo que le dieron al Consejo General del Poder Judicial para que nombrara a los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional, que se sobrepasó holgadamente sin que nada ocurriera.
De modo que, mientras se tramite la ley y hasta que el Constitucional y el Tribunal de la Unión Europea decidan y quede sin efecto la causa contra Puigdemont, éste va a tener que seguir en Waterloo esperando y aprobando todo lo que Sánchez lleve a las Cortes. Luego, allá para el otoño de 2024, como pronto, que la arme si quiere. La prueba es que la reforma del Reglamento del Senado para alargar mes y medio más la tramitación todavía no ha sido recurrida por el PSOE al Constitucional. Y, aunque termine siéndolo para fingir urgencia, tampoco Pumpido tendrá mucha prisa en resolver.
Al final, la pobre Nogueras, que quiere todo el supermercado, está como una pensionista alcanzada contratando a un yonqui para que le robe la compra de un día por la mitad de lo que vale. Y el yonqui la robará, pero no será mañana. Ni pasado.
El progresismo ha cumplido
JOSÉ T. RAGA. libertad digital. 17
Noviembre 2023
El progresismo sanchista ha empobrecido a España en ocho puntos porcentuales sobre la media europea; contrariamente, otros mejoraron y nos adelantaron.
Quiero pensar que la mayoría de los lectores, ante este título, se han dicho: "¿Cumplido con quien?". La respuesta no puede ser más sencilla: con los suyos, naturalmente. Aunque la repregunta, está servida: "¿Y, quiénes son los suyos?".
No, no los que les votaron, pues muchos de aquellos no han tenido recato en renegar del sanchismo, precisamente, porque son socialistas como partido de elevados principios, históricamente acreditados. Baste por ello decir que, los suyos son esos, los suyos; los del pesebre.
Aspiraban a socavar los cimientos de la sociedad, destruyendo los valores históricos que la conformaron. El matrimonio, ya no es matrimonio, ni la familia es familia. Los padres pasaron por ser amigos de los hijos, pero hoy, ni eso.
Querían acceder a los altos cuerpos de la Administración, pero sin esfuerzo, así que, fuera oposiciones y establezcamos la contratación ad libitum; las oposiciones eran prácticas capitalistas. Sólo la ignorancia contumaz, es capaz de confundir riqueza con conocimiento.
Pretendían acabar con los ricos, y su afán fue tan desmedido que, consiguieron multiplicar los pobres, convirtiéndoles, además, en más pobres. Como su ignorancia es universal, no conocían un viejo principio distributivo, que dice: "las rentas se redistribuyen mejor cuando crecen que mediante políticas redistributivas".
A finales del pasado octubre, publicaba yo un artículo, en este mismo periódico, en el que, frente al triunfalismo hipócrita del gobierno, daba a conocer, según datos de EUROSTAT, que la renta por habitante en España, en 2021, en términos de poder de compra, era inferior en 1.361 euros a la del año 2019; de ahí, el lógico malestar del pueblo.
Pues bien –siguiendo en EUROSTAT– el empobrecimiento de España no es una anécdota. Llamando 100 al PIB medio por cabeza, en términos de poder de compra, de los 27 países de la UE, España, en 2022, alcanza los 85. Es decir, menos que Estonia (87), menos que Lituania (89), menos que la República Checa (91), menos que Eslovenia (92) …
No estamos hablando del pelotón de los torpes, sino del pelotón de los pobres. Es más, el año 2017, gobernando el presidente Rajoy, España alcanzó un valor de 93, mientras que en 2018 gobernado desde junio por Sánchez, ya disminuyó a 91, que se convertiría en 83 para 2020 y 2021, terminando en 85 para 2022, como hemos indicado.
En conclusión, que, si España tenía 14 países de la UE más pobres en 2011, sólo 9 de aquellos países, son más pobres que nosotros en 2022. Sí; el progresismo sanchista ha empobrecido a España en ocho puntos porcentuales sobre la media europea; contrariamente, otros – salvo nueve – mejoraron y nos adelantaron por el camino.
Llegado a este punto, me pregunto: ¿por qué le llaman progresismo y no regresismo? Piensen en la República de Irlanda que, con su liberalismo económico, alcanzaba 131 puntos, en el año 2011, que se convertirían en 233 puntos en 2022; el segundo mayor PIB por habitante de la UE, sólo por detrás de Luxemburgo.
Eso es gobernar, distinguiendo lo importante de lo accesorio, y progresando sin progresismo.
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DEMONIZÓ A SU ÚNICO SOCIO POSIBLE MIENTRAS EL PSOE NEGOCIABA CON PUIGDEMONT DESDE MARZO
Del «espero que el PSOE evitará que pactemos con VOX» al «no me busque» a Sánchez: así dilapidó Feijoo sus opciones de ser presidente
MARÍA DURÁN. gaceta. 17 Noviembre 2023
«Como presidente de la Junta he trabajado durante 13 años para que VOX no entrase en el Parlamento gallego». Eran palabras del entonces candidato popular, Alberto Núñez Feijoo, el 19 de julio en el diario La Vanguardia. Se veía presidente. Su corte —Cuca Gamarra, Esteban González Pons, Borja Sémper— se lo repetía sin cesar: «Es imposible que no gobernemos», insistían asesores, encuestadores y periodistas de confianza con Narciso Michavila, director de GAD3, a la cabeza.
Por eso dio un paso más allá en esa entrevista: «Tengo la esperanza de que el PSOE evitará que pactemos con VOX», dijo, probablemente considerándose capaz de lograr una mayoría absoluta. Y fantaseando con que, si no, su victoria sería tan aplastante que el PSOE no podría provocar de nuevo un bloque como el que provocó para impedir la primera investidura de Mariano Rajoy. Se lo creyó hasta tal punto que esa noche no asistió al debate de candidatos en el que sí estuvieron presentes Pedro Sánchez, Santiago Abascal y Yolanda Díaz. Le parecía, después de su victoria —o la de Isabel Díaz Ayuso y el auge de su socio, que le permitía recuperar varias comunidades— en las municipales y autonómicas, que no tenía nada que ganar.
Pero no contaba Feijoo con que su principal rival, Pedro Sánchez, —y no Santiago Abascal—, le llevaba ventaja. Como siempre. De varios meses, como confesaba sin pizca de rubor ni mala conciencia este jueves la mano derecha del ya presidente, Santos Cerdán. El PSOE, con su número dos a la cabeza, llevaba desde marzo visitando clandestinamente al forajido Carles Puigdemont en Bruselas. Qué le prometieron, todavía no lo sabemos, aunque lo intuimos. La amnistía y el relator ya eran peticiones oficiales de los separatistas.
