Recortes de Prensa Sábado 11 Mayo 2024

¿Por qué Rusia lanza una ofensiva sobre Jarkiv, la segunda desde que empezó la guerra?

ROSTYSLAV AVERCHUK. la razon. 11 Mayo 2024


Rusia ha lanzado ofensiva en la región de Jarkivpara aprovechar la ventana de oportunidad antes de la llegada de armas occidentales a Ucrania. Las fuerzas rusas cruzaron la frontera al noreste de la segunda ciudad más grande de Ucrania, y lanzaron ataques de artillería contra la ciudad de Vovchansk, de unos 18.000 residentes, todavía más al este.


"Se está librando una feroz batalla, les hemos respondido con fuego", aseguró el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.


Según Zelenski, Rusia podría emplear fuerzas adicionales en la zona, pero el mando de Ucrania conocía sus planes y enfrentó la ofensiva con "tropas, brigadas y artillería".


Moscú intensificó sus ataques contra Vovchansk por la noche, informó el Ministerio de Defensa de Ucrania. Al principio se utilizaron potentes bombas aéreas guiadas, seguidas de fuego de artillería e intentos de asaltar posiciones ucranianas con vehículos blindados. Todos los ataques fueron repelidos, aseguró el Ministerio. Para reforzar la defensa en esta parte del frente se han enviado reservistas a la zona.


Según las autoridades locales, la lucha continúa en varias localidades a lo largo de la frontera, situados a entre 1 y 2 kilómetros de Rusia. Al menos dos civiles murieron y un número indeterminado resultaron heridos por ataques de artillería.


La evacuación ha comenzado desde Vovchansk y las aldeas vecinas. La zona permaneció ocupada durante más de medio año en 2022 antes de que las tropas ucranianas liberaran gran parte de la región en una contraofensiva. Miles de vecinos fueron detenidos, torturados o asesinados por las fuerzas especiales y soldados rusos.


“Los recursos empleados por el enemigo no serán suficientes para un avance profundo. Pero no sabemos cuántas fuerzas más está dispuesto a emplear”, escriben los analistas de la plataforma DeepStateUA. Las fotografías de la zona muestran varios vehículos de combate rusos destruidos.


Los analistas militares piensan que el Kremlin carece de recursos para intentar capturar Jarkiv y es probable que sus operaciones se limiten a las zonas fronterizas. Una explicación es que Rusia busca obligar a Ucrania a desviar fuerzas adicionales a la zona, que necesita con urgencia para detener la ofensiva rusa en Donbás. Rusia mantiene su presión allí, sobre todo cerca de Ocheretine en el área de Avdiivka, donde Rusia dispara 20 veces más proyectiles de artillería al día que Ucrania.


Otro objetivo es provocar el pánico, opina Oleksandr Kovalenko, del grupo “Resistencia a la información”. En cualquier caso, Rusia intentará capturar tanto territorio como pueda.


Movilización de presos

Dentro de una semana entrará en vigor en Ucrania una nueva ley de movilización para abordar la preocupante escasez de soldados. Si bien hay millones de ucranianos potencialmente disponibles para el reclutamiento, los flujos de voluntarios se han reducido tras dos años de guerra. Las autoridades buscan por un lado que los nuevos soldados reciban un mejor entrenamiento y por otro que se endurezcan los requisitos para obligar a más ucranianos a registrarse en los centros de reclutamiento y actualizar sus datos de contacto.


A miles de ucranianos encarcelados también se les permitirá unirse voluntariamente al ejército bajo serie de condiciones. Sólo aquellos que se espera que permanezcan en prisión menos de tres años podrán convertirse en soldados, siempre que no hayan sido condenados por violación u otros delitos graves.


"A los presos que permanezcan más tiempo en prisión y, más aún, a los condenados a cadena perpetua, se les negará inmediatamente", afirmó Olena Shuliak, miembro del Parlamento.


Entre 10.000 y 20.000 hombres podrán firmar un contrato con el Ejército, dijo el Ministro de Justicia de Ucrania, Denys Maliuska, en una entrevista con la BBC Ucrania. Reconoció los paralelismos con prácticas similares de Rusia, pero también subrayó las diferencias. “Ellos [Rusia] forzaron la movilización, obligaron a todos a unirse, no prepararon a nadie, por lo tanto, sin preparación, fueron utilizados principalmente como carne de cañón”. En Ucrania será diferente, prometió Maliuska.


Además Ucrania sigue dependiendo del desarrollo de su tecnología y del debilitamiento de la economía rusa. Las sanciones occidentales, si bien tienen un impacto, no se aplican lo suficiente como para causar más daño a la capacidad de Rusia de librar su agresión contra Ucrania.


Ataques a las refinerias rusas

Varios drones ucranianos atacaron por la noche una refinería de petróleo en la región rusa de Kaluga, provocando potentes explosiones y un gran incendio. La misma refinería ya fue atacada en marzo, dentro de la campaña de Ucrania para perturbar el mercado ruso de gasolina y diésel y su logística militar. Otro avión no tripulado fue derribado cerca de Moscú, sin causar daños, según las autoridades locales.


Los ataques están dando sus frutos, escribe el ex ministro de Economía de Ucrania, Tymofi Milovanov. Señala que la industria de refinerías de Rusia ha perdido alrededor del 14% de su capacidad. La planta Tuapse de Rosneft, afectada a finales de enero, sigue fuera de servicio, mientras que otras refinerías dañadas propiedad de Rosneft y Lukoil no se han recuperado a los niveles previos al ataque.


“Ucrania ya ha demostrado que puede deteriorar la armada rusa. Ahora demuestra que se puede hacer lo mismo con las refinerías de petróleo”, subrayó Milovanov.


Ucrania lleva la guerra a 200 kilómetros de Moscú con un ataque "simbólico" con mucho mensaje

El ataque a una refinería de la región de Kaluga, a solo tres horas en coche de la capital rusa, pretende ser un golpe de efecto para advertir a los rusos

LUCÍA GUTIÉRREZ. Madrid. la razon. 11 Mayo 2024


Si un moscovita quiere subirse este viernes a su coche, tomar la E101/M3 en dirección al sur y pasar algún que otro peaje, en menos de tres horas podrá encontrarse con la guerra, o al menos una pequeña muestra de ella, delante de sus narices.


Los ciudadanos de la capital rusa llevan dos años viviendo con suficiente distancia la "operación especial" que su presidente ha emprendido en Ucrania, y que según algunas fuentes se ha cobrado cerca de 500.000 muertos, pero lo que ocurre en la lejana ex republica soviética no deja de ser una guerra lejana. Sin embargo, esta madrugada las tropas de Zelenski se han anotado un tanto simbólico al llevar los efectos de la guerra más cerca de nunca del Kremlin.


Las tropas ucranianas han atacado con drones una refinería de la región de Kaluga, una pujante zona a unos 200 kilómetros al suroeste de Moscú, según ha confirmado el propio gobernador, Vladislav Shapsha.


El ataque ha provocado un pequeño fuego que según las autoridades rusas ha podido ser sofocado, aunque no están tan claros los daños que se han podido causar en las infraestructuras de la planta, según la versión ofrecida por Shapsha en Telegram y recogida por la agencia Efe.


No ha habido heridos, pero los operarios de la planta tuvieron que ser evacuados urgentemente, según informa el canal de Telegram, Astra.


Una fuente anónima de la inteligencia ucraniana recogida por Efe confirmó a la agencia pública de Kiev Ukrinform que el ataque con drones a la refinería de Kaluga fue obra de la inteligencia militar ucraniana (GUR).


Las autoridades de la región de Bashkiria denunciaron el jueves un ataque similar con drones contra la planta petroquímica de la corporación estatal Gazprom en la ciudad de Salavat.


Con drones de ala fija, Ucrania ha causado en los últimos meses cuantiosos daños en refinerías a lo largo de toda la Rusia europea en un intento de impedir que suministren combustible a las tropas que combaten en el país vecino.


Solo en los últimos meses Kiev atacó con mayor o menos éxito refinerías en Nizhni Nóvgorod -una de las más grandes de Rusia-, Rostov, Samara o Krasnodar.


El Ministerio de Defensa informó también sobre el derribo en las últimas horas de siete drones enemigos en la región de Moscú y las limítrofes con Ucrania de Bélgorod y Briansk.


