Recortes de Prensa Lunes 15 Enero 2024

15 Enero 2024


Moscú derriba tres misiles balísticos ucranianos sobre la región de Kursk mientras Kiev acusa a Rusia de drogar a sus soldados

El gobernador de la región de Kursk, Román Starovoit, precisó por su parte, también en Telegram, que los misiles ucranianos fueron destruidos sobre el distrito de Fadezh, al noroeste de la ciudad de Kursk, a unos 100 kilómetros

Arantxa Palacios. EC. 15 Enero 2024


Los sistemas de defensa antiaérea rusos derribaron anoche tres misiles balísticos ucranianos Tochka-U sobre la región de Kursk, fronteriza con Ucrania, informó el Ministerio de Defensa de Rusia en su canal de Telegram. En un breve comunicado, la cartera indicó que las defensas antiaéreas frustraron "un ataque terrorista contra instalaciones en el territorio de la Federación Rusa".


El gobernador de la región de Kursk, Román Starovoit, precisó por su parte, también en Telegram, que los misiles ucranianos fueron destruidos sobre el distrito de Fadezh, al noroeste de la ciudad de Kursk, la capital regional, uno 100 kilómetros al este de la frontera ucraniana. Ni Defensa ni Starovoit informaron de víctimas o daños materiales a consecuencia de la caída de los fragmentos de los misiles.


Por otro lado, Rusia está suministrando narcóticos a sus soldados para que lancen ataques prácticamente suicidas en el frente, según informó hoy el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas en su parte diario sobre la guerra. “Según la información de que disponemos, el personal del 108 Regimiento de Asalto Aerotransportado recibe sistemáticamente 7 sustancias narcóticas y psicotrópicas”, se lee en el parte.


Estas drogas, añade el Estado Mayor ucraniano, provocan euforia y anulan la sensación de dolor. Por otra parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se felicitó en su discurso a la nación de anoche por la participación en la reunión sobre la llamada Fórmula de Paz ucraniana celebrada en la víspera del Foro Económico Mundial que arranca hoy en Davos (Suiza) de los asesores de jefes de Estado y de Gobierno de más de 80 países.


Las claves del momento

Las autoridades ucranianas acusan a Rusia de drogar a sus soldados "para que lancen ataques suicidas"

Zelenski se felicita por la participación de 80 países en reunión sobre su Fórmula de Paz

Reino Unido estima que la guerra en Ucrania está poniendo contra las cuerdas al sistema sanitario de Rusia

Denuncian la muerte del periodista chileno-estadounidense Gonzalo Lira en Ucrania


Hace 35 minutos 08:38

La ministra de Exteriores de Corea del Norte comienza una visita de dos días a Rusia

La ministra de Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, comienza este lunes una visita de dos días a Moscú tras la realizada el pasado mes de octubre a Pyongyang por su homólogo ruso, Sergei Lavrov. La visita de Lavrov fue programada para celebrar el 75º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y la RPDC. El ministro ruso fue recibido por el líder norcoreano, Kim Jong-Un.


La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, ha defendido la visita de la diplomática norcoreana a pesar de las sanciones sobre el país por sus ensayos con misiles. "En primer lugar, vamos a hablar de negociaciones. En segundo lugar, por supuesto, habrá especulaciones. Los occidentales siempre cuentan la historia de que Rusia de alguna manera se está comportando de manera diferente, que no tiene derecho a comunicarse con Corea del Norte", ha explicado Zajarova a la cadena Rusia 1.


Hace 1 horas 08:14

Rusia derriba tres misiles balísticos ucranianos sobre la región de Kursk

Los sistemas de defensa antiaérea rusos derribaron anoche tres misiles balísticos ucranianos Tochka-U sobre la región de Kursk, fronteriza con Ucrania, informó el Ministerio de Defensa de Rusia en su canal de Telegram. En un breve comunicado, la cartera indicó que las defensas antiaéreas frustraron "un ataque terrorista contra instalaciones en el territorio de la Federación Rusa".


El gobernador de la región de Kursk, Román Starovoit, precisó por su parte, también en Telegram, que los misiles ucranianos fueron destruidos sobre el distrito de Fadezh, al noroeste de la ciudad de Kursk, la capital regional, uno 100 kilómetros al este de la frontera ucraniana. Ni Defensa ni Starovoit informaron de víctimas o daños materiales a consecuencia de la caída de los fragmentos de los misiles.


Hace 1 horas 31 minutos 07:43

Zelenski se felicita por la participación de 80 países en reunión sobre su Fórmula de Paz

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se felicitó en su discurso a la nación de anoche por la participación en la reunión sobre la llamada Fórmula de Paz ucraniana celebrada en la víspera del Foro Económico Mundial que arranca hoy en Davos (Suiza) de los asesores de jefes de Estado y de Gobierno de más de 80 países.


“Esta es la cuarta reunión de este tipo y es extremadamente importante que cada una de ellas congregue a más participantes”, declaró el jefe del Estado ucraniano, que destacó la presencia de representantes de países de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía junto a enviados de los aliados de Ucrania en Europa y Norteamérica.


Hace 1 horas 31 minutos 07:43

Las autoridades ucranianas acusan a Rusia de drogar a sus soldados "para que lancen ataques suicidas"

Rusia está suministrando narcóticos a sus soldados para que lancen ataques prácticamente suicidas en el frente, según informó hoy el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas en su parte diario sobre la guerra.


“Según la información de que disponemos, el personal del 108 Regimiento de Asalto Aerotransportado recibe sistemáticamente 7 sustancias narcóticas y psicotrópicas”, se lee en el parte.


Estas drogas, añade el Estado Mayor ucraniano, provocan euforia y anulan la sensación de dolor.


Confabulación de la casta política

AGAPITO MAESTRE. libertad digital. 15 Enero 2024

Ningún español de bien habrá dejado de indignarse al leer la siguiente noticia: el número de asesores políticos en España rebasa al número de diputados y senadores a asesorar. Demencial. Pero aún es más irracional la entera noticia que leo en el periódico Vozpópuli: "España bate el récord histórico en pagar a funcionarios y políticos: 160.000 millones. La factura de las nóminas públicas en 2023 se comió la totalidad de lo recaudado vía IRPF y supone ya uno de cada cuatro euros del gasto total. Siete gobiernos autonómicos gastan ya la mitad de sus presupuestos en pagar nóminas. Congreso y Senado duplican el gasto en las pensiones privadas de los asesores de los partidos". Confieso que tampoco yo, español de males y malísima leche contra los sujetos que privatizan, o mejor, roban los espacios públicos para llenar sus buches y los de sus allegados, he podido reprimir un venablo cervantino: hideputas. Es menester ser muy estulto para no llamarles hijos de una gran pauta. Creo que esto no es un insulto sino una descripción de la gente que está cargándose, matando o, simplemente, eliminando lo poco que queda de España como un bien público.


Ciento de cargos públicos y miles de asesores políticos se reparten los despojos de España como alimañas sedientas de sangre joven. La patria, la nación, el Estado-nación o, como quieran llamar a lo que fue alguna vez una comunidad de destino, es el refugio de esta canalla que pervierte la política nada más salir a la calle. Repito: por los despojos de la nación troceada se mata toda esta chusma, naturalmente, protegida por el Banco Central Europeo y el resto de chiringuitos de la UE. Esto empieza a ser insufrible. Es peor de lo previsto por los mejores hombres de España hace treinta años. Vivimos en un estado troceado sin ton ni son y sin que haya nadie en el horizonte capaz de poner algún remedio a tanto desaguisado. Empezando por un gobierno que, lejos de gobernar, se deja maltratar por una banda de desarrapados que no se representan ni a sí mismos. Si, después, nos fijamos en los mesogobiernos de las Comunidades Autónomas y los grande Municipios, la cosa es más o menos igual, porque son incapaces, ineptos, torpes para echar al ocupante de la Moncloa, siempre escondido en el rollo de no sé que extraña "mayoría social"; pues que nunca en la historia de España un partido, como el PP, había tenido tanto poder, poder real que no es otro que el manejo y la gestión de recursos en municipios y regiones, y a la par sea tan mal aprovechado para expulsar del gobierno de la nación a quien no tiene apenas legalidad y ninguna legitimidad para detentar el poder.


Parece que todos los cargos públicos y sus asesores, es decir, la entera casta política está conchabada para perseguir a los ciudadanos normales y corrientes. Pruebas empíricas sobran para fundamentar esta conspiración contra los ciudadanos. Mil ejemplos hay de este tráfico ilegal entre "políticos profesionales" para arruinar la política, como ámbito de resolución de conflictos y proyectos de vida en común. Abran cualquier periódico decente, cosa cada vez más difícil de encontrar en España, y hallarán al instante ejemplos de este uso ilegítimo, en verdad, patrimonialización y abuso descarado de todos los bienes públicos de los españoles. Baste un ejemplo: Juan Manuel Moreno Bonilla acaba de proponer que a todos los presidentes que ha tenido la Junta de Andalucía cobren una pensión vitalicia de 75.000 euros al año. Sin comentarios.


Así las cosas, o corremos a esta castuza política hasta hacerlos de desaparecer de la faz de la tierra o nos matarán a disgustos, analfabetismo y chulería. ¿Chulos? Sí, sí, chulos, porque viven a costa de explotar España. Y, además, todos coinciden en arrogancia a la hora de despreciar al hombre que se ha tomado en serio la supresión de la casta política. Bajo esa arrogancia fanfarrona se esconde un miedo cerval a que aparezca un Milei en España. En fin.


