Recortes de Prensa Domingo 4 Agosto 2024


Ucrania golpea a Rusia desde el aire pero pierde terreno en el frente

Ataca varias bases petroleras y hunde un submarino en Crimea mientras Moscú prosigue su avance en la región de Donetsk

Rostyslav Averchuk. Leópolis. la razon. 4 Agosto 2024


Las fuerzas de defensa de Ucrania atacaron el aeródromo de Morozovsk en la región de Rostov y varios depósitos de petróleo, informó ayer el Estado Mayor de su Ejército, mientras que imágenes de explosiones e incendios se difundieron en las redes sociales rusas.


«Los depósitos de municiones fueron alcanzados, en particular aquellos con las bombas aéreas guiadas», afirmó el ejército ucraniano. Además, «la aviación y las defensas aéreas» resultaron dañadas en el aeródromo de Morozovsk en la operación llevada a cabo por la inteligencia militar y las fuerzas armadas de Ucrania, reveló una fuente a los medios ucranianos. Al menos dos depósitos de petróleo se incendiaron en las instalaciones atacadas en las regiones de Belgorod, Kursk y Rostov. En total, 70 drones ucranianos atacaron Rusia durante la noche, según sus autoridades.


«Los aviones de combate rusos deben ser destruidos cuando sea, por todos los medios efectivos. Atacar los aeródromos rusos es justo», subrayó el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, calificándo los ataques como la única manera de proteger a su pueblo del terror ruso.


Señaló que Rusia lanzó más de 600 potentes bombas aéreas guiadas solo en la última semana y pidió «decisiones firmes comunes» de los socios de Ucrania que hasta ahora han prohibido el uso de sus misiles de largo alcance contra los objetivos en territorio ruso, como sus aeródromos militares. Las bombas han sido un factor clave detrás de los avances rusos en partes de la línea del frente, mientras que la mayoría de las defensas aéreas de Ucrania no son capaces de derribarlas ni a ellas ni a los aviones que las lanzan.


En otro ataque exitoso, Ucrania hundió el submarino ruso «Rostov-na-Donu», que estaba siendo reparado y probado en la península ocupada de Crimea. El submarino, valorado en unos 300 millones de dólares y capaz de lanzar misiles Kalibr contra Ucrania, ya fue alcanzado por un misil el pasado mes de septiembre.


«El barco se hundió en el instante”, afirmó el sábado el Ejército ucraniano, señalando que las fuerzas de misiles de Ucrania también causaron «daños significativos» a cuatro de los valiosos lanzacohetes de defensa aérea rusos S-400 «Triumph» en Crimea.


«La destrucción de ‘Rostov-na-Donu’ demuestra una vez más que no hay ningún lugar seguro para la flota rusa en las aguas territoriales ucranianas del Mar Negro», subrayó. Según la Marina ucraniana, más de un tercio de la flota rusa del Mar Negro ha sido incapacitada por misiles, barcos no tripulados, drones y minas ucranianos, lo que ha obligado a Rusia a trasladar casi todos sus buques restantes a otras bases, más alejadas de Ucrania.


Según Oleksiy Melnyk, del centro de estudios «Razumkov Center» de Kyiv, Ucrania busca causar el máximo daño a Rusia y reducir su capacidad y disposición para continuar con su agresión mediante este tipo de pasos «no lineales». Ucrania ha logrado resultados extraordinarios al derrotar a la flota rusa o aislar a sus fuerzas en Jerson en 2022, y debería esforzarse por replicarlos en otras partes del campo de batalla, subrayó el experto a este periódico.


"Ucrania es un país desconocido"

¿Crees que ya lo sabes todo sobre Ucrania? Este intelectual te explica por qué estás equivocado

Ucrania es como un pez al que le piden trepar un árbol. Esta falta de comprensión explica, según este intelectual ucraniano, los continuos errores europeos en los pronósticos de la invasión rusa

Fermín Torrano. Kiev. el confidencial. 4 Agosto 2024


Un grifo, una madre que se despierta de madrugada o una violación. A Yevhen Hlibovytskyi le gusta poner ejemplos. Símiles gráficos para traducir realidades complejas como las expectativas bélicas de Kiev o la fatiga de la población. Licenciado en Derecho, Ciencias Políticas y Filosofía, Hlibovytskyi (Leópolis, 1975) es uno de los principales intelectuales ucranianos de la actualidad. Junto con otros pensadores y académicos lleva años reflexionando sobre el presente y futuro de Ucrania en el Nestor Group. También es director del instituto Frontier, profesor universitario y miembro del consejo de supervisión de la radiotelevisión pública ucraniana. En una calurosa tarde de julio, nos sentamos a beber café con hielo en una terraza de la capital. Los niños inundan las aceras con patinetes eléctricos, ajenos a la guerra, mientras ciudadanos anónimos recaudan decenas de miles de euros para sostener el frente. A pesar de la enorme exposición mediática de los últimos años, Ucrania es un país desconocido. Un lugar complejo lleno de contradicciones, oportunidades y problemas. Yevhen te explica por qué.


PREGUNTA. Su discurso tiene un tono optimista en una Ucrania con la moral en horas bajas.

RESPUESTA. La moral siempre es un factor engañoso. Cuando disminuye, las cosas tienden a comunicarse peor de lo que verdaderamente son. Es evidente que existe una fatiga significativa en ambos lados, pero en Ucrania las cosas nunca son tan malas o buenas como parecen. Esta es una sociedad que ha aprendido a adaptarse y ser creativa. Mientras que Rusia es cuantitativa, Ucrania es cualitativa. La cuestión es que el sistema ucraniano es transparente, te permite ver las grietas. El ruso no. Para nosotros no es difícil darnos cuenta porque nos tocó convivir durante un tiempo y aprendimos a interpretar signos que quizás otros no ven.

P. ¿Por ejemplo?

R. Rusia ha necesitado aumentar de manera notable la propaganda en el interior de sus fronteras y eso significa que la situación no es tan controlada como quisieran. También tienen reacciones violentas en algunas zonas del país y en el extranjero. Y aunque su economía es más resiliente de lo que muchos esperaban, tan solo están produciendo una versión desfasada de sí mismos. La clave es que Ucrania tiene posibilidades de revivir su capital humano y Rusia no. Muchos extranjeros querrán venir a vivir aquí cuando acabe la guerra. Este es un país que conjuga libertades con calidad de vida, sin perder la capacidad de mantener la seguridad al mismo tiempo. Puedes ser de otro país, hablar otra lengua, tener otra fe... A nadie le importa tu pasado. Algo similar a la América europea, un lugar en el que ser ucraniano por decisión. Esa capacidad para atraer y conservar el capital humano es posiblemente el factor más importante del siglo XXI.


P. El mensaje puede sorprender en Europa. Hasta la madrugada del 24 de febrero, muchos europeos pensaban que Ucrania y Rusia eran lo mismo…

R. Cuando la gente ve que vivimos juntos, asume que existió un componente voluntario. Podemos decir que el violador y su víctima han dormido juntos o que, incluso, hicieron el amor. Pero no. Las palabras importan. Nos permiten entender qué ocurrió. Ucrania fue parte del imperio terrestre ruso porque el vecino ocupó esta tierra y nos subordinó. La gente olvida a veces que los nazis ocuparon el 100% de Ucrania, pero solo el 3% de Rusia. Fíjate, es tan fácil como mirar en vuestros libros de literatura. Compara cuántos rusos y ucranianos hay. Es una presión colonial que sigue presente hoy, una visión Moscúcentrista. Estamos acostumbrados a que nos miren a través de otros. La conclusión histórica es que Ucrania es el niño nuevo que acaba de llegar al edificio. Algunos creen que será solo por un tiempo, pero ya está aquí y no se va a marchar.


P. Europa y Estados Unidos prometieron a Volodimir Zelenski apoyo hasta el final. Las elecciones de EEUU o las dudas de Alemania ponen la ayuda militar en cuestión. ¿Se sienten traicionados los ucranianos?

R. Hay cierto enfado en Ucrania porque Occidente no se ha mantenido firme ni ha llegado a tiempo. Tampoco ha sido honesto y consecuente con su propia declaración de valores. Encima, nos vemos suplicando para obtener defensas antiaéreas. El dinero y las armas son los recursos más baratos con los que Europa puede ayudar, sobre todo si tenemos en cuenta que los ucranianos son los que sufren el impacto directo de la guerra. Que el resentimiento nos envenene igual que ha contagiado a otros países es una posibilidad. Lo vemos con esta ola populista en el mundo occidental.


P. Una encuesta revelaba recientemente que casi la mitad de la población está a favor de establecer conversaciones de paz. ¿Están las dudas penetrando en la sociedad?

R. Es cierto que el 44% de los ucranianos ve las negociaciones de manera favorable. Pero el 87% está en contra de la posición rusa en la negociación. ¿Qué significa? Que estamos cansados de luchar. Hemos perdido a mucha gente. Es la misma fatiga que sufre una madre cuando su hijo llora en mitad de la noche. Sí, la madre puede estar cansada, pero si el niño llora, se levantará. A nosotros nos encantaría dormir, pero no tenemos opción. Rusia niega nuestra cultura, nuestra existencia y nuestra identidad… nos ofrece esclavitud. Esta no es forma de vivir, así que lucharemos. Y esto es algo que los ciudadanos de la Unión Europea no entienden. Creen que hay un punto intermedio. Y no, ese punto intermedio no existe. Nosotros ya hemos despertado.


P. Aun así, vemos a una generación en Ucrania que no está dispuesta a sacrificar su vida por el país. Son patriotas y donan dinero, pero evitan ser alistados.

R. Un general estadounidense dijo que esta era una de las guerras en la que el blanco y negro era el más evidente de su vida. Y aunque estoy de acuerdo, no es tan simple. Muchas de las cosas contra las que pelean los ucranianos están entre nosotros. Luchamos para quitarnos de encima la herencia soviética, teniendo todavía un sistema muy soviético, lo que nos obliga reformar el sistema mientras estamos en guerra. Si miras al Ejército, puedes ver que hay brigadas muy desarrolladas con estándares occidentales que protegen la vida de sus hombres y que utilizan estrategias creativas en el campo de batalla, pero también otras que no han sido reformadas y la gente sufre. Cuando tienes 800.000 civiles sirviendo, también tienes cientos de miles de historias personales que se filtran a la sociedad. Los ucranianos no tienen buena información de su gobierno y muchas veces no saben a qué se enfrentan. Por ejemplo, el número de bajas no está en el debate público, por más que se puedan calcular. No comunicar genera sensación de desamparo y desconfianza en la gente.