El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, confirmó el derribo de un dron por las baterías antiaéreas emplazadas en la localidad de Podolsk, a poco más de 20 kilómetros de la capital.


Evacúan a cerca de 2.000 personas en el noreste de Ucrania por la ofensiva rusa

Rusia ha lanzado una nueva ofensiva terrestre en la región de Járkov, en el noreste de Ucrania, invadida por Moscú en febrero de 2022

Carlos Garcés. Madrid. el mundo. 11 Mayo 2024


"Intensos combates" se registraron este viernes "a lo largo de toda la línea de frente" entre Rusia y Ucrania, afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que prometió "destruir" a las fuerzas de "ocupación" que durante la madrugada lanzaron una vasta ofensiva en el noreste de la ex república soviética, informa Efe.


Centenares de personas fueron evacuadas de la región de Jarkov, cerca de la frontera rusa, después de que Moscú lanzara el viernes una nueva ofensiva terrestre en esta zona de Ucrania, indicó un gobernador este sábado.


"Han sido evacuadas 1.775 personas", escribió en redes sociales el gobernador regional Oleg Sinegubov, precisando que Rusia atacó con artillería unas 30 localidades de la zona en las últimas 24 horas.


10:02

El comandante de la fuerza terrestre de Ucrania espera que Rusia avance antes del suministro de armas

El comandante de las fuerzas terrestres de Ucrania, en una entrevista publicada el viernes, dijo que esperaba que la guerra de 26 meses contra Rusia entrara en una fase crítica en los próximos dos meses, mientras Moscú intenta aprovechar los retrasos en el suministro de armas a Kiev, informa Reuters.


"Rusia sabe que si recibimos suficientes armas en uno o dos meses, la situación podría volverse contra ellos", dijo el general Oleskander Pavliuk a la revista The Economist.


Los suministros de armas estadounidenses se redujeron durante meses mientras un paquete de ayuda propuesto por el presidente Joe Biden se vio frenado por disputas en el Congreso. La medida fue aprobada a finales del mes pasado.


9:19

Rusia dice que repelió ataques con drones y cohetes ucranianos durante la noche

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el sábado que había repelido una serie de ataques ucranianos en su territorio, utilizando drones y cohetes de artillería, informa Reuters.


En un comunicado publicado en la aplicación de mensajería Telegram, el ministerio dijo que sus fuerzas habían derribado 21 cohetes y 16 drones en las regiones rusas de Belgorod, Kursk y Volgogrado.


8:30

Tres muertos y ocho heridos en un ataque ucraniano en la anexionada Lugansk

Al menos tres personas murieron y otras ocho resultaron heridas en un ataque ucraniano en la región de Lugansk, anexionada por Moscú en septiembre de 2022, informaron las autoridades locales.


Según Leonid Pásechnik, el gobernante designado por Rusia, el bombardeo afectó un depósito de petróleo, así como unas viviendas y vehículos.


El ataque, según escribió Pásechnik, se efectuó, presuntamente, con misiles de largo alcance ATACMS, suministrados a Kiev por Washington.


7:15

Milei conversó con Zelenski, quien lo invitó a la cumbre de paz por Ucrania en Suiza

El presidente de Argentina, Javier Milei, conversó este viernes en forma virtual con su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien lo invitó a la cumbre de paz por su país en Suiza y anticipó que enviará una delegación ucraniana a la nación suramericana, según fuentes oficiales.


"Agradezco el apoyo de Argentina a la Fórmula de Paz. Debido a que es importante que se escuche la voz de América Latina en nuestra Cumbre de Paz en Suiza, invité al presidente Milei a asistir", publicó Zelenski en su cuenta de X.


Zelenski presidirá el 15 y el 16 de junio próximo en Suiza una cumbre dedicada a buscar apoyos a la llamada Fórmula de Paz ucraniana, un documento de diez puntos presentado por Kiev que propone, entre otras cosas, la retirada total de las tropas rusas de Ucrania, la liberación de todos los prisioneros de guerra y el restablecimiento de la seguridad nuclear en la región.


La guerra de Ucrania podría durar más de diez años

Juan Rodríguez Garat. el debate. 11 Mayo 2024


Almirante (R)

Desde hace muchos meses nos llegan de Ucrania más noticias malas que buenas. Malas para los dos bandos, aunque a algunos no se lo parezca. Todo lo que ocurre en el frente, en la retaguardia y en el escenario internacional apunta a una guerra muy larga. Quizá me quedé corto cuando, hace ahora dos años, escribí que bien podrían ser diez.


Para los españoles, la guerra se ha convertido en una música de fondo. Desagradable, pero tan monótona que parece que ya no ocurre nada que pueda interesarnos. Y, sin embargo, mueren cada día centenares de soldados, rusos y ucranianos.


¿Hasta cuándo? Por desgracia, no se ve ninguna luz al final del túnel. Pasarán los años y, en una guerra librada solo por mentiras –que si Ucrania no existe, que si es nazi, que si es una amenaza existencial para Rusia– seguirá derramándose la sangre de los dos pueblos que Putin llama hermanos. Supongo que se refiere a Caín y Abel.


¿Por qué es tan difícil soñar, si no con el fin de la guerra, con un alto el fuego como el de Corea? Porque nadie parece flaquear. No lo hace Moscú, pero tampoco Kiev. Y, a pesar de los erráticos bulos difundidos por el Kremlin –que, con la coherencia a la que nos tiene acostumbrados, un día nos quiere hacer creer que estamos cansados y al siguiente que queremos combatir hasta el último ucraniano– tampoco parecen desfallecer los líderes de las naciones que ayudan a Ucrania a defenderse.


La perspectiva rusa

Los militares llamamos centro de gravedad al elemento del que depende el poder militar de cada contendiente. Es ahí donde podemos hacer más daño al enemigo. Sé que los físicos que lean esto pensarán que es un término equivocado: una zancadilla es mejor que un empujón. Pero todos tenemos derecho a una jerga profesional. Los futbolistas, sin ir más lejos, llaman jugadas de estrategia a los saques de esquina.


El centro de gravedad ruso está en su presidente. Por desgracia, ya no vemos en él claras vulnerabilidades. Putin no está enfermo. Ha suprimido en Rusia todas las libertades y, después de los asesinatos de Prigozhin y Navalni, su posición es más sólida que nunca. Eso es, seguramente, lo que él esperaba cuando decidió proseguir la guerra tras el fiasco de Kiev. Y, no nos engañemos, lo está consiguiendo. En los canales de Telegram, donde se mide la temperatura del nacionalismo ruso, ya es aclamado como emperador.


En las democracias occidentales, el centro de gravedad suele estar en el pueblo. Pero, ya sea por miedo, por costumbre o por entusiasmo, los rusos se dejan arrastrar a la aventura de la conquista a pesar de que las bajas en el campo de batalla deben ser pavorosas. ¿Cuántas? El Kremlin dice que recluta mil nuevos soldados cada día y, según las cuentas de casi todos, hoy tiene en Ucrania alrededor de medio millón. Los doscientos mil hombres que comenzaron la invasión y los trecientos mil reservistas movilizados a la fuerza ya sumaban esa cifra.


¿Dónde están los demás? No ha habido licenciamientos –de eso, al menos, se quejan las familias de los soldados en la medida que el régimen les deja– ni se han creado grandes reservas. Una sencilla resta nos dirá cuántos faltan en su lado del frente. Asumiendo una proporción de un muerto por cada cuatro bajas, es probable que sean más de 150.000 los soldados de Putin que han perdido la vida.


¿A cambio de qué? Es mala señal –ya lo escribí cuando se trataba de valorar el contraataque ucraniano– que el Ministerio de Defensa ruso mida sus avances en kilómetros cuadrados. Los poco más de 500 que, según sus propias cifras, han conquistado en los últimos cuatro meses parecen muchos, pero su raíz cuadrada ya no nos impresiona tanto. Es una superficie algo menor que la del parque de Doñana y ha costado, entre muertos y heridos, alrededor de cien mil bajas.


Pero el de las bajas –dirá el lector con toda la razón– es un problema ruso. A nosotros lo que nos interesa es saber si Rusia puede reponerlas. Y, hoy por hoy, la respuesta es que sí. La cantera acabará por reducirse pero, por el momento, puede aguantar el tirón por un tiempo que, aunque nadie pueda precisarlo, no invita al optimismo.