España, con el gasto público al límite: la necesidad de crear un presupuesto base cero

JOSÉ MARÍA ROTELLAR. libertad digital. 15 Enero 2024

España no puede seguir acumulando gasto, es más, debe reducirlo de manera intensa si no quiere tener un grave problema de equilibrio presupuestario.


España no puede seguir instalada en el nivel de gasto desmedido en el que vive desde hace muchos años. Sánchez ha intensificado el gasto público de manera desorbitada, pero más allá de hablar de gastos superfluos no suele ser la parte del presupuesto en la que se enfocan los políticos. La izquierda aumenta el gasto y sube los impuestos, que hunde la economía.


El liberal-conservadurismo aplica la eficiencia en la gestión y logra ahorros en el gasto, que junto a la eliminación de algunos gastos menores le permite bajar impuestos para incentivar la actividad económica, pero no llega a reducir de verdad el gasto, porque piensa en las elecciones y la sociedad tiene muy interiorizado que los servicios que le ofrecen han de ser lo más variados posibles y muchos no terminan de asimilar que eso sale de los impuestos de todo, porque obra la ilusión fiscal y terminan pensando que lo pagan otros.


Es más, en ocasiones, cuando la actividad económica parece que va bien y los ingresos crecen temporalmente, algunos políticos liberal-conservadores incrementan el gasto y presumen de ello, sin darse cuenta de que se adentran en el camino peligroso del desequilibrio. Es humano que piensen en las elecciones, pero peor reaccionará el ciudadano si, finalmente, todo estalla y hay que aplicar entonces intensos recortes.


Así, el Gobierno de Sánchez ha llevado el gasto a unos niveles insoportables, que están aumentando la deuda de manera exponencial y que van a suponer una losa importante para las generaciones actuales y futuras, habida cuenta de que el incremento ha sido muy cuantioso.


Si mes tras mes vemos cómo la deuda la ha aumentado sin parar -en más de 400.000 millones de euros desde que llegó al Gobierno- podemos comparar la situación con el presupuesto que él heredó en 2018 para comprobar cómo el gasto se ha disparado en los últimos cuatro años.


De esa forma, según el techo de gasto no financiero de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), el gasto pasa de 119.834 millones de euros en 2018 a 199.120 millones en 2023.


Eso supone un aumento de 2023 a 2024 del 0,5% incluyendo fondos europeos y del 9,3% sin incluirlos. Es decir, se está acelerando el gasto estructural sin financiación europea.


Es decir, se ha incrementado en 79.286 millones de euros, que es una auténtica barbaridad, puesto que el PIB nominal, en ese período, y si se cumplen las estimaciones de crecimiento del PIB en términos corrientes para 2024, habrá aumentado en 338.334 millones de euros, con lo que de ese aumento del PIB, el incremento del gasto supondrá un 23,43% del mismo. O lo que es lo mismo: de cada nuevo euro de actividad económica generada en España, 23,43 céntimos se habrán dedicado al gasto público.


Es cierto que en esos 199.120 millones de euros se encuentra gasto financiado en exclusiva con los fondos de recuperación europeos, de forma que el gasto sin ellos se queda en 189.215 millones de euros, pero aun así el aumento de gasto desde 2018 es de 69.381 millones.


Por tanto, aunque los 9.905 millones de euros de fondos europeos que elevan el techo de gasto y que se reciben vía ingresos de la UE no se consoliden en el tiempo y desaparezcan cuando finalice el programa de recuperación -que es mucho suponer, pues vemos que lo financiado con fondos de recuperación pasa de 25.156 millones en 2023 a 9.905 millones en 2024, pero el presupuesto no se reduce en esa diferencia, sino que aumenta sin incluir los fondos en 16.150 millones, un 9,3%-, los otros 69.381 millones de euros de incremento desde 2018 los ha dejado Sánchez como estructurales, que merman las posibilidades de crecimiento de la economía española por el lastre que suponen para ella.


Y ese gasto estructural acelera su crecimiento en 2024, pues de 2023 a 2024 crece más el gasto que no cuenta con financiación europea, con lo que el desequilibrio es todavía mayor, ya que el financiado con fondos europeos es neutro desde el punto de vista del saldo presupuestario.


Todo ello, lo hace con la recuperación de las reglas fiscales, cuya suspensión ha constituido un elemento negativo para la disciplina presupuestaria en el caso de que los gobiernos nacionales, como el del presidente Sánchez, incrementen el gasto sin medida, que está aumentando peligrosamente la deuda y dificultando su sostenibilidad, además de provocar un encarecimiento de su financiación, tanto por la subida de tipos que afecta a las nuevas emisiones -deuda nueva y refinanciaciones- como por el mayor diferencial que habrá que pagar por el mayor riesgo que supone el país al estar más endeudado -y que ya está pagando-, como hemos contado en anteriores artículos.


Eso hace que la deuda aumente sin cesar, como venimos viendo todos los meses, con más de 400.000 millones de euros más de endeudamiento desde que gobierna, que genera graves desequilibrios.


No podemos seguir así. Hay que recortar gasto de manera importante. No es viable que toda necesidad termine convertida en gasto financiado. Hay que reducir el peso del sector público, eliminar mucho gasto clientelar y recortar el gasto de lo que no sea esencial para poder preservar los servicios fundamentales. Por ello, hay que hacer un presupuesto base cero, que se replantee absolutamente todo, para poder valorar bien de qué se puede prescindir y de qué no. España no puede seguir acumulando gasto; es más, debe reducirlo de manera intensa si no quiere tener un grave problema de equilibrio presupuestario en el medio plazo.


SEGÚN EL MODELO DE PROTOCOLO DE DÉFICIT EXCESIVO

El Banco de España informa de que la deuda de las Administraciones públicas ha superado los 1.800 billones de euros

JOSÉ RAMÓN RIERA. gaceta. 15 Enero 2024


El Banco de España es el último bastión que le queda por asaltar al Gobierno de Pedro Sánchez, además del Consejo General del Poder Judicial.


El 10 de enero de 2024 se publicaron los datos de deuda de todas las Administraciones del Estado (central, autonómica y local), bajo el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE) que exige la Comisión Europea.


El PDE es un procedimiento establecido por el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea para garantizar que los países miembros no tengan déficits presupuestarios excesivos y se aplica a todos los países miembros de la UE, incluidos los que no están sujetos a la zona euro.


Por lo tanto, la deuda PDE es un indicador armonizado que emplean las autoridades europeas en el seguimiento de las finanzas públicas.


A los países se les mide por la consolidación de las deudas, que no es otra cosa que quitar las deudas que tienen las Administraciones entre ellas y que, al dividirlo sobre el PIB nominal, da un porcentaje, que en teoría no debe de superar el 60%, y que en el caso de España está a cierre del tercer trimestre en 109,8%.


¿Cómo ha evolucionado la deuda de cada una de las Administraciones en los tres primeros trimestres de 2023, comparados con los tres primeros trimestres de 2022?


A cierre de septiembre de 2022 la Deuda PDE de las cuatro diferentes Administraciones del Estado, separando a la Seguridad Social por la importancia que tiene, daban los siguientes resultados:


La Deuda PDE, en T3 de 2022, sin consolidar estaba ya en 1,796 billones, donde la Administración Central tenía el 75,7%, las Comunidades Autónomas el 17,5%, las Corporaciones Locales (Diputaciones, Cabildos y Ayuntamientos) sólo tenían el 1,3% y la Seguridad Social, que tenía el 5,5%.


Un año después, las cosas han sufrido cambios importantes. La deuda total sin consolidar ha subido a 1,884 billones de euros, lo que supone un incremento del 4,9% del total de la Deuda y sumar 87.677 millones más de euros.


La Administración Central se ha llevado 75.283 millones, que ha sido el 85,9% del endeudamiento total y lo que debería haber controlado la ministra Montero ha pasado ya a suponer el 76,2%, sólo en un año su peso ha subido 0,5 puntos.


Las comunidades también han subido su endeudamiento, pero mucho menos que la Administración Central, que ha dado un pésimo ejemplo. El incremento de la deuda sobre la total ha sido un 5,7% y eso le permite bajar a representar el 17,0%, endeudándose en 4.976 millones de euros y bajando lo mismo que sube el negociado de Montero.


Las Corporaciones Locales sólo se han endeudado, entre todas, en 438 millones de euros y sólo representan el 0,5% del total del incremento de la deuda y al cierre de los nueve primeros meses significan el 1,2% del problema de la deuda española.

En cambio, la Seguridad Social, que a cierre de septiembre de 2023 ha necesitado 35.000 millones de traspasos de la Administración Central, que habría que quitar de la Administración Central y pasarlos aquí, pero entonces Bruselas exigiría una reforma integral de las pensiones, que este gobierno no quiere acometer.


Por lo tanto, la situación hace que sólo se haya endeudado en 6.980 millones, lo que supone el 8% del total de la deuda nueva y que la Seguridad Social pase a representar el 5,6% de la deuda.


En resumen, de los 87.677 millones nuevos de deuda, el 93,8% lo ha generado La Moncloa, mientras que el 6,2% entre las Comunidades y las Corporaciones Locales.


De partidos racionales a basuras preteológicas

PEDRO DE TENA. libertad digital. 15 Enero 2024

¿Qué les pasa a unos partidos políticos de orígenes supuestamente empapados de los derechos del hombre y del ciudadano, horneados oficialmente por la filosofía alemana y cocidos en las berzas de la economía clásica reinterpretada por el rabínico Marx –oh, el reino; oh, el mesías; oh, el nuevo hombre-Yahvé– cuando la razón en la que han tratado de cimentar su edificio ideológico pasa a ser una pantomima o una burla macabra por lo ridícula y vulgar? Sí, sí, me refiero especialmente a los socialistas y a los comunistas pero también lo percibo en las organizaciones que se dicen liberales y/o conservadoras.


