Recortes de Prensa Domingo 24 Noviembre 2024


El plan de Putin: asustar a Europa para imponer sus condiciones a Ucrania cuando llegue Trump
Xavier Colás. el mundo. 22 24 Noviembre 2024

Rusia trata de asustar a Europa, pero sin romper puentes ante el cambio de era en la Casa Blanca el próximo 20 de enero. El Kremlin asegura que el ataque el jueves contra Ucrania usando un misil balístico hipersónico recientemente desarrollado fue concebido como un mensaje a Occidente de que Moscú responderá a sus acciones "imprudentes". Participar "en ataques contra territorio ruso no puede quedar sin una reacción", ha afirmado este viernes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.


No es el primer misil capaz de llevar armamento nuclear que Rusia usa en Ucrania. Pero esta vez era un cohete Oreshnik de mucho mayor alcance: vale para atacar Ucrania, pero puede llegar más allá. "Han sido delineados con bastante claridad los contornos de futuras acciones de represalia en caso de que no se tengan en cuenta nuestras preocupaciones", ha declarado Peskov. Precisamente en los contornos de Rusia, en Europa Central han recibido el mensaje. Los acontecimientos recientes muestran que existe un riesgo real de que estalle un conflicto global, ha avisado el primer ministro polaco, Donald Tusk.


"La guerra en el este está entrando en una fase decisiva, sentimos que lo desconocido se acerca", ha sentenciado Tusk en una conferencia. El líder polaco ha agregado: "El conflicto está adquiriendo proporciones dramáticas. Las últimas horas han demostrado que la amenaza es seria y real cuando se trata de un conflicto global". Rusia ya lanzó un recado a Varsovia el jueves, señalando a una nueva base de defensa contra misiles balísticos de Estados Unidos en el norte de Polonia como un factor de tensión que conducirá a un aumento en el nivel de peligro nuclear.


Putin se ha abstenido, hasta ahora, de atacar a Occidente con su ejército. Pero el jueves el líder del Kremlin avisó: "Nos consideramos con derecho a utilizar nuestras armas contra las instalaciones militares de aquellos países que permiten que su armamento se utilice contra nuestras instalaciones". El sistema de misiles balísticos Oreshnik, estrenado el jueves por Rusia para atacar Dnipro, puede alcanzar objetivos en cualquier lugar de Europa, ha afirmado Serguei Karakaev, comandante de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia.


Una fuente rusa que habló con Reuters bajo condición de anonimato explicó que Putin había insinuado que quería evitar una escalada, aunque las probabilidades de que Rusia use armas nucleares siguen siendo bastante altas. El misil lanzado el jueves voló durante 15 minutos y alcanzó una velocidad máxima superior a Mach 11. Esto es 11 veces la velocidad del sonido: difícil de derribar por cualquier defensa aérea. El misil estaba equipado con seis ojivas, que no eran nucleares. Pero puede llevarlas en caso de escalada. El Kremlin recordó que Rusia no está obligada a advertir a Estados Unidos sobre el ataque, pero que de todos modos le informó 30 minutos antes del lanzamiento.


IMPRUDENCIA Y ESCALADA

Rusia señala que el ataque con misiles hipersónicos a Ucrania es una advertencia a Occidente por su "imprudencia". La señal parece destinada sobre todo a Europa y no tanto a Estados Unidos, donde Rusia contempla a un gobierno saliente buscando crear una crisis grave que Trump deberá resolver cuando jure como presidente en enero. Putin necesita reaccionar para hacer valer sus líneas rojas, pero al mismo tiempo quiere conservar margen de maniobra para plantear sus demandas a Trump, al que en Moscú ven como una oportunidad.


La retórica nuclear de Putin apuntala la narrativa de Trump, que ha alertado sobre el riesgo de que Biden desate una Tercera Guerra Mundial. La escalada de tensión puede ayudar al republicano a imponer a una Europa asustada una salida dialogada, aunque sea a costa de consentir una mayor proyección del imperialismo ruso en el continente. Mientras, Rusia y Ucrania están arañando las mejores posiciones posibles de cara a una eventual negociación antes de que Trump asuma el cargo. Kiev necesita mantener la región rusa de Kursk parcialmente ocupada para esgrimirla como carta en la negociación. Moscú quiere usar esa baza para hacer colapsar las defensas de los ucranianos en el Donbás y acorralar a Volodimir Zelenski.


