Recortes de Prensa Domingo 19 Noviembre 2023


Europa

Ucrania intenta reanimar una contraofensiva estancada

ÁLVARO ESCALONILLA. Madrid. la razon. 19 Noviembre 2023


El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhni, fue el primero en dar muestras de agotamiento en las páginas del semanario británico The Economist, para disgusto de un Volodimir Zelenski en horas bajas. El teniente general reconocía que la guerra había llegado a «un punto muerto» y que haría falta «un enorme salto tecnológico» para salir del bloqueo. Una situación comparable, desde su punto de vista, con el escenario de la Primera Guerra Mundial.


Por otra parte, Zaluzhni admitió haberse equivocado pensando que el desorbitado número de bajas registrado en las filas rusas forzaría la retirada de su Ejército. «Rusia ha perdido al menos 150.000 combatientes. En cualquier otro país esas bajas habrían detenido la guerra», explicaba el líder militar, miembro del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania. Una figura que, hasta hace apenas unos meses, rivalizaba en popularidad con el propio Zelenski. «Primero pensé que algo iba mal con nuestros comandantes, así que cambié a algunos de ellos. Luego pensé que tal vez nuestros soldados no eran aptos para el propósito, así que trasladé soldados en algunas brigadas», relató Zaluzhni. La estrategia, sin embargo, tampoco dio resultado.


En pleno estancamiento, el Ejército ucraniano aseguró esta semana haber llevado a cabo por primera vez desde el inicio de la invasión rusa «acciones con éxito» en la orilla oriental del Dniéper, el río que atraviesa el país y marca parte de la línea del frente. «Los infantes de Marina ucranianos, en cooperación con otras unidades de las fuerzas de defensa, lograron afianzarse en varias cabezas de puente», recoge el comunicado del Ejército. El jefe prorruso de la administración del óblast Jersón, Volodimir Saldo, difundió en su cuenta de Telegram que las fuerzas ucranianas habían llegado a las inmediaciones de Krinkí, una aldea ubicada a tan solo 12 kilómetros de la ciudad de Jersón, liberada hace un año de la ocupación rusa.


Grietas en la cúpula

Zelenski había atribuido la falta de avances al retraso de la llegada de la ayuda militar por parte de sus aliados occidentales; Zaluzhni, sin embargo, cree que la guerra no podrá ganarse «con las armas de la generación pasada y con métodos anticuados». El presidente y su círculo más próximo consideraron que el mensaje del líder del Ejército no solo les había desautorizado, sino que además había enviado una señal contraproducente a sus socios. Interpretaron que de las declaraciones de Zaluzhni se podía deducir que no importan los envíos de armas porque no ayudarían a Ucrania a ganar la guerra. Por eso Ihor Zhovkva, vicejefe de gabinete de Zelenski, apareció en televisión nacional para censurar a Zaluzhni: «Estoy seguro de que en Rusia se ha leído todo con mucha atención, se ha tomado nota y se han sacado conclusiones».


La inesperada destitución de Viktor Jorenko a manos de Zelenski puso en evidencia las fricciones con la cúpula militar después de 20 meses de guerra. El ya excomandante de las Fuerzas de Operaciones Especiales, que trabajó a las órdenes de Zaluzhni, dijo haberse enterado de la decisión «por los medios de comunicación» y admitió que desconocía los motivos de su cese en el programa de entrevistas del diario ucraniano Ukrainska Pravda. El comandante en jefe del Ejército, señaló Jorenko, tampoco pudo explicarle las razones.


El único alto cargo que salió a dar explicaciones fue el tártaro Rustem Umerov, responsable en última instancia de la destitución, según la oficina de la Presidencia. El ministro de Defensa, nombrado el pasado mes de septiembre en sustitución de Oleksii Réznikov, envuelto en sospechas de corrupción, escribió en su cuenta de Facebook que el hecho de «comentar adicionalmente las razones y los requisitos previos para cambiar los altos cargos militares durante la guerra es dar motivos al enemigo para debilitar a Ucrania». Aseguró que Jorenko seguiría en el Ministerio, pero trabajando «en otra dirección» donde pudiera ser más útil.


Elecciones

Rusia busca alargar el conflicto; Ucrania, ponerle fin cuanto antes. «Seamos sinceros, [Rusia] es un Estado feudal donde el recurso más barato es la vida humana. Y para nosotros... lo más caro que tenemos es nuestra gente», explicaba Zaluzhni a The Economist. «Tenemos que buscar esta solución, tenemos que encontrar esta pólvora, dominarla rápidamente y utilizarla para una victoria rápida. Porque tarde o temprano nos vamos a encontrar con que, sencillamente, no tenemos gente suficiente para luchar».


El tiempo corre a favor de Putin. El autócrata ruso ya ha comenzado a allanar el camino para que las elecciones presidenciales rusas del próximo año lleguen hasta los territorios ocupados de Ucrania. El martes, el jefe del Kremlin firmó una ley que permite la celebración de elecciones en las zonas donde impere la ley marcial. Un decreto hecho a medida para autoelegirse en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, los cuatro óblast ucranianos controlados militarmente por Rusia. La votación ahondaría el control territorial de Moscú y dificultaría las negociaciones en un eventual proceso de paz.


Las elecciones presidenciales en Ucrania también estaban previstas para 2024. Pero Zelenski, que había amagado con facilitar que se celebraran a pesar de las enormes dificultades, alejó la pasada semana esa posibilidad. «Creo que ahora no es el momento para las elecciones», trasladó el presidente ucraniano en uno de sus discursos nocturnos. «Debemos decidir que ahora es el momento de la defensa, el momento de la batalla, de la que depende el destino del Estado y del pueblo». Sería, según sus palabras, «totalmente irresponsable» especular sobre ese escenario en tiempos de guerra.


ESPAÑA

La embajadora israelí, tras la propuesta de Sánchez sobre Palestina: "Es muy difícil hablar de un alto el fuego"

'Vozpópuli' entrevista a Rodica Radian-Gordon, embajadora de Israel en España. Sostiene que "Hamás tiene que desaparecer" y pide al Gobierno español que haga "todo lo necesario" para combatir "incendios de antisemitismo"

Gonzalo Araluce. vozpopuli. 19 Noviembre 2023


¿Hasta cuándo y hasta dónde? Esa es la pregunta que la comunidad internacional se formula ante la ofensiva militar de Israel sobre la franja de Gaza y los ataques continuados de Hamás, en un difícil equilibrio que amenaza con extenderse por toda la región. Una pregunta que Rodica Radian-Gordon, embajadora de Israel en España, no esquiva: "Hamás tiene que desaparecer".


La diplomática atiende a 'Vozpópuli' desde su despacho en la embajada. Reflexiona sobre las relaciones bilaterales con España y de lo que supuso la postura de una parte del Gobierno, con Yolanda Díaz e Ione Belarra a la cabeza, sobre el conflicto que convulsiona oriente medio. También habla de las críticas de una parte de la comunidad internacional sobre la proporcionalidad del ejército israelí en su ofensiva. Y de la propuesta del Ejecutivo español, pronunciada por Pedro Sánchez en su discurso de investidura, de reconocer el Estado palestino y firmar un "alto el fuego" inmediato.


Pregunta: No sé si tuvo la oportunidad de seguir el debate de investidura, pero el presidente del Gobierno ya electo, Pedro Sánchez, hizo varias referencias a Israel. Entre otras, urgía a un alto el fuego.

Respuesta: Por el momento es muy difícil de hablar de un alto el fuego porque nosotros ahora estamos en una operación que, de hecho, está concentrada en las bases más importantes de Hamás para erradicar sus posibilidades de actuación como organización terrorista y su poder de mandar en la franja de Gaza. Estamos en esta operación. También hay detrás negociaciones para rescatar a los secuestrados, que es una de las metas más importantes de Israel. Y, mientras no haya algo en términos de liberar a los secuestrados, no podemos hablar de alto el fuego. Aún así creo que habrá pausas humanitarias para dejar entrar alimentación y agua a la población que está en la parte del sur de la franja. Pero durante todo el tiempo que los secuestrados estén en manos de Hamás no podremos hablar de alto el fuego.

Todo está ligado. Por un lado, continuar con la meta de no dejar a Hamás mandando y destruir toda su infraestructura y, por otro, tener la posibilidad de liberar a los secuestrados. Estas son nuestras metas y no podemos hablar de alto el fuego mientras no se cumplan.


P: ¿Tiene alguna certeza sobre la situación de los secuestrados?

R: La verdad es que no lo sabemos. La Cruz Roja no ha tenido posibilidad de acercarse a los secuestrados. Tenemos algunas evidencias de que al menos una parte de ellos habían estado retenidos bajo el hospital de Al Rantisi. Es un hospital de niños, de jóvenes. Hace unos días el ejército entró en la parte baja del hospital y mostró a la prensa algunas evidencias. No sabemos desde cuándo estaban allí y hasta cuándo, pero nos imaginamos que al menos algunas semanas durante octubre. Incluso el bebé o algunos bebés. Sabemos que una de las mujeres secuestradas dio a luz durante este tiempo.

También hay una lista de personas que se suponía que estaban secuestradas, como el caso de Iván [Illarramendi], que luego se aclaró que desafortunadamente habían sido asesinados. El ataque ha sido tan bárbaro, con casos de violencia tan extremos, que es muy difícil investigar y saber qué ha pasado con algunos de ellos. Y es posible que con algunos nunca se llegue a saber.


P: ¿En qué situación se encuentran las relaciones diplomáticas con España? Su embajada publicó un duro comunicado tras las declaraciones algunos ministros del Gobierno, como Ione Belarra y Yolanda Díaz, apoyando a Palestina.

R: Todo esto va mucho más allá de relaciones bilaterales, porque algunas de las ministras en el Gobierno -el anterior, tenemos que decir ahora- han salido con declaraciones que muy claramente son incitación al odio. Y esta incitación luego se transforma en acciones. Y me refiero a las acciones antisemitas que estamos viendo en el último mes. Sé que no es un problema sólo de España. Es una ola muy virulenta de antisemitismo en toda Europa y Estados Unidos. Pero estas declaraciones acusando a Israel de ser un Estado genocida, acusando al primer ministro israelí... Son acusaciones muy graves, por un lado. Pero además son completamente mentira, provocando a gente que no está bien enterada en el conflicto israelí-árabe, y que no distingue entre palestinos y la organización terrorista Hamás u organizaciones terroristas de otra inclinación que también son activas aquí en España. La gente va a manifestaciones y una parte pequeña, pero significativa, comete luego crímenes de antisemitismo. Son cosas muy serias que hay que denunciarlas y ser muy cuidadoso con este discurso que lleva al odio.


P: También en términos diplomáticos, y volviendo al discurso de investidura, Pedro Sánchez ha abogado esta semana por el reconocimiento de Palestina como Estado.

R: En esta fase de la lucha y en esta fase donde todavía no sabemos todo lo que ha pasado en Israel, en la franja de Gaza… Estamos descubriendo la infraestructura masiva que Hamás ha utilizado en la franja, empleando a su propia población no solo como escudos humanos, sino que emplearon parte de la ayuda que llegaba a la población para sus fines. Sólo tenemos que pensar en la cantidad de hormigón que Hamás utilizó para construir esta red de túneles.

Estamos en una etapa donde es prematura hablar de qué pasará en la franja, quién llegará a mandar. Lo claro es que Hamás no puede seguir mandando, Hamás tiene que desaparecer. Lo claro es que hay que tener una involucración mucho más grande de la comunidad internacional y de los propios países árabes para asegurar que eso no pase. Lo cierto es que nosotros nos vamos a quedar como presencia militar hasta que no hayamos terminado la misión de destruir la infraestructura de Hamás.

Hablar ahora de la solución de dos Estados… no habrá con quién hablarlo y habrá que esperar a que se termine esta guerra. Además hay otros retos. Otro gran reto es contener esta guerra para que no se abra otra frontera en el norte de Israel. Estamos todavía luchando y en este momento no podemos empezar a negociar sobre el Estado palestino. Dicho esto, entiendo que la intención de España no es hacerlo de hoy a mañana, no es hacerlo sin los demás países de la Unión Europea o sin negociaciones directas entre Israel y los palestinos. No es el momento oportuno.


Pregunta: Quisiera preguntarle sobre la posición de algunas figuras internacionales, como Antonio Guterres, secretario general de la ONU, que ha puesto en duda la actuación de Israel. Un Guterres al que el Gobierno español ha condecorado con el collar de la Orden de Carlos III.

Respuesta: Lamentamos mucho lo que nosotros entendemos muy claramente como una posición muy unilateral de las instituciones internacionales, empezando por la ONU. En la ONU hay una mayoría automática de los países árabes y sus aliados, y es una reacción totalmente desproporcionada. Nosotros estamos convencidos de que lo que ha pasado el 7 de octubre son crímenes de guerra y crímenes en contra de la humanidad que han cometido los terroristas de Hamás. La ONU ni siquiera tiene la honestidad de reconocer eso.

Sé que en Israel ahora se busca construir un dossier muy contundente para mostrar los crímenes de guerra y en contra de la humanidad cometidos en Israel. Además el hecho de que las bases más importantes de Hamás estén bajo hospitales, escuelas o mezquitas de la franja de Gaza es otro crimen muy claro de guerra y contra la humanidad, utilizan a su propia población como escudos humanos. Y aquí nos gustaría ver a la ONU y a sus instituciones jugar un papel mucho más importante.


P: Estos ataques han llegado en un momento muy sensible para la diplomacia israelí, cuando comenzaba a afianzar relaciones con otros países árabes tras los Acuerdos de Abraham.