Uno se espera que entre la carne de cañón de estos partidos, esas personas que aceptan tales ideas por su educación religiosa cristiana (ah, los pobres) y su transposición a una Causa Superior (el social-comunismo no es otra cosa que cristianismo laico, diría Nietzsche), la razón apenas tenga presencia y trascendencia. Son los que algunos llamaban en la clandestinidad los "bultitos", una multitud que necesita ser dirigida, mandada y espoleada por unas cuantas ideas cuanto más simples y absurdas mejor.


El arte de la política en todos los partidos, incluso los seudo liberales contaminados por el tiránico proceder organizativo del leninismo –no hay muchas diferencia entre los modos de dirigir del PSOE, de Podemos, del PP y de Vox, pongamos por caso, respecto a afiliados y simpatizantes—, nunca ha consistido en escuchar, en tener en cuenta las visiones y emociones de la base ni en respetar la dignidad de cada uno de sus componentes.


Aunque es precisamente tal dignidad, no el saber ni el origen, de personas ciudadanas de una nación lo que justifica la democracia, en realidad este régimen inicialmente gestado para uso de libertades, derechos y deberes ha devenido en multitud de bultitos, sujetos desposeídos de todo poder de decisión maquiavélicamente conducidos por instrucciones, consignas, argumentarios y tácticas de la superioridad. Únicamente importa el número final de sus votos en unas elecciones tras las cuales tales votos dejan de tener relevancia alguna y se hunden en el anonimato y el desprecio. El retroceso de la democracia tiene sentido en esta usurpación.


Si hablo de esto es porque cuando se retoza durante algunos ratos en ese laberinto de verdades y mentiras en que están siendo convertidas las redes sociales, se encuentra uno con perlas deslumbrantes. A la salida de un mitin del PSOE en una ciudad española, un intrépido reportero de los que dicen ir por libre pregunta a una pareja de socialistas qué les parece la amnistía para los golpistas catalanes. Respondieron al unísono: "Muy bien, muy bien". Cuando el periodista les recuerda que hace sólo unos días se decía que no era constitucional, la mujer se anticipa a su pareja y suelta: "Sí, pero eso era antes". Ahora, ya no.


En otro evento, se preguntaba a otros afiliados socialistas por eso de beneficiar, acercar, dejar salir e incluso, ya veremos, amnistiar a asesinos de ETA. En este caso, otra señora de la base socialista decía que eso es lo que había que hacer porque, ¿qué hacen en las cárceles? Hala, fuera, que no cuesten nada al Estado y que trabajen. Tras respuestas como esa se ve el magisterio degradante del helador de sangre española que es Pachi López, banalizando todo lo que pudo el mal causado a centenares de miles de familias en el País Vasco, Cataluña y el resto de España.


Entonces es cuando puede comprenderse que si los viejos partidos de la izquierda, y la derecha amoldable (muchos "bultitos" asimismo de ella tienen más emociones y obediencias que razones), ya tienen sus bases en este punto es porque la verdad ha dejado de importar, la realidad ha dejado de interesar y la racionalidad ha dejado de iluminar. Ya no estamos en presencia de la razón, sino de una suerte de teología barata elaborada con disciplina e insistencia para que sus "masas" (en realidad no hay masas sino personas individuales) no justifiquen sus votos sino que se metamorfoseen en devotos.


La primera de las consecuencias de esta farsa democrática, que ya se vivió con una crueldad feroz en la España de la II República y la Guerra Civil, es que quien cree en otro catecismo es un enemigo al que, al no haber argumentos racionales o pruebas empíricas que oponerle, se le concede el honor del odio eterno, sea lo que sea, ocurra lo que ocurra, pase lo que pase y digan los hechos lo que digan.


La segunda es que la estupidez, entendida como arte de hacer daño a todos incluso a uno mismo se extiende por las minorías manipuladoras que, al haber apagado toda inteligencia, todo respeto por lo real y por lo racional a su alrededor, sólo pueden comprar las voluntades necesarias no mediante raciocinios sino mediante paguitas que no aseguran fidelidad alguna. ¿A qué va a ser fiel el que está educado en ser comprado antes que en ser convencido?


Mi conclusión provisional es que los partidos están degenerando en iglesias, mejor en parroquias, castas, capillas, tribus, donde la instrucción y la educación están ausentes por innecesarias y la capacidad crítica de contrastar lo que se piensa con lo que ocurre, es sencillamente despreciable o perseguible. No encuentro otra explicación a esta aborregada negación de los hechos que se observa en la izquierda, aunque no sólo en ella. Cuando gente como Pedro Sánchez o Yolanda Diaz mandan en un gobierno es que la autodestrucción de España, incluidos todos en ella, galopa atizada por tiranos, bandidos y golpistas y animada por millones de gentes buenas que ya no saben ni donde queda el Norte ni tienen quién se lo señale.


Sánchez y el timo de las balanzas fiscales para comprar a Puigdemont

EDITORIAL. libertad digital. 15 Enero 2024

Pocas argucias hay tan perversas en política como la utilización del cálculo de las aportaciones al erario común por territorios para justificar la creación de nuevos privilegios a favor exclusivo de una región determinada. A estos efectos las balanzas fiscales, lejos de ser un instrumento apropiado para analizar la eficacia de la distribución del gasto público, son un invento político sin base científica que los partidos nacionalistas tratan de imponer para aumentar el expolio al que tienen sometido al resto de los españoles. No cabe extrañarse de que Puigdemont exija a Sánchez la publicación de esa supuesta balanza autonómica, con la que pretende obtener los más de 20.000 millones de euros en que el separatismo ha valorado el déficit de Cataluña con el resto de España.


Las balanzas fiscales autonómicas son pura metafísica por varias razones. En primer lugar, porque no existe un criterio único para su cálculo, como reconoce explícitamente el ministerio de Hacienda cuando advierte de que existen "dificultades metodológicas que no se pueden subsanar", lo que da lugar a una "disparidad de resultados por diversidad de criterios". El resultado de este tipo de estudios, carentes absolutamente de rigor metodológico, no puede, por tanto, servir de base para cambiar el modelo de financiación o justificar mayores inversiones del Estado en unos u otros territorios.


Por otra parte, con el actual sistema fiscal de carácter progresivo resulta evidente que las regiones con más renta per cápita (y, en consecuencia, más densamente pobladas) van a ser contribuyentes netas con gran diferencia. Y no porque haya una confabulación del resto de autonomías para fagocitar el esfuerzo de las regiones cedentes, como sostiene ridículamente el separatismo catalán, sino porque el nivel de renta de los contribuyentes de las regiones más prósperas hace inevitablemente que el conjunto de sus ciudadanos aporte más al erario común que los de otras zonas con un PIB menor.


Pero si el partido de Puigdemont está tan preocupado por el equilibrio fiscal entre territorios, podría instar a la Generalidad de Cataluña a publicar la balanza fiscal de su propia región. En tal caso veríamos hasta qué niveles de oprobio llega el expolio de las regiones rurales catalanas, de mayoría nacionalista, respecto a la provincia de Barcelona, la más rica y, no por casualidad, la menos contaminada por el separatismo.


Pero ese supuesto maltrato fiscal no interesa a los separatistas, porque su mezquindad victimista quedaría retratada. Los independentistas quieren que el resto de España siga financiando la corrupción sistémica de la casta nacionalista y sus delirios golpistas, por eso han exigido a Sánchez la elaboración de unas balanzas fiscales que, como todo lo que fabrica el sanchismo, será un enorme tocomocho para seguir comprando con el dinero de todos los contribuyentes los votos del separatismo.


La tesis del crecimiento cero

Jesús Banegas. vozpopuli. 15 Enero 2024

Dentro de la pobreza de argumentos políticos de la izquierda española, cada vez más sumergida y confundida con todo tipo de inventos identitarios extravagantes (todos ellos declarados enemigos de las más grandes conquistas sociales de la historia humana, cuales son la igualdad ante la ley y la libertad personal y de mercado) es notorio que, cuando tratan de economía nunca pierden el tiempo para mencionar la creación de riqueza. Sólo y exclusivamente se centran en su distribución.


Tras los evidentes desastres económicos del comunismo y el formidable triunfo histórico del capitalismo, el pensamiento progresista trata de ponerle pegas a la economía de mercado con la monserga de la desigualdad, epítome de los males del sistema. Hay que reconocer que tienen razón: frente a la miserable igualdad comunista, el capitalismo genera riqueza por doquier, eso sí, desigualmente repartida como es natural. ¿Cómo se explica que la igualdad económica se haya puesto de moda coincidiendo con la mayor igualdad de oportunidades de la historia que ha conducido al zénit de la renta per cápita y de las condiciones de vida en todo el mundo que han beneficiado muy especialmente a los más pobres?


Para el reputado sociólogo Helmut Schoeck en su ensayo La envidia y la sociedad, el envidioso “siente desplacer por los valores morales o materiales de otro, y en general, tiene más interés en destruirlos que en conseguirlos para sí”. Y añade que “el culpable de la envidia es el envidiado”. También señala que: “Al echar las anclas en el ámbito prerracional de la estructura básica del hombre, el socialismo consigue inmunizarse frente a toda refutación lógica o empírica, partiendo de la idea de que todo hombre es perjudicado por otro que no tenga la misma suerte”.