Y lo mismo ocurre con el material. Todavía hay blindados viejos almacenados en los depósitos que, a costa de una pérdida de calidad que no se nota demasiado en un frente como el ucraniano, pueden reemplazar las pérdidas durante varios años más.


La perspectiva ucraniana

El centro de gravedad de Ucrania es la moral de su población. Mientras esta aguante, la victoria rusa es imposible. Incluso si consiguiera derrotar al Ejército de Zelenski en el frente, todavía le quedarían a Putin demasiados Groznis que arrasar. No tiene munición ni efectivos para finalizar la tarea. Piense el lector en la Franja de Gaza, multiplique por 20 sus dimensiones y no tardará en llegar a la misma conclusión.


Y, si todo depende de ella, ¿cómo va la moral de los ucranianos? La situación que están viviendo no tiene nada de fácil. Son muchos menos que los rusos y, aunque cuiden más a sus soldados, es de prever que las bajas que han sufrido en esta guerra sean proporcionalmente bastante más altas. Y todo ¿para qué? Los 500 kilómetros cuadrados que han conquistado los rusos no son un botín excesivo pero, desde la perspectiva de la moral, suenan mucho mejor que haberlos perdido.


Es imposible valorar desde fuera la moral de un pueblo. Las encuestas no nos ayudan mucho. Cuando la pregunta es si uno está dispuesto a dar la vida por su país, la única respuesta que me parece creíble es «no lo sé». ¿Sabían Agustina de Aragón o María Pita que eran una heroínas antes de serlo?

Lo que sí sabemos es que, en la mayoría de los casos históricos, desde Numancia hasta Gaza pasando por Mariúpol, los defensores aguantan lo indecible. ¿Por qué? Porque el cóctel de odio y miedo que les impulsa suele funcionar como la poción mágica de Obélix, cocinada en una marmita en la que casi todos los seres humanos hemos caído cuando éramos pequeños.


Hay, sin embargo, un termómetro de la moral de los pueblos en el que pocos han reparado. Con mucha frecuencia puede leerse en la prensa ucraniana que han muerto en el frente atletas olímpicos, periodistas, actores y hasta políticos de su país. Nunca hay noticias así en la prensa rusa. Las élites de la sociedad ucraniana están combatiendo. Las rusas, no. Mientras eso ocurra, yo no apostaría por que Ucrania vaya a ceder.


La perspectiva occidental

Queda un último centro de gravedad a analizar: el nuestro. ¿Seguirá Kiev recibiendo de Occidente las armas que necesita para defender a sus ciudadanos? Los últimos exabruptos de los payasos del Kremlin, las renovadas amenazas del dictador y la reanudación del bombardeo de las ciudades ucranianas me hacen pensar que Putin cree que sí. Por una vez, estoy de acuerdo con él.


En Europa, las cosas están bastante claras. Hay miedo a Putin, cierto. Pero, en lugar de dar un paso atrás, la mayoría de los líderes se han dado cuenta –la historia es una gran maestra y ya hemos vivido con Hitler la misma situación– de que había que darlo hacia delante.


¿Y en Estados Unidos? Después de meses de tener secuestrada la voluntad de la cámara, el speaker Johnson por fin permitió que se votara la ayuda a Kiev, aprobada con una amplia mayoría bipartidista. Zelenski, que sabe lo que se juega en Washington, se habrá frotado las manos al ver el abucheo que ha recibido la inefable Marjorie Taylor Greene desde ambos lados de la cámara cuando la congresista, rusoplanista donde los haya, propuso el cese del speaker por haber dado el paso.


Y ¿qué dice Trump? El expresidente, que necesita crear mayorías si quiere ser reelegido –baste ver su creciente ambigüedad sobre el aborto– ha cambiado su discurso. Puede que le haya ayudado a hacerlo el ataque de Irán, aliado de Rusia, a su aliado Israel. Además de dar a Johnson el apoyo que necesitaba –el speaker nunca se habría atrevido a desafiarle– las últimas declaraciones del candidato republicano suenan de otra manera. Trump ya no niega la ayuda a Ucrania, sino que la condiciona a la de la Unión Europea.


Bien está que Donald Trump empiece a distanciarse de Putin. Hay un nubarrón menos en el cielo ucraniano. Aunque eso les cueste a sus ciudadanos, que están pagando muy caro el precio de su libertad, unos cuantos años de guerra más… les queda, al menos, la esperanza.


Perroflautas de Hamás

Pablo Molina. libertad digital. 11 Mayo 2024

"Desde el río hasta el mar" es la consigna de los terroristas palestinos que repiten nuestros estudiantes.


Las universidades israelíes son grandes viveros de empresas de éxito en el sector de las nuevas tecnologías y las ciencias de frontera. No parece que vayan a desplomarse por la presión de las acampadas de estudiantes españoles de ciencias sociales en contra del Estado judío, porque para eso, en primer lugar, alguien tendría que dar cuenta a los israelíes de lo que está ocurriendo en la Complutense y otros campus similares. No parece que en Jerusalén anden sobrecogidos por la iniciativa estudiantil que ha eclosionado en las universidades más progres de Occidente.


La estudiantina perroflauta es muy dueña de vagar por los recintos universitarios agitando banderas, recitando consignas y preparando jornadas de resistencia a favor de Hamás. En última instancia, los jóvenes que deciden perder su tiempo de esa manera tan cutre proceden de familias acomodadas, a las que les da igual que la niña o el niño se pase diez años perreando por las aulas para sacarse un título sin valor en el mercado laboral. Los hijos de los pobres que pueden ir a la Universidad, en cambio, se dedican fundamentalmente a estudiar y, además, eligen carreras con futuro, por lo que estas acampadas mugrientas les traen sin cuidado.


En España se da la circunstancia, muy poco común en el resto del mundo, de que los perroflautas más grandes están en el Gobierno, como ocurre con los ministros ultraizquierdistas, que no esconden su orgullo por que los universitarios más comprometidos (con el marxismo) defiendan la desaparición de Israel y el extermino de los judíos. Es lo que corresponde a un Gobierno cuyo presidente es uno de los políticos mejor valorados por la organización que violó y asesinó a 1.200 israelíes, incluidos ancianos, mujeres y niños. ¡Como para no estar orgullosos de las performancias antijudías de la muchachada estudiantil!


Los kolectivos organizadores de las acampadas antisemitas quieren que se suspendan los exámenes hasta que Israel detenga su operación de limpieza de terroristas en la Franja de Gaza. Y van en serio porque han llamado a Ismael Serrano para que amenice los fuegos de campamento, un gesto de gran crueldad que debería hacernos reflexionar.


"Desde el río hasta el mar" es la consigna de los terroristas palestinos que repiten nuestros estudiantes, con un entusiasmo que si lo aplicaran a los libros les daría para convertirse en catedráticos. En su lugar se harán mayores e Israel seguirá siendo la única democracia de Oriente Medio, para desgracia de los perroflautas que han hecho del odio a los judíos su principal seña de identidad.


Nos quieren pobres, dependientes y sin dignidad

FRAN CARRILLO. okdiario. 11 Mayo 2024


La historia nos enseña que existen tres tipos de socialismo: el socialismo de esencia, el socialismo de conveniencia y el socialismo de inercia. El socialista de esencia es el que pone la ideología por encima de cualquier otra consideración, Es socialista de cuna, tradición, oficio sentimiento y opera como feligrés en misa, comulgando hasta con el pecado. Es el que sufre latigazos de mentiras y corrupción en su cara mientras recita tópicos típicos del argumentario feligrés: «es un bulo de la derecha» o «la derecha también roba» y con ella apacigua su conciencia y acostumbrado voto. El socialismo de conveniencia es el que dice no ser socialista, pero desea vivir como tal, del Estado y por el Estado, depredando recursos públicos siempre que puede y determinando, por ejemplo, que es bueno luchar contra el cambio climático porque si mientras por el camino (subsidiado) apoya encerrar a las personas en sus casas y vacunarlas por orden y decreto caudillista. Conforman una suerte de liberales soviéticos con buena prensa y colocación en universidades de prestigio, no socialistas deseando ser mantenidos y mandados. Por último, tenemos a los socialistas por inercia, que son todos aquellos que, por pereza intelectual y física, aceptan el modelo acomodado de bienestar porque les han dicho que todo es gratuito por ley universal y tienen derecho a lo que les plazca. Es la generación que empieza queriendo ser funcionarios y acaba exigiendo supermercados públicos. No luchan contra el sistema socialista impuesto, son el sistema social impuesto, les encanta formar parte de él, pero se declaran apolíticos y rebeldes, contestatarios y reflexivos. Ya.