R: Sin duda que el ataque no ha sido sin tratar de dañar exactamente estos lazos que hemos forjado con otros países del golfo y con Marruecos dentro de los acuerdos de Abraham. Todo el mundo sabe que en los últimos meses estábamos negociando con Arabia Saudí. Así que claramente una de las metas de Hamás ha sido atacar y no dejar que continuemos con este proceso de acercamiento. Todo lo que ha pasado el 7 de octubre ha sido premeditado y preplaneado al menos un año antes.

Y por lo que sabemos hasta ahora está muy claro que Hamás no estuvo solo en esta planificación, con mucha ayuda y apoyo de parte de Irán y de otros proxies como Hizbula, que ahora están tratando de calentar la frontera del sur con sus misiles, y otras milicias ligadas con Irán en Irak y Siria. Ha sido un ataque concentrado por Irán, por los proxies iraníes, y como acabo de decir, uno de los retos que tenemos ahora es contener la guerra en la franja de Gaza.


P: Dice que Hamás llevaba un año planeando este ataque. ¿Cómo es posible que lanzaran de forma tan sorpresiva este ataque?

R: Pues es una pregunta muy buena y muy relevante. Yo no tengo la respuesta. Nadie en Israel la tiene. Lo cierto es que tenemos muy claro que tendremos que investigar profundamente lo que ha pasado y cómo ha sido posible que no nos diéramos cuenta. Por mucho tiempo, y especialmente en los últimos años, la concepción de Israel era que había que hacer todo por mejorar la calidad de vida de los gazatíes porque Hamás, el que tiene el mando en la franja, también está interesado en mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Por eso dejamos entrar dinero catarí, dejamos entrar en Israel a una cantidad muy, muy grande de trabajadores de la franja de Gaza. También había muchas iniciativas israelíes -especialmente de la gente que vivía muy gente de la franja, la que ha sido atacada- de mejorar las relaciones con los gazatíes, para apoyarles, ayudarles en casos de enfermedades, de llevarles a hospitales en Israel…

Y todo esto ha resultado ser totalmente erróneo. Es precisamente la gente que más abogaba por un entendimiento y acercamiento entre israelíes y palestinos gazatíes la que fue asesinada el 7 de octubre. Este concepto, que ha sido tan profundo en las mentes de los israelíes, nos hizo ignorar las señales de que había otras intenciones detrás de lo que sí habíamos visto, pero con una interpretación diferente. Estoy segura de que cuando se termine esta guerra, dentro de la sociedad israelí, tendremos una introspección muy profunda y clara. Es parte del trauma que estamos viendo.


Pregunta: Estos días se repite a menudo un concepto: proporcionalidad. ¿Considera que Israel está siendo proporcional en su ataque sobre la franja?

Respuesta: Mire, aquí la pregunta es, ¿qué quiere decir la proporcionalidad? Me irrita mucho que se haga la comparación entre el número de muertos de ambos lados. Hablamos de un país, Israel, que ha sido atacado de forma muy brutal, que ha tenido en un día a 1.400 asesinados, muertos, sobre una población de diez millones. Que cada uno haga la comparación con la población de su país. Que hayan sido asesinados de modo muy cruel en sus hogares, en sus casas, en sus lugares más seguros. Que hayan asesinado a niños, mujeres embarazadas, ancianos, gente discapacitada, con tanta brutalidad. Que estén secuestrados casi 240 personas, la mayoría civiles inocentes.

¿Que haría otro país en lugar de Israel? Creo que aquí no hay duda que esta guerra es justificada. ¿Esta guerra es proporcional a lo que ha pasado antes? La respuesta es que sí. Aquí hay que ver la ley internacional bajo esta luz. Nosotros, en términos de la ley internacional y la ley humanitaria, somos muy, muy cuidadosos, y tenemos muchos expertos que se ocupan y explican y subrayan al ejército lo que está dentro de la ley internacional y lo que no.

Incluso en estas últimas acciones que estamos haciendo en los hospitales tenemos las pruebas, no todas son públicas, para decir con certeza que los hospitales habían sido utilizados por Hamás. Esto en sí es un crimen de guerra y va en contra de la ley internacional. El ejército [israelí] entró e hizo operaciones muy precisas, muy enfocadas en las metas por las cuales accedieron, además de hacer todo lo posible para asegurar que los enfermos fueran transferidos a otras salas. Pero el sistema de Hamás es buscar exactamente estos lugares, que son los lugares más cívicos e identificados con una población civil, los hospitales, las escuelas, las mezquitas… todos estos fueron buscados por Hamás porque sabían que no íbamos a atacar estos lugares por la significación que tienen por todos.


P: También ha mencionado la necesidad de que este conflicto no exceda la región. Sin embargo, vemos que hay enfrentamientos con Hizbulá en la frontera con Israel. Y que milicias pro-iraníes, en apoyo a Hamás, atacan bases estadounidenses en Irak. Dos escenarios donde por cierto hay tropas españolas.

R: Una de las conclusiones que tenemos de lo que está pasando en Gaza es que no podemos dejar a Hizbulá permanecer en la frontera con Israel, como ha ocurrido en los últimos 15 años, a pesar de la resolución del Consejo de Seguridad 1701 que dice muy claramente que Hizbulá no puede bajar más al sur del río Litani. Ahora estamos viendo los ataques que Hizbulá está provocando y el hecho de que Hizbulá dejó a Hamás tener bases en el sur de Líbao y atacar a Israel a través de estas bases. Todos en Israel estamos seguros de que la situación tendrá que cambiar.


Creo que Hizbulá todavía recuerda la segunda guerra del Líbano de 2006. No es la intención de Israel provocar otra guerra. Creo que no es el interés del Líbano y de otros países de la región que haya otra guerra. Hay que hacer todo por disuadir a Irán, que no alimente el fuego y que tampoco consiga sus aspiraciones en términos de poder nuclear.


P: Antes ha dicho que habrá que mirar qué errores se pudieron cometer para que Hamás atacase Israel de forma tan sorpresiva. ¿Cree que también se ha podido cometer otro error en este momento?

R: Lo que estamos viendo es que el Ejército israelí, después de esta horrible sorpresa, relativamente en corto tiempo entendió lo que tenía que hacer. La reacción ha sido relativamente rápida, aunque sabemos muy bien que seis, dos, doce horas es mucho tiempo en el que las atrocidades pudieron ocurrir. Pero estamos viendo ahora una lucha muy bien concentrada, con una comunicación impecable entre el ejército terrestre y la aviación y las fuerzas marítimas de Israel. Estamos viendo una precisión muy grande en los lugares atacados. Es decir, que hay una inteligencia muy clara diciendo cuáles son las bases de Hamás, ahí están los terroristas, ahí están las infraestructuras…


Creo que vamos a tener muchas lecciones en la parte militar de esta lucha. También para Israel es muy importante saber que tenemos el respaldo de muchos de nuestros aliados, en Europa y Estados Unidos por supuesto.


Pregunta: Habla de operaciones quirúrgicas, pero llegan informaciones que apuntan que no serían tan quirúrgicas. Hemos hablado de hospitales, pero también hay en campos de refugiados.

Respuesta: Pues… otra vez. Es que no estoy de acuerdo con los muchos llamados expertos que no entienden la realidad ni de Israel, ni de Hamás, ni del terreno en el sur de Israel o en la franja de Gaza. Quiero insistir en que lo que está haciendo el ejército israelí sí es quirúrgico, sí que es proporcional y sí que se hace todo para no dañar a la población civil. Por supuesto que no es imposible que no haya daños a la población civil en un lugar que es tan denso. Es una franja muy pequeña con dos millones de personas. Quiero también hacer la siguiente reflexión. Hemos tenido muchas rondas violentas en la franja de gaza en los últimos años. Durante todo este tiempo, no se ha hecho nada para establecer una entidad pre-estatal. No se han ido construyendo instituciones para el bien de la población. Del victimismo no nace una nación y los palestinos creo que también tienen que hacer una reflexión muy seria de lo que quieren, y si están representados por organizaciones terroristas o si quieren otro liderazgo con otros valores y otras ideas.

Hay que mirar el conflicto israelí-palestino en toda su complejidad. Las cosas no son blanco y negro, no son simples, no puede ser que los palestinos sean eternas víctimas y que ellos tengan todo el derecho. Y que un estado democrático y desarrollado tenga la culpa siempre. Hay que salir de esta mentalidad. Hay que pensar de otra manera.


P: Por último. Ahora que tenemos nuevo Gobierno en España, que además preside el Consejo de la Unión Europea, ¿qué le querría trasladar?

R: Que hay que trabajar para mantener las relaciones bilaterales sanas y abiertas, y sobre todo hay que hacer todo lo necesario para combatir incendios de antisemitismos, para combatir el discurso de odio y acercar a los pueblos y no dañar las relaciones.


ESPAÑA

Cibeles, el prólogo de una España insumisa contra el "abuso de poder" de Pedro Sánchez

Borja Negrete. vozpopuli. 19 Noviembre 2023


El 18 de noviembre de 2023, la Plaza de Cibeles se llenó de Quijotes. Cerca de un millón, según las organizaciones convocantes. Ciudadanos a los que quieren hacer pasar por locos. Como dijo en su discurso el escritor Andrés Trapiello: "Pedro Sánchez quiere que perdamos el juicio, como Alonso Quijano, quiere que creamos que lo blanco es negro, y que el día es noche". Es cierto que los españoles van a necesitar armarse de la perseverancia del hidalgo caballero, pues enfrentan un molino, llamado Pedro Sánchez, que dice ser gigante. Va a ser una larga lucha, pues la movilización de los Quijotes de Cibeles es solo el prólogo de una España insumisa frente al "abuso de poder" del líder socialista.


La movilización de este sábado lleno el centro de la capital por los cuatro costados: Cibeles, Gran Vía, Puerta de Alcalá, Colón... En su maniqueísmo habitual, el PSOE calificó a los asistentes como "derecha" y "ultraderecha", pese a que entre los asistentes había socialistas como Félix Ovejero. Lo cierto es que a nadie se le pidió el carnet de partido y miles de españoles de diferente signo político compartieron consignas contra la amnistía y contra el presidente del Gobierno.


Rosa Díez, expresidenta de UPyD y líder de una de las asociaciones convocantes (Unión 78), comparte su emoción por lo vivido ayer con Vozpópuli: "Es muy emocionante ver a los ciudadanos en la calle de esta manera tan cívica y tan política, entendiendo la política con mayúsculas, ejerciendo sus derechos de ciudadanía, reivindicando lo mejor que tenemos, que es la unión de ciudadanos españoles en defensa de la democracia".


Diéz tiene claro que la histórica movilización del sábado es solo el principio de una España insumisa frente a los "abusos de poder" de un presidente del Gobierno que romperá el principio de igualdad de los ciudadanos ante la ley por seguir en Moncloa. "Lo que hoy hemos visto es la expresión de la España insumisa frente a las barbaridades que se están haciendo por parte del Gobierno. Esta España insumisa ante las amenazas y los abusos es la España profundamente democrática, la que tiene memoria, la que no está dispuesta a renunciar, la España a la que apelaba Fernando Savater en su discurso: frente a la obediencia debida, la desobediencia debida", subraya.


Precisamente momentos después del acto, el filósofo Fernando Savater ha atendido a este periódico para hacer hincapié en que "esto acaba de empezar". "Es importante subrayar que hay un derecho a la diferencia que no se puede confundir con la diferencia de derechos", añade.


Andrés Trapiello también ha atendido a la llamada de este diario para dar su valoración sobre lo que está por venir. "Los molinos de viento que tenemos delante son muy poderosos, es el Boletín Oficial del Estado, los recursos económicos del Gobierno y una prensa mayoritariamente a su servicio. Como dice Savater, esta lucha es larga, quien piense que esto se va a caer por sí mismo es que no conoce al sujeto que está en la Moncloa, está dispuesto a quedarse y pelear con uñas y dientes".


Trapiello advierte que el camino no será fácil. "Vendrán descalificaciones, intentarán embarrar lo más posible, hablar de ultraderecha… Tenemos que contar con ello. Iremos conociendo cosas escandalosas y el Gobierno intentará que pasen inadvertidas. Acabamos de conocer que negociaban con el prófugo Puigdemont desde marzo, y en julio el PSOE seguía diciendo que se oponía a la amnistía".


Rosa Díez insiste en que esta "España insumisa sale a la calle ante los abusos de poder. No estamos dispuestos a que la ambición de poder de un individuo tire por la borda todo. Ayer fue un día importante porque nos sentimos mayoría, nadie le ha preguntado al de al lado qué vota. Todos hemos sabido lo que somos, ciudadanos dispuestos a defender una democracia que construyeron otros y que debemos defender".


Por eso, pese a las dificultades, "es un día de esperanza, emoción, un día feliz. Nos hemos juramentado seguir adelante hasta el final. Esto lo vamos a ganar y vamos a impedir que esas cesiones a los enemigos de la España democrática las pueda llevar a cabo".


La España que no se rinde da una gran lección en Madrid

EDITORIAL. libertad digital. 19 Noviembre 2023

La gigantesca manifestación que ha abarrotado el centro de Madrid este sábado es un éxito importantísimo de la resistencia democrática que ya ha tomado cuerpo en España ante la consciencia de que Pedro Sánchez, el PSOE que acaudilla y sus socios separatistas están acabando con la democracia y las libertades en nuestro país.