Así que ese 19 de julio Santiago Abascal recibió en solitario en el debate a tres los ataques que Sánchez y Díaz les dedicaban a él y a Feijoo. No sólo eso: lo defendió y le afeó a la líder de Sumar que acusara de presuntos delitos a alguien que no podía defenderse. No hizo mención a los ataques del popular que se habían hecho públicos esa mañana. Se centró en repetir los motivos por los que había que dedicar todos los esfuerzos a echar al responsable de amnistiar a los golpistas catalanes de Moncloa. El 4 de julio, además, le había pedido a Feijoo que no vendiera «la piel del oso antes de cazarlo», «simplemente porque aún no ha logrado echar a Sánchez». Oídos sordos.
Tan sólo cuatro días después llegaba la confirmación de que el menosprecio a la capacidad de Sánchez para engañar a unos y otros, mezclado con el desprecio a su único socio potencial, en absoluto era una estrategia electoral imbatible. La noche electoral transcurrió mal de principio a fin. En ningún momento, ni con escrutinio mínimo, se reflejaron los números que el PP esperaba. Al terminar el conteo todos menos los populares sabían que habría en España nuevo gobierno Frankenstein.
Feijoo y su cúpula decidían celebrar en el balcón de Génova que habían obtenido más escaños, pero la única celebración verdaderamente alegre esa madrugada se producía en Ferraz. Desde ese momento, el PP trató durante todo el verano de convencer a Junts y el PNV de que apoyaran su investidura. VOX ofreció, para ello, sus votos a cambio de nada. Esteban González Pons llegó a encontrarse con líderes de Junts en una reunión secreta en Barcelona. El PNV se negó incluso a encontrarse con los populares. Diputados socialistas llegaron a presionar a líderes de VOX haciéndoles ver que su electorado, más patriota que el del PP, no vería con buenos ojos que permitieran a Feijoo pactar con los supremacistas vascos o catalanes. Sánchez ya había vendido a España como en el gran bazar y no estaban dispuestos a que se perdieran los esfuerzos iniciados medio año antes.
El resto es historia: Feijoo siguió implorando al PSOE pactos y abstención hasta perder su investidura, a la que se presentó sin esperanza alguna. No fue hasta el miércoles, cuando Sánchez dedicó varios minutos a burlarse y reírse de él a carcajadas desde la tribuna, cuando Feijoo le dijo al reelegido presidente que hasta aquí había llegado: «Cuando el independentismo le falle, no me busque», terminó ayer su última intervención. Tras la votación final, sin embargo, corrió a felicitar al presidente que ha traicionado a su nación y ha advertido a la verdadera oposición de que tramitará la amnistía en el Senado, donde cuenta con mayoría absoluta. El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Y el PP, el único que lo hace hasta el infinito.
La carcajada del maniqueo
ANTONIO
ROBLES. libertad digital.
17 Noviembre 2023
El día que el PP y Feijóo dejen de temer ser satanizados por pactar con Vox, Pedro perderá el poder de intimidarles.
"Las derechas retrógradas no resuelven problemas, pero son eficaces para propagar el odio", soltó Pedro Sánchez en su intervención de investidura empecinado en reducir la pluralidad ideológica a dos únicas fuerzas: la ultraderecha y el progresismo. Vive de ese maniqueísmo, por eso lo alimenta sin descanso. Fue el eje de su discurso.
Va siendo hora de enfrentarse a nuestros miedos y sacudirnos de encima los complejos que sólo sirven a los enemigos de España como Estado de derecho, pero también como patria de emociones compartidas y antepasados comunes.
Atrévanse con el anatema: dos fantasmas recorren España, el complejo de ser sospechosos de amarla, y el pertenecer a la derecha. Uno y otro van unidos a la maldición del franquismo. Como si España debiera su existencia a Franco, y la derecha fuera la continuación del franquismo. Y es que Franco para la izquierda plurinacional no es un simple dictador como tantos otros, Franco es el mal, la referencia del maligno que encarna el tabú por excelencia. Ante él solo queda el ¡vade retro, Satanás!
Para reforzar esa maldición se enlaza la derecha a la ultraderecha, y su fusión, al franquismo; un bucle eterno entre dos polos, la derecha retrógrada y la izquierda progresista. Maniqueísmo burdo iniciado por Rodríguez Zapatero, impulsado por Podemos y asumido por Pedro Sánchez y sus socios, un social-comunismo separatista nada progresista. Ese chascarrillo de "al menos no gobierna la derecha" no es una anécdota, han logrado convertirla en categoría. Este es el estado de conciencia a donde Sánchez y sus socios quieren llevar a los ciudadanos para fidelizar electores. El mismo maniqueísmo implantado mucho antes en Cataluña: España = facha, Lengua española = lengua opresora, lengua catalana = lengua propia…
La patente de esa estafa epistemológica tiene sus raíces en el pujolismo. Desde que el Honorable pisó la Generalidad se empecinó en dividir a Cataluña entre fachas y catalanes. La lengua propia y el odio a España separaban a los demócratas, de los franquistas. La reducción es una ofensa a las más elementales reglas del conocimiento y la ética. Pero… los resultados están a la vista, redujeron al silencio a más de la mitad de Cataluña y desde la restauración de la Generalidad, la han monopolizado. El resto está a la vista. Hoy más que nunca tras el pacto de la amnistía. El acoso moral y el complejo político inducido sobre más de la mitad de catalanes, lo ha hecho posible. Salir de él es la asignatura pendiente de la democracia española.
Pues bien, hoy es España entera la que está sufriendo ese acoso. El procés ya no es solo un problema de Cataluña, se ha extendido a toda España con la asunción de Pedro Sánchez del relato nacionalista y de su peor maniqueísmo: la derecha retrógrada y la izquierda progresista. Todas las terminales mediáticas del PSOE y sus socios están empeñadas en convertir a los que nos oponemos a la amnistía, en fachas. No tienen escrúpulo alguno en reducir la oposición de centro derecha, a los encapuchados que revientan las manifestaciones contra la amnistía. La intervención de Rufián fue especialmente ridícula convirtiendo cualquier anécdota en categoría. Incluso se atrevió a citar a Unamuno como si hubiera leído alguna vez algo. Tal caricatura resulta grotesca. A pesar de la llamada del centro derecha a neutralizar a los violentos.
Nuestro peor enemigo hoy, no es el nacionalismo, ni la izquierda de la cancelación y el privilegio, sino nuestros propios miedos, ese maldito complejo franquista que han inoculado en los españoles sus enemigos como si estuvieran en deuda con el mundo por el mero hecho de serlo. Ahora ayudados por la izquierda y sus letanías, España = Franco, España = ultraderecha, España = facha, la España de derechas reaccionaria frente a la España plurinacional progresista. Cuando superemos ese anatema y defendamos España sin complejos ni permiso de nadie, no solo como Estado de derecho y nación histórica, sino también como espacio emocional previo y anterior a la Constitución, estaremos en condiciones de respetarnos y ser respetados.