El hecho de que el culpable de la envidia sea el envidiado es la base del pensamiento suma cero que inspira a los críticos de la desigualdad, ya que dan por sentado que en la sociedad capitalista lo que gana uno lo pierde otro, lo cual es ridículamente falso. La economía de mercado es un sistema de suma positiva en el que quien aporta más valor económico a sus semejantes gana más que el que aporta menos y la suma siempre es positiva: todos ganan, eso sí, unos más que otros según el valor de mercado de sus respectivas contribuciones a la economía. Obsérvese que el valor de mercado es una institución abiertamente democrática, ya que no es otra cosa que la agregación de las libres decisiones de los consumidores, incluso si son socialistas. Mientras que Amancio Ortega hace cosas libre y universalmente apreciadas, sus críticos no hacen nada que valoren ni interese a sus semejantes; tratan -y consiguen- vivir de las subvenciones públicas que se sufragan por los que pagan impuestos mientras crean valor en la economía.


Por supuesto que el libre mercado compite con “élites extractivas” que lo desvirtúan y que simplemente deberían dejar de estar protegidas por las políticas socialistas –de todos los partidos– y desaparecer sin más.


Antes de que el pensamiento suma cero volviera a estar de moda, el otrora popular y progresista Club de Roma lanzó en 1972 su famosa -por el colosal fracaso cosechado de sus previsiones– tesis del crecimiento cero. Para aquellos grotescos apocalípticos, los recursos naturales estaban llegando a su fin y las posibilidades de crecimiento de la economía eran cero; por tanto solo cabía repartir la riqueza, lo que tanto gusta a los socialistas. Desde entonces, además de equivocarse por completo en sus profecías sobre los recursos naturales, el mundo ha experimentado el mayor crecimiento de población, riqueza y renta per cápita de toda su historia.


La desigualdad vuelve a estar de moda, hasta el punto de preocupar no sólo a los progresistas de toda la vida sino a otras gentes que parecían más liberales y que ahora hablan de ella como un mantra cuyo significado, eso sí, nadie desvela no sea el caso de que pudiera cuestionarse. Si Wittgenstein levantara la cabeza podría volver a decir: “Lo que se deja expresar debe ser dicho de forma clara; sobre lo que no se puede hablar, es mejor callar”.


¿De qué desigualdad económica hablan los progresistas: oportunidades, riqueza, renta, consumo,…? Mientras no revelen claramente de qué hablan –cosa que muy raramente hacen– estaremos discutiendo de metafísica, una noble disciplina filosófica cuyas formulaciones al carecer de la posibilidad de contrastarlas empíricamente no son ni ciertas ni falsas, habitan el limbo del conocimiento filosófico. La metafísica puede servir para generar confusión política, pero poco puede aclarar ni explicar sobre el progreso material de la humanidad.


El singular acontecimiento –para el progreso del conocimiento humano– del descubrimiento de la filosofía de la ciencia por parte de Kant, que se diferencia de la metafísica por ser empíricamente contrastable, abrió al pensamiento moderno una senda epistemológica basada –siguiendo a Popper– en enunciados hipotéticos susceptibles de contraste, y sobre todo, falsación empírica.


Los excesos de la desigualdad

Los alegatos contra la desigualdad de los progresistas Piketty y Stiglitz, parciales y sesgados, basados en el mundo rico y contrarios a la globalización, han encontrado en su camino una miríada de críticas académicas como consecuencia de su carácter empírico –que les honra- que los han desmontado abrumadoramente.


Sobre la desigualdad que con tanto éxito mediático agitan los progresistas, he aquí un limitado catálogo de preguntas que debieran responder los que tan preocupados andan con ella:


¿Es deseable o despreciable la desigualdad?, al fin y al cabo lo más natural del mundo biológico y aún más del humano.


Puesto que lo natural es la desigualdad –no hay dos seres vivos ni humanos iguales- ¿quién decide los excesos de desigualdad y su cura?: ¿El estado democrático? ¿Qué democracia: la liberal o la totalitaria?


¿De qué desigualdad hablamos? En términos absolutos la igualdad –en la miseria, la única posible– ha sido vasta y exitosamente experimentada por el comunismo allá donde ha reinado; con la obvia salvedad de sus élites.


¿Qué China es mejor, la igualmente miserable de tiempos de Mao o la desigualmente rica de ahora? Si los chinos pudiesen opinar, no tendrían dudas al respecto.


Siendo la igualdad de oportunidades -es decir, ante la ley– un bien social incuestionable incluso para los progresistas: ¿Ha existido alguna vez en el mundo mayor igualdad que ahora, gracias a la caída de los comunismos, la vigencia del Estado liberal de derecho, la consecuente libertad de mercado y la globalización de la economía?


En las últimas décadas diversos ensayos, comenzando por el seminal de Mancur Olson –La lógica de la acción colectiva– y luego seguidos por Daron Acemoglu, Surest Naidu, Pascual Restrepo, James Robinson e incluso el Nobel Edmund Phepls, han puesto de relieve el “capitalismo de amiguetes”; aquellos espabilados –“minorías extractivas”– que bien organizados en defensa de sus muy minoritarios intereses se benefician a costa de los demás utilizando a su favor la democracia. ¿Han propuesto los populistas algún remedio a tamaña injusticia distributiva? En realidad la propician con sus regulaciones limitadoras del libre mercado.


La desigualdad de la renta –la esgrimida por Stiliz y Piketty– se asocia fundamentalmente al mundo rico y es el lógico resultado de los cambios operados en la economía como consecuencia de la digitalización y la globalización económica. Más impuestos y menos libertad comercial ¿van a cambiar para mejor el destino del mundo?


La desigualdad planteada por los progresistas es una simple enmienda a la totalidad del sistema reinante e institucionalmente triunfante en el mundo: el Estado Liberal y Democrático de Derecho junto con el libre mercado capitalista. Habiendo fracasado sus pasados experimentos colectivistas y carentes de alternativa paradigmática alguna, su única finalidad es horadar, cuestionar y destruir nuestro orden civilizador. Y siendo la base de partida el pensamiento colectivista de suma cero en economía, resulta que al final todo lo que consiguen es una suma negativa: la economía española en manos del socialismo del siglo XXI, decrece y se reparte mal.


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Los amigos de mis amigas son mis amigos

ROSA CUERVAS-MONS. gaceta. 15 Enero 2024


Sobre el papel —que lo aguanta todo— los miles de filoetarras que salieron a las calles de Bilbao este sábado querían «cerrar el ciclo de las violencias», y buscar una «pacificación real» alejada del escenario de «vencedores y vencidos». O eso decía el comunicado de las asociaciones convocantes que pedían además, y para no dejarse nada en el tintero, «poner fin a la cruel política de alejamiento» de presos de la malísima justicia española.


El vídeo con el que mi querido Cake Minuesa mostraba el talante real de los manifestantes («¡Te van a cortar el cuello, rata! ¡Fuera, perro!») y la crónica en El Mundo de la periodista Ángeles Escrivá, desenmascaran con eficacia la mentira de los proetarras de Bilbao: «Sólo los nueve primeros nombres de esta lista, elaborada por orden alfabético, aglutinan la autoría de 66 asesinatos». Está también entre ellos «quien ordenó el secuestro de José Antonio Ortega Lara, bajo tierra durante 532 días». Y para todos lo que en realidad piden los manifestantes de Bilbao es «abrir las puertas de las cárceles». A casa con los pistoleros.


Escoria. Los asesinos; los etarras, y quienes los acompañan y apoyan. Y a eso vamos.


En las calles de Bilbao, los sindicatos etarras y Bildu. Junto a ellos, la portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso y el histórico Joan Tardà. También el vicepresidente de Junts, y representantes de los separatistas gallegos; los peneuvistas y, cómo no, Podemos. En las calles de Bilbao, dibujado entre semáforo y semáforo, el mapa de apoyos parlamentarios de Pedro Sánchez. Todos juntos. Los que le han hecho presidente; los que le aprueban los decretos; los que le chantajean cada semana con cínica sonrisa; los que consiguen, en espeluznante mercado persa, el plácet semanal de un Sánchez rendido por completo a su gravísimo síndrome de la Moncloa.


Y es en este punto de la historia, al leer la crónica de lo ocurrido el sábado, cuando se cae un poco más en la cuenta de lo que la rutina amenaza con hacernos olvidar: que sí; que el presidente del Gobierno de España lo es gracias a la basura política de etarras, filoetarras, separatistas y odiadores varios de nuestra nación. Y llega entonces —vaya canciones las que hicieron crecer a mi generación— el pegadizo estribillo de Objetivo Birmania: «Y es lo que yo te digo, los amigos de mis amigas son mis amigos». Porque tenemos a esta panda —o a esta banda— negociando a diario con Pedro Sánchez. El mismo Pedro Sánchez que se sienta con el Partido Popular para —y vamos de menor a mayor importancia— pactar las comisiones de Congreso y Senado; regalar presidencias a los separatistas de Junts —sí, a los que marchaban el sábado con los etarras—; acordar reformas constitucionales redactadas y firmadas por Miguel Tellado y Patxi López y —próximamente en sus pantallas— renovar el Poder Judicial.


Es el Partido Popular que toma cafés con Junts y vota no a la enmienda de VOX contra la ley de amnistía. El que se reúne con Sánchez en el Congreso y se conjura en Toledo para, cuentas las crónicas de Génova, fijar como gran objetivo político del año destruir a VOX. Es el Partido Popular de un Feijoo decidido a nadar y guardar la ropa; a salir a las calles contra el PSOE los domingos y con el PSOE sellar acuerdos los lunes. Es una falsa oposición que, disfrazada de rival contundente, se convierte en el mejor aliado de Sánchez y sus pactos. «Uh, vaya lío. Los amigos de mis amigas son mis amigos».