P. Usted concede mucha importancia a la seguridad en un mundo global que está cambiando. En Europa, sin embargo, muchos europeos viven ajenos a esta realidad. La guerra se ve como algo lejano.

R. Esta es una batalla por las reglas del juego y no entenderlo nos vuelve a todos más vulnerables. Los países de la UE deben creerse de una vez que esta es una verdadera lucha por las libertades y la representación de los valores europeos. Si cae Ucrania, no será el final de la guerra, será el verdadero inicio, y tendrá muchas implicaciones para todos. No importa que estés en la otra punta del continente. Moscú no va a enviar una columna de tanques para tomar Madrid, es obvio. La amenaza rusa para España puede venir del norte, del sur, del mar, a través de la economía o de la energía. Es que ya está allí. Con internet, con la información… todo se mueve a la velocidad de la luz. Pensar que no te incumbe por estar lejos es el primer paso para construir la derrota.


P. ¿Cuáles cree que son los aprendizajes clave que debe sacar un país como España?

R. Nuestra guerra debe servir como termómetro en la educación y la alfabetización mediática. Los rusos debilitan las sociedades destruyendo la solidaridad y la cohesión social debe estar en el foco. Este es un mundo nuevo y estamos interconectados, no asumirlo ahora tan solo complicará las cosas. Los costes de la indecisión siempre terminan siendo más altos. Deja que te ponga un ejemplo: podemos no saber cómo llega el agua a nuestro grifo, pero llega. Y pagamos impuestos con la expectativa de que alguien se encargue de ello. Lo mismo ocurre con la guerra. Una persona en la calle puede ser ignorante sobre muchas cosas, porque nuestro sistema democrático delega el conocimiento y las responsabilidades. El problema es que aquellos que tienen la obligación de encargarse, todavía no se han dado cuenta hasta qué punto importa lo que sucede en Ucrania. Las habilidades para ser resiliente están muy ligadas a la cultura política del país.


P. Recuerdo que usted dijo una vez que Ucrania no tenía aliados, tan solo socios…

R. Lo sigo pensando. Nos pueden dar armas, pero eso es todo. Y ni siquiera hemos conseguido todo el material soviético disponible. Quizás Polonia esté más cerca de nosotros, pero tiene obligaciones colectivas que no le permite convertirse en aliado. Cuando Ucrania proclama su propia entidad no irrita solo a los rusos, irrita a todos los que formaron parte de su imperio. Irrita a una parte de la sociedad húngara, polaca y puede que complique las relaciones con Turquía en el futuro. Superar el legado colonial significa aceptar que alguien que fue colonizado no vale menos. Ucrania es ese amigo incómodo que hace preguntas molestas.


P. ¿Podría darme algún ejemplo?

R. ¿Por qué el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es cómo es? Desde la perspectiva ucraniana es injusto que Rusia pueda vetar cualquier moción contra ella. No está bien. Y ni siquiera estoy mencionando que Rusia nunca solicitó acceder [tomó el puesto de la Unión Soviética con una carta de Boris Yeltsin, a finales de 1991]. El club hizo una excepción, pero Rusia no es la URSS. Ucrania está haciendo preguntas difíciles y las respuestas pueden no ser muy populares en el interior de los países beneficiarios. Aun así, ha sido sorprendente sufrir críticas desde África o Latinoamérica. Nos llaman hipócritas. "¿Si decís ir contra el colonialismo, porque narices os unís al club más colonial de la historia, que es la UE?", preguntan. Y respondemos que bueno, que es cierto, pero que queremos hacerlo bajo nuestras propias reglas. Queremos unirnos por los valores. De alguna manera, forzamos que la Unión Europea esté a la altura de sus propios estándares. "Ser un europeo moderno significa formar parte del mundo desarrollado"


P. ¿Por qué unirse a un club por unos valores, si esos valores están oxidados? ¿No es contradictorio?

R. El significado de ser un europeo moderno significa formar parte del mundo desarrollado. Hasta ahora, los ucranianos han intentado vivir en un lugar donde el Estado sea débil, porque en la tradición soviética no hay mayor amenaza para el individuo que su propio gobierno. Por eso, las instituciones siguen desequilibradas, y la sociedad en busca de modelo. Por otro lado, creo que Ucrania traerá hambre y sed de desarrollo, rejuvenecerá una estructura tecnócrata, y resucitará muchos eslóganes formales de la Unión Europea que se quedaron por el camino. Los ucranianos están sorprendidos con el cambio de roles. En los últimos años, por ejemplo, hemos sufrido mucha presión para celebrar elecciones, y nos vemos en mesas internacionales explicando qué la democracia no es solo votar. Es un proceso donde los derechos son protegidos, especialmente los de las minorías. Donde se garantiza una campaña, un debate justo, el pluralismo… Un proceso en el que todos tengan voz.


P. ¿Y la OTAN? ¿Es realista entrar con una guerra abierta?

R. Ni la sociedad ucraniana ni sus políticos esperan que Occidente venga a enfrentarse militarmente a Rusia. Esa es la realidad. Ucrania ahora mismo es el gran contribuidor a la seguridad europea y simboliza de algún modo el artículo 5 sin formar parte del club. La única razón para ingresar en la OTAN es que el conflicto escale internacionalmente con Irán, Corea del Norte o China uniéndose a Moscú. Ahí sí, Ucrania querrá verdaderamente estar bajo el paraguas de la OTAN. Aunque de producirse ese escenario, seguramente será el momento en el que Ucrania sea quien sostenga el paraguas.


P. ¿El tiempo corre a favor o en contra de Ucrania? La invasión va camino de cumplir 900 días.

R. La guerra es un examen que testea la capacidad ucraniana para transformarse. Déjame ponerte un ejemplo: Ucrania contaba con una red de energía soviética creada para tiempos de guerra. Pero el sistema de generación es muy centralizado, algo que pone fácil a los rusos dejar al país sin electricidad. No lo solucionamos antes y ahora tenemos un sentimiento de urgencia para no sufrir. La invasión se ha convertido en una gran palanca que acelera reformas y empuja a abandonar la herencia soviética. Personalmente, te puedo decir que estoy cansado de ir a funerales, pero no hay razón para no ser optimista con el futuro. Hemos aguantado de pie la peor parte. En este punto de la guerra, ¿pueden los ucranianos mantener su identidad? La respuesta obvia es que sí. ¿Puede el país mantener su seguridad? Eso dependerá del tipo de coalición que pueda construir a su alrededor. El principal obstáculo es que nuestros socios se han dormido y debemos despertarles confiando en que estén preparados. Taparse los ojos no hace desaparecer los problemas.


Sánchez y Zapatero también son ratas chepudas

Toni Cantó. gaceta. 4 Agosto 2024


Tengo un amigo cubano que salió pitando de su isla hace décadas asqueado por la violencia y el reparto de la miseria sociata. Emigró a Venezuela, que por entonces era la perla caribeña. A los pocos años de rehacer allí su vida, vio cómo Chávez tomó el poder y destrozó el país, ayudado por los cubanos y un grupito de pijos rojeras españoles; idiotas que, como decía el genial Churruca, estaban convencidos de que el fracaso del colectivismo se debía a que no lo dirigieron ellos.


Mi amigo tardó poco en reconocer el virus que destrozó su patria y, de nuevo, salió pitando. Directo a España. Aquí gobernaba Rajoy, que desaprovechó la que quizá fuera nuestra última mayoría absoluta. Despolitizar la justicia, cambiar la ley electoral para echar al nacionalismo del congreso, instaurar controles independientes, garantizar el uso del español, ilegalizar a los pro terroristas, bajar los impuestos, aligerar la administración y modernizar el país eran algunos de esos cambios que, ilusos, pedimos desde nuestros escaños los diputados de UPyD y Ciudadanos. Aún así, mi amigo vivía tranquilo.


Comparado con Cuba o Venezuela, España era el cielo. Hasta que comenzó a ver desfilar por las televisiones, tratados como simpáticas estrellitas mediáticas, a toda una serie de ratas chepudas que salían al abrigo del 15-M y que reconoció al instante. El virus sociata atravesaba el océano y seguía persiguiéndolo, ¡maldito sea! En las conversaciones que manteníamos siempre había quien hablaba de esos comunistas con admiración, simpatía, sin darles mucha importancia. El cubano se desesperaba. ¡A esos sólo los sacareis del poder con los pies por delante!, bramaba. La gente le tomaba como un exagerado. Aquí no sucederá nada de eso, estamos en Europa, decían. Pero la unión europea quedó para los tapones y para depredar nuestro bolsillo. Y Sánchez es nuestra nueva rata chepuda.


Ahora vemos cómo en Venezuela se demuestra una vez más que un dictador de izquierdas sólo sale del gobierno con los pies por delante. Maduro trampeando las elecciones, ¡qué escándalo! Pero, ¿qué esperaban? Monedero y Zapatero de cómplices. ¿Qué coño esperaban? Ministros del gobierno español que reconocen el pucherazo de Maduro. ¡Qué sorpresa! España junto a China, Rusia, Irán, los putrefactos de Puebla y grupos como Hamás o Hezbolá.


Zapatero desaparece. El PSOE tarda días en decir nada y ahora pide transparencia a Maduro. Te tienes que reír. Es como pedir a Sánchez que diga la verdad. Nuestro Presidente acaba de vendernos por otro plato de lentejas que le mantenga a él y a los suyos en el poder. En una sola semana, dos golpes. El Venezolano y el español. La izquierda le va a dar a los señoritos golpistas catalanes lo que ya disfrutan los señoritos vascos y navarros. Nos vamos a reír escuchando a los Paje, Lambán y compañía. Yo prefiero a las Diana Morant o a los Lobato. No hacen el paripé de Paje, que amaga y nunca golpea.


Ahora todos abren la boquita. Cuando les tocan la pasta. La amnistía o la politización de la justicia no les importa. Pero, ¡ay, la pela! Luego vendrá la otra línea roja. El referéndum. Pero yo quiero un referéndum. Cada vez más españoles queremos de una vez un puñetero referéndum. Si van a tener independencia fiscal y además hay que pagarles pensiones y subsidios, que se independicen del todo


Exclusiva: Vox solicita la suspensión cautelar de Conde-Pumpido y declarar nula sus sentencias sobre los ERE

En la querella, Vox argumenta que el presidente del Tribunal Constitucional debería haberse abstenido de fallar sobre el caso de los ERE por sus relaciones con el PSOE

Borja Negrete. vozpopuli. 4 Agosto 2024


El Tribunal Constitucional de Cándido Conde-Púmpido ha ido estimando uno a uno los recursos de amparo de condenados por los casos ERE en sentencia firme. La mayoría progresista del TC ha anulado la condena de seis años de prisión por el caso de los ERE que el Tribunal Supremo confirmó para el expresidente socialista José Antonio Griñán; y también la condena de nueve años de inhabilitación por prevaricación a la exconsejera de Economía y Hacienda Magdalena Álvarez, entre otros. Una serie de decisiones con las que el PSOE está pergeñando una nueva dialéctica: el caso ERE -el mayor caso de corrupción pública de nuestra historia con 600 millones desfalcados- fue un invento para quitar a los socialistas del Gobierno de Andalucía.