Esos cientos de miles de personas –un millón, según los organizadores– que llenaban el centro de la capital como no se había llenado desde hace décadas y que han escuchado emocionados el himno al terminar el acto, son la representación viva de una Nación que no está dispuesta a rendirse, que no está dispuesta a transigir y que, por fin, es consciente de lo que se juega.


No será fácil destruir esa Nación, no será nada sencillo arrebatarle sus libertades a ese pueblo, sobre todo si como ha dicho Fernando Savater en su magnífico discurso, la gente no se cansa y acaba "tolerando lo intolerable".


Experto como pocos en luchar por la libertad, el filósofo y escritor ha dicho algo muy importante: este tiene que ser el primer acto de una lucha que será larga y en la que no hay que desfallecer, que es precisamente lo que esperan el Gobierno y la izquierda, vencer por agotamiento a esa más de media España que sí confía en lo institucional y, por tanto, siempre ha sido un tanto remisa a la movilización. Ahora, con todo en juego, no puede ocurrir eso y no va a ocurrir eso.


Otro aspecto muy importante de la masiva movilización ha sido su, por llamarla así, vertiente europea: nunca se habían visto en Madrid tantas banderas de la UE, en lo que es una demostración clara de que la resistencia democrática española ha entendido a la perfección el importante papel que pueden jugar las instituciones de Europa para frenar el golpe de Sánchez y, sobre todo, que hay que reclamarles ese apoyo de una forma contundente.


En este sentido, el discurso del eurodiputado Paulo Rangel es también uno de los grandes momentos del día y una puerta a la esperanza de que, efectivamente, el grito de alerta de la Nación española será escuchado en Bruselas. Si es así, Pedro Sánchez tendrá más que difícil completar la voladura de nuestra democracia.


En conjunto ha sido una gran jornada: la resistencia democrática es ya mayor de edad y ha demostrado otra vez que los que están por la democracia por la libertad no sólo son más, sino que también son mejores. Si esta España persevera, si los partidos que deben representarla no la traicionan y si, en lo que sería un movimiento suicida, Europa no mira hacia otro lado, podemos estar seguros de que, aunque no será fácil ni sin esfuerzo, entre todos acabaremos con Sánchez y su golpe.


¿ Banderas de la UE ?
Nota del Editor. 19 Noviembre 2023


El pp haciendo propaganda subliminal contra Vox, repartió falsas banderas de la UE, porque en esa bandera no pueden aparecer siglas de partido alguno y menos del traidor e inútil pp. Falsas banderas de la UE, falsificadas por el pp.


Así se desató en Madrid la marea ciudadana que puso en apuros la seguridad del Palacio de La Moncloa

OKDIARIO fue testigo directo de la movilización espontánea que cortó la A-6 y se acabó plantando ante la sede de la Presidencia del Gobierno

VICENTE GIL. okdiario. 19 Noviembre 2023


Nunca antes se había producido una movilización ciudadana pacífica y espontánea ante el Palacio de La Moncloa como la que tuvo lugar este sábado. Tan insólito fue que llegó a sorprender a los responsables del masivo despliegue policial que el Ministerio del Interior activó hace días en Madrid y que tiene literalmente tomada la calle Ferraz, donde tiene su sede central el PSOE, para responder a las persistentes concentraciones de protesta contra Pedro Sánchez y la amnistía que ha pactado al dictado de los independentistas.


Como puede verse en el video que acompaña a estas información, la secuencia de esta pacífica contestación ciudadana que alcanzó las inmediaciones de la residencia oficial de Sánchez fue contundente.


El germen de esta concentración ante el Palacio de La Moncloa estuvo en la Plaza de Cibeles y sus alrededores, que se llenaron este sábado por la mañana con cientos de miles de ciudadanos que acudieron a la protesta convocada por numerosas organizaciones de la sociedad civil. Desde allí, espontáneamente, parte de los manifestantes decidieron marchar pacíficamente hacia el Palacio de La Moncloa.


La marea ciudadana, que en ningún momento fue violenta, pero a los responsables de la seguridad de la sede de la Presidencia del Gobierno les inquietó. La facilidad con la que cientos de manifestantes lograron alcanzar el perímetro del Palacio de La Moncloa fue evidente.


Los manifestantes recorrieron y ocuparon la A-6. Cortaron por completo esta arteria de entrada y salida de Madrid. La masiva presencia de personas terminó bloqueando algunas de las principales vías de acceso al Palacio de La Moncloa. Eso, unido a lo imprevisto de la situación, tomó completamente desprevenido al dispositivo policial. Tanto que, después de que un abundante número de manifestantes hubieran llegado hasta las vallas que rodean el Palacio de La Moncloa, decenas de antidisturbios llegaban a la carrera, a pie, apresuradamente, porque los furgones que los trasladan no podían acceder.


Los agentes se desplegaron con improvisada rapidez, pero a rebufo de los manifestantes. Algunos de estos se habían encaramado a las verjas del vallado perimetral que delimita el extenso terreno en el que se enclava la sede de la Presidencia del Gobierno.


Conforme avanzaban los minutos se iban sumando más unidades policiales. Aproximadamente una hora después, la situación se había normalizada. El inquilino de La Moncloa, Pedro Sánchez, nunca antes había tenido ocasión de ver y oír tan cerca de su residencia oficial a quienes están inundando las calles para protestar contra él por sus cesiones al independentismo, la amnistía y el resto de prebendas que ha firmado con los secesionistas para seguir en el poder.


Aproximadamente una hora después de que comenzara esta espontánea movilización, los cientos de manifestantes que habían logrado llegar hasta el muro perimetral del Palacio de La Moncloa fueron dejando el lugar y se restableció la normalidad. Eso sí, con más policías que quedaron destacados en la zona para reforzar la seguridad y, de forma preventiva, controlar el acceso de ciudadanos a la zona desde calles de los alrededores.


EL PERIODISTA CHARLÓ EN PROFUNDIDAD EN MADRID CON EL LÍDER DE VOX HORAS ANTES DE LA INVESTIDURA

Así responde Santiago Abascal a la entrevista de Tucker Carlson: «El peligro es tan grande que los españoles van a tener que ir a la movilización permanente»

MARÍA DURÁN. gaceta. 19 Noviembre 2023


El pasado lunes, las protestas en Ferraz cumplían diez días, y el ánimo de muchos manifestantes empezaba a decaer. Pero entonces, los líderes de VOX, que las han secundado desde el principio, aparecieron acompañados del periodista estadounidense Tucker Carlson, estrella de la Fox durante más de veinte años y uno de los más importantes del país. El presentador, que ahora realiza un programa para X, cuenta con más de diez millones de seguidores en las redes sociales. También tiene los suyos en España, por supuesto. Y si había un lugar en el que pudiera ser reconocido era precisamente donde más críticos del Gobierno golpista se concentraban: la sede del PSOE.


Tucker Carlson paseó durante varias horas con el presidente de VOX, que le mostró las manifestaciones pacíficas —los agentes antidisturbios, curiosamente ese día no cargaron—, y se paró a hablar y fotografiarse con todos y cada uno de los manifestantes que se lo pidieron. Fueron miles. Pero el periodista no venía a España sólo a ver con sus propios ojos la violencia policial o lo que bautizó como «la manifestación más pacífica que había visto jamás». El presentador quería analizar la situación de nuestro país en persona y entrevistarse con quien él mismo ha bautizado como «el líder de la oposición»: Santiago Abascal.


A la mañana siguiente se produjo un largo e intenso encuentro en un céntrico hotel madrileño. Tucker y su equipo grabaron una entrevista a Abascal a escasas horas de la investidura de Pedro Sánchez que este viernes veía la luz: un tiempo récord si consideramos que la última entrevista internacional de gran relevancia de la exestrella de la Fox, al candidato argentino conservador Javier Milei —que este domingo se la juega en la segunda vuelta– tardó diez días en ser publicada. Tres días después de regresar a Estados Unidos, el capítulo de Tucker on X protagonizado íntegramente por el líder de VOX se hacía público.


A lo largo de media hora de entrevista, Abascal le explica a Carlson falsedades popularizadas por la leyenda negra que alguna vez el propio periodista había repetido, y que finalmente queda muy impresionado tras conocer la historia pasada y presente de España. «Cuando no hay un proyecto, cuando no hay un orgullo, la nación puede caer en manos de cualquiera», llega a afirmar el líder de VOX en referencia a los complejos de la izquierda con la Nación y los símbolos.


También tienen tiempo para abordar la «anomalía» de nuestro país auspiciada por Sánchez: «En España padecemos el único Gobierno europeo con comunistas», dice el presidente del tercer partido español. «Es escandaloso que los burócratas de la UE no actúen con contundencia».


Sobre las manifestaciones vividas por Carlson horas antes en persona, Abascal se muestra muy rotundo: «Deben durar todo lo que dure este Gobierno. España va a enfrentar un Gobierno ilegal cuatro años», dice también antes de advertir que «el peligro es tan grande que los españoles van a tener que ir a la movilización permanente».


El momento más curioso de la conversación tiene lugar cuando Abascal le cuenta al periodista norteamericano un detalle desconocido para la mayoría: la primera persona con la que se reunió Sánchez en Moncloa tras acceder al poder fue el polémico especulador y patrocinador del globalismo George Soros. Un dato que deja absolutamente estupefacto a Tucker Carlson por la presencia del millonario en nuestro país.


Por último, le pregunta a Santiago Abascal acerca del futuro próximo. Tras recordar a otros dictadores de izquierdas como Hugo Chávez y su forma de actuar con la oposición, el entrevistador interroga a Abascal acerca de si estaría listo para acabar en la cárcel. El presidente de VOX responde que no ha pensado mucho en ello, pero lanza una advertencia: «Lo que hoy hacemos, aunque nosotros no obtengamos lo que deseamos, puede servir para que otras generaciones, nuestros hijos, lo obtengan».


HISTORIA

LA HISTORIA NEGRA DEL PSOE (I)

Javier García Isac. gaceta. 19 Noviembre 2023


La historia de cualquier entidad, y desde luego, la historia de cualquier país, está llena de luces y sombras. Eso es precisamente la historia. Cuando un investigador recoge los hechos haciendo una reseña en la que únicamente destaca lo positivo, entra en los terrenos del homenaje y la loa, y cuando se limita a recoger los hechos únicamente negativos, entra en el terreno del libelo. Comienza en este articulo, un serial que no pretende ser «neutral» o «equidistante», pretende analizar la historia de un partido, que para lo bueno o para lo malo, está íntimamente ligada a la historia de España, de los prácticamente últimos 150 años. A medida que uno se adentra en la historia del Partido Socialista Obrero Español, le cuesta mucho trabajo encontrar aspectos positivos, le cuesta trabajo encontrar “las luces”, por mucho que uno intente ser ecuánime y no dejarse llevar por las emociones. Este artículo no es apto para todos los públicos.


Sería interesante que todos conocieran lo que a continuación les voy a contar, pero no es un relato “amable” para ser leído por aquellos que solo buscan entretenimiento o diversión en la lectura, o por aquellos que no desean conocer la verdad, porque eso les obligaría a cambiar sus esquemas mentales y a aceptar una realidad que no están dispuestos a reconocer. No son pocos los que viven instalados en la mentira y el engaño, aun a sabiendas de que están en una realidad paralela. Aceptan la mentira a sabiendas de que lo es, pues así les resulta más fácil sentirse identificados con una organización con un pasado tenebroso y criminal que haría prácticamente impensable cualquier tipo de empatía hacia el Partido Socialista.


La historia del PSOE está repleta de episodios salvajes, desgarradores y en muchas ocasiones aterradores. El PSOE asume siempre todo su pasado y a todos sus dirigentes, simpatizantes y militantes, por muy criminales, corruptos o asesinos que estos hubieran podido ser. Nunca han manifestado públicamente, arrepentimiento por hechos, dichos o sucesos que podrían haber sido susceptibles, como mínimo, de algún tipo de crítica, aunque sea constructiva, la mínima aceptación de que en algo se pudieron haber equivocado.


Afrontar la historia y los crímenes de su pasado, es algo que cualquier entidad que aspire a la verdad histórica tiene que asumir.


La historia del PSOE podría haber sido distinta, podría estar llena de momentos de orgullo para los afiliados de este partido y de conquistas sociales que se podrían haber atribuido. Sus dirigentes históricos tuvieron oportunidades únicas e irrepetibles de hacer historia con mayúsculas, pero optaron, en la gran mayoría de las ocasiones, por otro camino. Se decantaron por el atajo del engaño, la mentira, la tergiversación y la corrupción. He intentado buscar esas “luces” de las que antes les hablaba y no descarto que posiblemente las hubiera, más como comportamientos individuales, que como organización, pero sobre todo, lo que he encontrado han sido crímenes injustificables que nadie que aspira a tratar la historia con honradez puede ocultar. La historia del Partido Socialista Obrero Español, ha sido la historia negra de España.


Los graves problemas que ha padecido y sigue padeciendo este país, incluso los problemas territoriales, se han dado también dentro de la estructura socialista, evidenciando un cierto mimetismo entre este partido y el Estado.


Pablo Iglesias Posse, Francisco Largo Caballero, Indalecio Prieto, Felipe González y Alfonso Guerra, son casi con toda seguridad, las cinco figuras del PSOE más relevantes del siglo XX para la gran mayoría de los historiadores, quizá también, de forma incomprensible, los más respetadas dentro de la sociedad española, pero este respeto no debe ser incompatible con la crítica – ¡Y vaya si hay cosas que criticar! – por episodios criminales ocurridos durante sus respectivos mandatos al frente del PSOE o como dirigentes relevantes de la organización.