Un relevante consejero de Putin, el académico Serguei Karaganov, publicó un artículo en el que advertía de que Rusia corría el riesgo de "arrancar la derrota de las fauces de la victoria". Para imponerse a Occidente el Kremlin no debe relajarse: es hora, sostiene, de intensificar la amenaza de utilizar armas nucleares.


El ataque con el nuevo misil ha servido para animar a la bancada del sector duro del putinismo. "Están sentados allí, en Occidente, donde hay mucha calma. Así que dejémosles sentir en su propia piel lo que es una verdadera guerra", clamó el líder checheno, Ramzan Kadyrov. "¿Querían una verdadera guerra con Rusia? ¡Pues dejémosles que la experimenten hasta saciarse!". Pero, al mismo tiempo, queda patente que cada nueva reacción airada de Putin se produce porque las anteriores no resultaron suficientemente convincentes. Occidente ha arrastrado los pies en sus suministros de armas a Ucrania, pero el apoyo ha ido a más -no a menos- a pesar de las amenazas rusas.


LÍNEAS ROJAS BORROSAS

En realidad, estas últimas amenazas son la constatación de que Putin fracasó en su propósito mantener a Estados Unidos lejos de la idea de conceder permiso a Ucrania de atacar Rusia con sus misiles. Pero, a la vez, suponen un intento, más serio que otras veces, de evitar que Occidente vaya más allá.


Los expertos sugieren que el actual arsenal de misiles occidentales que tiene Ucrania no es suficiente para cambiar el curso de la guerra. Pero Occidente puede proporcionar a Ucrania misiles más potentes y de mayor alcance en el futuro, que pongan en jaque el desempeño diario de la guerra (de conquista, castigo y desgaste) que ha lanzado Moscú contra los ucranianos. Por eso, Putin necesita tomar medidas ya.


Su invasión a gran escala de Ucrania empezó en 2022 en medio de arengas dirigidas a los militares ucranianos para que se rebelasen contra su Gobierno, al que calificó de "nazi". 1.002 días después de lanzar esa guerra, Putin utilizó el jueves un discurso televisado para presentar a Occidente como un agresor que no deja a Moscú otra opción que responder con nuevas armas dentro del país que lleva 33 meses bombardeando. "El conflicto regional en Ucrania provocado por Occidente ha asumido elementos de naturaleza global", culminó Putin, sabiendo que sus palabras pueden sacudir a los electorados de algunos países donde la guerra de Ucrania se está volviendo una causa cada vez menos popular.


Ucrania acusa a Rusia de lanzar un ataque nocturno sobre Kiev durante la noche
NOELIA MARÍN. Madrid. el mundo. 24 Noviembre 2024

Esta noche se han producido nuevos ataques cruzados en la guerra en Ucrania. El jefe de la administración militar de Kiev asegura que Rusia ha lanzado un ataque con drones sobre la capital ucraniana y han logrado derribar 50 de los 73 drones rusos enviados en las últimas horas, aunque 19 drones están desaparecidos y otros cuatro siguen en el aire. "Los drones volaban en distintas direcciones hacia Kiev", ha desvelado Serhiy Popko, jefe de la administración militar de Kiev. "La alerta de ataque aéreo en la ciudad duró más de tres horas", añade.


Desde Rusia, sin embargo, acusan a Ucrania de lo mismo pero a la inversa y asegúran que los sistemas de defensa antiáerea del país han destruido 34 drones ucranianos sobre su territorio, según informa Reuters. De ellos, 27 se dirigían a la región de Kursk, fronteriza con Ucrania.


Este sábado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que hay muchas posibilidades de que la guerra en Ucrania termine en 2025, una vez que Donald Trump sea investido presidente de Estados Unidos. "Será un camino difícil, pero confío en que tengamos todas las posibilidades de lograrlo el año que viene", recalcó, porque la guerra terminará "cuando Rusia decida que quiere terminarla" y cuando "Estados Unidos adopte una posición más firme", recalcó. Además, el ucraniano destacó que no quiere que el mundo piense que Ucrania se obstina solamente en su propio plan de paz, tal como quiere hacer ver Rusia.