Por eso, ya no sorprende que el gobierno peronista de España celebre un día más la pobreza y conmemore la miseria como hacen las cancillerías del socialismo arruinavidas en medio mundo. Están felices en Sanchilandia porque el ingreso mínimo vital ya llega a más de medio millón de hogares, un incremento respecto al pasado año de ciento treinta mil perceptores. Cualquier análisis sensato del dato y el contexto nos llevaría a preocuparnos por lo que supone que cada vez más ciudadanos dependan del gobierno para poder sobrevivir. Si uno viviera así, lo último que estaría es feliz con su autoestima, pero en la España de hoy, la izquierda ha conquistado hasta la dignidad ajena, haciendo creer al pueblo en una ficticia seguridad mientras cada día le roba una parcela de su libertad. Cierto es que el hombre siempre ha vivido confortable con la esclavitud, esperando que otros le ordenen mientras no falte manduca y morada. España no ha sido otra cosa que eso.


La dependencia del Estado no es motivo de alegría. El socialismo, cual virus que elimina la estima y dignidad personal, hace creer al pueblo en una ilusión protectora cuando en realidad lo convierte en esclavo del Gobierno. Le roba por su bien y dice distribuir la riqueza en aras de una igualdad que sólo debe existir en derechos (reales, no inventados) y oportunidades, axiomas superados por la propaganda progrewoke, que lo basa todo en ilusiones y afectos, y en ese matrix permanente, obliga al vulgo a abrazar sus postulados desquiciados. No admiten que haya gente con sentido común para la que un hombre es un hombre, una mujer es una mujer y una manzana es una manzana. Por eso, la izquierda odia al populacho que dice amar. Le han declarado la guerra a la sensatez y eso cuesta dinero.


De ahí que el gobierno, y la izquierda en general, teman que los ciudadanos, informados del saqueo al que el Estado les somete cada día, actúen en consecuencia. Ametrallan a su parroquia y a sus bien entrenados perros falderos de las tertulias y redes para que corran el bulo de que pagamos pocos impuestos, lo que nos roban va para sanidad y educación -hasta los datos oficiales les desmienten- los ricos tienen la culpa, no vivimos en ningún infierno fiscal y la pobreza es hermosa porque no hay nada más bello que la igualdad en la feliz miseria.


La pugna actual entre estatalismo y mercado deviene falsa cuando lo que hay es un continuo debate entre qué modelo queremos y cuál estamos dispuestos a aceptar sin que la vida se nos vaya en el intento. Porque eso de nacer, crecer, pagar, seguir pagando, no dejar de pagar y así hasta que la espicha uno, no es un proyecto humanista, sino socialista, es decir, antihumano. Seguro que los socialistas de esencia, de inercia y conveniencia piensan diferente respecto a la neoesclavitud que nos ha tocado vivir.


Los 10 datos clave del declive económico de Cataluña

Un nuevo informe del Instituto Juan de Mariana muestra el giro a peor de la economía catalana desde el 1-O.

Diego Sánchez de la Cruz. libertad digital. 11 Mayo 2024


El nuevo informe del Instituto Juan de Mariana (IJM), titulado "Cataluña, ante su declive económico", pone de manifiesto "el impacto negativo que ha tenido en la economía catalana la confluencia de una política excesivamente intervencionista con un proceso independentista que ha aumentado la inseguridad jurídica".


En opinión del IJM, "el resultado de esta pinza letal ha sido un declive que resulta especialmente acusado al comparar su desempeño con el de Madrid, donde se han venido aplicando políticas económicas de corte liberal y con una clara vocación de ofrecer confianza a inversores, empresarios y familias".


El efecto directo de esta divergencia ha sido un preocupante declive económico de Cataluña, tal y como reflejan los siguientes indicadores analizados por el IJM:


El PIB de Madrid ya es 7.500 millones superior al de Cataluña, a pesar de que la población de la primera comunidad es inferior a la de la segunda en un millón de personas.


La brecha de PIB per cápita entre Madrid y Cataluña se ha multiplicado por seis en las tres últimas décadas y ya se sitúa en el entorno de los 6.000 euros (38.435 euros en Madrid, 32.550 en Cataluña).


El grado de libertad económica observado en Cataluña es un 25-30% menor que el de Madrid. Además, los indicadores de competitividad regional de la Comisión Europea asignan una puntuación 10 veces mayor al marco institucional madrileño que al catalán.


El PIB de Madrid ha subido un 11% desde 2017, frente al 7,2% observado en Cataluña, que se sitúa por debajo del promedio nacional, del 7,8%.

Madrid recibió en 2023 el 54,3% de la inversión extranjera que llegó a España, más que triplicando el 16,4% de Cataluña. En 2016, un año antes del 1-O, Cataluña captó más de 8.300 millones de capital foráneo, pero el promedio para 2017-2023 es ligeramente inferior a 3.800 millones anuales, es decir, un 55% menos.


Más de 8.700 empresas cambiaron su sede social para salir de Cataluña tras el 1-O. La lista incluye a grandes multinacionales, filiales de corporaciones extranjeras y miles de pymes.


Un infierno fiscal hiperendeudado

El centro de estudios de corte liberal subraya asimismo los problemas fiscales que enfrenta Cataluña, muestra de un contexto


Cataluña tiene el triple de impuestos propios que la comunidad promedio. Sus tramos autonómicos en el IRPF se mueven entre el 12% y el 25,5% de modo que rentas bajas y altas pagan más al fisco que en Madrid (9%-21%) o Andalucía (9,75%-23,3%). De hecho, la presión fiscal normativa en Cataluña supera la media autonómica en un 24%.


Las aportaciones fiscales de Cataluña al Fondo de Garantía son de 1.479 millones, por debajo de los 5.357 millones que inyecta Madrid.

La deuda autonómica de Cataluña supera el 30% de su PIB y es la tercera más alta de todo el mapa autonómico, situándose muy por encima del 13% en Madrid, el 16,2% de Galicia o el 19,5% de Andalucía.


Hace quince años, la deuda de Cataluña superaba a la madrileña por menos de 10.000 millones, pero ese diferencial ronda ahora los 50.000 millones. El 84% de la deuda catalana ha sido financiada por el Estado, a través del Fondo de Liquidez Autonómica.


Aunque Pedro Sánchez aumentó nominalmente el presupuesto de inversiones en Cataluña, el IJM ha comprobado que "la ejecución de tales compromisos ha caído del 74,9% al 35,8%. Por tanto, más allá de la propaganda, apenas se ha producido un impacto real y, en cualquier caso, si Cataluña desea recuperar el terreno perdido es un error que plantee dicha meta pensando solamente en más gasto público".


Por otro lado, pese al mayor peso del Estado sobre la economía y unos presupuestos más abultados en los servicios básicos, el informe del IJM encuentra que distintos indicadores de salud, como las listas de espera, o de educación, como el informe PISA, arrojan un desempeño mucho más favorable en Madrid que en Cataluña:


"En diciembre de 2023, la demora para operaciones quirúrgicas alcanzaba una espera media de 51 días en Madrid y 138 días en Cataluña, siendo el promedio nacional de 128 días. En cuanto al informe PISA, los resultados divulgados en 2023 asignan a Madrid una puntuación de 494 en matemáticas, 496 en lectura y 502 en ciencias, mientras que Cataluña se queda en 469, 462 y 477, respectivamente".


Al hilo de todos estos hallazgos, el IJM considera que "las elecciones autonómicas del próximo 12 de mayo no van a revertir el declive económico de Cataluña si no precipitan un cambio en la política económica y el contexto institucional. En la medida en que se siga exacerbando la pérdida de libertad económica y el incremento de la inseguridad jurídica, los resultados seguirán reflejando un desempeño cada vez más decepcionante. El proceso que más debe preocupar a los catalanes si desean mejorar su nivel de vida es uno basado en recuperar el terreno que Cataluña ha perdido en los ámbitos de la liberalización económica y la seguridad jurídica".