Los dirigentes de esta organización han renunciado a lo largo de toda su extensa historia a hacer cualquier tipo de lectura crítica de su pasado. Si Nikita Kruschev abordó la necesidad de reconocer públicamente los errores de la etapa de Stalin, o al menos de una pequeña parte de ellos, en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, el PSOE ha prescindido siempre de cualquier tipo de lectura oficial crítica de su propia historia.


El movimiento socialista español, fundado el 2 de mayo de 1879 como referente del ideario de Karl Marx y con Pablo Iglesias Posse como líder carismático, tuvo en el Partido Socialista Obrero Español, en el periódico ‘El Socialista’ y en el sindicato Unión General de los Trabajadores sus principales herramientas de acción, y las tres dirigidas por Pablo Iglesias Posse. Sus objetivos difícilmente se pueden considerar democráticos, entre otras cosas, porque hasta la segunda mitad del siglo XX, la democracia en sí no es objetivo para prácticamente ningún grupo o ideología política. La democracia, en todo caso, sería un método, pero el objetivo del PSOE y la UGT no era establecer un sistema más democrático que el de la Restauración vigente en la España de aquel momento, sino alcanzar una conquista social que lograra la igualdad, que acabara con la explotación del hombre por el hombre y pusiera fin a la lucha de clases. Lo que, dicho de otra manera, terminaría siendo la dictadura del proletariado.


El marxismo y el anarquismo eran los dos grandes movimientos opositores al sistema democrático vigente de La Restauración, opositores a la monarquía parlamentaria. Ninguno de ellos tenía dimensión suficiente como para estar presentes en los órganos de poder, ni tan siquiera en Las Cortes. Además, socialistas y anarquistas, al contrario que los republicanos burgueses, que limitaban su acción de oposición al régimen por métodos democráticos pacíficos, consideraban necesario el ejercicio de la agitación de la calle, la violencia e incluso el terrorismo para desestabilizar a un régimen al que consideraban culpable de las graves injusticias sociales de la época.


El año 1909 es la primera vez que socialismo y anarquismo ponen todo su “empeño” para desestabilizar el régimen. La excusa fue la guerra en Marruecos contra las tropas moras del Rif autorizada por el Gobierno de La Restauración. Pablo Iglesias Posse declaró públicamente que ‘los enemigos del pueblo español’ no eran los marroquíes ‘sino el Gobierno’ y puso abiertamente sobre la mesa la violencia:


“Hay que combatir al Gobierno empleando todos sus medios. En vez de tirar hacia abajo, los soldados deben tirar hacia arriba. Si es preciso, los obreros irán a la huelga general con todas sus consecuencias”.


Ese año de 1909 se produjo la primera huelga general revolucionaria, una huelga en la que no se buscaba tanto lograr una reivindicación obrera concreta o una mejora social, sino que abiertamente se planteaba como un intento de desestabilizar al sistema vigente como paso previo para tomar el poder. De aplicar a la Huelga General Revolucionaria de 1909, el mismo rasero que algunos historiadores aplican a la Huelga General Revolucionaria de 1934, habría que concluir que los sucesos de 1909, fueron el primer intento de golpe de Estado de los socialistas para tomar el poder. Si en 1934, la zona de España donde tuvo más éxito la intentona golpista revolucionaria de los marxistas fue en Asturias, en la de 1909, el centro fue Cataluña, pasando a ser conocida popularmente como la Semana Trágica de Barcelona. Al ser una huelga revolucionaria teñida de sangre, tanto por la violencia de los propios revolucionarios como por la de la represión gubernamental posterior, no hubo demasiado interés, por parte de ningún líder político, por aparecer como ‘cabecilla’ o ‘artífice’ de aquel levantamiento. No obstante, contó con el apoyo del marxismo español encabezado por el Partido Socialista Obrero Español por su líder, Pablo Iglesias, aunque estese encontraba en la cárcel en el momento de la Huelga Revolucionaria, por haber firmado un manifiesto contra España en la guerra de Marruecos. La ‘Semana Trágica’ fue un fracaso para los marxistas, si lo que pretendían era tocar el poder a corto plazo, pero sí les sirvió para comenzar a ganar notoriedad.


A diferencia de otros países del continente, España se había mostrado “impermeable” a la penetración de las ideas marxistas. Si bien existía el Partido Socialista Obrero Español desde 1879, su presencia era residual, tanto en Madrid como en las principales regiones industriales del país. Aunque en Asturias, Cataluña y las provincias vascas, disponían de cierto tejido industrial, el número de obreros era limitado y en su mayoría, simpatizaban más con las corrientes anarquistas y anarcosindicalistas, que con las teorías marxistas. Pablo Iglesias tendría que esperar hasta las elecciones de 1910, para obtener una exigua representación limitada a un diputado y obtenidas gracias una coalición con otros grupúsculos marxistas con las que cosecho apenas 41.000 votos, pero suficiente para entrar en el parlamento.


Cuando en 1910, Pablo Iglesias Posse fue elegido diputado en Las Cortes dentro de una Conjunción Republicano-Socialista, se convirtió en el primer marxista que pisaba el pleno de la Carrera de San Jerónimo y ahí, en esas Cortes, se encontraría cara a cara con la figura que más detestaba, Antonio Maura. Ese era el contexto en que Iglesias Posse quiso dejar claro a todo el hemiciclo, a toda España y, de paso, dejar escrito ante la historia en aquel diario de sesiones, que la animadversión que sentía el marxismo español hacia Maura era suficiente como para justificar el intento de asesinato a su persona. “¡Consideramos que antes de permitir que Su Señoría suba al poder, estamos dispuestos a llegar hasta el atentado personal!”. Ante todos los diputados de Las Cortes de Madrid, aquel 7 de julio de 1910, acababa de proclamar su duro alegato el fundador del Partido Socialista Obrero Español. Era la primera vez que un socialista realizaba una intervención parlamentaria, y esta fue para amenazar con un atentado personal al líder del Partido Conservador, toda una declaración de intenciones, de lo que sería el PSOE en un futuro no muy lejano.


No se puede decir que Iglesias Posse pronunciara sus palabras víctima de un calentón. Su mensaje estaba claro y quedaría aún más claro cuando unos días después, el 22 de julio de 1910, Antonio Maura fuera víctima de un atentado terrorista, aunque el político conservador lograría salvar milagrosamente su vida. En 1911, Antonio Maura había dejado de ser el enemigo público número uno del socialismo, ese puesto paso a ocuparlo José Canalejas, líder del Partido Liberal. Canalejas sería asesinado por el anarquista Manuel Pardines el 12 de noviembre de 1912. Como sería también asesinado años después Eduardo Dato, el 8 de marzo de 1921, en otro atentado terrorista, del que algunos de sus participantes escaparían a tiempo a la Unión Soviética. En ninguno de estos casos, se puede afirmar que los líderes socialistas, o los líderes anarquistas, y ni siquiera los líderes republicanos de la época, encabezaran ningún tipo de “pancarta” o manifestación de repulsa contra el asesinato de líderes políticos de La Restauración, pues el objetivo de ellos era abolir ese sistema por encima de todo y de todos, y eso incluía también la eliminación física de sus rivales políticos. Los autores materiales del crimen de Eduardo Dato fueron Ramón Casanellas, Pedro Mateu y Luis Nicolau.


Ramón Casanellas había desempeñado un papel muy relevante en las huelgas revolucionarias de 1918. Ramón sería el único de los autores materiales de Eduardo Dato que consiguió escapar de la acción de la justicia española, huyendo a la Unión Soviética, que le daría cobijo. Simpatizante socialista, más tarde ingresaría en el Partido Comunista. El crimen contra Eduardo Dato se llevó a cabo el 8 de marzo, la escisión de los comunistas del PSOE se materializaría en noviembre de 1921. En 1931, a pesar de ser uno de los autores materiales del crimen de Dato, regresa a España para organizar el Partido Comunista de Cataluña, como sección regional del PCE, presentándose a las elecciones generales del 28 de junio de 1931 como cabeza de lista por Barcelona. A los otros dos asesinos se les conmutaría la pena capital por cadena perpetua por Miguel Primo de Rivera en 1924. Ambos serian puestos en libertad por la amnistía concedida con la llegada de la II República.


Eduardo Dato accede al poder en 1914, mantiene a España neutral durante la I Guerra Mundial. La neutralidad española provocó que a España llegaran agentes marxistas de muy diferentes procedencias, expulsados de sus países de origen, y todo ello contribuyó a avivar la protesta social. Se multiplicaron los atentados y se extendió lo que conoceríamos como el pistolerismo, con atentados más personales y directos, en lugar de bombas indiscriminadas. Aumento el clima de terror y cogió auge la C.N.T, el sindicato anarquista fundado en 1910, pero es al calor de “La Gran Guerra” cuando prospera.


En 1917 estalla la revolución Soviética y el mundo entero se estremece y se multiplican las huelgas revolucionarias en la mayoría de los países. España no es ajena a ese espíritu revolucionario y a los continuos amagos de revueltas. Esas inquietudes revolucionarias acabaran con lo que quedaba del régimen de La Restauración, que empezaba a dar ya sus últimos estertores.


Nótese que en la década de los años veinte, poco después de que el marxismo tomara el poder en Rusia y se constituyera la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, haciendo que por primera vez el marxismo en el poder dejara de verse como algo utópico, los partidos marxistas comenzaron a tener amplia representación en parlamentos europeos como el italiano, el francés, el alemán e incluso el inglés, este bajo la marca del laborismo, mientras que en España, bajo el liderazgo de Iglesias Posse, la representación parlamentaria en las cortes de La Restauración era muy minoritaria. No resultaría demasiado extremo calificar al movimiento marxista español como terrorista, desde el momento que aceptaban la violencia bajo el clásico ‘el fin justifica los medios’.


El PSOE disponía en 1920 de seis únicos diputados en Las Cortes, entre los que destacaba Pablo Iglesias Posse (Madrid), Julián Besteiro (Madrid), Francisco Largo Caballero (Barcelona) e Indalecio Prieto (Bilbao) y, oficialmente, este partido era el referente del marxismo en España. Teniendo en cuenta que la dictadura de Stalin en la URSS representaba el primer gobierno marxista en todo el mundo, era innegable el interés que generaba en todas las filas del marxismo del planeta. La URSS puso en marcha la idea ‘internacionalista’ del comunismo, es decir, que no hubiera un partido marxista en cada país, sino que hubiera un único partido marxista internacional que tuviera ‘secciones’ en cada país. Un partido marxista internacional que, en la práctica, estaría controlado por Stalin.


En el II Congreso Extraordinario del PSOE, celebrado en junio de 1920, se votó por primera vez si entraban o no en aquella Internacional Comunista que proponía Stalin. El resultado de la votación fue claro: a favor, 8.269 votos, frente a los 5.016 votos en contra, con 1.615 abstenciones. Por lo que, aunque se suela ignorar ese dato, inicialmente los marxistas españoles se declararon partidarios de entrar en la Internacional de Stalin para importar su modelo a España. El propio Pablo Iglesias Posse, se mostró partidario de ese alineamiento con Moscú en 1920, y en un artículo publicado en ‘El Socialista’ el 8 de julio de ese año, negó que fuera a haber ningún tipo de escisión en el marxismo español, asegurando que todos estaban de acuerdo en seguir aquella estrategia. Los hechos, desmentirían las palabras tranquilizadoras escritas por Iglesias Posse.


Stalin no aceptaba ‘gratis’ a cualquier grupo marxista, e imponía una serie de condiciones, los llamados ’21 puntos’ para entrar en su Internacional Comunista. Entre las condiciones más reveladoras del carácter totalitario de Stalin, estaba el que todo dirigente marxista que se hubiera opuesto a entrar en su internacional debía quedar expulsado del partido. Algo que evidenciaba el deseo de la URSS stalinista de convertir a los partidos comunistas de todo el mundo en las delegaciones de su dictadura en cada país y en satélites de información. Pablo Iglesias Posse, pasó entonces a posicionarse en contra de aquellos ’21 puntos’, y con él, los otros dirigentes políticos de la época con escaño, como Julián Besteiro, Indalecio Prieto y Largo Caballero. Aunque también hubo dirigentes partidarios de bailarle el agua a Stalin como García-Quejido, Ramón Lamoneda, Daniel Anguiano, Álvarez Angulo o Dolores Ibárruri ‘La Pasionaria’. La votación del Congreso Extraordinario de 1921 fue inversa a la de 1920. En esta ocasión, los partidarios de entrar en la Internacional de Stalin se quedaron en 6.025 votos a favor, frente a los contrarios a entrar, que sumaron 8.808, incluido el voto del propio Pablo Iglesias. Los perdedores de la votación optaron por abandonar el partido y crear su propio partido marxista que, tras la fusión de dos células, se denominó Partido Comunista de España (PCE), que sería el que se convertiría en la Sección Española de la Internacional Comunista de Stalin. De hecho, las siglas completas del partido eran PCE-SEIC (por sección española) y el su periódico órgano de expresión, ‘Mundo Obrero’, también figura la referencia a ‘Sección Española’ de la Internacional.


El congreso socialista de 1921 se celebró en el teatro de la Casa del Pueblo de Madrid, en la calle Piamonte 2. Sería el III y último congreso extraordinario de los socialistas. Aquella decisión no significó que el PSOE renunciara ni al marxismo ni a la revolución. Los líderes del PSOE, encabezados por Besteiro, Prieto y Largo Caballero, seguirían defendiendo un régimen marxista en España que acabara con la lucha de clases bajo el modelo soviético, pero sin tener que ser satélites de Moscú ni supeditarse a ninguna decisión de ningún Partido Comunista internacional. La etiqueta ‘socialdemócrata’, aún tardaría años en utilizarse en España y sería una etiqueta mal vista y hasta demonizada por los socialistas españoles durante décadas.