Vox ha movida ficha y se ha querellado contra Cándido Conde-Pumpido y los magistrados socialistas del TC por delitos de prevaricación en estas decisiones. Vozpópuli ha accedido en exclusiva al texto de la querella interpuesta en la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, donde la formación de Santiago Abascal solicita la suspensión cautelar de los magistrados de sus funciones y declarar la nulidad de todas las sentencias estimatorias de los recursos de amparo de los condenados por el caso ERE.


Las diligencias solicitadas por la letrada de Vox, Marta Castro, incluyen que se requiera al Tribunal Constitucional testimonio de las actuaciones íntegras en relación a los diferentes recursos de amparo; que se tome declaración a los magistrados que emitieron votos particulares; y que se cite como investigados a Cándido Conde-Pumpido y los magistrados que votaron a favor de estimar los recursos de amparo.


Estos magistrados son el ex ministro de Justicia de Sánchez, Juan Carlos Campo, la vicepresidenta del Tribunal Constitucional, Inmaculada Montalbán, y los magistrados María Luisa Balaguer, Ramón Sáez, María Luisa Segoviano y Laura Díez.


Los argumentos de Vox contra Pumpido

En primer lugar, Vox argumenta en la querella que los recursos de amparo en cuestión fueron admitidos a trámite a pesar de que más del 75 % de estos recursos son inadmitidos, como figura en la Memoria del TC de 2022. También muestra su extrañeza por la celeridad con la que han siendo resueltos (en menos de dos años).


Considera, además, que el Tribunal Constitucional está excediendo sus competencias y suplantando al Tribunal Supremo al admitir estos recursos de los ERE. La querella recoge en este sentido el voto particular de uno de los magistrados del TC, César Tolosa, que indica cómo la sentencia "ha devastado los límites de la jurisdicción constitucional, al irrumpir en el ámbito reservado a la jurisdicción ordinaria y suplantar la función del Tribunal Supremo como máximo intérprete de la ley". "Puede afirmarse con rotundidad que son los criterios adoptados por la sentencia de la mayoría los que adoptan pautas de razonamiento extrañas a la conformación del Estado de Derecho y al sometimiento de los poderes públicos al imperio de la Ley, que difícilmente serán aceptadas por la comunidad jurídica".


Otro de los argumentos de peso que maneja la querella es que Conde-Pumpido debería haberse abstenido en el fallo sobre estos recursos, al igual que varios magistrados que fallaron a favor de los mismos. El mismo Conde-Pumpido se abstuvo del caso de los ERE el 8 de septiembre de 2014, cuando ejercía como presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, por haber desempeñado el cargo de fiscal general del Estado. "Determina necesariamente una participación, aunque sea indirecta, en la tramitación del asunto, que aconseja la abstención en esta fase jurisdiccional posterior para garantizar la más absoluta imparcialidad del Tribunal", apuntaba entonces el ahora presidente del TC. En esta ocasión, sin embargo, Conde-Pumpido ha optado por no abstenerse, lo que motiva la nulidad de las sentencias según Vox.


La letrada de Vox infiere que además del propio Cándido Conde-Pumpido, otros miembros del Tribunal Constitucional han optado por no abstenerse cuando igualmente "podrían incurrir en diversas causas de incompatibilidad tanto por sus vínculos con el gobierno de Manuel Chaves (caso del ex ministro Juan Carlos Campo, que fue alto cargo suyo), como por haber dictado resoluciones vinculadas a la causa en anteriores diligencias (María Luisa Balaguer, María Luisa Segoviano e Inmaculada Montalbán)".


Relaciones de los magistrados con el PSOE

La querella desarrolla de manera minuciosa los múltiples vínculos con el Partido Socialista de los magistrados que han anulado las sentencias del Supremo a políticos del PSOE andaluz. "A pesar de las disposiciones de la LOTC en materia de garantía de independencia e imparcialidad, el fallo del Tribunal Constitucional proviene de la mayoría de magistrados con relación directa con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), existiendo un manifiesto conflicto de intereses, y en consecuencia no cumplieron con su deber de abstención, pues condenados y recurrentes han sido miembros del mismo partido político o han estado estrechamente vinculados".


El presidente del TC, Conde-Pumpido, fue nombrado fiscal general del Estado en 2004 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Posteriormente, fue propuesto y elegido como magistrado del TC en 2017, y en 2023 fue nombrado presidente del Tribunal, con el apoyo del resto de miembros con la misma significación política.


La vicepresidenta del TC, Inmaculada Montalbán, fue propuesta por el PSOE para su nombramiento como magistrada de este órgano en 2021. Anteriormente, fue vocal del Consejo General del Poder Judicial y presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.


Juan Carlos Campo fue ministro de Justica de Pedro Sánchez y Laura Díez trabajó como directora de gabinete del Ministerio de Presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez.


María Luisa Balaguer y Ramón Sáez también fueron propuestos por el PSOE como magistrados del TC, mientras que María Luisa Segoviano ha concedido entrevistas donde se muestra a favor del encaje legal del referéndum catalán y se identifica "con el bloque de izquierdas".


Ofensiva judicial de Vox

El partido de Santiago Abascal sigue haciéndose fuerte en los tribunales, una vía por la que Vox ha apostado siempre y que sigue dando frutos. Recientemente, la formación consiguió que Pedro Sánchez acudiese a declarar como testigo en la causa contra Begoña Gómez. Esta semana, además, han interpuesto una querella en el Tribunal Supremo contra Pedro Sánchez, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el abogado general del Estado, David Vilas. Les acusa de delitos de prevaricación y malversación por la utilización de la Abogacía del Estado para querellarse contra el juez de instrucción, Juan Carlos Peinado, que lleva la causa de Begoña Gómez.


Un gran país doblegado por 3.397 votos

Luis Ventoso. el debate. 4 Agosto 2024

Sensación de impotencia ver cómo por la felonía del PSOE se regala un privilegio arbitrario al separatismo catalán y se cambia la Constitución a su dictado


Qué desagradable sensación de impotencia. Un gran país del primer mundo rendido por 3.397 votos de un partido antiespañol, que es la tercera fuerza en Cataluña. Una formación que en las últimas elecciones regionales ha logrado menos apoyo allí que la suma de PP y Vox.


En el sopor de la gran desbandada de agosto, España está encajando una amarga derrota. Una vez más, una minoría separatista antiespañola se apresta a imponer su voluntad a 48 millones de españoles, gracias a la enésima felonía del PSOE, que lo hace posible.


Se va a otorgar un privilegio fiscal insolidario a Cataluña, se va romper la caja única, se va a quebrar la igualdad entre españoles. Se va a voltear de facto la Constitución. Se va a reforzar todavía más la injusta y aberrante prohibición del español en las aulas catalanas y en sus espacios públicos, cuando la tozuda verdad es que es el idioma más hablado allí… Y todo eso nos lo imponen los votos de un puñado de militantes de ERC, partido que dio un golpe contra España hace solo cinco años. Y lo logran gracias a la extrema debilidad y el antipatriotismo radical del presidente Sánchez y el PSOE, partido de turbia historia, que ya traicionó en su día a la II República.


Esto es insoportable. Imagino que comparto con millones de compatriotas el asco que he sentido viendo las intervenciones de Marta Rovira, dándonos lecciones y restregándonos el acuerdo por la cara, y de Salvador Illa, soltándonos, muy seriecito y atildado, como es él, una máxima tan estúpida como que «Cataluña tiene derecho a una financiación singular». ¿Por qué, Salvador? ¿Sois más altos y más guapos que el resto de vuestros compatriotas? ¿Acaso sois el pueblo superior? ¿O es que para los socialistas aquellos partidos que aspirar a destruir España y la ponen a parir cada día deben ser premiados con el dinero del resto de las regiones?


Marta Rovira y Salvador Illa. Ella, una abogada cobardona, nieta de un alcalde de la época de Franco, que cuando vio que pinchaba el golpe de Estado de 2017, promovido por su jefe Junqueras, puso pies en polvorosa rumbo a Suiza. No volvió hasta que Sánchez la amnistió y ahora nos sermonea con unos aires de superioridad moral intragables. ¿E Illa? Un pésimo ministro de Sanidad, que no dio una durante la pandemia, que nos mintió con sus «comités de expertos», que no existían, y hasta con las cifras de muertos. Un ministro que se echó a un lado rápidamente en cuanto vio que el reto lo superaba, lavándose las manos y traspasándoselo a las comunidades autónomas.


Por favor, movámonos contra este disparate del cupo catalán. Cada uno en nuestro ámbito, en la medida de nuestras fuerzas, debemos de luchar contra esta tropelía bananera, un facazo a traición del PSOE al conjunto del país.


-No se puede romper el orden constitucional al dictado de un acuerdo cerrado en un cuarto oscuro por el PSC y ERC.


-No se puede crear un tercer privilegio, que se suma al vasco y el navarro, solo porque Illa se ha quedado corto de votos y necesita comprar a tocateja el apoyo del tercer partido de Cataluña.


-No es admisible abordar una reforma de este inmenso calado constitucional sin un estudio a fondo, fumándose al Parlamento y sin dar una sola explicación sobre el detalle del asunto. La propia ministra de Hacienda, Montero, que ahora guarda un curioso silencio, aseguró rotundamente hace solo unas semanas que jamás llegaría lo que ahora ya tenemos sobre la mesa (puro PSOE).


-No podemos permitir que una reforma que va a afectar a las vidas de los 48 millones de españoles la decidan un partido menor, de peso irrisorio en el conjunto de la nación, y un presidente, Sánchez, que ha perdido las cuatro últimas elecciones en las que han podido votar todos los españoles (municipales, autonómicas, generales y europeas, ni una sola ganó el PSOE, entonces, ¿con qué autoridad se permiten reescribir la Constitución por la puerta trasera?).


-No se puede seguir soportando la felonía de Sánchez, que mientras chapotea en la corrupción familiar y partidaria antepone su ombligo a los intereses generales de los españoles y cree que somos peleles de plastilina, que puede moldear como le dé la gana a golpe de propaganda.


Mientras aplaudimos unidos y emocionados a los campeones del deporte español que compiten en París, nos olvidamos de que a la misma hora un oportunista con crecientes tics de autócrata está mellando los pilares de la nación.