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Está en tu mano

CARMEN ÁLVAREZ VELA. gaceta. 11 Mayo 2024


Pedir la movilización del voto antinacionalista en Cataluña es de las cosas más trabajosas y complicadas que se me ocurren. Los que lo hacen se dirigen a uno de los sectores de la sociedad más maltratados de España. Aquellos que han sido abandonados y traicionados por los partidos nacionales una y otra vez desde tiempo inmemorial.


Muchas veces me pregunto cómo resisten esos catalanes sin caer en la trampa diaria que es el nacionalismo. Sin ser seducidos por la comodidad de dejarse llevar por el ambiente en aras de una vida más cómoda. Para ellos y para sus hijos. Cuando hablo de nacionalismo no sólo me refiero a Junts o Esquerra, estoy hablando del tapado —cada vez menos tapado—, del PSC, partido nacionalista y clasista por antonomasia, por más que intente vestirse de mujer decente en cada campaña electoral.


Me duele cuando escucho a muchos españoles decir que votarían la independencia de Cataluña con tal de no soportar la molestia —que no es pequeña— del separatismo catalán. Esta región, tan española como La Rioja, Extremadura, Galicia o Murcia, ha sido presa de una política mentirosa y atrabiliaria durante cuatro décadas dopada con dinero de los gobiernos centrales para hacer crecer el monstruo que sufrimos. Y de esto somos todos responsables por haber consentido que pactos como el del Majestic fueran lo normal para que el partido del momento, en este caso el Partido Popular, pudiera gobernar cuatro años. Todos cerramos los ojos y seguimos votando igual. Fue una ceguera colectiva, o más bien un mirar para otro lado. Mientras los partidos nacionales jugaban a corto plazo, el nacionalismo lo hacía a corto, medio y largo. Para más inri el PP fue víctima posterior del Pacto del Tinell que estableció el cordón sanitario de socialistas, convergentes y ‘esquerros’ contra él —ahora el agraciado por este apartheid es VOX—. Por desgracia, los populares no parecen haber aprendido la lección después del Tinell y el ‘prucés’, y todavía miran con ojos golosones a Junts, o al PNV en las Vascongadas, como si fueran lo que quieren ser de mayores. La guinda del truculento pastel la puso la huida de los que constituyeron en su momento la gran esperanza antiseparatista, Ciudadanos. Nuestros sufridos catalanes encajaron otra sonora bofetada.


Con este panorama no es de extrañar que en las elecciones autonómicas Cataluña tenga una media del 40% de abstención.


¿Seguiría usted votando a aquellos que lo han traicionado? El resultado de este drama es que desde hace años son los partidos hispanófobos los que han decidido las políticas catalanas. Y sí, sigo incluyendo al PSC como tal.


Sin embargo, y a pesar de todo lo relatado hasta ahora, hay motivos para la esperanza. El cambio es posible. Aunque si somos realistas, sabemos que esto no es inminente. De la misma forma que el nacionalismo trabajó a futuro, es necesario que ahora la Cataluña resistente al pensamiento único abandone la abstención y se mueva. Dejar de votar es abandonarse al mal, avocar a nuestros hijos a una Cataluña cada vez más dictatorial, más estrecha y excluyente. Otra región, como la vasca, que incita a marcharse a todo aquel que no comulga con los postulados separatistas. Votar en contra de esta marea tóxica es quedarse. Es reivindicar la casa propia, la libertad y el aire para respirar lejos de ese clima asfixiante que el nacionalismo ha creado.


Si ser es defenderse, tal y como reza la cabeza de LA GACETA recordando a Ramiro de Maeztu, este es el momento de votar en defensa propia. Reflexionar sobre qué voto es el que le permite ser usted mismo, y trabajar para que Cataluña tenga un futuro seguro, libre y próspero que afronta los problemas reales con los que se enfrentan los catalanes cada día. Está en su mano.


La estafa del socialismo catalán

EDITORIAL. libertad digital. 11 Mayo 2024

Las encuestas de última hora pronostican una cerrada pugna entre el PSC de Pedro Sánchez y Salvador Illa y el prófugo Carles Puigdemont, cuya campaña se basa en la amnistía conseguida a cambio de mantener a Sánchez en la Moncloa y en el consecuente regreso del líder del golpe de Estado separatista. El socialismo catalán ha pretendido venderse durante esta campaña electoral como una alternativa al separatismo cuando en realidad es una cara de la misma moneda procesista, un partido sin el cual el nacionalismo no habría impuesto en Cataluña políticas como la inmersión lingüística en las escuelas en contra del español. Ese es solo un ejemplo de la enorme contribución del PSC-PSOE a la Cataluña separatista que ha hecho del odio a España una de sus señas de identidad.


A pesar de algunas proclamas vagamente constitucionalistas, votar al PSC no es muy diferente de votar al partido de Puigdemont. No hay más que ver los apoyos recabados por Illa de exconsejeros de Puigdemont o el fichaje del "major" de los Mossos Josep Lluís Trapero, famoso por la paella con Puigdemont y Rahola en Cadaqués, por no acatar las órdenes del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos para detener el golpe de Estado y por poner a los mossos de perfil, en el mejor de los casos, durante la asonada y el referéndum ilegal.


Con el mantra del apaciguamiento y con la amnistía, los socialistas contribuyen a la purga del constitucionalismo en Cataluña y a dar alas a los separatistas para que puedan volver a intentar el golpe de Estado, tal como proclaman sus líderes siempre que tienen ocasión. El PSC es el cómplice necesario y ahora mucho más, con un presidente del Gobierno dependiente de manera obscena del prófugo Puigdemont. Un numeroso grupo de exdirigentes del PSOE, juristas, intelectuales y activistas por la igualdad de derechos presentaba esta semana un manifiesto titulado "Por un voto constitucionalista sin engaños" en el que alertaba sobre las nefastas consecuencias de votar al socialismo de la amnistía que consagra la desigualdad ante la ley, al que apoya con entusiasmo la erradicación en Cataluña del español y a quien negocia referéndums separatistas fuera de España y con mediadores internacionales.


El socialismo hace mucho tiempo que abandonó el constitucionalismo. Y nada tiene que ver el PSOE o su facción catalana con el partido que apoyó la aplicación del 155, si bien con muchos matices y condiciones, o se manifestó por las calles de Barcelona en octubre de 2017 contra el golpe de Estado. La desmedida ambición de Pedro Sánchez ha convertido al PSOE y al PSC en formaciones indistinguibles de aquellas dispuestas a demoler nuestra arquitectura constitucional y destruir España. Que el PSC se venda ahora como un partido constitucionalista es una estafa, especialidad que no les es ajena en absoluto al Illa que dirigió el ministerio de Sanidad de Sánchez durante la pandemia.


En el PP de Baleares hay mucho tonto útil del independentismo

Editorial. OKDIARIO. 11 Mayo 2024


Un día después de conocerse que el PP de Mallorca hizo de tonto útil del independentismo catalán de Més al permitir que saliera adelante una propuesta que suponía toda una reprobación al Rey Felipe VI, ahora los populares se ven envueltos en una nueva polémica: la alcaldesa del PP de Alcudia ha fletado un autobús para que simpatizantes independentistas de la Obra Cultural Balear (OCB) asistieran a la protesta organizada por este colectivo y los separatistas de Joves per la Llengua contra el plan piloto de libre elección de lengua del Govern del PP de Marga Prohens. Que una parte del PP de Balear coincida con las tesis totalitarias de los separatistas que pretenden seguir imponiendo en las islas la dictadura del catalán es para hacérselo ver.