El PSOE sufre dos grandes crisis: esa escisión comunista en 1921 y la muerte de su fundador en 1925.


En 1920, España está en descomposición, los conflictos sociales se multiplican y los atentados en la calle era la norma habitual de conducta. Con este panorama, el 13 de septiembre de 1923, el general Primo de Rivera, capitán general de Cataluña da un golpe de Estado y proclama una dictadura militar. La dictadura militar fue aceptada por casi todos, políticos depuestos del antiguo régimen e intelectuales, así como la gran mayoría de la población civil que ya estaba muy harta y cansada de desórdenes y de la debilidad de los distintos gobiernos. El monarca también aceptó la dictadura como un hecho consumado.


Con inteligencia, Primo de Rivera se atrajo a sectores del socialismo, que se integraron en el recién creado Consejo del Trabajo, que legislaría a favor de los obreros. Julián Besteiro, Manuel Llaneza e incluso Largo Caballero, pasarían a ocupar puestos de relevancia en el nuevo sistema. Largo Caballero llego a formar parte del Consejo de Estado. Se permitió la actividad sindical, siempre y cuando se dedicaran a las actividades propias como el mutualismo, la cultura, la protección del trabajador e incluso “la sana política”. El sindicato del PSOE, la UGT, alcanzaría grandes cotas de poder. Muchas de las históricas demandas sindicales, fueron realizadas durante este periodo. Primo de Rivera consideraba que los españoles se habían cansado de las “películas de esencias liberales y democráticas” y tan solo aspiraban a tener “orden, trabajo y economía”.


A pesar de haber devuelto la tranquilidad al país, Primo de Rivera seria abandonado por todos. Presentaría su dimisión el 28 de de enero de 1930. El Rey la acepto de inmediato y Primo de Rivera partiría al exilio en Paris, donde fallecería poco después, el 16 de Marzo de 1930.


La caída de Primo de Rivera, daría pie a la época más sangrienta y cruel de la historia de España, teniendo al PSOE como principal protagonista.


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Una declaración de guerra a media España

Jesús Cacho. vozpopuli. 19 Noviembre 2023

Funeral en La Zarzuela. Misa de corpore in sepulto por la democracia española, fallecida prematuramente el jueves 16 de noviembre de 2023, víctima de un atropello autoritario cometido por un aventurero sin escrúpulos y su banda de malhechores asociada. Pedro Sánchez prometía “por mi conciencia y honor”, dos cualidades de las que carece, cumplir con las obligaciones (…) y “guardar y hacer guardar” una Constitución que 24 horas antes había vendido a sus enemigos. La cara del Monarca, su gesto hierático, lo decía todo. Democracia atropellada, sí, pero también muerta “tras larga y penosa enfermedad” como reza la frase presente en tantas esquelas. En coma desde junio de 2018, aunque los síntomas ya eran alarmantes mucho antes, quizá desde la crisis financiera de 2008, con esa piedra miliar que fue la abdicación de Juan Carlos I en junio de 2014. Se crea o no en las conspiraciones, el rumbo de la nave varió drásticamente un 11 de marzo de 2004. Muchos lo intuyeron, pero casi nadie llegó a calibrar la importancia de aquel drástico, sangriento giro a babor. Aquella Constitución que idealizamos tanto llevaba en su seno el huevo de la serpiente. Lo vio venir con la clarividencia que dan los años José María Gil Robles en 1978. Además de no garantizar la libertad de enseñanza, la nueva norma fundamental tenía para el viejo líder de la CEDA dos grandes riesgos: el reconocimiento de las nacionalidades (“eso puede traer como consecuencia una serie de pretensiones de tipo secesionista”), y “unos mecanismos de relación entre los poderes del Estado que acabarán porque no exista en España una democracia, sino una partitocracia, es decir, el triunfo de los partidos políticos y de la minoría que los mangonea sobre una mayoría de diputados sumisos y transigentes, y de una opinión pública marginada”. ¡Bingo!


Entre la sangre de los trenes de Atocha (“Los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta”), el huevo de la serpiente parió un presidente que difícilmente hubiera llegado a jefe de negociado en un país serio. Mala persona, cínico consumado, uno de sus abuelos había sido fusilado en la Guerra Civil. Por los “nacionales”, se entiende. De los otros tres nunca nada se supo. Ahí empezó a romperse el gran pacto de reconciliación suscrito por “rojos” y “azules” tras la muerte del dictador, plasmado en la Constitución del 78. Todo pudo arreglarse con la mayoría absoluta lograda por el PP en noviembre de 2011, pero el maldito huevo de la serpiente, la maquinaria totalitaria de unos partidos reñidos con la democracia interna, el dedazo de Aznar, puso aquella gloriosa oportunidad en manos de un burócrata sin ideología, un tipo muy menor, un estafermo apellidado Rajoy. Nada sería comparable, sin embargo, con la aparición en escena de un buscavidas sediento de poder que, tras ser expulsado de la secretaría general del PSOE, lograría volver y tomar Ferraz al asalto para, desde allí, hacerse con la presidencia del Gobierno en junio de 2018. Las heces de esa partitocracia tantas veces denunciada han terminado por enterrar la democracia española.


Asistimos hoy al espectáculo de un país a la deriva manejado por un golfo a quien asiste una partida de delincuentes. España ha dejado de ser un Estado de Derecho. La amnistía convierte en papel mojado el texto constitucional. La jornada del miércoles 15 en el Congreso de los Diputados será recordada como una de las más ignominiosas, si no la que más, en casi 50 años de democracia. El día de la infamia. Durante cerca de dos horas, en la tribuna se explaya un tipo que disfruta tergiversando ideas, conceptos, valores. Se ve que se divierte, se jacta, fanfarronea. En cualquier sesión de investidura, en cualquier país civilizado del mundo, el nuevo presidente tiende la mano al candidato perdedor y promete gobernar para toda la ciudadanía. Ni una sola palabra aquí para la convivencia y la concordia. Sin problemas de conciencia, Sánchez apuesta por la fractura social y el enfrentamiento civil. Se trata de hacer imposible la coexistencia de los contrarios. Y en el éxtasis de su contoneo, el tipo fuerza la carcajada en una escena que debe haber ensayado un millón de veces ante el espejo, en un claro intento por desprestigiar al líder de la oposición. Y todo suena a huero, a falso, a impostado.


Pero, sesión de tarde, todo cambia cuando Rufián se sube a la tribuna. Y el “macarra” (diccionario de uso del español de doña María Moliner) de ERC le humilla al recordarle lo que todos sabemos: que no será sino un presidente títere, una marioneta en manos de sus socios separatistas. Y ahí se acaban las risas. Humilde, rendido, acollonado, escucha a Rufián. Y la cosa empeora cuando llega el turno de la portavoz de Junts, Míriam Nogueras. El vendedor de peines ha tratado de envolverla en lisonjas: “ampliar las fronteras de nuestra democracia”, “asegurar el progreso y la estabilidad de Cataluña”, “abrir una nueva esperanza”, pero cuando la chica sube al estrado y lee los puntos del acuerdo suscrito por PSOE y su partido, y le recuerda que te puedes meter por donde te quepa tu "perdón" y tu "tiempo de esperanza" porque esto va de otra cosa, esto va de que “som una naçió y Visca Catalunya Lliure”, se esfuma definitivamente la risita histérica del satrapilla, ahí se hace pis entero nuestro caudillito wapo, ahí se muestra tal cual es: un simple rehén, la cara afilada del cadáver sin maquillar, el gesto simplón del tonto de pueblo, del malvado sorprendido robando peras, aniquilado por la contundente realidad del vasallaje al que se ha sometido ante los enemigos de la nación de ciudadanos libres e iguales. El pánico en las filas socialistas es tal que el Clemenza de Don Corleone deja raudo su escaño y sale corriendo a entrevistarse con Nogueras, no vaya a ser que, que no, que sí, que Pedro cumplirá, que Pedro se bajará los pantalones hasta los zancajos. Hasta donde haga falta.


Será un presidente en libertad vigilada. Un tipo a quien sus socios pondrán contra la pared cuando les convenga. En realidad, el nuevo presidente del Gobierno de España se llama Carles Puigdemont. Hasta ahí llega la ruina de este antaño gran país que creímos orgullosamente independiente. La amnistía no aplacará ninguna tensión, no suavizará ninguna querella, no servirá de nada. Antes al contrario, acelerará el rumbo de colisión que las dos Españas llevan hacia el enfrentamiento civil. De nada sirvió la amnistía que la II República concedió en febrero de 1936. “Siendo inequívoca la significación del resultado de las elecciones a Diputados a Cortes (…) y tratándose de una medida de pacificación conveniente al bien público y a la tranquilidad de la vida nacional, en que están interesados por igual todos los sectores políticos, el Gobierno somete a la aprobación de la Diputación permanente de las Cortes el siguiente DECRETO-LEY Artículo único. Se concede amnistía a los penados y encausados por delitos políticos y sociales. Se incluye en esta amnistía a los Concejales de los Ayuntamientos del País Vasco condenados por sentencia firme. El Gobierno dará cuenta a las Cortes del uso de la presente autorización. Madrid, 21 de Febrero de 1936. El Presidente del Consejo de Ministros, Manuel Azaña Díaz”.


Con la diferencia de que esa amnistía sí figuraba en el programa electoral del Frente Popular, ganador de las elecciones del 16 de febrero del mismo año, a diferencia de este PSOE, cuyos dirigentes la negaron reiteradamente antes del 23 de julio. Aquel intento de apaciguar a quienes dos años antes habían protagonizado la revolución de Asturias a las órdenes de Largo Caballero, ese siniestro personaje a quien tanto admira nuestro bandarra, sólo sirvió para acelerar el deterioro de convivencia en España. Cinco meses después de aquella amnistía, España se veía abocada a una sangrienta contienda Civil. Tampoco ahora aplacará las ansias de un separatismo para quien toda concesión no es sino prueba de debilidad. Detrás de la amnistía vendrá el referéndum de autodeterminación. El canalla tratará de disfrazarlo con palabras y aspavientos, pero volverá a bajarse las calzas hasta donde sea menester. Su margen de maniobra es nulo. “Sánchez se ha quedado sin opciones parlamentarias para hacer la puta y la Ramoneta”, podía leerse este viernes en un digital separatista. “Ya no tiene ninguna mayoría alternativa a la que cogerse para hacer uno de sus famosos volantines. Necesita en todo momento, para cualquier votación, a los partidos que le han apoyado en la investidura. Dependerá para todo de sus socios catalanes. Los 7 votos de Junts son definitivos para su supervivencia”.


Tiempo de ignominia. Comprar el apoyo de unos delincuentes a cambio de borrar sus delitos a cuenta de la “obsesión fisiológica” de un tipo por el poder, es un acto de corrupción política monumental que no avanza ningún futuro en paz para Cataluña y el resto de España, y que, además de aniquilar el Estado de Derecho, destroza la convivencia y siembra la semilla del enfrentamiento civil. Ya se está viendo. El desgarro cívico, incluso familiar, que el “procés” causó en Cataluña se ha extendido al resto de España. Hoy ya es imposible argumentar en contra de la amnistía con ese amigo, ese vecino, ese familiar que ha decidido encerrarse en el “muro” argumental socialista según el cual todo lo que haga Pedro va a misa. Fidelidad de siervo para asumir sus caprichos y felicidad de perro para celebrar sus “éxitos”. Acriticismo y rechazo absoluto al racionalismo discursivo propio de las sociedades deliberativas (Habermas) modernas. “La defensa de la amnistía ha envilecido a muchas personas cultas, gentes que han perdido su dignidad intelectual y esconden la cabeza, como el avestruz, cuando se les muestra la infame hemeroteca previa”, escribía ayer Juan Manuel Jiménez.


Sánchez ha hecho una renuncia expresa a la concordia y una apuesta clara por el frentismo. Obligado a rendir cuentas ante sus socios separatistas, el granuja volcará su resentimiento contra la España que no le vota y le discute su presidencia como ilegítima. Tiempos de vergüenza, con España inmersa en un proceso negociador sin precedentes, impulsado desde fuera del Estado y sometido al ya famoso “mecanismo internacional de verificación”. A merced de un mediador foráneo. Y tiempos muy duros, camino de esa República Bolivariana a la que nos conduce el socialcomunismo. Pérdida de libertades en lo político y aumento de la pobreza en lo económico. Presión insoportable sobre la empresa privada, aumento de las regulaciones, subida generalizada de impuestos y puesta en fuga de la inversión extranjera, lejos España del imperio de la ley. Toda una invitación para que las generaciones jóvenes mejor preparadas busquen su futuro en el exterior. El PSOE de Sánchez ha declarado la guerra a media España. Vienen con todo y a por todo. ¿Bajará los brazos, consumida por el desánimo, la nación de ciudadanos libres e iguales? Vale la interpelación de Gil Robles a Azaña en sesión parlamentaria del 15 de abril de 1936: "Desengañaos, señores diputados, una masa considerable de la opinión pública española que es, por lo menos, la mitad de la nación, no se resigna implacablemente a morir". Tampoco ahora lo hará, como ayer mismo puso en evidencia la multitud que se manifestó en Cibeles. Toca resistir. Resistiremos.