Corre agosto, días de dispersión y asueto. Pero si el tipo que ya nos ha colado los indultos, la amnistía y el uso partidista y abusivo del TC nos cuela también este privilegio fiscal al dictado de los separatistas, entonces podríamos decir que España es un país de capa caída, porque tendría un pueblo y unas clases dirigentes incapaces de defenderse cuando llega la hora de la verdad.


y su complicidad con Maduro

Abascal denuncia en la manifestación en apoyo al pueblo venezolano «la tibieza y la equidistancia de las instituciones españolas y europeas»

LGI. gaceta. 4 Agosto 2024


El presidente de VOX, Santiago Abascal, ha participado en la manifestación en la Puerta del Sol en apoyo al pueblo venezolano, denunciando que «está sufriendo una tiranía criminal, el robo de las elecciones y la represión». Además, condena a «todos los aliados de Maduro en América, al Foro de São Paulo y al Grupo de Puebla».


Abascal también ha arremetido contra «los cómplices de Maduro y de ese régimen criminal en España, en el Gobierno y en la UE». Para el líder de VOX, «la tibieza y la equidistancia» de las instituciones españolas y europeas «es complicidad con el régimen tiránico de Maduro».


Asimismo, ha exigido a España y a las instituciones europeas «el reconocimiento de la victoria incontestable de Edmundo González y su reconocimiento como presidente legítimo de Venezuela». Afirma que «aún estamos esperando una posición absolutamente clara y rotunda de las instituciones españolas y europeas».


En este contexto, Abascal ha señalado la responsabilidad de Josep Borrell y Úrsula Von der Leyen, y ha criticado a «todos aquellos que están en Venezuela sirviendo de blanqueadores de la tiranía, como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero».


Al ser cuestionado sobre la comparecencia de Zapatero en el Parlamento Europeo, Abascal ha declarado que «debería comparecer incluso en algún juzgado para explicar sus negocios en Venezuela». Señala que «el papel de Zapatero durante todos estos años en Venezuela es gravísimo» por ser un «blanqueador de la tiranía».


Pedro F. Barbadillo: "Hay un hartazgo de esa historia oficial que le echa la culpa de todo a nuestros antepasados"

El escritor, colaborador de esta casa, publica Historia desconocida del Imperio español.

Luis H. Goldáraz. libertad digital. 4 Agosto 2024


Hace unos años, justo al comienzo de la pandemia, llegó a las librerías Esto no estaba en mi libro de Historia del Imperio español (Almuzara). La idea de Pedro Fernández Barbadillo era rescatar del olvido hitos y personajes que marcaron la historia del mundo, con el problema de haberlo hecho bajo la bandera de una nación que llegaría a estar lo suficientemente acomplejada como para no atreverse a recordarlos. Se quedó corto. "La historia del Imperio es un baúl de cerezas", comenta para libertad digital. "Coges una y salen enlazadas muchísimas más. Podrías no acabar nunca de escribir sobre el tema". Así que ahora publica Historia desconocida del Imperio español (Almuzara), una segunda parte que tampoco suena a definitiva; y charla con nosotros acerca de este país extraño. Tanto, que si hiciéramos caso a quienes se dedican a difuminar su historia para restarle legitimidad, tendríamos que decir que nunca ha existido, aunque parezca existir hoy, si es que algún español del futuro no inventa alguna nueva teoría que lo desmienta.


Pregunta: Hace unas semanas, después de la celebración de la victoria de España en la Eurocopa, levantó revuelo un cántico: ¿Gibraltar es español?

Respuesta: Esperaba esa pregunta. Bueno… Lo que demostró la campaña de la izquierda a cuenta de ese grito de los jugadores fue el grave problema de unidad nacional que tenemos en España. Es decir, los franceses, los ingleses, los suecos, los portugueses… no tienen ese problema. Esa obsesión morbosa con el "cuándo nace España"... Para algunos, España es un país que no debió de existir nunca. Y este último revuelo es muy revelador. La izquierda que abjura de los paraísos fiscales defiende el paraíso fiscal de Gibraltar. La izquierda que está contra el colonialismo, está con Gibraltar. ¿Y eso por qué? Pues porque lo que detesta es únicamente que Gibraltar sea español. Quienes sostienen esto contradicen las declaraciones de la ONU cuando les conviene. Pero la cosa está clara: Gibraltar tiene que ser reintegrado a España, como España tuvo que reintegrar Ifni a Marruecos en los años 60. Es así de simple. Quienes no lo quieren entender lo que odian es España. Es un problema muy grave el que tenemos. Por otro lado, lo que pasa es que España es un pueblo histórico, una nación histórica que tiene una vinculación innegable con el catolicismo. Y por ahí también se explican muchas cosas. Quizás esta izquierda de los Errejones y de los Echeniques estaría más contenta de vivir en Al Ándalus.


P: ¿Tanto peso sigue teniendo la religión, todavía hoy?

R: Sí, sigue teniéndolo porque se trata de un complejo que marca el espíritu de nuestro tiempo. El nacionalismo más aceptado hoy es el francés, por ejemplo, precisamente por ser laicista. Proviene de una revolución que guillotinó a un rey y cargó contra todo lo que tuviese que ver con la sociedad tradicional. Todos los demás patriotismos están mal vistos: el alemán, el español, el polaco… Pero el caso de España es paradigmático porque es un país que todo lo que ha hecho en la historia está indisolublemente unido al catolicismo. Y esto mucha gente no lo puede soportar. La última manifestación del confesionalismo católico de la nación española fue la guerra civil y la victoria del bando nacional. El bando nacional definía su actividad como una cruzada de liberación. El Papa nunca la declaró cruzada, hay que decir. Y esto no funciona igual que en el caso de los musulmanes, cuya yihad la puede declarar cualquiera que tenga la autoridad en su comunidad. Pero bueno… Franco iba a misa. Franco entraba bajo palio en las iglesias. Y en parte mucho del odio que despierta su figura tiene que ver con eso. No existe un odio igual en Portugal contra Salazar. Si algo define a la izquierda que odia a España es que es furibundamente anticatólica. Es una izquierda atea, socialista, que sueña con instaurar un régimen comunista. En su momento también había gente que miraba la Albania de Hoxha, que hay que estar tocado, pero bueno. Luego, por otro lado, tienes a todos los acomplejados, a todos los que se alimentan de los libros de Nieves Concostrina y de sus charlas en la SER…


La izquierda que está contra el colonialismo, está con Gibraltar. ¿Y eso por qué? Pues porque lo que detesta es únicamente que Gibraltar sea español


P: Sin embargo, la izquierda española mira con buenos ojos a otros nacionalismos patrios. Y tampoco se puede decir que no estén ligados al catolicismo…

R: Bueno, claro. Los del PNV reivindican a personajes como Sabino Arana, totalmente católico, e incluso tan carca que llega a hacer parecer al nacionalismo catalán un descafeinado con leche. Pero eso es porque esos nacionalismos y la izquierda tienen objetivos comunes. Los nacionalistas vascos y catalanes, al igual que la izquierda, necesitan construir un discurso contra España, contra lo español. Así que hasta te presentan un catolicismo de concordia, sobre todo después de la guerra civil, no digamos ya después del Concilio Vaticano II. Se trata de un catolicismo guay, un catolicismo de viva la gente, diferente del catolicismo mesetario, castellano, español, que es el catolicismo de la Inquisición, de la imposición, de la intolerancia. Lo que hacen es construir un pasado cuanto más oscuro mejor, para poder legitimarse. Dicen: "No queremos ser como ellos". Así que "ellos", es decir, los españoles, tienen que ser lo más oscuro, lo más siniestro, lo más despiadado, lo más inculto, lo más bruto.


P: He empezado hablando de Gibraltar porque algunas personas salieron a decir que cuando se firmó el Tratado de Utrecht, España no existía. Eso me hizo pensar en cómo incluso quienes más denostan el recurso a la historia acaban acudiendo a ella si creen que les da la razón…

R: No hay más que ver cómo esa misma gente que acude a la historia para "demostrar" que España nunca existió defiende la existencia milenaria de Cataluña, o del País Vasco… Sí, vamos a ver, es que el hombre es un ser social. Necesita identidades. Y la historia es necesaria en ese sentido, porque es la que nos da una identidad. Lo que pasa es que es como un medicamento, que es necesario en la dosis adecuada, pero que si te pasas envenena. Los nacionalismos vascos y catalán están alucinados con la identidad, en ese sentido. Aunque son diferentes entre sí. Salvador de Madariaga decía que el catalán puede, retorciendo los hechos, ocultando información, manipulando el pasado, con mucho esfuerzo, llevar el agua a su molino. Puede, en la medida de lo posible, construirse una supuesta historia propia que lo justifique. El nacionalismo vasco sin embargo tiene que inventárselo todo. Y no digamos el gallego. Porque lo que sabemos, lo que está demostrado, es una vinculación innegable, indestructible, de lo gallego y lo vasco, también de lo navarro, con lo español.


P: ¿Por qué la historia nos interpela tanto?

R: Mira, ocurre una cosa, y es que los pueblos que no conocen su historia, se la acaban inventando. Así de fuertemente necesitamos una identidad. Las personas necesitan raíces para vivir. La propia historia está plagada de ejemplos que lo atestiguan. Y por eso, de hecho, la historia siempre es susceptible de ser utilizada e interpretada como a cada cual le convenga. Lenin, por ejemplo, abjuró de buena parte de la historia rusa. Era un internacionalista. Sin embargo, Stalin la recuperó. Seleccionó a los personajes que más le convenían para enlazar su presente con el "gran pasado" de la historia rusa. Y escogió a Iván el Terrible, por ejemplo. Era como él, en cierto modo. Cuando llegó la invasión alemana quedó claro que la bandera del socialismo y del comunismo no servía para movilizar a la gente. Así que terminó recurriendo a lo de siempre: a la patria, a la Iglesia, a Dios… A la Segunda Guerra Mundial en Rusia la conocen como la Gran Guerra Patriótica. Por decir menos que eso, Lenin te mandaba a Siberia. Sin embargo, con Stalin quedó patente que ese tipo de componentes patrióticos eran mucho más poderosos que cualquier abstracción económica. Porque lo más aglutinador es el patriotismo. Es la famosa frase de Foxá: la gente no muere por el sistema métrico decimal. La fuerza más movilizadora para los hombres está enraizada en todo lo que entraña el patriotismo. El apego a una tierra, a una sociedad, a una cultura, a una historia compartida, a una identidad. ¿Qué es lo que permitió a Lincoln armar un ejército? No fue la causa del abolicionismo. Fue la causa de la Unión. La gente fue a la guerra por mantener la Unión. Y los del Sur lucharon por defender su modo de vida, que incluía la esclavitud.