Llueve sobre mojado, porque la alcaldesa del PP de Alcudia, que gobierna en coalición con Vox y la formación local Unió per Alcúdia, recibió con honores a los sececionistas que participaban en el correllengua a su paso por este municipio del norte de Mallorca. Visto lo visto habrá que convenir que lo del PP de Baleares se parece mucho al camarote de los hermanos Marx y que un sector no precisamente menor del partido en las islas se ha visto peligrosamente infectado por el virus de la dictadura del catalán. El colmo es que el citado correllengua -una marcha reivindicativa de los Països Catalans que nació hace 30 años en Mallorca (1993) y que antorcha en mano recorrió desde el pasado jueves al domingo diferentes pueblos de las Islas defendiendo el catalán como lengua única en Baleares- ha sido subvencionado por el Consell de Mallorca gobernado por el PP con 45.000 euros, si bien sus socios de gobierno de Vox se han opuesto al desembolso que fue aprobado con el apoyo de la izquierda e independentistas. Lo dicho: el grado de desquicie del PP va en aumento para júbilo de la izquierda y los separatistas.


DE AMAYA A IRATI: NACIONALISMO VASCO HECHO CULTURA

El nacionalismo supremacista vasco, constructivista y voluntarista, constituye la columna central que edifica, hoy como ayer, mitos y leyendas

Fernando José Vaquero Oroquieta. gaceta. 11 Mayo 2024


¿Qué está pasando en Vascongadas y Navarra?


Los resultados correspondiente a las pasadas elecciones autonómicas vascas, de 21 de abril de 2024, han puesto sobre la mesa una realidad que no pocos periodistas, políticos y opinadores sabelotodos se negaban a reconocer: ante todo, la existencia de una mayoría más que absoluta, cercana al 75%, de votos emitidos, en favor de los dos opciones nacionalistas soberanistas, es decir, EAJ-PNV, generalmente presentado como un partido «moderado», y la coalición liderada por la izquierda abertzale de ETA, a saber EH Bildu. Paradójicamente, también se ha destacado que ello coincide con la disminución del sentimiento independentista, según diversos estudios demoscópicos del todo solventes. En cualquier caso, es evidente que la mentalidad nacionalista, en cualquiera de sus vulgatas, se ha impuesto en el conjunto de la sociedad vasca, avanzando considerablemente también en la vecina Navarra, lo que se traduce en réditos electorales y conquistas de nuevas parcelas de poder político; a la vez que la presencia simbólica de lo español y de la mismísima Administración Central, se reduce a mínimos históricos, hasta el punto de que es perfectamente posible desenvolverse en la vida cotidiana sin darse de frente con expresión alguna de la rica historia común de los vascos que hicieron grande a España en centurias anteriores.


Es incuestionable que dos factores han contribuido a la imposición de tamaña agenda de ingeniería social panvasquista: el terrorismo de ETA, con la «limpieza étnica» que desplegó y la consiguiente desarticulación de los principales focos de resistencia españolista, y las políticas culturales, lingüísticas e ideológicas de un EAJ-PNV al que se ha dado de todo, desde los sucesivos gobiernos centrales, con la excusa de representar la moderación y constituir, supuestamente, un valladar ante los radicales filoetarras. Esos resultados electorales desmienten por completo ambas premisas.


Desde nuestra perspectiva, esos avances electorales, expresión de relevantes movimientos políticos, son consecuencia en gran medida de cambios culturales previos, de un cambio de mentalidad por tanto, de la sustitución de unos mitos, tramas comunitarias y símbolos colectivos por otros elaborados e impuestos en clave de «construcción nacional vasca». De ahí que, en esta ocasión, veremos un poco más de cerca este cambio cultural mediante el acercamiento a los contenidos y subtramas de una película de éxito —de crítica y público— no sólo en Vascongadas, sino también en el resto de España. Nos referimos a Irati, film de 2022 con 5 nominaciones a los Premios Goya de 2023, dirigida por Paul Urkijo Alijo y guión de Paul Urkijo Alijo. Producto de Filmax, se encuentra disponible en la plataforma Amazon Prime Video. Coproducción hispano-francesa, fue financiada por el Gobierno de España y ETB, así como patrocinada por el Gobierno vasco y diversas administraciones autonómicas y municipales vascas.


De entrada señalemos que esta película reúne buena parte de los paradigmas y elementos simbólicos de un nacionalismo cultural vasco volcado en la recuperación del paganismo de sus ancestros. No obstante, buena parte de sus ingredientes no son originales, pues los que se refieren a su carga histórica ya fueron recogidos y reelaborados en una célebre obra escrita propia del romanticismo decimonónico: Amaya o los vascos en el siglo VIII, un fruto de la imaginación del navarro de Viana y, ante todo, católico tradicionalista Francisco Navarro Villoslada. Los ingredientes de sus respectivas tramas son análogos, cuando no los mismos: así encontramos una dialéctica entre cristianismo y paganismo, idénticos personajes históricos, dispares roles de sexos, el mismo contexto de los remotos orígenes del reino de Pamplona como primitivo solar del pueblo vasco en un cambio de ciclo histórico… Sin embargo las dos propuestas son por completo diversas.


Irati: mujer empoderada, pagana… y lamia

Empecemos por el argumento de Irati. Ambientada en el siglo VIII, se inicia cuando vascos y musulmanes atacan a las tropas de Carlomagno que han destruido Pamplona. En el fragor de la batalla, Eneko Ximeno, padre del protagonista homónimo y líder de un valle central del pueblo vasco, se quita la vida, propiciando con su muerte la destrucción del ejército enemigo merced a una intervención sobrenatural; contrapartida de un trato acorde al viejo culto pagano. Pero, a causa de la mediación de la anciana Luxa su cuerpo no será enterrado cristianamente, siendo instalado en lo más profundo de una sima cuya entrada fue obstruida. Luxa es presentada a modo de bruja y chamán que vive en el interior del bosque, lo que no le impide conocer perfectamente todos los anhelos de su pueblo y a los mismísimos poderosos del entorno. Eneko hijo (evidentemente se trata de Íñigo Arista, líder elevado sobre el pavés y considerado por cierta historiografía como primer rey de Pamplona) será educado en Bigorra (territorio actualmente Altos Pirineos franceses y del que Arista habría sido, según algunas fuentes, su primer conde) en el cristianismo. Su madre, Oneka, al enviudar, contraerá matrimonio con un Banu Qasi, Fortún Ibn Qasi en la película, convirtiéndose al islam.


Al término de su formación, Eneko se reencontrará con Irati, una joven con la que coincidió de niño fugazmente al término de la batalla de Roncesvalles. Irati se rebelará, empeñada en salvaguardar el bosque que se encuentra amenazado, pues algunos poderosos pretenden que sus árboles sean el pago de la compra de seguridad de los vascos a los extranjeros: una subtrama de resonancias ecologistas. Se muestra, además, ferozmente anticristiana, pues en palabras de Irati, los seres visibles e invisibles del bosque habrían desaparecido «por vuestras ermitas y molinos» (introducidos por otros cristianos como Eneko). Ya en casa, que no es otra que el castillo oscense de Loarre debidamente acondicionado, Eneko intentará cumplir la última voluntad de su abuelo Ximeno de ser enterrado cristianamente junto a su hijo Eneko Ximeno. A pesar de tan pío deseo, morirá con la mirada puesta en una talla de la Virgen María pero pronunciando el nombre de Mari —la «Venerable Madre Tierra» de quien se dice en el film «el sol y la luna son tus hijas» y «sólo tú administras premios y castigos»—.


Con ese ánimo, Eneko, su caballo Itzal (sombra, en vascuence) e Irati, quien percibe constantemente «el dolor del bosque» y el devenir de sus criaturas, se introducen también en las profundidades de una sima en una suerte de camino iniciático, superando dificultades y escaramuzas y afrontando, ulteriormente, su tensión sexual en un encuentro fugaz e intenso pero sin perspectiva de futuro.


Ya, al término de sus días, y de la propia película, Eneko se entregará a la muerte en el río en el que conociera a Irati de niños y donde observara asustado a una lamia de feroz mirada, uno de los personajes mitológicos (mujer con pies de ave, al igual que la propia Irati) de la discutible cosmogonía pagana vasca, junto al Basajaun, Gaueko, el cíclope Ttartalo, la serpiente Sugar, los Jentilak…


Los versos finales de una bucólica canción en euskera proporcionan la respuesta ideológica a la trama:


«La sombra de un único Dios

Desgracia para miles de flores

Nunca olvides el viejo proverbio

Todo lo que tiene nombre existe».


Y también alcanza notable relevancia la norma «sangre por sangre», varias veces presentes en la película; ya como venganza, también como tributo a tratos paganos.