Matemáticas y media España

Nota del Editor. 19 Noviembre 2023


Con la cuenta de la vieja se hacen cálculos precisos. Por ejemplo, España se puede dividir entre guapos y feos, y seleccionando convenientemente el centro, obtenemos que en España hay mitad de guapos y mitad de feos.


Por eso, hablar de media España, cuando en realidad se refieren a la mitad de los congresistas, una significativa parte de los cuales

lo son porque sus votos están sobrevalorados, no es correcto, los que defendemos España somos muchísimos más, aunque nuestros votos, están infravalorados (por culpa de la absurda e irracional c.e. y que el bipartidismo (pp) se ha encargado de mantener y engrasar).


Eso de guapos y feos tiene su miga, porque primero vinieron a por los feos, nosotros guapos, no estábamos preocupados; luego vinieros a por los gordos, nosotros los guapos, tranquilos, pero cuando vinieron a por nosotros, los guapos, ya estábamos solos.


El coste de la investidura: prebendas a los separatistas y más impuestos y deuda para el resto

Sánchez premia a los delincuentes mientras hace más difícil la vida a familias y empresas, en una legislatura construida sobre

la mentira y el enfrentamiento

DANIEL LACALLE. la razon. 19 Noviembre 2023


«Ha ganado el sí», escribía Yolanda Díaz en sus redes sociales. Ha ganado el sí a la desigualdad entre españoles, a premiar a los delincuentes y expoliar a los que producen, el sí a mayores privilegios a las comunidades más ricas a cambio de mayores impuestos y deuda a las más pobres, el sí al antisemitismo, al silencio ante la demolición del estado de derecho y a la imposición de la aleatoriedad política por encima de los contrapesos del estado.


La evidencia de lo que nos espera en esta legislatura, el chantaje constante de los separatistas y el asalto a los contribuyentes, quedó en evidencia en la lista de nuevos y mayores impuestos que sufrirá la clase media, desde los seguros al gasóleo, la electricidad y el IVA de la educación o sanidad independiente, y en las amenazas que profirió la representante de Junts en el parlamento, cuando dijo que la «estabilidad de la legislatura queda sujeta a los avances y cumplimientos» de sus exigencias en la negociación.


Conviene recordar que ningún votante del PSOE acordó la amnistía, que todo el aparato del PSOE anunciaba como «anticonstitucional» días antes de las elecciones, y que los atónitos votantes del PSC ven como las concesiones a los independentistas superan con creces las peores pesadillas de los que defienden la unidad de España y la Constitución.


Lo más triste de todo es que alguien se crea que esto es progresista. La investidura acarrea un coste en prebendas a los separatistas sin precedentes que supondrá mayores impuestos a los ciudadanos y mucha mayor deuda además de encumbrar el antisemitismo, el separatismo y las ideas más ridículas del chavismo patrio.


Lo peor de esta investidura es que destruye los contrapesos del poder político y consagra la inseguridad jurídica bajo la falacia de la justicia social, que es la mayor injusticia de todas: la imposición del asalto a los que producen por parte de los que extraen.


Dice Sánchez que los que más ganas tendrán que pagar más, pero lo que no dice es que los que más ganan comparado con lo que producen son ellos, los políticos extractivos y confiscatorios. Y es que el problema de España no son los ricos, sino los que viven de nuestros impuestos por adhesión política y, además de no producir nada, entorpecen.


Esta investidura es la coronación del clientelismo peronista. Un país donde el gobierno premia a los que malversan y ahora les va a devolver el dinero que robaron mientras anuncia una batería de impuestos que harán más difícil la vida a las familias y empresas.


En un país que tiene todavía 50.000 empresas cotizando menos que a final de 2019, y en el que, según el INE, hay 330.786 empresas económicamente activas menos que en 2019, la ministra Calviño dice que las empresas jamás habían estado mejor que con ellos. Ahora se ha lanzado de nuevo a subir el impuesto de sociedades y atacar la libertad empresarial.


Mientras nos cuentan que España va como una moto, el Banco de España refleja que el 29% de las empresas españolas registra pérdidas, lo que implica un aumento de 4,4 puntos por encima de la cifra previa a la pandemia.


Mientras nos cuentan que te dan derechos, España continúa con la tasa de paro más alta de la OCDE, superando a Grecia, Ucrania y Turquía, con 1,088 millones de desempleados demandantes de empleo además de 3,3 millones de desempleados apuntados al SEPE y las horas trabajadas por empleado siguen sin recuperar el nivel de 2019. España pierde puestos como economía a nivel mundial, y en renta per cápita ajustada por poder adquisitivo estamos a 15 puntos de la media de Europa cuando en 2018 estábamos a solo nueve puntos.


No hay ninguna razón para aplaudir. España vuelve a estar gobernada por burócratas extractivos cuyo odio a los autónomos, las empresas y todo aquel que gana un poco de dinero solo es comparable a su voracidad extractiva y recaudatoria. En la investidura ha ganado el sí a la envidia y el robo.


Putin y el Grupo de Puebla toman el Poder en España. ¡A la resistencia!

FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS. libertad digital. 19 Noviembre 2023

Los sociatas han alcanzado el nivel moral de ETA, golpistas y comunistas. Lo sustancial es no dejar que gobierne la derecha, o sea, no soltar el Poder.


El golpe de Estado en España perpetrado por Sánchez y su caterva de etarras, golpistas catalanes y comunistas cubano-argentino-bolivarianos no es sólo un problema español, sino internacional y de una envergadura que no se veía desde la invasión de Ucrania por Putin. Cuando Ursula Von der Leyen y Charles Michel corrieron a felicitar a Sánchez por su triunfo contra media España, no sólo insultaron a la otra media, sino que, necia y necio, saludaban la creación en el cuarto país de Europa no de un gobierno salido de las urnas sino de un régimen que estará tutelado por Putin y el Grupo o Cartel de Puebla que dirige Lula, su fundador con Fidel Castro poco después de la caída del Muro y para compensar la desaparición del imperio soviético. Y es urgente que, como Zelenski hizo en Ucrania, la España leal a su legalidad y a la de la UE sepa dar a nuestra tragedia, que ya lo es, la visibilidad internacional necesaria para combatirla y derrotarla.


Una sesión parlamentaria como las últimas de 1936

La investidura de Sánchez fue más bien una embestidura en el estilo del Cártel de Puebla, narcoheredero fraterno con Putin de la URSS. No hubo programa de Gobierno sino ataques a la Oposición, a la Constitución, a la propiedad privada, que ellos llaman empresarios, a los medios y al Rey. Los ataques se repartieron entre las bandas que juntas y revueltas, llegan al Poder. La del partido de la ETA fue la más clara y la más parecida al tono criminal de la Pasionaria. El macarrilla de Santa Coloma el más trilero, el del PNV, con la hoz y el martillo como imposible volante del viejo tractor, casi el más patético, sólo superado por la portavocecilla canaria, que dijo estar contra la Ley de amnistía, precio de la investidura, y votó a favor. Y la intervención más importante, junto a la etarra, fue la de la embajadora de Pusdemón, como llama la gente al heroico fugitivo del maletero de Soraya.


Nogueras dijo que Sánchez no tiene palabra, que sólo lo mueve el Poder y que sólo para impedir un gobierno del PP busca los votos de Junts. Pero le recordó todo lo firmado con ellos: el reconocimiento de la nación catalana y su derecho a la secesión, vía referéndum, y aunque lo votó, dejó claro que lo dejará caer en cuanto se aparte de lo pactado. Sánchez será, es ya, un presidente presidido por la ETA y por los golpistas. Y los comunistas de Sumar, antes Podemos, lo jalearon porque ahora el jefe social-comunista es Sánchez, como Largo Caballero, el llamado "Lenin español" en 1936.


La sesión de investidura de Sánchez recordó a la última de 1936, tras el asesinato de Calvo Sotelo por la escolta del socialista Prieto pero que el Gobierno de Casares, que se proclamó "beligerante contra el fascismo", se negó siquiera a investigar, ignominia que precipitó el Alzamiento. La soflama de la portavoz de la ETA recordó las de José Díaz o La Pasionaria a Calvo Sotelo, poco antes de matarlo: "Su señoría morirá con los zapatos puestos". Y la bildutarra no anunciaba el futuro, sino el presente de cientos de asesinatos y doscientos mil vascos expulsados de su tierra. No amenazan como ayer. Proclaman el triunfo, hoy, del terrorismo contra los españoles, por el hecho de serlo. El nuevo paso para subvertir el orden constitucional que Sánchez ha jurado defender ante el Rey, ya ha sido anunciado por Junts y ERC, y respaldado por la ETA: comisiones (soviets) parlamentarios van a juzgar a los jueces que hayan condenado a separatistas por actos terroristas. Porque eso es la amnistía: el separatismo anula el delito y condena al juez. Los tribunales populares de la II República que citaba el último domingo.


¿Y esto no les importa a los votantes del PSOE? En absoluto. La indiferencia moral de los votantes de izquierdas recuerda a los de 1936, cuando desde principios de julio, los chequistas, respaldados por el gobierno, torturaban, violaban y asesinaban por el delito de ser de derechas o haber votado contra los que en febrero robaron las elecciones. A los votantes del PSOE de hoy, tan amorales como los de ayer, les da igual la Ley de Amnistía, que negaban por anticonstitucional. Ahora juran que es fiel a lo que los españoles, en 1978, votamos en masa. Pero a la vez dicen que no hay que cumplir la Constitución, sino "interpretarla" según convenga al Gobierno. Los sociatas han alcanzado el nivel moral de los de la ETA, los golpistas y los comunistas. Para ellos lo sustancial es no dejar que gobierne la derecha, o sea, no soltar el Poder. Y ahora dirán que el referéndum de secesión, que antes negaban, es el triunfo de la democracia. ¿Las leyes? ¡Bah! Lo importante es que manden los nuestros. Como sea.


El alineamiento internacional de Sánchez contra Occidente

Hasta ahora, Sánchez había jugado a dos bandas en política exterior, con la UE contra Putin y con los de Puebla en favor de Maduro. Ahora ya no puede hacerlo. Por sus alianzas, que son dependencias, apoyará a Putin contra Ucrania, de manera solapada; y, abiertamente, a Irán y Hamás contra Israel. De hecho, lo primero que dijo en la investidura fue que reconocerá "un Estado palestino". Como si ese Estado no lo hubiera creado la ONU en 1947, con el de Israel, y no fueran los países árabes los que han impedido su existencia porque eso les obliga a reconocer el estado judío. Y cuando los USA habían conseguido ese reconocimiento por Marruecos y estaba a punto de lograrlo con Arabia Saudí, Teherán soltó a la jauría de Hamas.


De inmediato, los comunistas en el Gobierno salieron a la calle para apoyar a degolladores de bebés, violadores, torturadores, secuestradores y asesinos. Gravísimo es el antisemitismo en toda Europa. En España está en el Gobierno. Al Eje Moscú – Pekín – Teherán – Caracas hay que añadir Madrid.


Un gran acierto en la masiva manifestación de ayer en Madrid, que representó en sí misma un millón de aciertos, fue invitar al diputado Paolo Rangel, del Partido Socialdemócrata portugués, más liberal que socialista, y que gracias al liderazgo y quizás el martirio de Sa Carneiro –muerto en un sospechoso accidente de avión– devolvió a los militares a los cuarteles y llevó al poder un proyecto democrático que rescataba la propiedad de los claveles soviéticos y abría Portugal a su integración en la Unión Europea.


Los problemas de España son de Europa

Rangel, con la emoción que el acto requería, dijo que "la amnistía no es un problema de España, es un problema de Europa"; y que "en toda mi vida como jurista, como político, como ciudadano, nunca he visto una democracia en la que se pueda aceptar que los parlamentarios vayan a fiscalizar a los tribunales y al poder judicial". Lo que nos lleva de nuevo a Europa. Fue un acierto de la organización que hubiera muchas banderas de la UE junto al mar de banderas de España, que apenas nadie lleva ya otra. Europa debe saber que lo que defiende España no es sólo su libertad sino la de todos los europeos, y que, si la corrupta burocracia de las renovables acepta la dictadura de Sánchez, como los cobardes obispos de Omella, hay una parte de Europa, la mejor, la de las libertades, que es la nuestra y la que siempre nos defenderá. Hay que hacer todo lo posible para que eso quede claro para las opiniones públicas de un continente desorientado y putinesco.


Los discursos estuvieron muy bien, aunque deberían haber empezado media hora más tarde, cuando la gente hubiera acabado de llegar. Sobre todo, me gustaron el de Alonso Trapiello y el "non serviam" del luciferino Savater, aunque sólo de aspecto, porque el Malo de verdad pernocta con los murciélagos en las cavas del Vaticano. Añadió que toda España es nuestra, y que la necesitamos para poder ser ciudadanos libres e iguales ante la ley. La alternativa de Sánchez es una dictadura plurinacional, tutelada por Putin y que destruiría las tres instituciones que, con Savater, aclamó el millón de corazones con cerebro: "¡Viva España! ¡Viva la Constitución! ¡Viva el Rey!


¡Y viva la Libertad, y abajo el Felón, Putin, los de Puebla y su frutísima madre!


Sánchez inviste a Puigdemont

Eduardo Inda. okdiario. 19 Noviembre 2023


La portada del siempre gubernamental El País retrató mejor que nada ni nadie el desahogo, la inmoralidad, la chulería y, sobre todo, el totalitarismo y el desprecio al resultado de las urnas que preside la acción de este Partido Socialista Obrero Español que en un último ejercicio de vergüenza debería desprenderse de la O de «Obrero» y de la E de «Español» y quedarse en un más simple pero honesto Partido Sanchista. Los de la rodeada Ferraz son ya una formación personalista, caudillista, de líder y régimen únicos, al más puro estilo del tan mafioso como fascistoide Partido Peronista argentino.