P: En esa liza de interpretaciones de la historia, ¿por qué los españoles desconocemos tanto del Imperio español? ¿Pareciera que, más que creernos la Leyenda Negra, lo que todavía no cuestionamos es la leyenda dulcificada de los imperios inglés y francés?

R: Pues mira, hasta hace relativamente poco la cosa en Occidente era así, sí. Cuando yo era crío, los británicos y los franceses conocían la historia de sus imperios y estaban orgullosísimos de ella. Maldecían la descolonización, por ejemplo. En ese momento, la anormalidad en Occidente era España: un país que despreciaba su historia y que se maldecía a sí mismo. Hoy eso parece haberse contagiado al resto de países. No hay más que ver el revisionismo estadounidense con el tema de la esclavitud. Algunos quieren borrar a todos los presidentes que tuvieran esclavos. También les está pasando a la hora de acercarse a su propia guerra civil. Antes había películas que incluso hacían una reivindicación del viejo sur. Hoy es impensable. En el fondo lo que está pasando sigue el mismo esquema que tanto conocemos en España. Existe una izquierda que ha comprado una leyenda negra que odia lo europeo, lo cristiano, lo occidental, y que está aplicando el mismo molde. El veneno segregado en las universidades ya está empapando a todo el mundo. Antes se usaba como arma para acomplejar a los países hispanoamericanos, exclusivamente. Siempre te encontrabas antropólogos de universidades norteamericanas o europeas en las protestas indigenistas que se organizaban en Bolivia, en Perú o en México. Qué curioso, verdad. El indigenismo ha contribuido a un desmembramiento en hispanoamérica que dio a luz a un montón de Estados débiles, peleados entre sí e impotentes debido a rencillas internas carentes de sentido. Bien, pues ese mismo estado mental que discrimina la herencia histórica en base a una ideología desnortada es lo que se está dando en el resto de Occidente. Y ahora son el resto de europeos los que tienen que avergonzarse de lo que hicieron sus antepasados…


P: Centrándonos en España, ¿por qué, al hablar de la Ilustración, por ejemplo, desconocemos la influencia de la Escuela de Salamanca?

R: Eso tiene que ver con la Leyenda Rosa anglosajona que mencionabas antes. Se vio muy bien cuando Giscard d’Estaing, al ponerse a elaborar la Constitución Europea, se negó a hacer una mención especial al cristianismo. Pero es que en la base de la Ilustración está la Iglesia. Y la Iglesia española, más concretamente. Lo que ha habido tradicionalmente es una lucha de relatos en la que lo que se impuso fue que los modernizadores fueron los británicos y los franceses, mientras que los españoles estaban atrasados. Es la historia de la supuesta España oscurantista, la España de Felipe II, el rey déspota, la Inquisición española, en contraposición a una Europa mucho más avanzada en ideas y mucho más plural. Lo curioso es que si revisas la historia llegas a la conclusión contraria. España iba más avanzada que el resto del continente. Aquí se desarrolló la primera teoría monetaria y sobre la inflación, por ejemplo. Los holandeses también fueron bastante precoces. Fueron capaces de desarrollar unos sistemas financieros de compañía mercantil y de bolsa que les permitieron financiarse y conseguir un vehículo legal adecuado para desarrollar el capitalismo. También existían en España, pero las que más rápido se adaptan y las que mejor funcionan en un primer momento son las holandesas. Después, todo eso lo copiaron los ingleses. Pero es que todo, como he dicho, es una lucha de relatos. La historia no es sólo hacer las cosas bien y hacerlas antes. Es venderlas mejor. Y venderse, por el camino, como el único capaz de hacerlas. Es lo mismo que hizo Kennedy con el primer alunizaje. Esa forma de decir que se había ido a la luna no porque se pudiese hacer o porque fuese fácil, sino porque de hecho es difícil, y los únicos que tenían la capacidad para lograrlo eran los estadounidenses. La interpretación de la historia está plagada de choques de relatos. En el caso de los ingleses, convierten hasta su piratería y sus depredaciones en empresas civilizatorias. Para eso tienen que reinterpretar, por supuesto, y borrar determinados hechos. Pero sobre todo manchar al enemigo. El rival de los ingleses durante mucho tiempo fue el Imperio español. Así que la cosa es clara: los españoles son papistas, son lujuriosos, son vagos, son explotadores… Los indios del Perú sufren bajo el yugo español, estarían mucho mejor bajo el nuestro. En fin. Eso, que no pasa de ser propaganda, se ha acabado convirtiendo en canon histórico, que luego en España, por desgracia, se ha comprado. Todas las grandes potencias de la historia han tenido sus leyendas negras. El problema está cuando se las creen ellas mismas.


P: Su libro se centra mucho en el espionaje del Imperio. ¿Por qué?

R: A ver, es que los historiadores anglosajones son tan buenos, escriben tan bien y transmiten tantas maravillas de sí mismos, que es difícil no creerlos. El desastre del 98 en España explica también algunas cosas. Era un momento en el que todos los países europeos, hasta los portugueses y los belgas, tenían unos imperios coloniales descomunales. Había que buscar una responsabilidad, unos culpables del declive absoluto español. Y la respuesta rápida fue que nunca fuimos tan listos como los ingleses, ni tan buenos navegantes, ni tan industriosos, ni tuvimos unos gobernantes tan serios… Y, desde luego, no tuvimos unos espías como los de ellos. El espionaje es un tema fundamental en la historia. Y un imperio no dura lo que duró el español sin redes de inteligencia excelentes. Esa imagen que tenemos de nosotros mismos, como si siempre los españoles hubiesen sido gente bruta, supersticiosa, aguerrida, poco sofisticada… Gente que supuestamente llegó ante el Imperio azteca y lo conquistó a base de mandobles —y porque los indios no habían visto nunca caballos ni escuchado los disparos de arcabuz, que si no…—. Simplemente no se sostiene. Yo lo que intento demostrar es que un imperio que dura 300 años, es decir, más que el británico y que el soviético, no se mantiene exclusivamente con soldados brutos e ignorantes. Detrás hacen falta ingenieros, navegantes —y para ser navegante, en aquella época, había que saber mucho de matemáticas—, tiene que haber botánicos, y sacerdotes, y lingüistas, y gramáticos… Es decir, hace falta una cantidad de gente de ciencia y de cultura descomunal. España fundó una treintena de universidades en América. Y, por supuesto, tiene que haber muy buenos espías. El Imperio español contó con los mejores, pero son completamente desconocidos. Y esto ocurre por dos tergiversaciones de nuestra historia que sufrimos: están quienes dicen que los españoles eran unos ignorantes y unos brutos; y están los que sostienen todo lo contrario, que eran unos ángeles, unos seres de luz inmaculados que en vez de espadas llevaron la pluma y cosas por el estilo. Para esos segundos, ¿cómo iba a espiar un español? ¡Si eso era una cosa indigna! Pues bien, Felipe II le daba instrucciones a su hermano Juan de Austria sobre cómo tenía que usar a los espías en la Liga Santa cuando preparaba la batalla de Lepanto. Carlos V cifraba y descifraba personalmente sus mensajes. Y lo mismo hacía Fernando el Católico.


P: Tengo entendido que Fernando fue un pionero a la hora de establecer redes diplomáticas por toda Europa.

diego-sarmiento-de-acuna-i-conde-de-gondomar-y-el-mejor-embajador-espanol-en-londres.jpgConde de Gondomar.

R: Es así. Esa fue una de las grandes innovaciones de España. Antes las embajadas eran temporales. Solían ser embajadas que se constituían para negociar un tratado, una paz, o para felicitar a otro monarca recién coronado y cosas por el estilo. Fernando e Isabel son los primeros que establecen las embajadas diplomáticas permanentes. Con el Papa, primero. Y después, Felipe II tiene hasta siete en toda Europa, cuando Isabel de Inglaterra tenía una. Fíjate tú lo que supone eso en gasto, pero también en gente preparada. Todo eso lleva al desarrollo del espionaje, porque se establece una guerra oculta entre las diversas potencias, que pugnan por interceptar los mensajes de sus vecinas. Así que comienzan a cifrarse. Yo en el libro hablo, por ejemplo, de los problemas que tenía Felipe II con sus correos, que eran atacados sobre todo en Francia por los hugonotes, con la connivencia de la Corona francesa. Al final, una cosa que no hay que olvidar es que el primer gran Imperio europeo fue el español. Fue el primero en estar en los cuatro continentes —sin contar Oceanía—. Y para ello tuvo que valerse de muchísimos perfiles valiosísimos en muchísimas áreas diversas. De lo contrario, no habría aguantado tanto.


P: Dedica su último capítulo al 12 de Octubre. ¿Tiene sentido esa frase que dice que un español no está completo hasta que no conoce América?