Ayer, cuando Pedro Sánchez exponía con lógica aplastante por qué Feijóo jamás podría pactar un gobierno con Vox, ya que eso haría imposible hacerlo a la vez con PNV o Junts, nos mostró el anatema desnudo y nuestros complejos. Y lo adobó con carcajadas propias de un ser repulsivo. ¿Por qué él puede pactar con una organización filoetarra de miembros oliendo aun a goma-2, y Feijóo no con Vox a pesar de no haber matado a nadie, ni incumplir un solo precepto democrático? ¿Por qué Arnaldo Otegui, condenado por pertenecer a ETA, da lustre a su investidura, y Santiago Abascal, que hubo de vivir bajo la amenaza del tiro en la nuca desde niño, ensucia la de Feijóo?
¿Cuál es la diferencia entre EH-Bildu y Vox? Dentro del sistema democrático, ninguna. Si la ideología del primero es nacional-comunista vasca, la del segundo es nacional-conservadora española. Una circunstancia que el juego democrático español permite, a pesar de que existan millones de españoles que detesten a unos, a los otros, o a ambos. Pero si Pedro Sánchez puede pactar con Bildu sin renunciar a su propio programa, por qué Feijóo no puede hacerlo con Vox si éste no condiciona su programa de centro derecha más que lo pueda hacer Bildu con el de Sánchez?
El día que el PP y Feijóo dejen de temer ser satanizados por pactar con Vox, Pedro perderá el poder de intimidarles. Como el homosexual cohibido que un buen día sale del armario y comprueba de golpe que sus límites estaban en él, no en su entorno. El día que Feijóo asuma que sin la colaboración de Vox no volverán a llegar al gobierno, ese día habrá inutilizado el chantaje político de Pedro Sánchez.
Vox y Abascal también pueden ayudar. El día que abandonen su empeño en ser más españoles que nadie y superen el Concilio de Trento, habrán comprobado que España se puede defender sin necesidad de apropiársela.
El "régimen del 78" ya está en la UCI
JESÚS
FERNÁNDEZ ÚBEDA.
libertad digital. 17 Noviembre 2023
Cuarenta y cinco años después de que ETA asesinara a tiros al magistrado José Francisco Mateu Cánoves, la portavoz parlamentaria de EH Bildu, María Mercedes Aizpurúa Arzallus, o sea, la hagiógrafa de gudaris que, en 1984, fue condenada por la Audiencia Nacional a un año de prisión e inhabilitación por apología del terrorismo, proclamaba en el Congreso de los Diputados que "el régimen del 78", que ella identifica con PP y Vox, "está intentando impedir una legislatura de avances sociales, cualquier atisbo democratizador" y exigió al, por esa hora, todavía candidato Pedro Sánchez el "reconocimiento plurinacional del Estado", a lo que éste, complaciente y salivante, respondió: "El marco fijado por nuestra Constitución es el adecuado para abordar el inicio de un proceso de diálogo con las fuerzas representativas del pueblo vasco sobre las cuestiones que usted me ha planteado".
Plutarco, sobre Pericles, en las Vidas paralelas: "La verdad es muy complicada y difícil de encontrar para la Historia, cuando quienes vienen detrás tienen el tiempo como encubridor del conocimiento de los hechos; pero es que la historia de los hechos y las vidas contemporáneas, ya sea por las envidias y los odios, ya sea por la gratitud y la adulación, ultraja y distorsiona la verdad". A las 13:14 de este jueves, la delegada del PSOE en la presidencia del Congreso, Francina Armengol, declaraba "otorgada la confianza" de la Cámara Baja a Sánchez: "Lo que comunicaré a Su Majestad el Rey a los efectos de su nombramiento como presidente del Gobierno". ¡Consummatum est! Sin ápice de sorpresa, con 179 votos a favor y 171 en contra. Consiguiendo, por enésima vez, la cuadratura del círculo. Defendiendo la amnistía a unos sediciosos, según un verbenero Patxi López, "radicalmente constitucional", respaldada por unos grupos que no sólo abogan, sino que exigen, altaneros, liquidar el Estado social y democrático de Derecho. Con mayor o menor prisa, pero sin pausa. Mientras algunos diputados del PP y no pocos periodistas de su cuerda continúan obsesionados con el estribillo del timo electoral y demás marcas blancas.
Aizpurúa se ciscó en la "mal llamada Transición", construida "sobre la negación de las diferentes naciones y sobre el privilegio social", amén de en un "régimen" que indultó "a los responsables del terrorismo de Estado, a torturadores y corruptos" y, mezclando churras con merinas, al rey Juan Carlos. Sin florituras literarias, disparando a la barriga –metafóricamente, se entiende–, le recordó a Sánchez que, como en la canción de Amaral, sin ellos no es nada: "Somos los independentistas quienes impedimos hoy que el bloque reaccionario llegue al poder". El macho alfa de Ferraz, el jefe del sí pero no Emiliano García Page, reconoció "la contribución" de EH Bildu "en la pasada legislatura y el apoyo de su formación" y, además de lo antes referido, instó a interpretar la Carta Magna "con arreglo al espíritu del tiempo vigente", que no es otro que el de sus gónadas, vaya.
Aitor Esteban manifestó que si España se va al guano es por la tropa que invoca a Franco en la calle Ferraz –hay quien se lo pone a huevo, nobleza obliga–. Lo más divertido de la intervención del portavoz del PNV, que rechazó que "el procés catalán" sea un golpe de Estado, no salió de su boca, sino de la de Miguel Ángel Aguilar, que, sin pinganillo, se burlaba del jeltzale cuando éste hablaba en vasco: "¡¡Eso, muy bien!!", "No, no, eh, ahí te has pasao". Un periodista catalán lo miraba como la Medusa. En su réplica, el socialista se ventiló al nacionalista atacando a Tucker Carlson y a un PP "que se ha dejado parasitar, en muchos mensajes centrales, por la ultraderecha".