Esto de la «mayoría absoluta para Sánchez» es tratarnos a los ciudadanos como gilipollas, el enésimo intento de imbecilizarnos y cretinizarnos, un insulto a la inteligencia en resumidas cuentas teniendo en cuenta que Sánchez obtuvo 121 diputados, esto es, 55 menos que la mayoría absoluta, y que Alberto Núñez Feijóo le sacó 16 de ventaja. Ojito a lo que trasluce este titular: una concepción franquistoide de la política en la que el PP no volverá a gobernar jamás, Pablo Iglesias dixit, y en la que no se trata tanto de ganar cuanto de poner de acuerdo a las diversas familias del régimen frentepopulista.


Que quienes hicieron la Transición atesoran un mérito incuestionable e impagable por habernos conducido de una dictadura a una democracia sin derramamiento de sangre es algo que nadie medianamente objetivo ni decente discute. Pero sí se les puede y se les debe echar en cara que regalasen a los independentistas las competencias de una Educación que es la que construye las nuevas generaciones y que confeccionasen una Constitución con más vías de agua que el Titanic cuando encalló a 500 millas de Terranova.


La imprecisión de muchos artículos de la Carta Magna está provocando que el golpismo y el independentismo se cuelen por sus rendijas. Porque, además, siempre estará ahí el nada cándido Cándido para implementar la interpretación más favorable al que le regaló graciosamente el cargazo, es decir, Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Si el legislador constituyente se hubiera esmerado un poco más sería física y metafísicamente imposible la celebración de un referéndum consultivo «de autodeterminación» en Cataluña en aplicación de ese artículo 92 que los permite «para cuestiones de especial trascendencia» y «entre todos los ciudadanos». Resulta perogrullesco colegir que el estatus de Cataluña pasa por ser «una cuestión de especial trascendencia», tanto como discutible qué es ese «entre todos los ciudadanos». Parece lógico pensar que es entre todos los ciudadanos españoles, que no entre todos los catalanes, pero la ausencia del adjetivo «españoles» facilita sobremanera que el Constitucional infestado de magistrados sanchistas diga lo que no quisieron decir los padres de la ley de leyes.


Tres cuartos de lo mismo cabe deducir de ese epígrafe 62 que prohíbe los indultos generales, es decir, aquéllos que se otorgan en grupo y no persona a persona, ciudadano a ciudadano, caso a caso. Y una aplicación honrada de la letra y espíritu de este artículo nos lleva a concluir que si están fuera de la ley los indultos generales, que suprimen la pena pero no el delito, con más razón son inviables —so pena de incurrir en un ilícito de padre y muy señor mío— las amnistías que extinguen pena y delito. Pero la indeterminación puede dar lugar a que el Cándido de turno o la Inmaculada de guardia resuelvan que como no está expresamente declarada inconstitucional es expresamente constitucional. Esta golfería intelectual será el argumento tramposo que se sacarán de la manga para blanquear el golpe blando que ha dado su baranda, Pedro Sánchez. Tiempo al tiempo.


De los polvos de las prisas de hace 45 años por sacar adelante el texto constitucional vienen estos lodos. Y de la necesidad cuasidrogodependiente de seguir en el Falcon ha hecho virtud ilegal Pedro Sánchez. Y le ha importado un carajo descojonar el Estado, fulminar la España del 78 en lo que se antoja una suerte de cambio de régimen sin preguntar a los que hasta ahora eran los titulares de la soberanía nacional: los 46 millones de españoles. La cesión del 100% de los impuestos a Cataluña conllevará la práctica independencia de la tierra de mis dos abuelas, básicamente, porque lo que en nuestro tiempo confiere soberanía de verdad a un gobernante es el control de la fiscalidad.


Negociar un referéndum de independencia, por muy consultivo que sea, es ciscarse en la Constitución. No digo de autodeterminación porque la autodeterminación es una figura concebida por la ONU para los procesos de descolonización y que yo sepa Cataluña no es ninguna colonia. No tengo que recordarles que esta clase política que nos ha tocado vivir es muy amoral pero también profundamente iletrada. La posibilidad de independizarse sería perfectamente posible yendo de la ley a la ley, reformando la Constitución. Pero para eso Sánchez y sus compinches deberían contar con tres quintos o dos tercios del Parlamento amén de someter esta decisión en última instancia a un referéndum entre todos los españoles. Pero para este pájaro son más cómodos los atajos que ese Estado de Derecho que siempre constituye un incordio para un autócrata.


La amnistía es el más cacareado de los hitos de este descojonamiento del Estado de Derecho que es el Sanchazo pero no necesariamente el más grave en contra de lo que pueda parecer. Y eso que la moraleja que se extrae de ella es que el Supremo, la Fiscalía y los diferentes órganos jurisdiccionales que imputaron o condenaron a los golpistas prevaricaron a modo y manera. Si suprimes el delito y la pena estás admitiendo implícita y explícitamente que las sentencias fueron injustas, que las decretó un régimen no precisamente democrático. Vamos, que Franco continúa mandando en España por jueces y fiscales interpuestos.


Pero tal vez el cuestionamiento más grave de esa separación de poderes sin la cual no hay democracia son esas comisiones de investigación parlamentarias que se van a dedicar a rearbitrar cual VAR futbolístico determinadas decisiones judiciales que, según Junts, Bildu, PNV y cía, fueron fruto de una persecución política. Esto es descojonar el Estado nivel dios. Como si esto fuera la Rusia de Putin donde se les inventa toda suerte de delitos a los disidentes con Alekséi Navalny o Mijaíl Jodorkovski como triste epítome. Aquí, al menos y de momento, no se han planteado envenenar a nadie, a Dios gracias.


El nuevo gobierno Frankenstein: la economía y la empresa

Carmelo Tajadura. vozpopuli. 19 Noviembre 2023

Ya tenemos aquí una nueva edición corregida y aumentada de Frankenstein. Un gobierno todavía más inestable que el anterior y que nace de manera indigna (aunque legítimo de origen) y promoviendo la desigualdad entre personas y entre CCAA. Dependiente de una multitud de partidos y partidillos, en un espectro que abarca desde el ex terrorismo, pasando por el comunismo, hasta la derecha rancia del PNV y la extrema derecha de Puigdemont. Que exigirán a Sánchez concesiones ¡¡en cada medida!! que quiera aprobar. Desde luego, no resultará nada sencillo gobernar y no cabe esperar ninguna de las grandes reformas necesarias para el país, al haber apartado del consenso al gran partido de la oposición. Es más, todo apunta a que va a ser un gobierno profundamente dañino para la actividad empresarial y económica. Porque la inestabilidad no sale gratis.


Empezando por el mundo de la empresa, y sin ánimo de agotar las múltiples amenazas anunciadas que se ciernen en el horizonte, algunas son:


-En el ámbito laboral, la reducción de la jornada sin tocar el salario supondría una menor productividad y un encarecimiento del factor trabajo; la elevación del salario mínimo, tras las fuertes alzas recientes, conlleva un negativo impacto sobre los trabajadores menos cualificados y los jóvenes; y si suben los costes de despido, ya entre los más elevados en las economías europeas, disminuye la demanda de trabajo. Todo ello atenta contra el empleo y resulta contraproducente, máxime cuando nuestra tasa de paro dobla la europea y la creación de empleo se está desacelerando. Aparte de ir en la dirección contraria a la flexibilidad necesaria para poder competir en la economía mundial.


-En el ámbito fiscal, van a imponer la prórroga e incluso elevación de los nuevos impuestos sobre los ingresos ordinarios (aunque lo llaman beneficios extraordinarios) de bancos y energéticas, “vendidos” como temporales. Además, nos anuncian un mínimo del 15% en el impuesto de sociedades calculado sobre el resultado contable, no sobre la base imponible. Esto es estrambótico y grava dos veces los beneficios obtenidos en el exterior por las entidades multinacionales españolas. Todo ello, ralentizará la actividad económica y disminuirá el ahorro dentro de nuestras fronteras.


-Luego tenemos el intervencionismo empresarial. Buscan controlar empresas usando a la SEPI como brazo ejecutor para tomar participaciones con dinero público, condicionar su trayectoria y colocar a sus peones políticos. Lo han hecho de manera descarada, por ejemplo, en Indra y amenazan con hacerlo en Telefónica y quién sabe dónde más…


-En una línea parecida se inscribe la irrupción pretendida de los sindicatos en los Consejos de las empresas, con el doble objetivo de condicionar la política laboral y de buscar colocación bien remunerada a sus dirigentes.


-Y, por último, quizás lo más aberrante de todo lo que hemos visto hasta ahora es la exigencia de los extremistas de Junts: pretenden que se castigue a las empresas cuya sede social sea diferente que su centro operativo, aplicándolas sanciones. Es el colmo del totalitarismo en relación con el mundo empresarial, que intenta minimizar el impacto de los riesgos creados por esos mismos políticos, y proteger los intereses de sus accionistas. Lo malo es que Sánchez es capaz de ceder…


Queda así atrás el rebote reciente tras la pandemia, debido a que fuimos la economía que peor se había comportado y que más tarde se había recuperado


Pero si las empresas tienen motivos muy claros para temer al gobierno, la macroeconomía no le va a la zaga.


De momento, el entorno que viene es peor que el reciente y la economía europea va a vivir al menos dos años -2024 y 2025- de crecimiento bastante escaso (1,2% y 1,6% según Bruselas para la UE). Y lo mismo en España, donde en 2024 nadie prevé ya llegar al 2% y yo me temo que sólo rondaremos el 1%. Queda así atrás el rebote reciente tras la pandemia, debido a que fuimos la economía que peor se había comportado y que más tarde se había recuperado. Ayudado por el ingente aumento del gasto público (improductivo y para comprar votos, no la inversión) y la deuda pública (el mayor aumento en la UE durante el sanchismo). Todo ello de efecto sólo a corto plazo. Los fondos europeos le cayeron a Sánchez graciosamente, pero se han gestionado de manera lenta, oscura y poco productiva. De hecho, todavía están esperando en Bruselas la lista de los principales beneficiarios de esos fondos. Frente a todo ello, las reformas liberalizadoras o racionalizadoras han brillado por su ausencia y lo que hemos tenido han sido más bien contrarreformas.


Además, en 2024 entrarán en vigor las reglas fiscales europeas que, en teoría, van a poner coto a la principal línea de actuación de Sánchez: una política supuestamente social financiada con déficit, deuda pública y los bolsillos del contribuyente. Sin embargo, un gobierno populista es incapaz de ser racional en la política de gasto. Y, adicionalmente, la condonación de deuda abre la espita para que las CCAA peor gestionadas lo sean en mayor medida aún. Así que podemos dar por seguro que se opte por aumentar aún más los impuestos. Por supuesto a las clases medias, como en Frankenstein 1 (¿seguirán sin ajustar la tarifa a la inflación?), que es donde hay capacidad para recaudar y donde acaban repercutiendo las subidas a las empresas. Y eso supondrá afectar más negativamente aún al crecimiento económico.


En definitiva, Frankenstein 2 va a profundizar en el deterioro de la productividad de la economía española, en la desconfianza en la misma, en la inseguridad jurídica, en la falta de reformas eficientes, en el ahogo impositivo y en la mala asignación del gasto público. El resultado no puede ser más que el daño a la inversión. Sin duda, impulsará la deslocalización de la inversión nacional. Y por supuesto, todas esas trabas serán un obstáculo formidable a la inversión extranjera. El empleo sufrirá, aunque sigan con la táctica de repartir el trabajo y manipular las cifras de paro, lo que no ha impedido que sigamos a la cola de Europa en creación de empleo. Pero es lo que ha votado la “mayoría (supuestamente) progresista” y ahora toca asumir las consecuencias, ya que vamos a tener que sufragar la mala gestión de políticos “defensores de la pluralidad y la diversidad” a cambio de peores servicios. ¡Qué cara es la reconciliación!


ROBERTO VILLA: «EN 1923 YA SABÍAN QUE ES IMPOSIBLE ENCAUZAR EL NACIONALISMO POR MEDIO DE CONCESIONES AUTONÓMICAS»

El historiador presenta 1923. El golpe de Estado que cambió la Historia de España (editorial Espasa)

Javier Bilbao. gaceta. 19 Noviembre 2023


En un país como España en el que su propia historia es, simultáneamente, tan ignorada, perseguida, reescrita y también reivindicada por muchos con apasionamiento, Roberto Villa García, profesor titular de Historia Política en la Universidad Rey Juan Carlos, ha mostrado de forma reiterada su arrojo a la hora de investigar en profundidad episodios de nuestro recorrido nacional tan controvertidos como los recogidos en libros superventas como 1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular y en 1917. El Estado catalán y el Soviet español. Su última obra, también titulada con un año, alude precisamente a aquel del que se cumple un centenario: 1923. El golpe de Estado que cambió la Historia de España (editorial Espasa). Un momento convulso con el que no es difícil encontrar paralelismos con lo que vemos suceder en nuestros días.


Siempre habíamos oído hablar del caciquismo y los pucherazos electorales como elementos característicos de la Restauración, pero usted cuestiona esa idea.