R: Yo creo que sí. A ver, España está en la historia por dos motivos. El primero, por la Reconquista, que también es negada, aunque esa es otra historia. Pero sobre todo está en la historia por el descubrimiento y la colonización de América. Ese es el nacimiento de la hispanidad. Existen críticas que dicen que la situación de pobreza y caos que se vive en hispanoamérica ahora se debe a la deuda histórica de la hispanidad, cuando en realidad es al revés. Lo que existe de institucionalidad allí es heredado de lo español. En Madrid no hubo universidad ni catedral hasta el siglo XIX, ya con la independencia de los virreinatos americanos. México y Lima tuvieron universidad y catedral a mediados del siglo XVI. ¿Los ingleses y los franceses y los alemanes han hecho algo parecido en sus imperios? De ninguna manera. ¿Qué universidades dejaron los británicos en la India o los franceses en África o en el Canadá francés? La hispanidad es, por tanto, un vínculo que nos une a los hispanos de las dos partes del atlántico, que debemos reivindicar y por el que debemos sentirnos orgullosos. Que eso lleve a una identidad, a una unidad política a muy largo plazo… puede que no lo veamos. Nuestros países tienen gobiernos muy distintos. Nadie quiere ser como Cuba o Venezuela. Algunos ahora quieren... les llama mucha atención el experimento que hay en Argentina, con Milei. Otros, precisamente los españoles que antes admiraban a Argentina, ahora, por el mismo motivo, la detestan. En cualquier caso, la hispanidad es imprescindible para que España, hablamos como españoles, recupere un lugar en el mundo. Es lo lógico, además. Es decir, mira cómo los británicos tratan de mantener sus lazos con sus antiguas colonias de la Commonwealth. En Francia mantienen también la francofonía, de la que se están separando ahora mismo Mali, o Níger. En ese sentido, los españoles no podemos pretender dar lecciones a los hispanoamericanos, o ser una especie de primus inter pares en comparación con otros hispanos; pero sí debemos tratar de proyectar algún tipo de unión, no necesariamente política, pero sí que garantice un vínculo que de hecho comparten 600 millones de hispanohablantes. Tenemos que saber, todos, que tenemos una historia y una identidad comunes. Y que, merced a ella, podemos estar presentes de alguna manera en el mundo. Ponte por caso el ejemplo de Yugoslavia. Cuando yo era joven, era un país importante en el mundo. Era un país grande, entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, aunque fuese de régimen comunista. Y era un país halagado por los dos bloques. Es cierto que era un país artificial, pero tenía una influencia internacional poderosa. Encabezaba el movimiento de los no alineados. Cuando se desmembra, con una guerras tremendas, aparecen una serie de países más pequeños que actualmente no cuentan absolutamente para nada en el mundo. Kosovo es un portaaviones de Estados Unidos en los Balcanes. Montenegro, Macedonia, ¿de qué viven? Del narcotráfico, de la delincuencia, del contrabando y de la ayuda de la Unión Europea. Ahora piensa en la hispanidad. ¿Qué es de Honduras? ¿Qué es de Centroamérica? ¿Qué es Cuba? Venezuela, Bolivia… ¿Qué son hoy en día países como Uruguay, Argentina, Chile? ¿Qué pueden hacer ante mastodontes como Estados Unidos, China o la India? Una hispanidad en la que, antes de tomar una decisión, los políticos pensasen en las consecuencias que podría tener para sus vecinos, sería un avance. Hemos empezado hablando de Gibraltar. Plantéate el peso que podría tener dentro de Naciones Unidas un bloque hispano unido en la reclamación legítima sobre la devolución de Gibraltar. Sería otra cosa. Sería una molestia permanente y sería una muestra de que, cuidado, que si te metes con un ecuatoriano te estás metiendo con más gente. Al final, España no puede ser neutral, como Suiza. Lo impide su situación geoestratégica. Estamos en la boca del Estrecho, uno de los pasos marítimos más importantes del mundo. Tenemos también la proyección atlántica y, por supuesto, la proyección americana. Necesitamos aliados.


P: ¿Pero cómo pudo haber hispanidad, si España no existió hasta el XIX?

R: Es llamativo, ¿verdad? Hablando de Leyenda Negra, yo cito el caso de Australia. Australia no tiene ningún problema de identidad nacional ni de cuándo existe como nación. Entre 1788 y 1868, los ingleses, la Corona británica, el gobierno, el parlamento inglés, usó Australia como colonia penal. La poblaron con deportados. 162 mil convictos enviados. Y no tienen ningún problema con eso. De España se cuenta la mentira de que en los barcos de Colón iban convictos. Es mentira, claro. Pero, ¿y qué? Se dice que a América iban los más tontos, los más vagos, delincuentes de la peor calaña… Eso lo dicen hispanoamericanos y lo dicen españoles. Historiadores, por fortuna, cada vez menos. Porque es mentira. La corona española vigilaba que no pudiera pasar cualquiera. A Cervantes se le prohíbe ir en dos ocasiones, como relaté en mi anterior libro. Como era un mutilado de guerra, no cumplía los requisitos. No podía ser soldado. "¿Qué va a hacer allí?". "No, no queremos que pueda dar ejemplo de holgazanería". Por supuesto, se colaba gente, y había contrabando. La vida podía ser más cómoda allí para un sinvergüenza. Los había que dejaban aquí a la mujer y se iban a probar suerte. Pero precisamente por eso la Corona intentaba que las mujeres se pasasen también al otro lado. A los casados que encontraban en América les daban a elegir entre eso o volver a España. Eso te indica que se quería transplantar España allí. No se quería utilizar ese territorio para explotarlo colonialmente.


P: ¿Cuál es su criterio de selección de los temas para estos libros?

R: No es difícil. Este tipo de desconocimientos enormes son abundantísimos. Abres el cofre del Imperio y es como las cerezas. Coges una y van saliendo más, enlazadas. Es tal la cantidad de personajes asombrosos desconocidos que tenemos que no terminarías nunca de escribir sobre ellos. Yo selecciono personajes poco conocidos, o que empiezan a ser conocidos ahora. Por ejemplo, en el libro anterior indagué en la expedición de la Viruela. Un acontecimiento increíble que se mantuvo en la sombra de forma inexplicable hasta hace bien poquito. No digo ya en las facultades de Historia. Es que en las de Medicina apenas se conocía. O gentes como el general Álava, que fue amigo y colaborador de Wellington durante la guerra de Independencia. Al menos, por fortuna, aparece en el monumento a la batalla de Vitoria. Pero poco más. Claro, en España lo que se investiga es sobre la Memoria Histórica, con una clara anteojera ideológica, además. Sobre los muertos del franquismo. Eso es lo que está subvencionado. Por otro lado, ¿cómo van los gallegos o los vascos a reivindicar al conde de Gondomar, o al general Álava, cuando fueron personajes que ennoblecieron y honraron lo español? Yo sí intento rescatarles, en la medida de lo posible. Uno que se me ha quedado pendiente es Agustín de Betancourt, un militar canario, ingeniero, ilustrado, listísimo, creador de multitud de inventos, que podría haber sido uno de los grandes industrializadores de España. La Corona le mandó a París para ponerse al día con los adelantos científicos que allí se estaban dando. Escribió sobre fábricas, sobre maquinaria, sobre el funcionamiento de la maquinaria de vapor… Pero en España no se le quiso porque Godoy no lo tragaba. Napoleón incluso le hizo una oferta para quedarse en París, pero él decidió marcharse y se puso al servicio del Zar ruso, contribuyendo a desarrollar la navegación a vapor por el Volga. Bien, pues apenas es conocido en España. Y, desde luego, merece por lo menos un capítulo de mi próximo libro. Y un documental, también. Otros personajes que me gustaría tratar son los grandes marinos que tiene España, no sólo Blas de Lezo. Tenemos a Pedro Menéndez de Avilés, en el siglo XVI, que es el que elabora el sistema de flotas de indias, que dura más de doscientos años, por ejemplo. O Antonio Barceló, balear y semianalfabeto, pero que a pesar de todo llegó a ascender a teniente general de la Armada. Fue recibido por Carlos III y consiguió acabar con la piratería berberisca mediante un bombardeo descomunal de Argel. Y hay muchos más. Tenemos todo tipo de personajes: santos, militares, navegantes, científicos, teólogos, misioneros…


P: Rescata también el ejemplo del calendario gregoriano…

R: Que quizá debería llamarse calendario filipino… O sea, el mundo entero cuenta el tiempo, los días y los meses con un calendario cuya base se elabora en la Universidad de Salamanca. ¿Cuántas investigaciones se han hecho profundas, serias, sobre este calendario? Yo solo he encontrado una. ¿Por qué? Eso tenemos que preguntárselo a la Academia española. Parece estar más interesada en lo que diga Emilio González Ferrín, que es de los que niega la existencia de la Reconquista, porque, según él, ni siquiera hubo invasión musulmana… O con políticas de género y con rebuscar el papel de las mujeres en la España de la Restauración… Al final, seguimos teniendo que esperar a que nos cuenten nuestra historia los de fuera.


P: ¿Por qué? Tengo entendido que el género histórico funciona muy bien editorialmente.

R: Sí, es cierto. Hay muchísima demanda. Hay una necesidad. Como hemos dicho antes, el hombre necesita saber. Conocer sus raíces, sus tradiciones. Y ya hay un cierto hartazgo de esa historia oficial de España, perpetrada por la izquierda, que consiste en echarle la culpa de todo a nuestros antepasados. Eso de que te digan, por ejemplo, que exterminaron a una civilización y a una cultura fantástica como la azteca… Los españoles les interrumpieron sus sanas costumbres de realizar sacrificios humanos, claro. Debemos pedir perdón por cometer semejante barbarie. Pero es que resulta que los aztecas eran una civilización mucho más refinada, ¿sabes? Algunos dicen que enseñaron a los conquistadores a bañarse… Lo mismo que hicieron los musulmanes de Al-Ándalus con los cristianos del norte, según los andalucistas. Bueno, pues con ese nivel, normal que la gente esté cansada.


P: ¿Desde cuándo existe España?

R: Pues si seguimos las tesis de algunos, como la de González Ferrín, es imposible de precisar. Si no hubo Reconquista, porque además las partes del norte de la península estaban supuestamente poquísimo romanizadas… quién sabe. Ese tipo de barbaridades se llevan diciendo tiempo. En los años 70, sobre todo desde la Universidad de Oviedo, se desarrollaron unas teorías absurdas que ponían en tela de juicio que Pelayo fuese visigodo, por ejemplo. O que, de serlo, daba igual, porque la población de allí no respetaba a los visigodos, ya que no había sido ni romanizada. Todo venía de una serie de profesores comunistas que se inventaron que aquella era una sociedad ajena al resto de la península. Y una sociedad matriarcal, además, colectivista, el sueño de todos los que siguen necesitando demostrar que el comunismo puede funcionar… En fin, si algo bueno han tenido las autonomías es que como allí no hay demasiado monumento, lo que hicieron fue ponerse a cavar. Y lo que se ha descubierto es que hay yacimientos romanos y visigodos tan importantes que ya no se puede seguir manteniendo ese discurso. Hace poco, por ejemplo, apareció un puerto romano descomunal, el más grande después del de Burdeos, en el golfo de Vizcaya. Y en Asturias han aparecido yacimientos importantes también. Así que bueno, como la cosa es buscar argumentos para desmontar cualquier evidencia histórica que pueda explicar lo que es España, ahora ya no sólo se niega la Reconquista, sino que se niega hasta la conquista islámica previa. En fin. De todas formas, al final las evidencias siempre caen por su propio peso.


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Pedro Sánchez, en su huida hacia adelante

Editorial. la razon. 4 Agosto 2024


Cuando, ayer, Carles Puigdemont en su carta abierta a los militantes de Junts, señalaba que la única ley que había conseguido aprobar el Gobierno era la de la amnistía y que ni siquiera esa norma podía darse por válida, estaba describiendo, muy a su pesar, suponemos, la realidad de la situación política española, en la que ningún actor público es capaz de entrever el futuro más allá del cortísimo plazo.


Situaciones que rozan el esperpento, como la de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda María Jesús Montero, negando hace poco más de una semana que Cataluña fuera a tener su propio régimen fiscal mientras su jefe de filas negociaba exactamente esa cesión con ERC, es el último de los numerosos episodios de un gobierno en permanente huida hacia adelante, en el que sus miembros nunca saben con certeza qué «cambio de opinión» se obligarán a realizar y, además, trasmitiendo entusiasmo y convicción a la opinión pública.