Masivo fue el éxodo que se vivió cuando tomó la palabra Néstor Rego, del BNG: el nacionalismo gallego interesa aún menos que el último programa de Jorge Javier Vázquez, en paz descanse –el programa, quiere decirse–. Cristina Valido, de Coalición Canaria, dijo que con su sí a Sánchez defiende "los valores y el futuro de los canarios". Mientras gobierna en su tierra con el apoyo del PP, claro que sí. Alberto Catalán, de UPN, puso en la infame sesión algo de nobleza: "Si es cuestión de elegir entre Arnaldo Otegi y Ortega Lara, nos quedamos con Ortega Lara". Patxi López, sobre la amnistía: "Esto no es nuevo, lo hicimos en la Transición (…) perdonando delitos mucho más graves, delitos que hoy se consideran imprescriptibles, delitos de lesa humanidad". La diputada del PP Bea Fanjul, a LD: "La investidura es como un mercadillo, amnistía a siete euros, ¡siete euros, que se nos va de las manos!". El amigo escritor Emilio Lara me envía su "epitafio político": "No se puede esperar nada de un presidente que muda de opinión como las serpientes mudan de piel y los ciervos de cornamenta". En fin, ¡qué cosas veremos! Mas, recuerden que, como advirtió Voegelin: "Es signo de una incomprensión fatal de las fuerzas históricas creer que un puñado de hombres puede destruir una civilización antes de que ésta haya cometido suicidio". Viviremos para contarlo. Al menos, esa es la intención.
Muñecas hinchables en Ferraz
ITXU DÍAZ. gaceta. 17 Noviembre 2023
El primer día de la investidura borroka de Sánchez se me ha hecho más pesado que la propia dictadura con que nos amenaza. Al término de su intervención, me ha venido a la cabeza aquello de Wodehouse en una de sus últimas novelas, comentando los soporíferos discursos perpetrados durante la comida homenaje a la escritora Emma Lucille Agee: «La mujer nos contó durante tres cuartos de hora cómo logró escribir su estúpido libro, cuando una simple disculpa habría sido suficiente».
Confieso que, hasta las últimas elecciones, tenía a Sánchez por un tipo inteligente. Malo, sí, pero inteligente, al menos en la misma medida en que se le supone astucia a la zorra; Irene, me refiero a la mujer del zorro. Con su actuación de los últimos meses se me ha caído el mito. Ahora sé que no es más que una de esas estrellas de fútbol de una sola jugada, de esos que siempre hacen el mismo regate y no saben salir de ahí; brillante, sí, la primera vez.
El líder socialista llegará a La Moncloa de nuevo tras haber hecho las mismas trampas, y acompañado por la misma colección de frikis que le auparon la primera vez, cuando —nunca lo olvidemos— echó a Rajoy con una moción de censura trampa apoyada por idéntica colección de excéntricos, chupasangres, y gentes de mal vivir y peor votar.
Tampoco disimula ya Sánchez su afición al espectáculo. Le vuelve loco el cine de acción. No verlo, sino protagonizarlo. Truncado el plan de que alguna plataforma comercializara su propia película a lo JFK, el nuevo dictador fantasea en la noche oscura con montarse cada día su propio film, y emitirlo en pequeños episodios a través del telediario. Sólo eso explica el inédito despliegue policial en torno al Congreso de los Diputados, que es la primera vez en la historia que un presidente se blinda con cientos de medios y policías para defenderse de nadie. Que no hay absolutamente nadie que quiera hacerle nada a Sánchez. Que la mayoría de los españoles no lo tocarían ni con un palo. Que lo único que quieren es que se largue, a ser posible en dirección Soto del Real, cuando consume el golpe, a pagar el precio de su orgía de poder, y a dejarnos vivir y votar en libertad.
En esa misma realidad paralela que La Moncloa guioniza cada día siempre a tiempo del telediario, coinciden la violencia policial que intenta despertar la que no existe entre los manifestantes, o la ridícula cobertura de las protestas por parte ciertos reporteros del régimen, con rostro pálido, respiración contenida, y casco militar, como si estuvieran en el mismo corazón de Bosnia en 1994.
«La derecha reaccionaria», dijo Sánchez, muy afectado y solemne, «no se va a detener», «o bien alzamos un muro ante esos ataques recurrentes a los valores de la España democrática o bien les damos un salvoconducto». Al escucharlo, volví la vista de nuevo sobre las concentraciones de Ferraz de la «derecha reaccionaria», aún con el temor a encontrar escenas de extrema violencia que me impidieran conciliar el sueño, tal vez cócteles molotov, tipos ataviados como Tejero o barbudos endemoniados blandiendo en picas las cabezas del enemigo, y divisé entonces a una docena de muñecas hinchables danzando al son de los alegres cánticos de los manifestantes, igualmente divertidos por la ocurrencia: «No es una sede, es un puticlub». Supongo que, al verlo, Marlaska sopesó cambiar las pelotas de goma y los gases lacrimógenos, a los que son inmunes las muñecas hinchables, por cerbatanas de arroz.
Entretanto, la única pregunta importante sigue sin respuesta. Sánchez, Marlaska: ¿quién ha intentado asesinar a Alejo Vidal-Quadras en pleno centro de Madrid el mismo día en que se consumó vuestra traición a España? No quiero pensar que tengamos que esperar a que pase la investidura para saberlo, y de paso, para que nos digáis algo del paradero del pistolero que sigue libre y armado por España adelante, sin que sepamos si puede seguir repartiendo balazos a plena luz del día, pasándose por el arco del triunfo vuestra elevada y presumida alerta antiterrorista.
Contra todo pronóstico, a última hora, como penitencia por mis artículos, he vuelto a leer el discurso de Sánchez, ya con la calma de la tarde vencida, y he encontrado un gran motivo de esperanza en el que antes no había reparado. «Mientras yo sea presidente —dijo— toda la fuerza del Estado se dedicará a defender los valores democráticos, las libertades y los derechos». ¡Aleluya! De modo que ahora sólo debemos sacar cervezas y palomitas, y sentarnos a esperar a que lo invistan presidente, para que la fuerza del Estado de derecho haga lo previsto y detenga a Pedro Sánchez y sus cómplices por instigadores de este nuevo golpe de Estado contra la democracia y la nación española.
Lástima que nunca diga la verdad.
Ni en sus mejores sueños el separatismo imaginó una amnistía como esta
OKDIARIO. 17 Noviembre 2023
Cuando en 2021 ERC, Junts y la CUP presentaron una proposición que la Mesa del Congreso ni siquiera admitió a trámite tras advertir los letrados del Congreso que la Ley de Amnistía que defendían era inconstitucional de la cruz a la raya, lo que solicitaban entonces los separatistas catalanes era la mitad de la mitad de lo que ahora han conseguido sacarle a Pedro Sánchez. Dos años después, la Ley de Amnistía deja en pañales aquella proposición.
Es lo que hace la necesidad de garantizarse los votos independentistas para alcanzar el poder: que al elenco de actos delictivos susceptibles de ser amnistiados en aquella propuesta que no pasó el filtro del Congreso, Sánchez ha añadido ahora «los delitos de usurpación de funciones públicas o malversación, así como cualquier otro acto tipificado como delito que tuviere idéntica finalidad»; la «divulgación» del proyecto independentista, así como «recabar información y adquirir conocimiento sobre experiencias similares o lograr que otras entidades públicas o privadas prestaran su apoyo a la consecución de la independencia de Cataluña», o la «asistencia, colaboración, asesoramiento de cualquier tipo, representación, protección o seguridad a los responsables» de los líderes separatistas.