En realidad, lo que mis estudios demuestran es que la Monarquía liberal de la Restauración es el periodo en el que, de manera progresiva, las elecciones se fueron limpiando de sus máculas hasta que llegó un momento, ya durante el reinado de Alfonso XIII, en el que el fraude o la corrupción apenas explicaban los resultados electorales generales. Pero lo más sorprendente es que, estando esas impurezas muy presentes en etapas anteriores a la Restauración y habiendo llegado incluso, por su volumen, a un punto culminante durante el Sexenio Revolucionario, hoy se sigan asociando casi exclusivamente con el régimen constitucional más duradero de nuestra Historia.


Damos por supuesto que siempre es la economía, las condiciones materiales, las que provocan grandes cambios políticos. Por lo visto ese no era el caso de España en los años 20, según nos dice.

El determinismo económico es un derivado del viejo materialismo histórico, que tuvo hace tiempo mucha influencia en la historiografía. En realidad, una cosa es la insatisfacción material y otra muy distinta es la desafección política, y para que la primera pueda alimentar la segunda se necesitan movimientos antisistema organizados y capaces de capitalizar el descontento.


En España, entre 1917 y 1919, hubo movimientos como el anarcosindicalismo o el socialismo que lo intentaron. No obstante, la crisis de 1923 tuvo ya poco que ver con una insatisfacción material. Sobre todo, porque España superó lo peor de la crisis económica de la Gran Guerra en 1919, e inauguró una senda de fuerte crecimiento que se mantuvo durante casi toda la década de los veinte. En este sentido, la situación económica y financiera de España era incomparablemente mejor a la de la mayoría de los países europeos, en especial porque sus Gobiernos habían sabido mantener la política de neutralidad en la Primera Guerra Mundial.


Podríamos resumir, a partir del análisis que realiza en su libro, que hubo tres problemas fundamentales que abocaron a Primo de Rivera al golpe de 1923: el terrorismo de la CNT, el separatismo catalán y la intervención militar en Marruecos. ¿Es correcto? De ser así, ¿en qué orden de importancia habría que situarlos?

Es correcto. De los tres factores, quizás el terrorismo de la CNT fue, en 1923, el menos relevante. Es verdad que los anarcosindicalistas intentaron, con el terrorismo, recuperar el dominio perdido sobre las «masas obreras», en especial las de Barcelona, destruyendo a sus rivales del Sindicato Libre y al mismo tiempo trataron de desestabilizar al último Gobierno de la Concentración Liberal y provocar un golpe militar que condujera después a la revolución proletaria. De hecho, estuvieron a punto de lograr esto último entre mayo y junio de 1923, cuando la CNT desencadenó una huelga revolucionaria en Barcelona. No obstante, el Gobierno cambió a tiempo su política antiterrorista y, con la colaboración decisiva del entonces capitán general de Barcelona, Miguel Primo de Rivera, logró derrotar a la CNT, que quedó desde entonces muy debilitada.


La guerra de Marruecos fue un factor decisivo, pero no tanto por el conflicto en sí mismo o por el desastre de Annual de 1921, como se dice, sino por la política de la guerra del último Gobierno de la Concentración Liberal. Ésta se había sustentado en el llamado «Protectorado Civil» que, a grandes rasgos, consistía en subarrendar el Marruecos administrado por España a dos caudillos autóctonos: al-Raisuni y Abd-el-Krim. Como el segundo interpretó la insistencia del ministro de Estado, Santiago Alba, en abrir negociaciones como una muestra de debilidad que iba a permitirle expulsar a los españoles del norte de África, aprovechó las órdenes dadas al Ejército español de mantenerse a la defensiva para atacar una y otra vez sus puestos y hacerles muchas bajas. Puede decirse que, en septiembre de 1923, casi todos los militares pensaban que la política de Alba iba a llevar al Ejército español a una derrota en Marruecos y eso explica que Primo de Rivera pudiera cohesionar en torno suyo a las Fuerzas Armadas para derribar al Gobierno.


En cuanto al nacionalismo, fue el verdadero precipitante del golpe y el factor que explica por qué éste se inició en Barcelona. Para entenderlo, conviene retener que casi todos los generales, jefes y oficiales de aquella Capitanía habían participado en las guerras de Cuba y Filipinas un cuarto de siglo antes, y que veían en la Barcelona de 1923 aquellos factores que habían llevado al «grito de Baire» en 1895. La expansión del sentimiento separatista que fomentaba la Mancomunidad gobernada por la Lliga, el avance electoral de Acción Catalana (un partido secesionista de carácter republicano) y la eclosión de un movimiento potencialmente violento como Estat Catalá, que tanteaba la vía irlandesa, confluyeron en los disturbios de la Diada, que sirvieron para anticipar además la asonada de Primo de Rivera.


Respecto a la cuestión marroquí, ¿tenía sentido para los intereses de España aquella intervención militar o fue un desacierto desde el comienzo?

Tenía sentido. En realidad, la intervención en Marruecos no fue una iniciativa de España, sino una decisión forzada por la desintegración del Sultanato durante una de sus enconadas guerras de sucesión dinástica, que agravó los problemas de seguridad que arrastraban de antiguo las ciudades de Ceuta y Melilla, y también por la intervención colonialista de Francia. En esta situación, a España no le quedó otra opción que asegurar la neutralización del Estrecho de Gibraltar y alejar el peligro de ser envuelta por una gran potencia decidiéndose por la ocupación de la zona de influencia que previamente le habían reservado los tratados.


¿Podría ser etiquetada como colonialismo?

La etiqueta es aceptable si con ella se describe el intento de España, a partir de 1919, de controlar directamente aquella parte del territorio marroquí que debía administrar en régimen de protectorado. Ahora bien, si con ella se pretende calificar una pretensión «imperialista», esto es, una empresa de expansión o anexión territorial, eso es un profundo error. De hecho, España era en 1923 de los países con menos apetencias «colonialistas» de Europa.


Es llamativo ver que el PSOE era un partido marginal a comienzos de los años 20, aunque pocos años después jugara un papel tan decisivo en la II República ¿Fue culpable de alguna manera Primo de Rivera de su auge?

Si por culpable te refieres a que Primo de Rivera ayudó a su crecimiento, eso es indudable. La colaboración con la Dictadura facilitó que el PSOE y la UGT ocuparan una parte sustanciosa de los puestos en la nueva estructura sindical del Estado y también en la administración provincial y local. Eso explica que un partido que creció muy lentamente durante los cuarenta años de la Monarquía liberal, y cuyo mejor resultado fueron los 7 diputados de un total de 409 que obtuvo en las elecciones de 1923, pasara a convertirse en sólo ocho años, ya en 1931, en la formación política más importante de la conjunción republicana, esa coalición de partidos que propiciaría el cambio de régimen.


En contraste, por ejemplo, con el intento de golpe de 1981, el de 1923 gozó de una gran aclamación popular ¿Cómo es posible que el sistema democrático no lograse encauzar ese anhelo colectivo y tuviera que venir por vía militar?

La Monarquía liberal estaba desde 1917 sumida en una grave crisis de eficacia, pues las convenciones constitucionales con las que había funcionado hasta entonces fueron destruidas por una revolución que también fracasó a la hora de construir algo nuevo. Entre 1917 y 1923, sin mayorías parlamentarias y con un sistema de partidos cada vez más fragmentado, la Corona asumió la responsabilidad de asegurar la gobernabilidad recurriendo a ejecutivos de concentración que, mal que bien, lograron mantener la estructura constitucional durante unos años muy difíciles, no sólo en España sino en todo el continente europeo.


Sin embargo, con el último Gobierno de la Concentración Liberal esa crisis de eficacia se agravó extraordinariamente. Había sido un Gobierno bien recibido, del que se esperaba incluso una importante reforma del sistema político en sentido democratizador. No obstante, en poco tiempo, la coalición se mostró poco cohesiva y nada operativa, y sus dirigentes fueron totalmente incapaces de diagnosticar correctamente y, por tanto, de solucionar los problemas básicos. A cambio crearon otros nuevos, especialmente en materia antiterrorista, en la conducción de la guerra de Marruecos o en la liquidación de las responsabilidades políticas, y desde luego se mostraron incluso incapaces de asegurar algo tan básico como la preservación del imperio de la ley. En estas circunstancias, el hartazgo con la Concentración Liberal explica la actitud de la opinión pública que, o recibió bien el golpe de Primo de Rivera (muy bien preparado además por sus caudillos como un genuino «arrastre de opinión»), o se inhibió y no defendió al Gobierno.


Tras 1923 el rey se convierte poco menos que en una figura decorativa y eso precisamente termina haciéndole caer. ¿Debe Felipe VI tomar nota?

La Historia siempre nos ofrece lecciones valiosas y, en este sentido, siempre es una consejera impagable para todos los hombres públicos. En el caso concreto de Felipe VI, ha sido un monarca constitucional que hasta ahora ha sabido ejercer sus facultades, y no sólo en situaciones de normalidad sino también en otras tan críticas como las de octubre de 2017. Probablemente eso explique el prestigio de la Corona en un momento en que se devalúan otras instituciones del Estado por su instrumentalización partidista.


Siguiendo con los símiles con nuestros días —que uno leyendo su obra descubre que son numerosos—, no me resisto a citar esta intervención que usted recoge del último presidente de Gobierno, García Prieto, antes del golpe: «mi ideal sería que en España hablara todo el mundo en español (…) a ello se debe tender (…) pues es compatible con el respeto de los diversos idiomas que en España se hablan, y cuyo cultivo, además, no se opone a la difusión del español. Y por ello, en mi deseo de contestar claramente a su señoría, digo que el idioma oficial para mí tiene que ser el español en todos los ámbitos de la tierra española, sin perjuicio de que se hablen otros idiomas (…) y por supuesto (…) en toda la enseñanza oficial del Estado no habrá otro idioma que el español». Asombra que un siglo después sigamos discutiendo exactamente lo mismo…»


Creo que ahora estamos, respecto del problema nacionalista, mucho peor. Esa cita se inserta en un debate parlamentario en el que Manuel García Prieto demostró, como casi todos los políticos liberales y conservadores de entonces, conocer ese problema muy bien. Desde luego, en 1923 ya sabían claramente algo que nosotros estamos redescubriendo ahora: que es imposible encauzar el nacionalismo por medio de concesiones autonómicas, porque por definición este movimiento no interpreta esas concesiones como una transacción sino como un medio para ir construyendo su futuro Estado independiente. Por eso, los políticos de la Concentración Liberal se negaban a transigir en 1923 con las autonomías políticas e incluso se plantearon suspender la autonomía administrativa de la Mancomunidad de Cataluña, que la Lliga instrumentalizaba para difundir su mensaje nacionalista y que había potenciado, en una década, el sentimiento secesionista. En última instancia, eso explica que, cerrada la puerta a obtener toda concesión por parte de la Monarquía liberal, los políticos de la Lliga apoyaran el golpe de Primo de Rivera.


Primo de Rivera era un decidido detractor del separatismo, pero curiosamente según cuenta tenía muy buena relación personal con algunos dirigentes del nacionalismo catalán y parecía sensible a sus demandas. ¿Hubo ahí alguna contradicción o evolución en su pensamiento?

Primo de Rivera admiraba a Cambó, pero más por sus dotes de liderazgo y gestión que por su condición de político catalanista. En realidad, si bien como capitán general de Barcelona procuró mantener buenas relaciones con los políticos de la Lliga, estaba preocupado por el auge del separatismo. Aunque en 1923 parecía dispuesto a una reforma administrativa en sentido descentralizador, Primo de Rivera pensaba combinarlo con la potenciación de los símbolos nacionales y con una activa persecución de la propaganda nacionalista. Lo que no es cierto es que, como argumentaría después el presidente de la Mancomunidad Josep Puig i Cadafalch para justificar su adhesión al golpe, Primo de Rivera les prometiera una amplia autonomía a cambio de su apoyo. En realidad, el golpe se dio sin recabar la ayuda de la Mancomunidad, que se adhirió cuando ya había triunfado.


¿Es históricamente cierto señalar que fue él quien introdujo el sufragio femenino en España y no la II República?

Es verdad que el Estatuto Municipal preveía el voto de las mujeres y que éstas participaron en un plebiscito con firmas a favor de Primo de Rivera. Pero elecciones, como tales, no hubo durante la Dictadura. Lo correcto, por tanto, es decir que fue la Constitución de 1931 la que consagró el voto femenino, sin perjuicio de aclarar que el Gobierno de Azaña lo mantuviera en suspenso casi año y medio porque así le convino para ganar en 1932 algunas elecciones locales parciales y, sobre todo, las primeras elecciones regionales en Cataluña.


¿Hasta qué punto hay una continuidad ideológica con su hijo? ¿Llegaremos a comprender a este último alguna vez más allá del mito y la controversia que aún despierta?

Hay, en efecto, cierta continuidad y, de hecho, José Antonio Primo de Rivera siempre sostuvo que su implicación en política, por la que no sentía una vocación muy marcada, era en defensa de la persona y de la obra de su padre. Aparte, quizás la influencia del general Primo de Rivera en su hijo explica las peculiaridades de Falange Española dentro de los movimientos afines al fascismo. Falange se asimiló no poco de las ideas de la Unión Patriótica (el partido fundado por Miguel Primo de Rivera) y eso explica su componente ideológico menos doctrinario y más ecléctico, así como su relativo confesionalismo, al menos en comparación con las JONS. José Antonio Primo de Rivera es una figura, más allá del mito, muy estudiada y de hecho es más conocido que su padre, que fue históricamente más relevante. De todas formas, con los centenarios, auguro que pronto conoceremos mejor la figura de Miguel Primo de Rivera.


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