8:42

Rusia lanza un ataque con drones sobre Kiev durante la noche, según Ucrania

Las defensas aéreas ucranianas han derribado 50 de los 73 drones rusos lanzados durante la noche, según informaron el domingo los militares ucranianos.Las fuerzas aéreas dijeron en el mensajero Telegram que perdieron la pista de 19 drones y que otros cuatro siguen en el aire. "Los drones volaban en distintas direcciones hacia Kiev", ha desvelado Serhiy Popko, jefe de la administración militar de Kiev. "La alerta de ataque aéreo en la ciudad duró más de tres horas", añade.


8:02

Rusia asegura haber destruido 34 drones ucranianos esta noche sobre su territorio

La guerra en Ucrania continúa y durante esta noche los sistemas de defensa antiáerea de Rusia han destruido 34 drones ucranianos, según informa Reuters. De ellos, 27 se dirigían a la región de Kursk, fronteriza con Ucrania.


EE UU y Rusia miden sus fuerzas en Ucrania a dos meses de la llegada de Trump
Rostyslav Averchuk. la razon. 24 Noviembre 2024

La invasión rusa está a punto de cumplir su tercer aniversario este invierno, y tanto el país invadido como el agresor esperan que las cosas cambien a su favor pronto. La situación de Ucrania parece difícil a primera vista. Si bien es poco probable que los ataques de Rusia contra su sistema energético quiebren su determinación de resistir, podrían perderse muchas vidas y la producción nacional también podría verse gravemente afectada, lo que socavaría la economía y su capacidad para defenderse.


Aunque sigue avanzando con relativa lentitud, Rusia ha ido ganando terreno al ritmo más rápido desde la primavera de 2022, apoyándose en la superioridad numérica, el desprecio por la vida de los soldados y el uso de miles de bombas aéreas guiadas.


Ucrania se esfuerza por aumentar la calidad del entrenamiento y su mando militar, pero la falta de buenas noticias desde el frente y la lenta asistencia de aliados clave, como Estados Unidos, han dificultado la movilización de nuevos reclutas. Por último, la victoria de Donald Trump hace temer que el país se vea obligado a aceptar una tregua inconclusa, que lo deje fuera de la OTAN, parcialmente ocupado y sin medios para protegerse, a merced de Rusia.


“Deseo que la guerra termine pronto y que nuestra gente deje de morir. Pero también deseo que prevalezca la justicia y que nos devuelvan nuestra tierra”, cuenta Anastasia, una vecina de Odesa de 29 años.


Espera que Trump y otros políticos encuentren una solución que “detenga y castigue el mal desatado por Rusia”.


Lo mejor que pueden hacer los ucranianos en esta situación es seguir resistiendo con la misma determinación, cree Maryana, voluntaria civil de Cocina de Voluntarios de Lviv, una asociación que envía al frente comidas preparadas y equipamiento.


“Si nos rendimos, ninguna cantidad de armas de nuestros aliados significará nada”, subraya.


Los voluntarios son plenamente conscientes de la difícil situación que se vive en el frente. Algunos de los paquetes que envían no llegan a ser recogidos por los destinatarios previstos, que mueren o resultan heridos. Sin embargo, son los soldados los que instan a los civiles a mantenerse fuertes.


Factor Trump

“Escriben desde el frente: ¿qué diferencia hay si Trump u otro está en el poder? Es nuestra tierra y tenemos que protegerla pase lo que pase contra el enemigo”, explica Maryana.


El sacrificio hecho por miles de ucranianos hace que sea inmoral considerar cualquier concesión territorial a Rusia, según la voluntaria.


“Con tanta sangre derramada por nuestros soldados, no podemos simplemente renunciar a nuestra tierra y a nuestra gente que vive allí”, subraya.


“Hay tantos de nuestros seres queridos allí. Tenemos que ser fuertes por ellos y creer en nuestra victoria”, añade Natalia, otra voluntaria, mientras cocina una gran caldera de arroz para los soldados.


Si bien Ucrania necesita más apoyo de sus aliados del que recibe actualmente, la idea de que los recursos financieros o humanos de Rusia son ilimitados es sólo fruto de su propia propaganda, relata a LA RAZÓN Oleksi Melnik, un experto militar del centro de estudios Razumkov, con sede en Kyiv.