SOS Europa

ROSA DÍEZ. okdiario. 15 Enero 2024


Un grupo de asociaciones cívicas que convocamos los actos de Cibeles (21E y 18N), presentamos el día 8 de noviembre de 2023 ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo una denuncia contra Pedro Sánchez por su decisión de romper la equidad entre españoles aprobando una ley de amnistía para dotar de impunidad a sus delincuentes socios de Gobierno. Y sabíamos entonces que el riesgo para nuestras libertades no concluía con los hechos denunciados y perpetrados por Sánchez hasta esa fecha, pues, mientras ese hombre siguiera en el Gobierno, los españoles estaremos expuestos a los actos de un gobernante sin valores ni límites para colmar sus ansias de poder absoluto.


El tiempo nos ha permitido confirmar lo peor de nuestras expectativas; y cuando nos aprestamos a comparecer ante la Comisión el próximo día 23 de enero, son varios los nuevos ataques a las libertades y a la democracia que han perpetrado Pedro Sánchez y el PSOE en estos meses y que merecen ser denunciados como complemento a la denuncia ya registrada.


Es imposible ser exhaustivos en el detalle de tropelías que han cometido Sánchez y su rebaño del PSOE desde la referida fecha de noviembre, y las que se podrán añadir de aquí al 23 de enero, pues no existe contención alguna a las ansias de poder de Pedro Sánchez y es más que seguro que, mientras escribo estas líneas, en Moncloa estarán pergeñando algún nuevo plan para demoler el sistema democrático y romper los débiles vínculos de ciudadanía que aún se mantienen incólumes. Pero, a modo de ejemplo de la degradación, he de citar siquiera un par de ellas.


En primer lugar, la entrega del Ayuntamiento de Pamplona a los representantes de ETA, orgullosos sicarios de la banda que siguen rindiendo homenaje no sólo a su memoria sino a sus concretos criminales. Fue el día de los inocentes cuando los victimarios volvieron a humillar a las víctimas, eso sí, ahora en coalición de intereses con el PSOE, convertido en cómplice y fiel servidor de los objetivos más macabros de la banda ETA. Quienes instauraron víctimas para lograr el poder desde el que borrar el pluralismo político han encontrado en el PSOE -otrora partido que servía a ETA las víctimas- el mejor de los aliados para llevar a cabo su limpieza étnica, ahora desde las instituciones. Aunque no sé si es más desoladora la traición a lo mejor de la memoria del PSOE perpetrada por Pedro Sánchez o el silencio aborregado con el que sus aún afiliados han aplaudido la traición… Miserables todos ellos, en todo caso.


En segundo lugar, y para añadir más indignidad a la que adorna al socialismo español y a su secretario general, él y el rebaño de su propiedad marcado con el logo PSOE protagonizaron el humillante esperpento del primer pleno del año. Y allí, aparentemente arrastrado ante los representantes del prófugo de la Justicia que esperan ser indultados e incluso compensados económicamente por sus delitos, Sánchez volvió a demostrar su insaciable ambición de poder y sumó enteros de humillación a los españoles de bien, esa inmensa mayoría de ciudadanos que se preguntan cada día si se puede caer más bajo. El desarrollo de los acontecimientos –aparente chantaje por entregas– pudo transmitir la impresión de que los golpistas –los prófugos y los indultados– le torcían el brazo a Sánchez. Nada más lejos de la realidad; Sánchez comparte estrategia con los enemigos de España, aunque a veces difiera de los tiempos y de la táctica. La demolición del sistema democrático, la impunidad ante la ley, la liquidación de la separación de poderes, la destrucción de la Jefatura del Estado, el blanqueamiento de los enemigos de la democracia…, todos esos objetivos son comunes entre Sánchez y todos sus socios. Pedro Sánchez lo explicó meridianamente claro cuando dio cuenta públicamente de su decisión de tramitar con urgencia una ley para amnistiar a los delincuentes que habrían de darles su voto: la cuestión no estaba en sus planes «ahora», pero antes o después «lo habríamos hecho». Misma estrategia, distinta táctica que no tiene problema en variar para «hacer de la necesidad virtud».


Sánchez no modifica su estrategia, simplemente adapta su táctica a las necesidades del momento. Así es como ha entregado ahora el Ayuntamiento de Pamplona, porque ahora se lo han requerido, aunque siempre estuvo en sus planes desde que cerró la alianzas con Otegi para expulsar del Ayuntamiento la expresión del pluralismo político que garantiza la democracia. Después, cuando Otegi lo demande, llegará el País Vasco. La estrategia es común; la táctica se va a adaptando al servicio de los intereses de los miembros del contubernio.


Respondiendo a esa lógica es como Sánchez y su rebaño han entregado la política de inmigración a la expresión de la xenofobia más extrema que existe en España, enraizada en el partido del prófugo de la Justicia al que le debe la Presidencia del Gobierno de España. Ese acto no contraviene las convicciones de Pedro Sánchez –no tiene ninguna–, aunque se adelante un poco en el tiempo previsto, pues le hubiera gustado mantener algún cartucho más vivo para futuros pagos. Pero no debiera sorprender a nadie el hecho de que Pedro Sánchez y el PSOE les hayan dado a los xenófobos catalanes los instrumentos para establecer fronteras dentro de España; esa cesión es totalmente coherente con la trayectoria de quien ha cerrado acuerdos de gobierno con los vascos que mataban ciudadanos por ser españoles y no renunciar a serlo. No veamos el hecho como una imposición de los xenófobos catalanes a los socialistas españoles, sino como la confirmación de que el rebaño PSOE ha asumido el discurso de quienes desde Cataluña y desde Euskadi dieron un golpe o asesinaron para imponer su discurso totalitario y racista en toda España.


Pues así, con el zurrón cargado de atropellos a las libertades y de humillaciones a los millones de españoles que no estamos dispuestos a renunciar a nuestra ciudadanía, es como llegaremos a Bruselas dentro de unos días. Compareceremos ante la Comisión del Parlamento y hablaremos con diputados, periodistas, miembros de la Comisión Europea… Y a todos ellos les transmitiremos un mismo mensaje: lo que nos está haciendo Pedro Sánchez a los españoles es una afrenta, un ataque insoportable a nuestras libertades concretas. Pero es a la vez un problema para todos los europeos. Porque cuando la democracia se pone en riesgo en un Estado miembro, se pone en riesgo en toda la Unión. Por eso no vamos a Bruselas a pedir solidaridad, sino a exigir acción común. De todos nosotros, españoles y europeos, depende que lo consigamos antes de que el precio a pagar sea aún mayor.


Además de meretriz, poner la cama: ¡ay, Sánchez!

Ignacio Ruiz-Jarabo. vozpopuli. 15 Enero 2024

El discurrir de los acontecimientos políticos en España nos está ofreciendo la lastimosa sumisión del presidente del Gobierno ante la jauría de socios que el propio Sánchez se ha buscado, siendo en especial lacerante su humillada conducta ante Puigdemont y sus huestes. Como suele ocurrir, un refrán popular refleja certeramente lo que sucede, y le sirve de título a esta pieza viene a describir la posición que ha asumido Sánchez. No solo se deja profanar por el prófugo, es que además paga él la cama en la que es profanado. Lo malo es que no lo paga con recursos propios sino cargándonos los costes a todos los españoles.


Un coste especialmente lacerante de entre los que Sánchez nos está repercutiendo es la sucesiva alteración de nuestra arquitectura jurídica para redefinirla según el interés y la conveniencia de Junqueras y Puigdemont. Además del proyecto de alterar nuestro ordenamiento constitucional -la futura amnistía- con la cooperación necesaria de Conde Pumpido y otros cómplices, han conseguido ya alterar el penal -supresión del delito de sedición y rebaja del castigo a la malversación-, el tributario -en varias cuestiones- y el pasado miércoles han forzado a Sánchez para que sean también alterados el ordenamiento mercantil -regulación de la domiciliación de empresas-, y el social -competencias sobre migración-. En fin, que a poco que avance la legislatura nuestro ordenamiento jurídico global va a acabar siendo el que quieran los dos líderes independentistas.


Como mera ilustración de la gravedad de lo que está sucediendo, vamos a detenernos en las sombras que hoy amenazan al ordenamiento tributario español. Sin haberse descartado por el Gobierno de modo explícito la exigencia de Junts para introducir elementos que restrinjan la libertad de domiciliación de una empresa, aparece ya como confirmado que el Gobierno va a cumplir el mandato de Puigdemont para condicionar su ejercicio. Se haga del modo en el que se acabe haciendo constituirá una agresión al principio de libre empresa, pilar fundamental del mercado único adaptado por la Unión Europea, institución de la que somos parte. Está también escrita y suscrita la obligación asumida por Sánchez de aumentar la autonomía financiera de la Generalitat, mandato que amenaza peligrosamente con futuras concesiones de privilegios a una sola Comunidad Autónoma.


Además, la voluntaria ambigüedad con la que está formulada la obligación asumida -aumentar la autonomía- permite dar cobertura a cualquier paso conducente al horizonte que ya ha sido definido -escrito y suscrito- por el independentismo catalán y que no ha sido rechazado por Sánchez: que la Generalitat gestione y recaude todos los impuestos que se pagan en Cataluña. En definitiva, lo pactado entre el Gobierno y los secesionistas permite ir quebrando paulatinamente el orden fiscal instaurado en la Constitución hasta reconvertirlo en el horizonte ya definido -escrito y suscrito- por el independentismo. La reconversión será una operación de tracto sucesivo que irá materializándose conforme Sánchez vaya necesitando en el Congreso los votos de los secesionistas, tal y como hemos podido comprobar el miércoles pasado. Pero el final parece ya escrito y no será otro que el deseado -escrito y suscrito- por Puigdemont y Junqueras. Veremos a Cataluña con un modelo fiscal especial más próximo al dispuesto por Navarra y las provincias vascongadas que al establecido constitucionalmente para las Comunidades de régimen común.