Y, por si fuera poco, y a modo de propina, los delitos de «atentado contra la autoridad, sus agentes y los funcionarios públicos o resistencia, así como cualesquiera otros actos tipificados como delitos realizados con idéntica intención», o los actos «contra el orden y la paz pública que hubieran sido ejecutados con el propósito de mostrar apoyo» al separatismo. Pero lo más sangrante es que en la proposición separatista no contemplaba los delitos de terrorismo, mientras que la medida de gracia de Sánchez sí beneficiará a los acusados de este delito, siempre y cuando no exista una sentencia firme, lo que no sucede en ningún caso en el marco del procés.
Dicho en pocas palabras: lo que no se atrevieron a pedir los separatistas en 2021, Pedro Sánchez se lo ha dado ahora sin mover una ceja en aras a la ‘convivencia’. Que en el diccionario del PSOE significa «excusa o pretexto que se emplea para vender el Estado por un puñado de votos».
Los separatistas ya son los amos
EDITORIAL. libertad digital. 17
Noviembre 2023
Puede que el presidente del Gobierno y pequeño dictador sea Pedro Sánchez, pero el poder real está en Cataluña, el País Vasco y, sobre todo, Waterloo.
Además de por la calidad lamentable de las intervenciones de Sánchez –especialmente las primeras–, del aroma inconfundible a dictadura y de la escasez de argumentos de todo su discurso, esta investidura se recordará por la forma en que sus socios han humillado al ya de nuevo presidente del Gobierno.
Y no han sido ni uno ni dos: los cuatro partidos separatistas a los que Sánchez ha entregado la llave de la gobernabilidad de este país se han preocupado de hacerle saber, y sentir, al presidente y a su partido que se lo deben todo y, más importante aún, que no le van a perdonar nada.
ERC y Junts lo hicieron a última hora de la sesión del miércoles, Bildu y el PNV lo han hecho a primera de la de este jueves, pero el denominador común ha sido el mismo: desconfianza, amenazas y un tono que cabría esperar más de partidos en la oposición que de aquellos que, se supone, van a contribuir de una forma vital a sostener el Gobierno.
Lo hizo Rufián en su estilo de chulo de barra de bar que, después de varias legislaturas, sigue sin ser capaz de diferenciar la tribuna del Congreso del mostrador de un club de alterne. Lo hizo también Miriam Nogueras con un discurso llamativamente sólido y bien construido, que dejó claro a Sánchez no sólo que Junts va a ser cualquier cosa menos un socio dócil, sino que los de Puigdemont no renuncian ni a una coma del pacto que han firmado con el PSOE, pese a que los socialistas han querido transmitir la sensación de que todos los acuerdos son poco menos que pliegos de intenciones cuya aplicación ya se verá hasta dónde llega.
Y de forma bastante similar lo han hecho este jueves tanto la bildutarra Aizpurua como el peneuvista Esteban: demostrando ambos la misma desconfianza con Pedro Sánchez y recordándole que los compromisos adquiridos no acaban en la investidura ni en la amnistía, sino que van más allá, mucho más allá, exactamente hasta dónde algunos venimos advirtiendo: a la disolución de la Nación y, con ella, de nuestras libertades y nuestra democracia.
Se puede pensar que es lógico que en un debate de investidura aquellos que han firmado un pacto recuerden sus términos, pero eso no es lo que han hecho los socios de Sánchez: lo que han querido hacer de forma explícita es humillar al presidente del Gobierno y dejarnos bien claro a todos quién manda en España. Puede que el presidente del Gobierno y (por ahora) pequeño dictador sea Pedro Sánchez, pero el poder real está en Cataluña, el País Vasco y, sobre todo, Waterloo. España está, definitivamente, en manos de los que quieren acabar con ella.
¿Es legal y legítima la presidencia de Sánchez?
Jesús Rul. vozpopuli. 17
Noviembre 2023
Sánchez perdió las elecciones generales en julio-2023, pero con chantajes de partidos secesionistas (Junts, ERC, Bildu, PNV, BNG) y cesiones a otros (Sumar, CC) ha logrado la mayoría reglamentaria para ser investido presidente del gobierno. Un gobierno heterogéneo de perdedores unidos por intereses particulares, fundado en la impunidad de graves delitos de los secesionistas catalanes. Eso significa el texto de la proposición de ley de amnistía de toda la élite antiespañola por corrupción político-económica y terrorista.
Es el precio pagado por el PSOE a los enemigos declarados de la Nación española para acceder al poder político. Nada de estas cesiones inauditas figuraban en el programa electoral del PSOE. Por tanto, de entrada, puede afirmarse que estamos ante una obtención fraudulenta del poder político, considerado desde la perspectiva de la cultura democrática, caracterizada por la veracidad frente al engaño, y el conocimiento frente a la ideología y la manipulación.
En las sociedades libres, la consecución del poder político se hace a través de los procedimientos constitucionales y su ejercicio, incondicionado por intereses particulares, ajustado a Derecho con controles y contrapesos. En radical contradicción de este paradigma, Sánchez ha cedido a condiciones que consideraba inconstitucionales antes de las elecciones, para conseguir el poder. Así pues, las decisiones de Sánchez están supeditadas, de principio a fin, a la utilización fraudulenta del orden constitucional. El Gobierno, presidido por Sánchez, no es libre para actuar por el interés general, único motivo que justifica un gobierno democrático.
La cuestión formulada al principio sobre la legalidad y legitimidad del gobierno nos remite a las condiciones de acceso al poder político y su justificación social. La adquisición del poder y su ejercicio son cuestiones de capital relevancia sociopolítica, porque en democracia la soberanía reside en el pueblo, el gobierno no la ostenta, sólo la representa.
El poder democrático integra legalidad y legitimidad: la obtención legal, incondicionada, del poder (investidura), sin presiones ni hipotecas, es requisito necesario ab initio de plena legalidad y condición de legitimidad (legitimación constitutiva), pues el ejercicio temporal del poder político se funda y, en consecuencia, depende de los mecanismos utilizados para su obtención.
El Gobierno Sánchez tiene la legalidad constitucional de la mayoría del Congreso 179 votos (121, PSOE; 31, Sumar; 7 ERC; 7, Junts; 5 PNV; 6 Bildu; 1 BNG; 1 NC). Es, no obstante, una mayoría altamente condicionada por pactos firmados con contenidos y cláusulas sujetas a luchas de poder sin excluir pactos ocultos a la vista del proceder del PSOE para su consecución, a toda costa y al alto precio exigido por sus socios.