Irati, libérrima e indómita, encarna la personalidad pagana de un pueblo en su agónico encuentro con un cristianismo que asumirá superficialmente. Una circunstancia así entendida, en el film, cuando Eneko coloca por delante de una imagen de la Virgen María y en su base un eguzkilore[1], símbolo omnipresente en la película, así como su observador mudo, un macho cabrío blanco (y no negro, tal y como lo retratara Goya en uno de sus célebres cuadros y que en la nueva mitología vasca se le denomina Akerbeltz).


Sin duda alguna, Irati es la personalidad más fuerte de la película, lo que entronca con esa creencia tan extendida de la pervivencia de un fuerte matriarcado en Vascongadas y Navarra que enlazaría con los modernos feminismos. Pero su sentido del deber, empeñada en la supervivencia de su cultura pagana, le alejará irremediablemente de Eneko. En esta deriva se sitúa la frase, repetida en varias ocasiones, todo lo que tiene nombre existe; otra clave decisiva de la trama de la película derivada del característico constructivismo del nacionalismo vasco en su posmoderna expresión eco-feminista.


Amaya o los vascos en el siglo VIII: catolicismo ortodoxo

Recordemos, ahora, las tramas de Amaya o los vascos en el siglo VIII, una novela editada por entregas entre 1877 y 1878 en un medio carlista, claramente influenciada por los textos de Walter Scott, de particular incidencia en la configuración de los mitos nacionalistas, hasta el punto de que el historiador Antonio Elorza considera que «La elaboración de Navarro Villoslada se convierte en pieza clave para el trazado de lo que será la imagen mítica del pueblo vasco, propia del pensamiento nacionalista»[2]. Debemos señalar, no obstante, que esos temas y tramas narrativas eran comunes, por entonces, a vascos, navarros y vasconavarros; todos ellos de incuestionable españolidad. De hecho, la definitiva y antagónica separación entre nacionalistas vascos y navarristas no se consolidará hasta los años 20 del siglo XX.


Veamos la trama de Amaya. Los montañeses vascos, descritos por Francisco Navarro Villoslada como «rebeldes, indómitos y montaraces», deberán afrontar el destino de su pueblo en el contexto de la desaparición de la monarquía visigótica, la invasión musulmana y la irrupción de los francos en su intento de instalar una Marca Hispánica también en esta parte de los Pirineos. En consecuencia, los caudillos vascos deberán elegir entre unirse y construir un reino propio o continuar sometidos a extranjeros, sean los que fueren. Para ello, deberán empezar por nombrar un máximo caudillo, o primer rey. Se trata, vemos, de una trama análoga, que no idéntica, a la de Irati.


Amaya es la principal protagonista de la novela, hija del godo Ranimiro y Amagoya, vasca del linaje de Aitor[3]; presentándose así como trasunto femenino del anterior, supuesto patriarca de todos los vascos conforme la elaboración de Navarro. Otros personajes son el conspirador judío Pacomio y su hijo Eudes, quien ocultando sus orígenes raciales y religiosos llegará a convertirse en noble visigodo de oscuras maniobras. García Jiménez, el otro gran protagonista, será finalmente el primer rey pamplonés, enamorándose de Amaya, a su vez última pagana de quien arranca un nuevo principio, eso sí, ya cristiano. Y el cristianismo de García le orientará eficazmente en sus alianzas, por lo que optará por la incorporación de los godos a su causa en la lucha contra los infieles musulmanes.


Tal y como sintetiza el gran autor navarrista contemporáneo Iñaki Iriarte López, euskaldún de neta identidad vasconavarra, el creador de Amaya «Describió a los vascos inicialmente hostiles a cualquier compromiso con los godos, dispuestos a combatirlos hasta que abandonasen su territorio, inmóviles en su concepción del mundo. Pero ante la presencia de un enemigo mayor, capaz de exterminar a vascos y godos, se impone la necesidad de una alianza, de un sacrificio de la integridad que, a través de una mezcla entre nativos y advenedizos, introduzca a los vascos en la historia, aunque, en contrapartida, conduzca también a una pérdida de la independencia primitiva»[4].


También son interesantes al respecto las anotaciones de la Gran Enciclopedia de Navarra:


«No es meramente casual que Navarro Villoslada concibiese la idea de escribir su Amaya en plena actividad pública, porque en ella va a plasmar de forma novelada sus ideales políticos. Incorpora a la acción situada en la Euskal-Erria del siglo VIII, los problemas ideológicos de su siglo y de la Navarra de entonces; desarrolla y resuelve la narración desde su óptica de tradicionalista y católico. La tesis del novelista es sencilla: Los postulados cristianos están por encima de los objetivos de este mundo, la religión triunfará sobre el patriótico aislamiento de los vascos y les hará participar definitiva y responsablemente en los problemas y destino final de la nacionalidad hispánica»[5].


Nacionalismo hecho cultura y mentalidad común

Si en Amaya la respuesta y la fuerza proceden del cristianismo, superando el paganismo de los ancestros que personifica Amagoya, en Irati, por el contrario, procederán desde un paganismo que, en contraposición al cristianismo extranjero, respeta a la naturaleza y a todos sus seres, reales o imaginarios. Si en Amaya los varones representan personajes fuertes, coherentes e incluso heroicos, en Irati se muestran, por el contrario, apocados, o ambiciosos sin escrúpulos y depredadores. De tal modo, la anciana Luxa, Irati y la propia madre de Eneko, musulmana al fin, se antojan como las personalidades más fuertes, consistentes y, en lenguaje de hoy, empoderadas, además de decididas transmisoras del sentido de la vida, de la identidad colectiva y de la misma justicia.


Los mitos y modelos antropológicos de Amaya e Irati, devienen, de tal modo,totalmente diversos; incluso podrían caracterizarse como contradictorios o, en el caso del segundo, una perfecta inversión de los del primero desde presupuestos posmodernos.


Aunque Amaya e Irati responden a formulaciones histórico-ideológicas muy diversas, los nacionalistas vascos de todos los colores de hoy, casi por completo descristianizados, bien pueden identificarse también en la obra de Navarro Villoslada, aunque sea de autor católico, tradicionalista y españolista, pues su carga mitológica, susceptible de ser rescatada y reelaborada por el nacionalismo en las décadas siguientes, es así salvada de «la quema de cuanto sonara a español e hispánico», convirtiéndola en preciado antecedente de su cosmovisión; aunque fuere forzando hechos, mitos, historias y mentalidades. De este modo, el paganismo declinante a superar en Amaya, deviene en autenticidad y propuesta de futuro en Irati.


Sintéticamente, vamos terminando, el nacionalismo supremacista vasco, constructivista y voluntarista, constituye la columna central que ilumina y edifica, en clave de hoy, como lo hiciera ayer, mitos y leyendas, sirviéndose para ello de creencias espirituales e ideologías políticas oportunas, siempre prescindibles y a sacrificar, con la mirada y la esperanza puestas en el objetivo final de la «construcción nacional vasca». Inmanencia, por tanto, frente a espiritualidad. Por todo ello, el nacionalismo vasco es una ideología por completo moderna que recurre a constructos posmodernos. En todo ello radica su capacidad de adaptación, su oportunismo nato y su éxito entre las nuevas generaciones nutridas de mitos superficiales, instintos básicos, desmemoria y conformismo ante el poder socio-político más próximo. De esta manera, los «nuevos derechos sociales», a los que son especialmente sensibles buena parte de una juventud europea educada en el sentimentalismo y el deseo, son más accesibles desde una soberanía política particularmente próxima, al «ser de aquí» y no de Madrid.


[1] El profesor de Historia del Arte de la UNED en Vergara Alberto Santana, en el programa de ETB El sabor del crimen, transmitido el 08/07/19 y disponible en Youtube, desmiente la teoría de que el eguzkilore (flor del sol), nombre asignado al cardo de puerto o carlina acaulis y popularmente conocido en buena medida gracias a la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo, se remonte a los cultos paganos. Por el contrario, sostiene que es recogido en primer lugar en las mantelerías cristianas de los altares de la Contrarreforma, al identificar gráficamente a la Sagrada Eucaristía.


[2] Elorza, Antonio: Un pueblo escogido. Génesis, definición y desarrollo del nacionalismo vasco, Crítica, Barcelona, 2001, pág. 55.