Otro sí digo, veremos a la Generalitat Imbuida del poder que da el control tributario sobre los contribuyentes de Cataluña. Y dada la escorada acción de Gobierno desarrollada por los independentistas ¿duda alguien que el reseñado poder será utilizado como un instrumento más para el apartheid aplicado a los que no comulgan con el objetivo de la independencia?


La imagen del secuestrado feliz

Con el escenario político y parlamentario que hemos reseñado en el que obligadamente se mueve el Gobierno y pese al final al que conduce, llama poderosamente la atención el alborozo con el que Sánchez y sus muñecos -M.J. Montero, Bolaños y Pilar, la Alegría del grupo- celebraban el resultado de la votación parlamentaria del miércoles. Escenificaban fidedignamente el papel del secuestrado que, afectado por el síndrome de Estocolmo, celebra y agradece de modo sumiso que sus secuestradores le sigan manteniendo con vida. La realidad es que no había actuación alguna y lo que sucede es que sí, que además de tener que prostituirse Sánchez asume feliz y alborozado su sumisa relación con el independentismo catalán. París bien vale una misa, dijo un Rey francés, Moncloa bien vale mi desfloración parece decir Sánchez, aunque los españoles debamos pagar la cama utilizada para llevar a cabo el acto.


La risa infame de Pedro Sánchez y el pavo de Bertrand Rusell

Francisco Rosell. vozpopuli. 15 Enero 2024

Después del pírrico éxito parlamentario de este Miércoles de la Infamia en el que volvió a dejarse humillar por el prófugo Puigdemont “cediendo, cediendo, cediendo” para que se ausentaran los siete diputados de Junts y salieran adelante sus decretos-leyes ómnibus, el presidente Sánchez no guardó la sabia prudencia del rey de Epiro. Cuando el monarca evaluó el alto coste de derrotar a los romanos en la batalla de Ásculo, Pirro coligió: “Otra victoria como ésta y estamos perdidos”. Por contra, tras la esperpéntica sesión del Congreso oficiada en el Senado, retornó a hacer de la necesidad virtud y, tirando otra vez de refranero, Sánchez presumió de que “bien está lo que bien acaba”. Entre tanto, su negociador en jefe, el triministro Bolaños, se jaleaba cuál colegial en patio de recreo: “¡Hemos ganado…!”. Le faltó añadir “pero no sabemos quiénes”, evocando la ocurrencia de Pío Cabanillas Gallas, ministro con Franco y con la Transición.


Tras la ceñida validación de los macrodecretos-leyes facultativos de otra remesa de fondos europeos a cambio de entregar al separatismo parcelas de la soberanía nacional, Sánchez llevó el disimulo al extremo de exhibir ese rictus pantojíl -“dientes, dientes, dientes”- que ya adopta como suyo y que hace preguntarse de qué se ríe quien perpetra un crimen de lesa constitucionalidad contra los españoles como rehenes de sus desatinos. Aunque la procesión vaya por dentro, su impostada risa retrata el cinismo de un perverso narcisista.


Lo cierto es que, con distintas máscaras -ya sea la solemnidad boba de Zapatero, ya sea la risotada boba de Sánchez-, el PSOE postfelipista prosigue la senda del Pacto del Tinell del PSC con ERC y náufragos comunistas, y ampliado hoy a otros comunismos -Podemos o Sumar- y soberanismos aunados en la Alianza Frankenstein que marca el designio de una España que cae más rápido cuanto más se acerca al abismo. Ello es dable, desde luego, por la anuencia de votantes justamente engañados por Sánchez al estar avisados de su contumaz juego de engaños.


Por esta vez, el PP anduvo listo y Feijóo no mordió un anzuelo hecho de poliuretano como los pélets con los que la izquierda ha querido fabricar otro Prestige para los comicios gallegos. La falsa oferta de pacto fue una añagaza para presionar a Puigdemont y anular a la oposición, como antes sufrieron tanto Casado como Arrimadas a cuenta de ERC y de Bildu. Por mucho que agiten el tentetieso de Sáncheztein, sus aliados no pueden permitirse derribarlo y perder su gallina de los huevos de oro; de igual modo, el tentempié sabe que se debe a su punto de sujeción. Tan conscientes son que los pleitos de ERC con Junts, de PNV con Bildu y de Podemos con Sumar se plegaran a esa regla de estabilidad. En el tráfago electoral de este 2024, no peligrará la Alianza Frankenstein, aunque la sangre amenace con llegar al río.


Si el expresident Tarradellas opinaba que, en política, lo único que no cabe es el ridículo, en la desgalichada España sanchista no hay más política que esa. Así se escenifica en el circo de varias pistas en el que han devenido las Cortes, como arrabal del Parlament catalán, y en el que a Sánchez no dejan de crecerles unos enanos que le muestran, no ya su “memento mori” como a los césares, sino a quiénes se debe. Bastó con la amenaza pública de Puigdemont de que le colocaría entre sus sábanas, si incumplía su endiablado contrato, una cabeza de caballo como en El Padrino de Coppola. En su debilidad, ni osó rebatir al mostrenco.


Si la legislatura anterior fue la de la estridencia, ésta se presenta como la de la indecencia, sin merma de su incontinencia de “putiferio” como profetizó la portavoz de Junts, la bronquista Míriam Nogueras. Como en la elección de la Mesa del Congreso, en la investidura presidencial o este miércoles de autos, no habrá sesión en la que Sánchez no tenga que hacerle la pelota, en analogía con la escena de Pretty Woman, a quien iba a poner a recaudo judicial por su alzamiento de 2017. Pero, en contraste con el caprichoso millonario que interpreta Richard Gere, Puigdemont no precisa una cifra indecente de dinero. Le basta con siete votos para vejar a Sánchez como al encargado de boutique que zahirió a la chica de compañía que caracteriza Julia Roberts.


Así será, en efecto, cada vez que el ama de llaves de Sánchez en las Cortes, Francina Armengol, llame a votar haciéndole “orinar sangre” (Puigdemont dixit) a este ecce homo por su inmisericorde ambición. Para alfombrar el regreso del “pastelero loco”, una vez dispuesta la amnistía que compró su Presidencia en un acto de simonía política, Sánchez reduce a confetis las papeletas constitucionalistas que el socialismo cosechó en Cataluña, primero en autonómicas y luego en generales, como fuerza mayoría. En lugar de freno secesionista y de ajustar cuentas con quien hoy se erige en amo del momento, siendo el quinto partido catalán, Sánchez usa ese cheque como moneda de cambio para ser un presidente al que la camisa no le llega al cuello y dependiente del dedo antojadizo de aquel del que se ha hecho vasallo para poner del revés las urnas de este verano.


De esta guisa, el Congreso es un casino en el que siempre gana el independentismo, aplicando lo dicho por el goleador inglés Gary Lineker sobre el fútbol de su época: “22 hombres corren 90 minutos tras un balón y, al final, los alemanes siempre ganan”. Trasladado a la dinámica parlamentaria española, 350 diputados monologan entre sí para que la votación se incline en pro de aquellos a los que les importa un bledo el devenir de la nación a la que infligen daños irreversibles en este sexenio sanchista.


España se balcaniza a medida que Sánchez, sin luz ni taquígrafos, provee al secesionismo de las competencias que le dota de armazones de Estado por sordina que ponga a su claudicación. “Puro teatro”, como acusó Albert Rivera en la investidura de Sánchez de julio de 2019. Ese día reveló el plan urdido en “la habitación del pánico” para que éste se afincara en el poder con la banda de Podemos, de Otegui, de los nacionalistas vascos, de los separatistas catalanes…”. A su juicio, la banda operaba, al menos, desde la moción de censura contra Rajoy. “Diría -apostilló- que desde que le echaron del partido”. Ahí se fraguó el amortajamiento del régimen constitucional.


A este respecto, transferir la jurisdicción sobre inmigración a Cataluña supone un jalón importante en el proceso español porque asignaría las fronteras a Cataluña con la salida de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Hay anuncios que producen consecuencias por sí mismos y, al margen de que la Carta Magna no lo autorice, esa atribución estatal se la apropia de facto el independentismo -como la creación de los mossos de Marina- dado que la inobservancia de la ley no les penaliza y, si lo hace, se les indulta o amnistía. Con el mando sobre inmigración o las balanzas fiscales como prólogo al cupo con barretina, se busca que la “desconexión” caiga como fruta madura de la mano de Sánchez y sin rondar una situación límite como la de 2017. La paradoja es que se obra con un separatismo a la baja y al que rescata aquel al que le pone la soga en la garganta.


Ese es el meollo de la cuestión, y no tanto que una liga xenófoba como Junts gestione eventualmente la inmigración, por más que muchos escandalizados rememoren al capitán Renault cuando en Casablanca se hace de nuevas y se sulfura con que se juegue en el café de Rick a la par que el croupier le desliza un fajo de billetes con sus ganancias. ¿Acaso el nacionalismo no, en esencia, racista? ¿Quizá no se padece ese segregacionismo en los ámbitos oficiales o educativos catalanes desde Pujol, con su desprecio al andaluz, “un hombre poco hecho (…) y de miseria cultural, mental y espiritual”? ¿Tal vez Torra ya no es el “Le Pen catalán” como le tildó Sánchez o Junqueras no discernía que los catalanes se parecían más a los franceses que a los españoles, por no referirse a su antecesor en ERC, Heribert Barrera, o remontarse a como la Generalitat en la II República quiso deportar a los murcianos a su tierra de origen? ¿No califica Míriam Nogueras a España de “nido de corruptos analfabetos y fascistas”? Debe ser que engrosar la cofradía del Santo Progreso los consagra como justos y benéficos. Ay de nosotros con estos hipócritas.