Así las cosas, Sánchez tiene, de entrada, una legalidad estrictamente formal (votos comprados), pero carece de la legalidad material, esto es, no tiene la capacidad de actuar al margen de las ligaduras con sus socios, enemigos declarados de la Nación que pugnan por su destrucción. Está atado y subordinado por pactos suscritos, supervisados cada mes por relatores extranjeros para seguir en el poder. Así no puede representar válidamente al pueblo español. Estas dependencias, asumidas personalmente para amarrar el poder, le restan cualidad legal de origen lo que arruina definitivamente su pretensión de legitimidad funcional tanto en el plano político (supeditado a los votos pactados para mantener el poder), como en el ético (allanamiento de los valores superiores de la Constitución).
Esta situación anómala e impropia para el ejercicio honesto del poder, sostenido por los principios y valores constitucionales, vulnera el principio de legalidad en las dos dimensiones expuestas y determina indefectiblemente su ilegitimidad, pues carece del capital político para que la mayoría de gobernados le reconozcan autoridad para imponerles mandatos. La legitimidad política en democracia inviste, por voluntad ciudadana, al líder electo en autoridad, basada en vínculos de confianza, solvencia, veracidad y transparencia de los que Sánchez carece. Como indica Robert Dahl (1991), Modern Political Analysis: “Un gobierno es legítimo cuando el pueblo sobre el que se asienta considera que sus decisiones y estructura están acordes con la estructura y la rectitud moral”.
Los ciudadanos conscientes de los nefastos pactos de Sánchez para detentar el poder han salido este domingo a plazas y calles de las capitales de provincia para manifestar su radical oposición. Aparece aquí una doble situación que nos condena al fracaso colectivo: el divorcio entre poderes públicos representativos, por una parte, y entre el poder público estatal y la sociedad civil, por otro. Veamos:
a) El Congreso inviste a un presidente ilegítimo mediante una mayoría obscena de arribistas, con la oposición del Senado con mayoría cualificada en contra (debería pronunciarse formalmente contra la investidura torticera).
b) El presidente investido por el Congreso sólo puede exhibir potestad (fuerza), pero carece de la autoridad que sólo pueden otorgar los ciudadanos -imprescindible en democracia- negada de forma expresa y pública de forma mayoritaria: clamor de ciudadanos en las calles, mayoría de gobiernos autonómicos, Poder Judicial, jueces, fiscales, abogados, letrados y procuradores, notarios, partidos, funcionarios, académicos, asociaciones civiles, empresarios, sindicatos….
Gobierno autocrático
Cuando, como es el caso, el poder político no cuenta con la autoridad otorgada por la mayoría social, el liderazgo democrático cede al autoritarismo del líder supremo como está sucediendo. La degradación democrática es irreversible hasta límites que están por ver, cuando las normas jurídicas se reducen a mandatos de un legislador político, cuyo efecto es la disolución del Derecho para la dominación política. Su evolución dependerá, preferentemente, de la capacidad de respuesta de los españoles y los límites del derecho europeo. El orden civil, la convivencia y la paz social están amenazados.
En resumen, Sánchez presidirá un gobierno con insuficiencia legal y objetivamente ilegítimo para ostentar el poder democrático de la Nación española. En estas condiciones estamos sometidos a un gobierno autocrático con una Constitución demediada, reducida a aparato de cargos y procedimientos, pero vaciada de fundamentos, principios, criterios y valores.
A Sánchez sólo le falta su muro de Berlín
FRAN CARRILLO. okdiario.
Situémonos. Cierta historiografía concluye el fracaso del socialismo en 1989, cuando el muro de la vergüenza fue derribado en Berlín por las manos libres que durante décadas permanecieron atadas y sometidas. No es así. El fracaso de la ideología socialista no comenzó con la destrucción del muro, sino con su edificación, prueba evidente del terror que subyace a todo proyecto basado en el pueblo sin el pueblo. Ninguna idea concebida para el progreso necesitó levantar piedras y paredes para impedir que sus ciudadanos escapasen de sus bondadosas medidas.
El socialismo, sí.
Lo acontecido ayer y hoy en el Congreso, en la consagración de Sánchez como Napoleón Bonaparte, explica que a España sólo le falta un muro físico como el que se alzó en Berlín a mediados de la década del siglo pasado para ser una réplica exacta de la República Democrática Alemana; al igual que aquella, no seríamos ni república, ni democrática, ni alemana.
Evidencia: en menos de 24 horas, la presidencia de la Cámara (Danton Armengol y Marat de Celis), silenció en tribuna parlamentaria a Feijóo, censuró a Abascal y retiró la palabra al portavoz de UPN, los tres partidos que votaron en contra de Sánchez. ¿Hecho aislado? No, plan en curso. Para los baturros que siguen con el discurso buenista de «Europa parará el golpe» todos los líderes de la Unión, incluyendo la siniestra presidenta de la Comisión, han corrido a abrazar en formato X al felón constituido en presidente. Obsceno y nauseabundo montaje de quienes necesitan que España sea el centro de probaturas de su ingeniería social y global.
Más evidencias: las alegres sonrisas y ofuscados aplausos de la bancada socialista hacia su amo, como focas esperando a que les lanzara su pescadito, fue el culmen a toda la pleitesía rendida estos días y que consuma la argentinización de España, donde miles de ciudadanos agradecen que todo sea gratis mientras dure la paciencia de quien lo paga. Que la democracia decaiga y el Estado de derecho se destruya es secundario para ese ejército de zombies alienados de subvención y gratuidad cuya única aspiración vital es que no gobierne la derecha. Una mentalidad venezolana que confirma que pronto seremos Venezuela. Sólo falta el muro físico para que Sánchez rinda honores al socialismo de toda la vida, ese que ninguna historia ni conciencia podrá amnistiar jamás. También lo derribaremos.
Sánchez puede dar un golpe de Estado
LIBERAL ENFURRUÑADA. okdiario. 17 Noviembre 2023
La RAE define el golpe de Estado como una «actuación violenta y rápida, generalmente por fuerzas militares o rebeldes, por la que un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse de los resortes del gobierno de un Estado, desplazando a las autoridades existentes». Pero claro, el diccionario de la Real Academia Española incluye desde hace siglos términos como sicofanta para definir a un impostor, o majagranzas para calificar al hombre pesado y necio; pero otros como conspiranoico o monodosis no se han aceptado hasta el año pasado. Todos conocemos ejemplos de golpes de Estado que en el siglo XX se dieron sin violencia ni fuerzas militares, como por ejemplo los de Hitler, tras las elecciones alemanas de 1932 y 1933; o Hugo Chávez, después de ganar las elecciones presidenciales de Venezuela de 1998, dejando luego como heredero de la dictadura venezolana a Nicolás Maduro, que también finge celebrar elecciones.