Aunque incompletas y no siempre bien aplicadas, las sanciones internacionales están pasando factura a la economía rusa, cuyo crecimiento se reducirá tres veces el año que viene en medio de los crecientes riesgos de inflación y déficit de mano de obra.


“Rusia tiene serios problemas para encontrar soldados. Su liderazgo político no está dispuesto a recurrir a la movilización obligatoria, pero sus estímulos financieros o engaños para nuevos reclutas están llegando a su fin. La llegada de los soldados norcoreanos lo demuestra claramente”, subraya.


Rusia necesita más tropas, especialmente ahora, para compensar el hecho de que poco a poco se está quedando sin sus existencias de tanques de la era soviética y otras armas pesadas, señalan los expertos militares.


Ucrania también espera que su continua presencia en la región rusa de Kursk y su creciente capacidad para atacar objetivos en territorio ruso, tanto con sus propias armas como con misiles occidentales, hagan que más rusos cuestionen las acciones de su liderazgo político.


Aunque gran parte de la población rusa tiene fuertes sentimientos antioccidentales y antiucranianos, muchos están de acuerdo con la invasión siempre y cuando no afecte demasiado su vida. Esto puede cambiar cuando vean que Vladimir Putin no logra protegerlos.


La llegada de Trump tampoco es una sentencia para las esperanzas de Ucrania, aseguran en Ucrania.


El gobierno seguirá trabajando con la Administración estadounidense, declaró a LA RAZÓN Oleksandr Merezhko, jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del parlamento ucraniano.


“Trump hará todo lo que crea conveniente para los intereses de Estados Unidos y Ucrania tendrá que convencerle de que la pertenencia a la OTAN es necesaria para nuestra seguridad y supervivencia”, subrayó Merezhko.


La elección de Mike Waltz y Marco Rubio, que ven a Rusia como una clara amenaza, como sus principales ministros también da esperanzas de que Trump actúe para lograr la “paz por la fuerza”, comparte.


Utilizando esta frase a menudo en sus comunicaciones, Kyiv busca convencer a Trump de que aumentar drásticamente su apoyo a Ucrania para derrotar los planes de Putin sería el mejor camino hacia la paz. Espera que Trump no esté dispuesto a ser visto como débil, a pesar de sus frecuentes elogios al jefe del Kremlin.


Sin embargo, muchos están preparados para que la guerra no termine rápidamente.


“A todos los ucranianos les gustaría que la guerra terminara mañana. Pero somos conscientes de que eso no sucederá a menos que Putin sea derrotado rotundamente. Y eso llevará tiempo”, dice Petro, un ingeniero y un voluntario civil de Leópolis.


El aparato estatal ucraniano tendría que ser más eficiente y transparente y muchos ucranianos también tendrían que hacer más. “O estás en el ejército o haces todo por el ejército”, insiste.


Aún así, apunta que la guerra es un problema global. Está seguro que si todos los ucranianos y sus socios, al menos en Europa, actuarán juntos, habrían derrotado a Putin.


“Espero que nadie más en el mundo nunca más experimente lo que estamos viviendo nosotros”, dice mientras tanto Nadia, jubilada y también voluntaria. Mantiene su fe en la victoria y expresa su gratitud a todos aquellos que no han abandonado a Ucrania y a su gente.


“Que el mundo nos ayude a detener este mal. Pedimos ayuda al Señor y a todas aquellas personas que tienen razón y corazón”, subrayó.


"Ambos bandos juegan el mismo juego y con las mismas reglas tras la luz verde a Ucrania para atacar objetivos en territorio ruso"

Igor Lukes, profesor de la Universidad de Boston, lamenta que "Putin habrá destruido tanto a Ucrania como a Rusia" antes de perder la guerra

Pedro G. Poyatos. la razon. 24 Noviembre 2024


¿Qué significa para el desarrollo de la guerra que Ucrania pueda lanzar misiles occidentales contra territorio ruso?

Hasta hace poco, Estados Unidos y la OTAN insistían en que Ucrania jugara al fútbol, ​​aunque el equipo ruso jugaba al rugby. La demorada luz verde para que Ucrania atacara objetivos en territorio ruso ha creado una situación en la que ambos bandos juegan el mismo juego y con las mismas reglas.


¿Debemos esperar una respuesta contundente de Rusia?