Con la toma del Estado por estas tribus bárbaras, el sistema constitucional da paso a estructuras vagas y aleatorias que entrañan una nueva Edad Media en línea con la tesis esbozada en su día por el sociólogo francés Alain Minc. De los tres estadios que señalaba -confusión, espasmos y nuevo orden-, España superó la fase de “confusión” la pasada Legislatura y asiste ésta a los “espasmos” del viejo orden. Sin duda, nada aproxima más a la Edad Media que “el triunfo de las sociedades grises” donde la ilegalidad se enseñorea diluyendo la barrera entre lo prohibido y lo consentido. Atenazadas, las instituciones democráticas ceden terreno a círculos cada vez más impunes que terminan por reemplazarlas. En esta fase de espasmos, España puede acostarse hoy constitucionalista y levantarse mañana plurinacional (o sea, dejar de existir). Cualquier cosa es posible con la deshonra de quien, sin integridad ni dignidad, trincha la Nación y la reparte a tajadas entre sus sosias, mientras los españoles lo observan con la candidez sesuda del pavo de la fábula de Bertrand Russell.


Para no llamarse a andana, éste quiso descifrar desde temprano cómo funcionaba la granja y lo anotaba todo. Cotejó que el granjero le echaba comida diaria a las 9. Fiado a que era algo inalterable, se acomodó a esa vida hasta que, en Navidad, el dueño acudió con un hacha. Tan seguro estaba que desoyó al gallo: “¿Ignoras, desdichado, que nos engordan para comernos?”. “No lo creo... ¡Me tienen en gran estima por mi optimismo y actitud!”, replicó quien, al agarrarlo por el pescuezo, imaginó que el granjero lo invitaba a celebrar las fiestas -no sabía cómo- con su familia. Como el pavo de Russell, hay españoles que se autoengañan sin reparar en que son ellos el festín.


Sánchez desvió a Cataluña en vísperas del 23-J la mitad de toda la inversión del Estado: 1.152 millones

Modificó los Presupuestos para invertir en seis meses en Cataluña un 456% más de lo previsto inicialmente para todo 2023

El PSOE usó los fondos ministeriales para abonar con cifras récord sus futuros pactos con el secesionismo

Roberto Pérez. okdiario. 15 Enero 2024


El Gobierno de Pedro Sánchez desvió a Cataluña la mitad de toda la inversión pública que los distintos ministerios realizaron en las autonomías durante los seis meses que precedieron a las elecciones generales de julio. Lo hizo, además, modificando los Presupuestos del Estado para acabar invirtiendo en Cataluña, en sólo seis meses, un 456% más de lo que había previsto dedicar a esa comunidad durante todo el 2023. El resultado fue un récord histórico de inversión gubernamental en una sola región en tan corto período de tiempo. A la postre, sirvió de nutritivo abono de los pactos con los que Sánchez ha conseguido mantenerse en La Moncloa de la mano del secesionismo catalán, con Junts y ERC como socios de referencia.


Las cifras oficiales a las que ha tenido acceso OKDIARIO ponen de manifiesto esa riada de inversiones a Cataluña con cargo a las arcas del conjunto de los españoles. Los datos no dan lugar a controversia: están certificados por la Intervención General del Estado, con datos aportados por cada uno de los ministerios.


Las elecciones generales tuvieron lugar el 23 de julio. Y el PSOE llegó a ellas con un balance inversor desde el Gobierno que, a la postre, Sánchez pudo presentar como demostrable hoja de servicios ante el independentismo que manda en la Generalitat (ERC) y ante el secesionismo que aspira a gobernarla (Junts, el partido de Puigdemont).


Del 1 de enero al 30 de junio, el Ejecutivo de Sánchez invirtió de forma efectiva en las comunidades autónomas un total de 2.332 millones de euros a través de sus ministerios. En su inmensa mayoría, desde el Ministerio de Fomento. Es lo que se denomina «inversión regionalizable» de la Administración General del Estado. Es decir, aquella destinada a infraestructuras y equipamientos públicos financiados por el Gobierno en cada autonomía concreta.


Inversión per cápita

De esos 2.332 millones, 1.152 aterrizaron en suelo catalán. Es decir, el 49,4%. La desproporción respecto al resto de autonomías fue gruesa: en esos seis meses previos a las elecciones generales, el esfuerzo inversor del Gobierno en Cataluña salió a una media de 148 euros por habitante; en el resto de autonomías, la media fue de 30 euros por cabeza. Cataluña, por tanto, se llevó cinco veces más. Exactamente, la inversión per cápita de la Administración General del Estado fue un 398% mayor en Cataluña que en el resto de España.


Hay otro dato que demuestra que ese extraordinario flujo de dinero gubernamental que acabó invertido en suelo catalán respondió a una decisión política sobrevenida. Y es que la cifra de inversión ejecutada por la Administración General del Estado en Cataluña fue disparatadamente superior a la que el propio Gobierno de Sánchez había reflejado en los Presupuestos Generales del Estado de 2023. Fue un cambio de enorme dimensión y ejecutado con extraordinaria rapidez.


Un 456% más de lo previsto

Según los documentos oficiales a los que ha tenido acceso OKDIARIO, en las cuentas de Moncloa se había previsto que, en todo el 2023, la Administración General del Estado iba a invertir en Cataluña 252,6 millones de euros. Sin embargo, en sólo seis meses ascendió a 1.151,98 millones. Es decir, en medio año la inversión del Gobierno de Sánchez en Cataluña fue seis veces mayor (+456,1%) de la que había previsto para todo el ejercicio.


En el resto de España lo que ocurrió fue lo contrario. No sólo no modificó al alza sus previsiones de inversión sino que ni siquiera ejecutó en medio año la mitad de las que había presupuestado. Así, en el resto de España el Gobierno se había comprometido a invertir 2.930,12 millones en todo 2023. Y en el primer semestre del año invirtió realmente 1.180,17 millones; es decir, el 40% de lo que había presupuestado para todo el ejercicio. La diferencia de trato respecto a Cataluña fue más que notable.


Fomento, el gran valedor

De esos 1.152 millones que la Administración General del Estado invirtió en suelo catalán en los seis meses previos a las elecciones generales, la práctica totalidad correspondió al Ministerio de Fomento: 1.147 millones que fueron a parar a mejora de la red de infraestructuras de transportes en Cataluña.


A la inversión realizada por los ministerios se añade la que realizan otros organismos, entes y empresas públicas estatales, entre las que se encuentran Renfe y Adif. Contando todas ellas, en el primer semestre de 2023 recalaron en Cataluña 1.417 millones de euros. En el resto de España, 2.838 millones. Es decir, Cataluña concentró en seis meses uno de cada tres euros invertidos en toda España por el conjunto del sector público estatal. En inversión per cápita, Cataluña superó en este caso al resto de España en un 155%.


Se mire como se mire, con todas las cifras oficiales en la mano resulta evidente el privilegiado trato inversor que el Gobierno de Sánchez dio a Cataluña en vísperas de las elecciones generales, sobre todo desde la Administración General del Estado (ministerios), pero también a través de sus organismos, entes y empresas públicas.


Siervos con vocación de esclavos

Jesús Cacho. vozpopuli. 15 Enero 2024

Se vanagloriaba Benito Berceruelo, mascarón de proa del negocio de lobby que en Madrid regenta el gran Lalo Azcona, de la heroicidad que supone “traer a España a principios de año a más de 200 inversores internacionales para hacer con ellos un ejercicio de transparencia e información”, y más de uno en los salones del Ritz se maravillaba del prodigio al mirar en derredor y advertir la presencia de apenas un puñado de personajes de segunda fila pertenecientes a fondos y bancos de inversión con residencia en la capital. Se clausuraba una edición más del Spain Investor Day, y Berceruelo, un “agradaor”, se abría de capa en presencia de un Pedro Sánchez llamado a cerrar las jornadas. “A mí me han preguntado –argumentaba el hombre de Lalo- que cómo ven ellos el clima político de España, y la verdad es que, salvo cuando hubo el tema de Cataluña hace algunos años, en ningún momento entre las preguntas de los inversores está la cuestión política. Los inversores entienden que España es una gran democracia consolidada, entienden que en todas las democracias hay batallas políticas, hoy, con el ministro de Economía, comentábamos en la mesa que en una ocasión Bélgica tardó un año en formar Gobierno y a nadie le extrañaba que los inversores siguieran confiando en el país… Los inversores no están preocupados por nuestra situación política, lo que sí nos piden es conocer cuáles son los planes del Gobierno y de las empresas para el próximo año”.