Hitler, Chávez y Maduro demostraron que los golpes de Estado pueden darse desde dentro de las instituciones y su ejemplo se siguió ya en el siglo XXI en otros países como Bolivia, Ecuador, Nicaragua, etc. En los nuevos golpes de Estado, los dictadores llegan al gobierno tras ganar unas elecciones más o menos democráticas y, una vez que controlan los mecanismos del poder, comienzan a demoler las instituciones democráticas desde dentro, apoyados por un sector fanatizado y subvencionado de la sociedad civil y de unos medios de comunicación comprados con dinero público. Así, aparentando en todo momento cumplir la legalidad vigente, se controla el poder judicial anulando su independencia, y se van limitando uno tras otro todos los derechos fundamentales de la ciudadanía, empezando por la libertad de expresión y terminando por perpetuarse en el poder, impidiendo la alternancia y la pluralidad política, o sea, la democracia.
La excusa de Hitler para las leyes que pusieron fin a la separación de poderes y a todas las libertades públicas en la República de Weimar fue acusar a los comunistas de querer empezar una guerra civil en Alemania para ocupar el gobierno. Del mismo modo, Pedro Sánchez afirma que está obligado a amnistiar a los golpistas, como mañana dirá que no le queda más remedio que celebrar un referéndum de independencia, y al día siguiente querrá modificar la Constitución por la puerta de atrás, porque dice que tiene que frenar a la extrema derecha. Y llama extrema derecha a Vox igual que antes decía que lo era Ciudadanos y antes de eso acusaba al PP de lo mismo. Los que se niegan a aceptar que el PSOE va camino de dar un golpe de Estado son los mismos que afirman que en Venezuela y Cuba disfrutan de democracias ejemplares y rechazan que eso fue lo que hizo Puigdemont al declarar la independencia de Cataluña en 2017. Chusma fanatizada y opinadores comprados, unidos a tibios moderados que tienen miedo a enfrentarse a tan cruda realidad y, como hacen los niños, se tapan los ojos con las dos manos cuando tienen miedo.
Del mismo modo que nadie puede dudar que Sánchez consiguió en julio 122 diputados de forma legal y que también lo será que consiga superar su investidura apoyado en los votos de los etarras de Bildu y los golpistas de Junts y ERC, incumpliendo sus principales promesas electorales; podemos afirmar que será un presidente del Gobierno ilegítimo, porque lo que se ajusta a las leyes no es siempre lo justo, lo moral y lo razonable. Roza el fraude electoral conseguir el poder haciendo todo lo contrario de lo que se prometió antes de las elecciones, sobre todo cuando afecta a cuestiones trascendentales como la separación de poderes, la amnistía y la autodeterminación. Y es completamente inmoral pactar el Gobierno con el brazo político de la banda terrorista ETA y los separatistas que quieren romper España. De alguien que, por satisfacer su ambición de poder es capaz de caer tan bajo como ha hecho Sánchez es lógico pensar que, para perpetuarse en el cargo, será capaz de dar un golpe de Estado.
ESPAÑA
18-N en Cibeles: Savater, Trapiello, Boadella y Ovejero hablarán a los españoles que dicen 'no' a Sánchez
Más de un centenar de asociaciones convocan a la sociedad civil este sábado 18 de noviembre en Cibeles para protestar por la ley de amnistía y unos pactos que cambiarán la historia: "España se juega el ser o el no ser"
Borja Negrete. vozpopuli. 17 Noviembre 2023
Pedro Sánchez vuelve a ser el presidente del Gobierno de España tras conceder a los separatistas catalanes la amnistía, 15.000 millones de euros -de la deuda del FLA-, y la seguridad social a los vascos (PNV). Pese a su nombramiento en el Congreso de los Diputados este mismo jueves, la sociedad civil no se rinde, y este 18 de noviembre, a las 12 de la mañana, se reúne en Cibeles para decirle 'no' al líder socialista. "No en mi nombre: ni amnistía, ni autodeterminación. ¡Por la libertad, la unidad y la igualdad!". Con estas credenciales se presenta la movilización organizada por más de un centenar de asociaciones y que contará con la presencia de reconocidas figuras como Julia Calvet, presidenta de S’ha acabat, el periodista venezolano Miguel Henrique Otero, los escritores Félix Ovejero y Andrés Trapiello, el intelectual Fernando Savater, la víctima de ETA Conchita Martín, y el creador teatral Albert Boadella. Todos ellos darán un discurso a los participantes en la manifestación. Tanto el PP, como Vox y Ciudadanos han anunciado también su presencia en la movilización.
Los organizadores exponen en su manifiesto que "España se encuentra ante una grave encrucijada que determinará su futuro y que hace inaplazable la acción de la sociedad civil. Por primera vez en los cuarenta y cinco años transcurridos desde los días decisivos de la llegada de la democracia, uno de los dos grandes partidos nacionales ha abandonado su deber de defender el orden constitucional y, en estrecha alianza con los enemigos declarados de la Nación y dentro de un proyecto deconstituyente, se dispone a aprobar leyes de imposible encaje en la Norma Fundamental a cambio de mantenerse en el poder".
Con la aprobación "inconstitucional" de la amnistía y el futuro referéndum para la independencia, que ya exige Esquerra Republicana (ERC) - "Tenemos capacidad para obligarle a votar un referéndum", le dijo Gabriel Rufián a Sánchez en la sesión de investidura- conducirá a España a una nueva fase que pone en riesgo "la existencia misma del país como espacio de garantía de nuestros derechos y libertades y como entidad histórica multisecular".
España se juega "el ser o el no ser"
Las asociaciones convocantes -entre las que se encuentran Foro España Cívica, Fundación Foro Libertad y Alternativa, Unión 78, NEOS, Pie en Pared, Nuevo Espíritu de Ermua y S'ha Cabat- infieren que estamos en un momento determinante de la historia en que "los españoles nos jugamos el ser o el no ser". Por ello, hacen un llamamiento "a todos los ciudadanos, de izquierdas, de centro o de derecha, a posponer las diferencias ideológicas y unirse en la defensa del acuerdo y el entendimiento que han marcado el camino de los últimos cuarenta años y nos han llevado a las cimas más altas de prosperidad y convivencia. Llamamos a todos los ciudadanos a unirse en la defensa de la esencia misma de la democracia liberal y de una España de ciudadanos libres e iguales en derechos".
Mariano Gomá, presidente de Foro España Cívica anima a los ciudadanos a participar por “la lucha de nuestros derechos, de la separación de poderes y la igualdad entre todos los españoles”.