Por supuesto que sí. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Estados Unidos estaba “echando leña al fuego” y un aliado de Putin, el senador Vladimir Dzhabarov, advirtió que el permiso de Biden para que Ucrania llevara a cabo ataques dentro de Rusia equivalía a “un gran paso hacia el comienzo de la Tercera Guerra Mundial”.


La verdad sea dicha, Putin se ha quedado sin amenazas creíbles. Aunque le encanta insinuar, oscuramente, que tiene armas nucleares, son un buen elemento de disuasión, siempre que no las use. Si lo hace, sufrirá consecuencias brutales. Hasta China lo aplaudiría.


Este jueves, Rusia podría haber atacado la ciudad ucraniana de Dnipro con un misil balístico intercontinental RS-26 (ICBM), un arma que es especialmente difícil de derribar. Queda por ver si realmente sucedió. Si así fue, debe verse como una señal política, una manifestación provocadora, más que una medida militarmente significativa. No cambiará nada sobre el terreno.


¿Seguirán más aliados de la OTAN el ejemplo de Biden en el futuro cercano? El Reino Unido ya lo ha hecho...

Solo un día después de que los ucranianos dispararan los ATACMS de fabricación estadounidense contra objetivos rusos, los misiles británicos Storm Shadow llovieron sobre la región de Kursk. Los daneses han entregado sus F-16 a Ucrania. Si el actual gobierno de Olaf Scholz es reemplazado, se esperaría que su sucesor sea menos cauteloso que la actual canciller.


¿Es previsible una mayor escalada antes de que Donald Trump asuma el cargo?

Es imposible predecir lo que Vladimir Putin o Donald Trump pretenden hacer. La buena noticia es que la guerra de Putin contra Ucrania fracasará con toda seguridad. La economía rusa está gravemente afectada y el ejército ruso se está quedando rápidamente sin soldados. Sus pérdidas ascienden a más de mil muertos en combate por día o 36.000 por mes. La llegada de tropas de Corea del Norte lo demuestra. La mala noticia es que, en el proceso de perder la guerra, Putin habrá destruido tanto a Ucrania como a Rusia.


No es un gobierno, es una mafia corrupta y criminal
Fran Carrillo. okiario. 24 Noviembre 2024

Sánchez lideró en 2018 una moción de censura contra Rajoy porque el clima de corrupción creado por el gobierno popular era irrespirable. Eso dijo entonces. Bajo el manto de la regeneración, término que impuso Ciudadanos en el relato público y en cada acuerdo firmado con el bipartidismo reinante y mandón, el PSOE y su mesiánico líder se presentaron ante la opinión pública como los campeones de la limpieza y la transparencia política, relato que no han dejado de repetir en estos seis años de decadencia democrática en los que el manto de saqueo de lo público y trinque de lo ajeno los definió como régimen peronista y cueva de Alí Babá.


Debemos entender ya que no estamos ante un gobierno normal, sino ante una mafia criminal y corrupta que está usando las instituciones y los poderes del Estado para robar a la nación y delinquir con la impunidad que le otorgan sus siglas, los votos pastoreados, los medios comprados y la historia adulterada, que dibuja honradez allí donde el pasado contempla sangre, miseria y horror. El PSOE es ese partido que el mismo mes que presentaba aquella moción de censura contra el gobierno del PP, votó que no a suprimir los aforamientos. Es más, defendieron que la supresión del aforamiento no deberían sufrirla aquellos cargos que, en el ejercicio de sus funciones, cometieran delito, porque así se «hacía justicia contra los excesos de la acusación popular». Estaban protegiéndose, como buenos privilegiados, ante lo que iba a venir, porque sabían lo que iban a hacer. Dijeron que no a que hoy estuvieran ya juzgados y condenados la mitad del Gobierno y socialistas que hay en el hemiciclo.