[3] Nombre ideado por el protonacionalista francés Joseph Augustin Chaho hacia 1845.

[4] Iriarte, ensayo citado, página 56 y 57.

[5] Entrada de la versión digital Navarro Villoslada, Francisco: http://www.enciclopedianavarra.com/?page_id=15162


Francisco Oya: el profesor al que obligó a retirarse el acoso independentista

Sufrió persecución en el instituto barcelonés Joan Boscà por ir en contra de la tergiversación de la historia en las aulas

ÁLVARO OLLOQUI. Madrid. la razon. 11 Mayo 2024


Francisco Oya ejerció como profesor de historia 35 años de su vida en la educación pública catalana. Pasó por siete institutos, pero su último destino nunca lo olvidará por las situaciones de acoso laboral y persecución ideológica que sufrió a manos de la dirección y que acabaron obligándole a retirarse antes de lo que tenía previsto.


En el curso 2017/2018 este docente entró a trabajar en el instituto Joan Bosca del barrio barcelonés de Pedralbes. Cuando se presentó en el centro el día 1 de septiembre para tomar posesión de su plaza, recuerda, ya le tenían preparado el recibimiento. Días antes un antiguo compañero suyo, cuya mujer impartía clase allí, le había puesto en sobre aviso sobre las palabras que le había dedicado la junta directiva al tratar su llegada. Le tacharon en aquella reunión de “fascista” y se mostraron sorprendidos por “quién nos han metido aquí”.


Él está seguro de que se debe a su condición de presidente de la asociación de profesor por el bilingüismo, que lleva funcionando desde 1998, pero también por los numerosos artículos que ha firmado en prensa analizando la inmersión lingüística catalana, sin ocultar su crítica posición con una consejería de Educación de la Generalitat a la que, aún hoy en día, acusa de ejercer adoctrinamiento ideológico sobre los alumnos.


Traspasó las puertas del instituto en aquel primer día y se dirigió al despacho del entonces director, Ignacio García de la Barrera. Le esperaba junto a una señora que no se presentó -más tarde resultó ser la coordinadora pedagógica, Maite C. S.- y solamente le dedicaron “molt bé” a su presencia. Ni una pregunta sobre su trayectoria, ni enseñarle las instalaciones.


Este veterano profesor salió de allí sin darle mayor importancia, ya era consciente de que el ambiente iba a ser hostil, pero confiaba en que la profesionalidad se impondría. “Yo intento no pelearme por cuestiones de politiqueo o ideológicas, voy a hacer mi trabajo y ya está, espero de los demás lo mismo”, explica.


Días más tarde, cuando el directo se enteró de que iba a ser él, por trayectoria e interés, el que iba a impartir la asignatura de Historia en el último curso de Bachillerato, pronunció, ante él, un “oh” lamentador con el que “sin disimular” expresó la poca gracia que le hacía que fuera Francisco el encargado de la materia. Él, como tantas otras veces, calló, quitándole merecimiento al asunto.


Al haberse incorporado con el nuevo curso, los manuales a emplear para impartir la asignatura ya habían sido designados por el departamento. Estos eran de la editorial Teide y sus autores eran, entre otros, Agustí Alcoberro, exvicepresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la organización que por excelencia realiza activismo por la independencia de Cataluña.


Como ejemplo de las “falsedades” históricas que en estos manuales introducen literalmente, explica Oya, recoge que Cataluña fue un Estado desde el siglo X hasta el XVIII con la Guerra de Sucesión, y que España la invadió y se la anexionó. Cuando realmente, expone este historiador, la propia denominación de Cataluña no existió hasta el siglo XII porque los territorios de la región estaban integrando como condados en la corona de Aragón hasta que fue absorbido el condado de Barcelona por la corona de Aragón. “Son delirios de estos pseudohistoriadores catalanistas. Jamás existió una Cataluña independiente”, defiende, sin poder ocultar el lamento.


Para contrarrestar el “infumable” libro de texto, entregaba a los alumnos otro material o veían trozos de documentales y películas históricas, algo que considera “normal” en cualquier centro al gozar de la libertad de cátedra todos los docentes.


La situación estalló después de que hubiese entregado, al abordar el catalanismo político, unos textos para comentar en los que personalidades históricas del movimiento, como Pompeyo Gener, calificaban directamente a los catalanes como una raza aria y a todo aquel que procediese del Ebro para debajo de raza semítica, para reivindicar que no tenían que soportar la preponderancia de razas inferiores del todo el resto del país.


El director del Joan Bosca le llamó a su despacho para preguntarle, rodeado del equipo directivo, si este dossier didáctico era suyo. Francisco dijo que sí y éste le contestó que le “parecía muy mal porque hacía quedar mal a los nacionalistas catalanes”. La respuesta del director del centro fue una amenaza, relata rebuscando en la memoria: “Te prohíbo dar a partir de ahora ningún tipo de material y tienes que ceñirte al manual”.


Tras dar un puñetazo en la mesa, del que él mismo se considera arrepentido, le dejó claro que “por muy director que fuera, existiendo la libertad de cátedra” iba a continuar dando a sus alumnos los materiales que considerase ya que sus clases “no son para dejar mal o bien a nadie, se tratan de dar historia”.


El cruce de altas palabras acabó con la advertencia de que se iba a dar parte a la inspección de Educación por parte del que era su superior. Y así fue. Pocas semanas después una inspectora acudió a una de sus clases para hacerle lo que técnicamente se conoce como observación de aula. Se pasó toda la hora, cuenta este profesor, paseando por el aula y llamándole la atención sobre algún alumno que tenía alguna pregunta. Se vio obligado, explica, a aclararle delante de todos que era él el que daba la clase. Francisco Oya denuncian que de aquella visita apareció un “delirante” informe en el que se le acusaba de no atender y dar menos respuesta a preguntas formuladas por alumnas chicas por “discriminación de género”.


Al cabo de quince días, le fue notificada la incoación de un expediente por parte de laa autoridades educativas autonómicas en el que se reflejaba que era “machista, racista y ultraderechista”, citando como única prueba el citado informe de la inspectora. También se le acusaba de llegar tarde sistemáticamente a las clases que tenía que impartir. El docente y su defensa pidieron que se demostrase tal imputación a través de la hoja de guardia del instituto que registra retrasos y ausencias en las que pudieran incurrir los profesores. La instructora del expediente se lo negó alegando que no presentaba importancia.


Al final, acabaron sancionándole igualmente por todo ello con una suspensión de 10 meses de empleo y sueldo, que el recurrió en el contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) al considerar que el expediente se basó en pruebas falsas y que detrás había persecución ideológica y acoso laboral.


El TSJC le acabó dando la razón por los defectos de forma en los que incurrió la consejería de Educación al aplicar el castigo, haciéndolo efectivo fuera del plazo establecido. La Generalitat recurrió y hoy, seis años después, sigue a la espera de que le confirmen la sentencia que le dio la razón.


Se acabó jubilando antes de lo que él siempre tuvo previsto porque la situación se volvió, afirma Oya, “demencial” hasta el punto de que tuvo que coger la baja por problemas cardíacos y depresión. Denuncia que a su vuelta de la sanción fue víctima de pancartas en las que se leía “fuera fascistas de nuestras aulas” o “hoy hacemos huelga contra Francisco Oya” por parte de alumnos que eran manifiestamente miembros de Arran, la sección juvenil de la CUP, la izquierda radical, anticapitalista e independentista catalana.


De algunos otros profesores, sin embargo, confiesa que le hicieron llegar manifestaciones de solidaridad discretas en privado. Dijo finalmente adiós a la que había sido su vida, la enseñanza, en 2019, ante lo “insostenible” de lo que estaba viviendo prácticamente a diario en su centro de trabajo.


Ahora, el pasado abril, presentó una denuncia por la vía penal contra el director, dos inspectores de Educación, dos tutores de los grupos de segundo de bachillerato en los que impartía clase y la coordinadora pedagógica del centro. Quiere que se haga justicia para que nadie tenga que sufrir lo que él vivió en su última etapa profesional. Francisco Oya, de 66 años, les acusa de delitos continuados de acoso laboral, coacciones para impedir el ejercicio de derechos fundamentales, contra el honor, prevaricación y falsedad de documento público, entre otros cargos.


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