"Serán suspendidos todos los procedimientos penales o civiles en marcha que afecten a los delincuentes representados por los siete votos de los que depende que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno de España. Siete votos que comanda un prófugo de la Justicia sobre el que pesa una orden europea de busca y captura (Carles Puigdemont) y que tiene abierto un procedimiento por terrorismo. ¿Se puede caer más bajo? Aunque parezca mentira, sí, Sánchez puede", lamenta por su parte Rosa Díez, exlíder de UPyD y una de las principales promotoras de la manifestación.
La invasión de poderes del PSOE de Sánchez
La sociedad civil que acudirá a Cibeles también critica la invasión de poderes perpetrada por el Ejecutivo de Sánchez en la pasada legislatura. "Desde el gobierno y sus socios se deslegitimó a la monarquía y a cuantos organismos tiene como función moderar o controlar y hacer de contrapeso del poder ejecutivo, sea el Banco de España, el poder judicial, el CGPJ o el Tribunal de Cuentas. Se colonizaron las Instituciones y corporaciones promoviendo a leales al partido o cesando a los titulares incómodos de las mismas, desde la Fiscalía, hasta RTVE, pasando por el C.N.I., C.I.S., Agencia EFE, Abogacía del Estado, Guardia Civil y tantos otros. Se utilizó el presupuesto para ganar la lealtad de medios, sindicatos y grupos de presión. Y, por encima de todo ello, como elemento esencial para avanzar en su proceso deconstituyente, se controló políticamente el Tribunal Constitucional, haciendo presidente a un jurista tan palmariamente afín como Conde-Pumpido y nombrando magistrados tan netamente partidistas como un exministro", reza un comunicado conjunto de todas las asociaciones.
TRAS EL REGISTRO DE LA AMNISTÍA
El Parlamento Europeo da luz verde a la petición de VOX para debatir en un Pleno la quiebra del Estado de Derecho en España
LGI. gaceta. 17 Noviembre 2023
El Parlamento Europeo ha dado luz verde a la petición de VOX para debatir en un Pleno la situación del Estado de Derecho en España tras el pacto entre el PSOE y los separatistas de ERC y Junts para investir como presidente del Gobierno a Pedro Sánchez y aprobar la amnistía a los golpistas separatistas relacionados con el «procés» desde el año 2012 hasta la actualidad.
«Hasta el final. En todos los frentes. Quizás por eso el rojerío europeo se pone a hacer cartelitos», ha señalado el jefe de la delegación de VOX en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé.
El presidente de VOX, Santiago Abascal, denunció en el debate de investidura que España está ante un golpe de Estado, señaló que Sánchez pasará a la historia en el listado de «personas nefastas» y retrató su «ambición desmedida«. «El único asiento que merece es el del banquillo de los acusados», declaró, al tiempo que le achacó «desconocer los problemas de conciencia». «Eso está diagnosticado. Le recomiendo que pida una cita».
Este jueves, Sánchez ha sido reelegido presidente tras superar una votación sin sorpresas en la que ha obtenido el respaldo de 179 diputados del Congreso. Al término de esa votación, el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, se ha acercado al escaño del líder del PSOE para felicitarle y le ha estrechado la mano.
Muere Agustín Ibarrola, un artista que plantó cara a ETA
Su militancia política le acarreó detenciones durante el franquismo y mantuvo un posición ideológica contraria a ETA
SOFÍA CAMPOS. la razon. 17 Noviembre 2023
El pintor y escultor bilbaino Agustín Ibarrola ha fallecido a los 93 años en el hospital de Galdakao (Bizkaia), según ha informado el diario "El Correo". Ibarrola es uno de los artistas más importantes de su generación, que cultivó movimientos como el cubismo, constructivismo, pintura social y el expresionismo. Ibarrola se involucró en movimientos sociales por lucha contra el terrorismo de ETA en el País Vasco, siendo miembro fundador a la plataforma ¡Basta Ya! y del Foro de Ermua (cuyo logo, El Faro, fue diseñado por él en 1998) de lucha cívica contra el terrorismo en el País Vasco.3 También ha manifestado en diversas ocasiones su apoyo al partido Unión Progreso y Democracia, nacido en el seno de ¡Basta Ya!, llegando a donar para subasta dos de sus obras con el fin de recaudar fondos para dicho partido
Comenzó a pintar de forma autodidacta, pero al final de los años cuarenta se trasladó a Madrid, con una beca, y estudió en el taller de Daniel Vázquez Díaz, con quien dio sus primeros pasos en el cubismo. En 1950, conoció al escultor vasco Jorge de Oteiza, quien influyó notablemente en su producción y su mentalidad artística; con él aprendió la división y análisis del espacio propia del constructivismo y, sobre todo, la mentalidad de creación artística conjunta, donde participaran numerosos artistas y diferentes artes.
En 1956 viajó a París, donde conoció a los artistas españoles residentes en esta ciudad y, poco después, fundó en el café Rond Point el Equipo 57, junto a José Duarte, Ángel Duarte y José Serrano. A través de José Ortega, descubrió el grabado y se integró en el movimiento de "Estampa Popular" del País Vasco. Los convulsos años 60 le llevan a la participación política y social. En 1962 fue detenido y encarcelado en el penal de Burgos por manifestar ideas próximas a la ideología comunista, hecho que no impidió su participación en huelgas obreras que le llevaron de nuevo a la cárcel en 1967. En ambas ocasiones siguió pintando.
Su obra pictórica desarrolla plásticamente su ideología política y puede ser inscrita dentro de la pintura social, de denuncia del mundo proletario y rural. El estudio sobre los espacios curvos y la relación del negativo y el positivo, desarrollados en el seno del Equipo 57, influyeron en su planteamiento estético posterior. En los últimos años vive recluido en su caserío realizando obras de gran formato, tanto escultóricas como pictóricas, y trabajando en sus intervenciones en la naturaleza en sus Bosques, decoraciones pictóricas realizadas en árboles.
En 1993, algunas de sus obras, ubicadas en el País Vasco, junto a otras de Jorge Oteiza y Jon Iturrarte, sufrieron sucesivos atentados por motivos políticos. En 2000, tras una primera agresión de los propietarios del bosque de Ibarrola, fueron destruidas las cortezas de cien de los árboles, al tiempo que dos fueron talados.
Estas y otras circunstancias hicieron que el artista vasco decidiera abandonar su Euskadi natal y autoexiliarse a Ávila, a la finca Garoza de Bracamonte, cedida por su amigo y experto en arte Alfredo Melgar, en 2005, donde siguió trabajando la piedra y otros materiales con el mismo entusiasmo a la espera de la futura creación de una fundación con edificios-museo que, en el futuro, albergaran el conjunto de su obra.
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