Pero ya no pueden esconder el hedor que sale de Moncloa. Víctor de Aldama, el nexo corruptor el sanchismo, declaró en comparecencia voluntaria ante el juez que el Gobierno socialista formó parte de sus negocios, que dio dinero a Ábalos y Cerdán en la sede del PSOE, que organizó una cena con la narcodictadora venezolana Delcy Rodríguez a la que asistieron Sánchez y cuatro ministros y que el propio presidente agradeció su trabajo y le pidió que le mantuviera informado, como por ejemplo de los negocios sucios de Begoña con diferentes empresas. Ante esa retahíla acusadora, Sánchez llegó al Congreso henchido de palmerismo, y en pactada liturgia de apoyo de una bancada sometida y dependiente, compareció ante los medios con mandíbula apretada, gestos acelerados, mirada huidiza pero desafiante, rostro compungido y cansado, sonrisa débil e impostada, muecas de enfado retraído, mensajes de tono culpable y discurso de proyección no creíble. Sabe que está de guano hasta el cuello y que su manual de resistencia lo escriben hoy los enemigos de España, en Vitoria y Waterloo.


El sencillo pastel de calabaza que arrasa en TikTok: sin horno y con solo 2 ingrediente...Fecha confirmada: el día que vas a cobrar la paga extra de las pensiones según tu bancoCómo se escribe cebra o zebraAdiós para siempre al mal olor: el genial truco para pelar ajos sin mancharte las manosHallazgo espectacular en Alemania: encuentran intacta una cámara funeraria celta de 2.6...


Sánchez caerá seguramente como en su día cayó Al Capone, por asuntos menores, cuando lo peor es el legado que dejará: una nación destrozada, una legión de zombis dependientes del Estado, de cuya ubre maman y sobreviven, una trinchera de militantes colocados en instituciones, un odio visceral al que piensa diferente, unos medios convertidos en agitadores de activismo sectario y unos organismos colonizados por palmeros incompetentes. Pero caerá como cayó el célebre mafioso de Chicago, no por aquello que sabemos que hace, sino por lo que no debería haber hecho e hizo bajo la impunidad moral que siempre caracterizó a los truhanes como él.


Sabemos que la opinión del pueblo sólo vale a los socialistas cuando les afecta en positivo. Por eso, cuando no la obtienen, la compran. La pretendida regeneración que llevó al autócrata al poder por la puerta de atrás es hoy la cadena que ata a sus socios, tan corruptos y sinvergüenzas como él. Ya lo afirmó Kierkegaard cuando reflexionaba sobre el carácter estético del hombre. Sánchez es un esteta creado y creído por él y sus siervos, un homenaje a la nada, un farsante de instantes inútiles. Todo en él es ficticio, como la honestidad de su partido y de su ideología. No hay oxímoron más certero y preciso en la historia, pero sobre todo en la política española de hoy, que socialista honrado. El día que el PSOE quiera acabar en serio con la corrupción, la tropa de opinión sincronizada se queda sin partido.


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España se consolida como la administración pública más ineficiente de la Unión Europea
José Ramón Riera. el debate. 24 Noviembre 2024

Tenemos una Administración que nos cuesta 52.000 millones más de lo que debería costarnos


En un artículo anterior he mostrado que, desde que llegó Pedro Sánchez a La Moncloa, nuestros salarios públicos no han parado de crecer de forma constante hasta llegar a los 83.488 millones en un solo semestre.


Llevamos un crecimiento acumulado en los últimos 6 años de un 35,5 %. Nos demuestra que, en el siglo de la digitalización y de la Inteligencia Artificial, nuestros políticos y nuestros burócratas miran para otro lado y se dedican a seguir creyendo que comprar votantes utilizando los recursos públicos les sale más rentable.


En los últimos seis años llevamos un crecimiento acumulado del 35,5 % en el gasto público


A Pedro Sánchez no parece salirle tan mal la jugada, pues a pesar del desastre en el que tiene sumida a España, a Valencia y a su propio Gobierno, que no consigue aprobar nada en el Congreso de los Diputados, las encuestas todavía le dan una horquilla de 118-122 diputados socialistas, que entrarían por la puesta grande de la Carrera de San Jerónimo, en un paseíllo casi triunfal, si no fuese porque la gobernabilidad se le iba a complicar todavía más, debido a la caída de Sumar y Podemos.


Decía Lambán hace unos días que PNV y Junts son de derechas, y tiene razón. Pero Bildu está lleno de etarras, y en ERC son todos independentistas, y Sánchez se siente muy cómodo entre ellos, porque lo mismo que tiene comprados casi 6 millones de votos, tienen comprados con dinero público a todos los que acabo de nombrar.