Los planes de las empresas españolas, debería saberlo Berceruelo, consisten en aguantar el chaparrón y resistir el tiempo que dure en Moncloa un tipo enemigo declarado de la actividad empresarial y de la libre empresa. Y de los planes del Gobierno qué quieren que les diga, que será lo que se le ocurra en ese momento a Sánchez, y que acabará siendo lo contrario de lo que diga Sánchez… El único plan del sujeto es resistir, aferrarse al poder con saña, aguantar una semana más, un mes más, a cualquier precio, el del desguace de la España constitucional y sus instituciones. Y, claro, llegó el turno de Sánchez. Y Sánchez, que apenas 12 horas antes y en el edificio del Senado se había bajado pantalones y calzas hasta los zancajos para que Puigdemont, el verdadero presidente, le sometiera a su sesión semanal de humillación y estricta disciplina, leyó un discurso que pronto obligó a enarcar la ceja de los pocos independientes que en el lugar se hallaban. ¿De qué nación, de qué Estado, estaba hablando el inquilino de Moncloa? Alicia en el país de las maravillas. Todo un despliegue de datos trucados, de cifras manipuladas, de situaciones abiertamente contrarias a la realidad. Todo falso. Y todo con el natural desahogo de un personaje que no dice una verdad ni debajo del agua.


La realidad es que la inversión extranjera directa en España cayó un 23,3% durante el pasado año, reflejo de la incertidumbre política por la que atraviesa el país y de las graves deficiencias en lo que a seguridad jurídica se refiere. A lo que hay que añadir el alud de regulaciones e impuestos que gravan la actividad empresarial y el clima hostil que el propio Gobierno proyecta diariamente sobre las empresas. ¿Quién va a arriesgar su dinero en un país que parece caminar directamente hacia el enfrentamiento civil, con grave riesgo para su unidad nacional y de mercado, habiendo tantos lugares seguros en el mundo donde hacerlo? ¿Cómo confiar en un país cuyo Gobierno decide abandonar a sus socios naturales, las potencias occidentales, con EE.UU. a la cabeza, para meterse de hoz y coz en el bloque de los países no alineados o del Tercer Mundo, peor incluso, del llamado Grupo de Puebla? ¿Qué tipo de seguridad jurídica ofrece a la inversión extranjera un Gobierno que de la noche a la mañana decide asaltar el accionariado de una empresa privada (caso Telefónica), que unilateralmente y sin contar con la representación empresarial anuncia una subida del SMI para dar gusto a su base electoral, ignorando los efectos que esa subida pueda tener sobre la actividad económica y el empleo? Lo llamativo es que la contracción de la inversión se produce en un entorno de crecimiento superior al europeo, cierto, pero en una economía generosamente dopada por la inversión pública de los fondos europeos, un dinero cuyo destino final, al margen del sector público, sigue siendo un misterio.


El acuerdo anunciado esta semana entre el ministerio de Trabajo y los sindicatos, con la subida del SMI en un 5% hasta los 1.134 euros brutos en 14 pagas, que para el empresario supone un desembolso de entre 1.654 y 1.734 euros mensuales en función del tipo de cotización por accidentes laborales (en realidad la subida se dispara hasta los 2.000 euros mensuales por trabajador si se tiene en cuenta el absentismo, las bajas y los periodos vacaciones y días no laborables), ha dejado perpleja a la comunidad empresarial y muy deprimido a cualquier pequeño y mediano empresario consciente de las dificultades para sacar adelante su negocio. Estamos ante un Gobierno de izquierda radical que ignora los demoledores efectos que sobre la ocupación tendrá una subida que desde la llegada al poder de Sánchez se ha incrementado en un 52,6% -desde 707,7 euros mensuales hasta los 1.134 antes citados-, una cifra equivalente al 61% del salario promedio neto de jornada completa, marcando nuevo máximo histórico. Descontada la inflación, España es el segundo país de la OCDE donde más aumentó el SMI en términos reales, 30,2 puntos porcentuales, tan sólo superado por Lituania.


El problema de fijar los sueldos por ley, por ideología en el caso de esa analfabeta funcional que responde al nombre de Yolanda Díaz, es que genera graves distorsiones si no se ajusta a la reglas del mercado, si esos sueldos no vienen determinados por la productividad. En el caso español, el Gobierno Sánchez ha protagonizado uno de los mayores aumentos del SMI de los países desarrollados, al tiempo que ha sufrido la mayor caída de la productividad (del 3,8% entre 2018 y 2023), lo que terminará traduciéndose en una sustancial pérdida de empleo, porque hay mucho pequeño negocio –en la hostelería, por ejemplo- cuyos márgenes no permiten ni de lejos afrontar esos 2.000 euros mensuales de coste por trabajador. Estamos pues ante un Ejecutivo convertido en un obstáculo para el crecimiento y el empleo, en realidad ante un individuo totalmente infiable, que acepta la exigencia de Junts de multar a las empresas que se fueron de Cataluña si no regresan de inmediato al infierno “separata”, que pasa por el aro de la prevalencia de los convenios autonómicos para satisfacer a otro de sus socios nacionalistas, el PNV en este caso, y que esta misma semana también ha sido capaz de parir una “ideica” como la de las “autobajas” médicas.


La intención de la ministra Mónica García de recuperar la autobaja laboral de tres días, al objeto de que un trabajador pueda “justificar una enfermedad leve” mediante “una declaración responsable” sin necesidad de acudir al centro de salud, contribuirá decisivamente a consolidar, de llevarse a efecto, ese gigantesco fraude que son las bajas médicas, que solo en España y en el segundo trimestre de 2023 –último dato conocido- supusieron la pérdida de 372,4 millones de horas laborables, de modo que cada asalariado español estuvo de baja una media de 22,9 horas entre abril y junio del pasado año o el equivalente a tres días de trabajo. Una situación insostenible. El abuso es tan clamoroso que el Gobierno francés (las bajas por enfermedad costaron a la Seguridad Social gala algo más de 16.000 millones en 2023) acaba de facultar a los patronos a contactar con un médico autorizado para comprobar la situación real del enfermo en caso de sospecha de fraude.


El empobrecimiento de los españoles desde que gobierna Sánchez es una evidencia. Según datos del Instituto Juan de Mariana hechos públicos a primeros de enero, el incremento de los precios y la insuficiente mejora de los salarios ha hecho que el trabajador medio español haya perdido el equivalente a 615 euros de poder de compra. Para un hogar de dos personas en el que ambas perciben un sueldo medio, su renta ha caído 1.230 euros en términos reales desde 2018. La renta per cápita española está cada vez más lejos de la europea, al punto de que la brecha ha subido del 8,7% al 14,4% desde 2018 a esta parte. “Estamos ante una coyuntura que debería ser favorable a la inversión privada”, escribía este jueves Javier Jorrín en El Confidencial. “Por un lado, el sector público está apoyando la inversión con los fondos europeos; por otro, la demanda interna garantiza un buen comportamiento del consumo y, por último, las compañías están desapalancadas y tienen margen financiero para invertir. Pero, aun así, las empresas son reticentes, lo que sugiere que realmente existe un desincentivo en la inseguridad jurídica”. El miedo a un Gobierno social comunista al servicio de las ambiciones personales de un personaje menor, un buscavidas con vocación de autócrata, dispuesto a descerrajar el país para seguir reinando sobre sus ruinas. Un tipo apoyado por 7,8 millones de votos y protegido por un poderoso blindaje mediático, el formado por ese ya famoso Equipo Olímpico de Opinión Sincronizada en el que parece militar también el señor Berceruelo.


Una salva de aplausos saludó el jueves el final de la intervención de Sánchez en el hotel Ritz y acompañó al personaje desde el atril hasta la salida del salón donde se había celebrado el acto. Caminaba Sánchez galleando por el pasillo central entre las miradas de arrobo, próximas a la lascivia, de los altos cargos de las empresas del sector público que llenaban el recinto, porque en el Ritz no había ni un alma del Ibex y fue necesario llamarles a todos, pasar lista, que allí sobraban los paniaguados, gente toda que le debe el cargo, la nómina golosa, el brillo y el doblón, ese sillón por que el tanta gente, siervos con vocación de esclavos, está dispuesta a tragar con ruedas de molino hasta que el cuerpo aguante. O los españoles decidan que ya es hora de acabar con el felón y su banda.


Levántate OK

119 diputados y senadores siguen cobrando la pensión vitalicia desde hace más de 20 años

OKDIARIO. 15 Enero 2024


En un nuevo programa de LevántateOK, Javier cárdenas te informa de que a pesar de que las pensiones vitalicias están prohibidas, 119 ex diputados siguen cobrándola. El estado paga mensualidades de más de 3.000 euros a cargos retirados desde hace lustros y a cargo del contribuyente. Como decimos, estas pensiones fueron abolidas hace 12 años, pero siguen cobrándolas.


España es uno de los únicos tres países del mundo desarrollado que paga a sus ex presidentes y ex ministros después de dejar su cargo. Las pensiones a políticos son poco comunes en Europa. Sólo algunos países compensan a sus políticos tras abandonar los cargos durante los años que están obligados a permanecer lejos de los puestos directivos de la empresa privada.


En España la pensión vitalicia para cada expresidente es de unos 75.000 euros. Una medida que, según algunos partidos, debería ser incompatible con otros ingresos privados. Pero hay más. Una vez que abandonan el puesto, pueden entrar en el Consejo de Estado. Otros 100.000€ con carácter vitalicio pero, ahora sí, incompatibles con la empresa privada.


Algo similar ocurre con los ex ministros durante dos años tras su cese.En Cataluña, por ejemplo, a la figura del ex president le corresponde una pensión durante cuatro años después de su cese y, a partir de su jubilación, una pensión vitalicia de 100.000 euros anuales. En el País Vasco, el lehendakari cobra unos 8.000 euros y el 40% de su sueldo durante un año y, tras su jubilación y de forma vitalicia, la mitad de su sueldo.


En comunidades como Galicia, Castilla y León, Valencia o Asturias, los ex presidentes pueden entrar a formar parte de los Consejos Consultivos para quienes también se asigna un sueldo tras abandonar su cargo. Lo bestia de todo esto es que lleven años cobrando algo que se abolió.


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