Pedro Sánchez puede sentirse satisfecho por haber conseguido la Generalitat para el PSC, que, es relevante, había ganado ampliamente las elecciones regionales catalanas, pero lo ha hecho a costa de una promesa que es una carga de profundidad para la estabilidad del modelo autonómico español y, además, a cambio de un pacto de investidura en el que uno de sus firmantes no garantiza la gobernabilidad a lo largo de toda la legislatura. Con el agravante de que se ha sometido a plazos perentorios –la financiación propia del Principado debe ser un hecho para 2026–, aunque, desde la experiencia acumulada, para el sanchismo es un término temporal dilatado y maleable a nuevos cambios de rumbo.


Se argüirá que un gobierno tripartito de izquierdas en Cataluña no supone novedad alguna, pero, con ser cierto, también lo es que la situación de Salvador Illa depende de cómo evolucione la lucha de poder interna de su principal socio, de una mayoría que se sostiene por un solo voto y de cómo actúen otro de los factores principales de la trama: los siete votos en el Congreso de los Diputados de Junts, esenciales no sólo para llevar adelante un programa de gobierno, con sus Presupuestos, sino, incluso, para la propia supervivencia de la legislatura.



La sucesión de derrotas parlamentarias que ha sufrido la minoría socialistas, con la colaboración de los votos de Carles Puigdemont es el mejor aval de lo que decimos, y sin tener en cuenta la amenaza implícita del ex presidente de la Generalitat, dispuesto forzar la situación hasta su encarcelamiento. Un gobierno con tantos frentes abiertos y sostenidos por un cruce de alianzas parlamentarias inestables, al que se le abre, además, una crisis interna en el propio partido carece de las condiciones objetivas, al menos en los países de nuestro entorno, para gestionar los intereses públicos de la Nación y de sus ciudadanos.


1934-2024: 90 años después, otro golpe de Estado PSOE-ERC contra la democracia y España

federico jimenez losantos libertad digital. 4 Agosto 2024


La diferencia de este golpe con el de 1934 es que no se plantea como un reto al Estado, sino como una revisión de su naturaleza.


En 1934, este octubre se cumplirán 90 años, el PSOE y ERC se alzaron en armas contra el gobierno legítimo de la II República, presidido por Alejandro Lerroux, del Partido Radical, con apoyo de la CEDA, democristiana. Habían ganado las elecciones a finales de 1933, por primera vez con el voto femenino, y las izquierdas parlamentarias derrotadas, del PSOE de Largo Caballero y Prieto a Azaña y ERC (la CNT FAI no quiso participar) se lanzaron al golpe de Estado, dispuestos a quedarse para siempre en el Poder. "La república para los republicanos", sentenció Azaña, y así sentenció a la II República, que vino por sorpresa, tras unas elecciones municipales ganadas por los monárquicos, pero a los que la huida del rey dejó huérfanos. Desde el principio, la nueva Constitución dejó claro el sesgo masónico del nuevo régimen, en un país que era entonces masivamente católico. Y si la izquierda parlamentaria era sectaria, la socialista y comunista era directamente antidemocrática, y lo demostró en su primera derrota.


El modelo golpista: revolucionario y separatista

Pio Moa ha relatado minuciosamente en Los orígenes de la guerra civil los preparativos y el alzamiento militar del PSOE en toda España, mientras la ERC de Companys proclamaba, como Maciá en 1931, la república catalana como estado independiente, vagamente asociado a una futura confederación ibérica. La excusa de ambos partidos y de la Generalidad de Cataluña fue la misma, y tan falsa como actual: la amenaza del fascismo. En realidad, el primer partido fascista en España fue la Esquerra con sus escamots desfilando militarmente, de verde oscuro, por las calles de Barcelona. Así lo consignaron Pla y otros cronistas de la época. Estaba ERC tan identificado con Mussolini que, al fracasar el golpe, Dencás, el jefe técnico del alzamiento, huyó por las alcantarillas y no paró hasta llegar a Roma y acogerse a la protección del Duce.


En sólo una noche y tras varios disparos de cañón al aire, Batet, tras proclamar Lerroux el Estado de guerra, redujo el golpe, se rindió Companys y los que no huyeron fueron a la cárcel. Distinto fue el caso del golpe del PSOE, que sólo triunfó en Asturias, pero allí creó, con el apoyo de la CNT, un ejército de 30.000 milicianos dispuestos a imponer un régimen comunista a sangre y fuego. El Terror Rojo de Asturias fue un anuncio del que se generalizó año y medio después en toda España. La destrucción de edificios y símbolos religiosos, los asesinatos de ciudadanos de derechas, los robos y expolios, las torturas y atracos, las checas, y la lucha contra el Ejército, dirigido por Franco desde Madrid… todo en 1934 fue un anuncio de 1936. La guerra pudo evitarse si se hubiera reprimido con severidad a los golpistas. No se hizo y el resultado fue el robo de las elecciones de Febrero, la amnistía de los responsables del golpe y el proceso revolucionario comunista, con el PSOE al frente, ERC al lado y Moscú detrás. Noventa años después, con los mismos actores, nacionales e internacionales, todo se repite.


Dejo a los expertos el recuento de analogías. Vayamos a las peculiaridades del golpe de 2024.


Un golpe de Estado a la medida de Sánchez

Lo asombroso del golpe de Sánchez es lo escaso de su fuerza y la enormidad de sus fines. Se ha asentado la idea de que el marido de Begoña, para mantenerse una temporada en el poder mientras prepara el desmantelamiento del régimen constitucional para instaurar lo que llama la "federalización de España", ha robado la caja común de los españoles, los impuestos, y, con la caja, le ha entregado la llave a ERC, partido de extrema izquierda, asambleario y antiespañol.


El efecto en la economía de este disparate desde el punto de vista español, pero no catalán, lo han expuesto con toda claridad en LD Rotellar y nuestro editorial de ayer. A ellos me remito.


Pero el acuerdo no se limita a eso, que ya sería ilegal y rabiosamente injusto. Lo más grave, como ha señalado también en LD Percival Manglano es que reconoce un "conflicto político" entre Cataluña y España, que sólo se podría solventar con un referéndum para la separación; que acepta la erradicación del español, lengua mayoritaria de los catalanes, de todos los ámbitos de la vida pública, desde el escolar a la Justicia sin respeto por los derechos civiles que recoge la Constitución; que asume la creación de estructuras de Estado para las relaciones internacionales de Cataluña, que concede selecciones deportivas al margen de las españolas… en fin, que el Gobierno de Sánchez hace suyo el programa máximo del separatismo catalán, añadiendo que se trata de un acuerdo entre dos fuerzas de izquierdas, PSC y ERC, ambas representadas por el gobierno del PSOE y Sumar, el de un Estado que se declara liquidable.


Al final, siendo radicalmente incompatible con la continuidad de España y del régimen constitucional, lo peor del acuerdo PSOE-ERC no es lo económico, sino lo político y legal. Lo que vemos no es un texto, disparatado cuanto impreciso, típico del separatismo catalán, sino la ruptura con la legalidad de un presidente del Gobierno que rompe su juramento de guardar y hacer guardar la Constitución, convertida en trapo de fregar los sucísimos rincones de su ejecutoria personal, familiar y de partido, en obscena alianza con su cómplice Conde Pumpido.


Así que al final, el Estado de las Autonomías no lo ha roto Vox, como decía Abascal antes de putinizarse, sino el que más se lo reprochaba, Pedro Sánchez, y sus socios archiputinejos.


Dificultades de la oposición y segunda estampida empresarial

La diferencia de este golpe con el de 1934 es que no se plantea como un reto al Estado, sino como una revisión de su naturaleza. No saca tropas a la calle, sino decretos en el BOE. No desafía la legalidad pero no la respeta ni piensa hacerlo. No cuenta con la Oposición, pero no la prohíbe porque no puede, aunque ya ha anunciado que tratará de cerrar sus cauces normales de comunicación social haciéndoles la vida imposible a los medios que no le bailen el agua. Y ante la previsible estampida de empresas catalanas camino de Madrid, Sánchez acentuará más que previsiblemente un discurso paranoico anti-PP, al servicio de una epopeya personal de impunidad. La vida pública estará marcada por sus ataques a los jueces y la prensa que cada día publicamos datos y más datos de su corrupción personal y familiar. Como ahora pero más.


En fin, si el régimen criminal de Maduro está podrido, el sanchismo empieza a apestar. La huida hacia delante de este aventurero es tan caribeña, tan cursi, tan corrupta, que se entiende el viaje de la Feliz Pareja en calidad de polizones a las wokeolimpiadas de París, donde se premia el puñetazo a la mujer. A la Sagrada Cena de la Moncloa o la Ascensión de Begoña a los altares, émulos del Ceomo de Borja, les falta un coreógrafo dispuesto a forrarse y sin sentido del ridículo. Y ese concurso también estará adjudicado. Yo apuesto por Contreras.


Con la connivencia interesada de la prensa subvencionada y de los progres de plantilla

El socialista Sánchez liquida España en lotes y duerme en La Moncloa pero debería hacerlo en la cárcel

Las bases de ERC avalan investir presidente de la Generalitat a Illa tras regalar el jefe del PSOE a Cataluña la independencia fiscal

Mario Lima. periodista digital. 4 Agosto 2024


Lo del socialista Pedro Sánchez y sus compinches sólo puede y debe concluir de un modo: en la cárcel, tras pasar por el banquillo del juzgado por traición a la Patria.


Primero fueron los indultos. Luego la amnistía. Ahora, la independencia fiscal y económica de Cataluña, acordada con Esquerra Republicana de Catalunya y ratificada este 2 de agosto de 2024 por las bases separatistas, dónde por un exiguo 53,5% se ha impuesto el millar de paniaguados que viven de cargo público y quieren seguir cobrando.


Falta sólo el referéndum independentista.


Aunque, vista la carrera emprendida por Sánchez para satisfacer a los enemigos de España de todo bando y condición, incluidos los post terroristas, quizás ya no sea necesario.


Ya tienen prácticamente todo lo que demandaban, incluida la retirada de las fuerzas nacionales de orden público y seguridad de los respectivos territorios y la decisión de permitir la existencia de formaciones deportivas con la bandera de las respectivas separaciones.


¿Hay quien dé más?


Cada uno de esos obscenos momentos ha generado todo tipo de reacciones críticas, basadas en argumentos jurídicos y constitucionales, fundamentadas en el profundo y estricto conocimiento de las normas que rigen el Estado de derecho que aún guarda el nombre y la integridad de la nación que, durante los últimos quinientos años, ha respondido al nombre de España. Es vital que estas documentadas argumentaciones sigan presentándose frente a este patente despropósito.


Lo que los españoles están contemplando desde que Sánchez llegó a La Moncloa es un imparable proceso cuya última finalidad es la destrucción de España, tal como la conocemos, en su independencia política y en su integridad territorial. Las concesiones que Sánchez y su gobierno vienen haciendo impávidamente dan cauce a las reclamaciones separatistas para convertirse en estados independientes.


Todo esto, naturalmente, a cambio de los votos necesarios para que el traidor, porque no merece otro nombre, siga como presidente del Gobierno.


La última y pública desfachatez ha consistido en presentarse como el autor de la «federalización» de España.


¿Existe esa posibilidad en la Constitución de 1978?


¿A quién ha consultado para proclamar con osadía tal engendro? ¿Cuál es la vía jurídico-política que le permite lanzar tal delictiva posibilidad?


Nunca en la historia española la manada de los que han venido inventando las patrañas de sus supuestas «identidades nacionales» ha estado tan cerca de conseguirlas. Precisamente porque para ello han contado, y siguen contando, con el lamentable y traicionero personaje que aún ostenta la categoría de presidente del Gobierno de España.


No es ninguna exageración afirmar que con Sánchez España vive el momento más grave de su historia contemporánea. Es necesario reclamar la unidad de todos los ciudadanos constitucionalistas, sea cual sea su inclinación ideológica, para formar un bloque sólido y eficaz frente a los desmanes del impostor y la locura indecente de sus socios separatistas.


Una ingente mayoría de los españoles, en todo el territorio nacional, quieren seguir siéndolo porque para ellos España debe seguir siendo la «patria común e indivisible de todos los españoles», según reza la Constitución.


Precisamente la Constitución que Sánchez y sus aliados intentan destruir. Conviene recordarlo y actuar en consecuencia.


España se está jugando la vida.


Debilitar al Estado para arrancarle la independencia

Emilio Contreras. el debate. 4 Agosto 2024

La meta de Pedro Sánchez es la supervivencia y la de ERC la independencia. Sobre ambos objetivos pivota la negociación entre el presidente del Gobierno y Esquerra. Cualquier análisis que se haga de lo que pactan deberá partir de esta realidad evidente. Sánchez sólo dispone de la estrategia de la cesión y del regate en corto para que los separatistas le mantengan con respiración asistida en el poder, mientras que ellos tienen una meta clara, que es crear las condiciones objetivas para no fallar cuando intenten el golpe al Estado por segunda vez.


Desde su fracaso en octubre de 2017 los dirigentes separatistas no se han cansado de repetir que lo volverán a hacer. Quizás el más explícito, aunque no el más conocido, fue Sergi Sabriá, portavoz de Esquerra en el Parlament, cuando en septiembre de 2019 dijo: «El próximo embate al Estado deberá ser decisivo y sin proclamas vacías». A su regreso a España el 12 de julio tras ser amnistiada, Marta Rovira, secretaria general de Esquerra, afirmó: «Hemos ganado y volvemos para hacer el trabajo que dejamos a medias».


Los separatistas aprendieron bien la lección de su fracaso en septiembre y octubre de 2017 cuando creyeron que la flacidez de todos los partidos –de todos– y la indecisión de Mariano Rajoy hasta suspender la autonomía con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, les iba a permitir ganar la partida. Hoy son conscientes de su error cuando confundieron el Gobierno con el Estado, y no entendieron entonces que el Estado era más fuerte de lo que imaginaban porque disponía de recursos, instrumentos y medios suficientes para hacer frente al embate: el Código Penal, el Tribunal Supremo, los cuerpos de seguridad del Estado, el control de los dineros públicos y la Corona. Por eso fracasó su intentona.


Ahora sí lo saben y lo tienen claro. La estrategia separatista es ir a por el Estado arrancándole cesiones a Pedro Sánchez: desmantelar sus competencias en Cataluña, recaudar y controlar todos los impuestos echando de Cataluña a la Agencia Tributaria, despojarlo de sus instrumentos legales y debilitarlo hasta que quede inerme. Y que esa debilidad les permita declarar la independencia sin los obstáculos que la hicieron imposible en octubre de 2017. Empiezan por sacar a España de Cataluña para que después sea más fácil sacar a Cataluña de España.


Los dirigentes separatistas no tienen prisa; creen que la independencia de Cataluña es cuestión de tiempo y están seguros de que caerá como fruta madura. Si ahora no es posible lo será cuando pase algún tiempo; no mucho. Ese es el trasfondo del mercadeo de trasferencias que le están arrancando a Pedro Sánchez. Lo estamos viendo.


El Código Penal castigaba con penas de cárcel los delitos de sedición y malversación, y los dirigentes separatistas tuvieron que sentarse en el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo. Se les juzgó, se les condenó y pasaron años en la cárcel. Pero en enero del año pasado el presidente cumplió la condición que le impusieron los separatistas para votar su investidura, y eliminó el delito de sedición y suavizó el de malversación. Se dejaba vía libre a la impunidad para cuando volvieran a intentar un nuevo golpe al Estado. Fue un paso más hacia su debilidad e indefensión.


Los separatistas saben que controlar la caja de los dineros del Estado es clave para alcanzar la independencia. Y por ese motivo Esquerra se ha lanzado a fondo en una negociación inmisericorde con Pedro Sánchez. Creen que transferidas las competencias policiales y de seguridad, desarbolado el Código Penal y marginado el Tribunal Supremo al carecer de base legal para actuar, sólo les falta quedarse con los dineros del Estado. A la soberanía fiscal le seguiría la soberanía política. Entonces les será más fácil dar el portazo y que apaguen la luz los que se quedan al otro lado del Ebro.


Conseguir el control de las arcas del Estado es para Esquerra un asunto de vida o muerte. Sabe que el descalabro electoral del 12 de mayo por pactar con Sánchez fue un castigo de su electorado más radical, que se fue a la abstención o votó a Puigdemont. Sus dirigentes saben que ahora no pueden fallar y tienen que demostrar que su política de pacto con Sánchez no es una traición al separatismo, sino la más beneficiosa para conseguir la independencia de Cataluña. Por el pragmatismo, a la independencia. Ese es su argumento para conseguir el apoyo de militantes y votantes.


Pero hay una pregunta: ¿por qué Pedro Sánchez no somete ese acuerdo al voto de sus militantes como ha hecho Esquerra? La respuesta es clara: porque teme que le den la espalda.


Quieren arrancar a Sánchez todo lo que necesitan y presentar a sus votantes los despojos como un triunfo que allana el camino a la separación de España. Aspiran a presentarse como el independentismo útil ante el que Sánchez no tiene otra alternativa que ceder. Y a Puigdemont sólo le queda el recurso de montar el número y entrar en España para provocar su detención y tratar de abortar la investidura de Illa.


Pero se volverán a equivocar. En 2017 no vieron que detrás del Gobierno estaba el Estado, y ahora no quieren ver que detrás del Estado está la nación. Y eso son palabras mayores porque su ceguera podría provocar un conflicto que nos devolviera a lo peor de nuestro pasado.


El Gobierno encarroñado

Ignacio Sánchez Cámara. el debate. 4 Agosto 2024

El Gobierno se pudre. Es decir, se corrompe, se descompone, se estropea, se gangrena. Está viciado en origen porque nació de un pacto ilícito. Las dos últimas, seguro que solo penúltimas, muestras de su descomposición han sido el acuerdo con Esquerra Republicana de Cataluña para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalidad y la querella por prevaricación presentada por la Abogacía del Estado contra el juez Peinado que investiga a la esposa del presidente del Gobierno.


El acuerdo es el último pago, de momento, para mantenerse en el poder. Es una ignominia, un acto de simonía política. El separatismo paga a traidores. La Moncloa está en el mercado. Se compra, se vende o se alquila. El Gobierno deja de ser algo fuera del comercio. El contenido del pacto constituye un privilegio que vulnera la Constitución, al menos en lo que se refiere al principio de la igualdad de todos los españoles ante la ley y a la solidaridad entre las comunidades autónomas. Además, el acreedor implacable no se corta y exhibe su insolencia humillante al proclamar que se trata de un nuevo paso hacia la independencia. Y el Gobierno calla y cede. Y satisface a quienes persiguen la destrucción de la unidad nacional. Entre el poder y la dignidad la opción es clara. Gana Illa, gana el independentismo. Las críticas de la oposición no pueden ser más justas. Y a ellas se añade las de los dirigentes socialistas de muchas comunidades y algunos líderes históricos. Naturalmente, Zapatero no entra en esta categoría. Al parecer, Felipe González ha ido sufriendo un imparable proceso de conversión a la extrema derecha. No es solo que el Gobierno sea débil o indigno; es que se pudre.


La querella presentada por la Abogacía del Estado es una prueba más del desprecio del Ejecutivo al derecho y a su sentido. Parece la Abogacía del Gobierno. No hay precedente. Ningún presidente se querelló antes contra un juez. ¿Qué interés tiene la Abogacía del Estado en un caso que afecta a una ciudadana particular, eso sí, esposa del presidente del Gobierno? Pedro Sánchez ha sido citado a declarar en su condición de familiar de la investigada y no como presidente del Gobierno. Se trata, pues, de un uso espurio de la institución. Se trata de apartar al juez de la investigación. Y, mientras tanto, el Tribunal Constitucional ejerce, en contra del ordenamiento constitucional como tribunal de casación de las sentencias del Tribunal Supremo en el caso de los ERE. El Gobierno arrastra así a la Justicia en su proceso de descomposición. Sin derecho no hay Estado de derecho. Y sin Estado de derecho no hay democracia ni libertad política. Seguimos con la mirada puesta en Caracas. No es solo que el Gobierno sea débil o indigno; es que se pudre.


Invocar el programa electoral socialista solo puede suscitar vergüenza ajena y risa si no fuera algo terrible. En realidad, podrí de hecho resumirse en un solo punto: hacer todo lo que sea necesario para tomar y conservar el poder. Y acaso lo más triste y grave de todo sea la indiferencia con la que tantos ciudadanos contemplan la destrucción del derecho y de sus instituciones. Mañana pueden ser también sus libertades y pasado mañana su bienestar. Mientras tanto, a disfrutar de las vacaciones. El Estado se pudre, pero no pasa nada. Aceptar como natural lo que es malo o injusto no puede producir otro efecto que el envilecimiento general.


Los sinónimos de pudrirse son corromper, descomponerse, estropearse, gangrenarse y encarroñar. Según el Diccionario de la Real Academia, encarroñar es «inficionar y ser causa de que se pudra algo». No es difícil conjeturar que el Gobierno está encarroñado.


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