Por eso nuestro gasto público no para de subir, y como consecuencia de ello, nuestros impuestos para poder pagar todas las coimas comprometidas con todas las fuerzas políticas que sostienen al sanchismo y para poder pagar los más de 173.000 millones de euros que nos va a costar nuestro sistema público administrativo actual.


Pero este sistema, que hemos ido creando a lo largo del tiempo, se ha hecho ya mastodóntico, y nos hemos convertido en el país entre los 6 grandes de Europa que más gasta en salarios públicos sobre el gasto total, a pesar de lo que crece este último.


Nos hemos convertido en el país entre los 6 grandes de Europa que más gasta en salarios públicos sobre el gasto total


Ninguno de los países grandes de la Unión Europea, Alemania, Francia, Italia, Países Bajos y Polonia necesita gastar tanto en salarios para producir lo mismo, que es proporcionar un sistema que garantice la sanidad y la educación, pero también las prestaciones sociales, la seguridad pública, la defensa, pero en donde además no gastamos nada en vivienda, ni en Inversiones Públicas en Infraestructuras, pero sí dedicamos mucho al ecologismo moderno que permite inundaciones como la de Valencia y que además demuestra la ineficacia de la burocracia en momentos como los que estamos viviendo.


Se les debería caer la cara de vergüenza a todos los burócratas culpables de lo que ha sucedido en Valencia, y más cuando en los 6 primeros meses del año hemos pagado 83.488 millones en salarios que han supuesto el 24,2 % del total del gasto público.


Y sino, vean la comparativa que he preparado para todos los lectores:


En la Zona Euro somos más eficientes que en la Unión Europea, pues sólo tenemos que dedicar a pagar salarios el 20,3 % del total de lo que gastamos, mientras en la UE necesitamos dedicar el 21,1 %.


De nuevo Alemania demuestra que se puede ser el mejor y sólo dedicar el 16,7 % de su gasto total a pagar salarios. Tienen 16 lander y 12.000 ayuntamientos. Su educación es mejor que la nuestra, o eso dice el informe Pisa, y su sanidad pública también.


Fíjense ustedes que sus salarios públicos cuestan menos que los de Francia, que es la que más dinero dedica en valor absoluto, pero a pesar de ello el país galo solo necesita gastarse el 21,8 % en salarios públicos.


Italia, que tiene un PIB un 51 % mayor que el español, solo dedica a pagar salarios públicos 10.000 millones más que España y, en total, necesita gastarse un 18 % del total del gasto público.


Los Países Bajos, que tienen fama de austeros, le dedican el 19,5 %, y Polonia debe cuidar este gasto si no quiere convertirse en otro país lleno de burócratas, pues ya se gasta el 23,1 %.


Al bello, al guapo, se le debería de caer la cara de vergüenza, por ser el más caro de los grandes de la UE y a la vez tener un sistema que no ha estado a la altura de las necesidades.


España ni debe de pagar esta barbaridad de dinero, ni debe ser el que más gasta, y si tuviésemos una administración pública que funcionase como la alemana, podríamos ahorrarnos 25.800 millones cada 6 meses, o lo que es lo mismo, tenemos una Administración que nos cuesta 52.000 millones más de lo que debería costarnos.


Y ahí lo dejo. Necesitamos un Milei que venga con la guadaña y que escoja a un equivalente a Elon Musk con autoridad para rebajar en más de 100.000 millones el gasto inútil de nuestra Administración, y desde aquí le dejo dónde debería reducir 52.000 millones.


Nacionalistas, por menos echasteis a Rajoy
EDUARDO INDA. okdiario. 24 Noviembre 2024

Recuerdo vívidamente las jornadas previas a la moción de censura que en 2018 largó a su casa a Mariano Rajoy, la persona que había ganado las elecciones de 2016 con 52 escaños de diferencia sobre un Pedro Sánchez que desde entonces ostenta un récord: el de los peores resultados de la historia del PSOE en democracia. Las recuerdo como unos días desasosegantes en los que contemplábamos, entre absortos e impotentes, cómo los enemigos de España se confabulaban para aupar a la Presidencia del Gobierno al gafe que ocupaba la Secretaría General de los socialistas. Enemigos de España entre los que destacaba la banda terrorista ETA blanqueada políticamente bajo su enésima marca blanca, Bildu.


El banderazo de salida a aquellos días que vivimos peligrosamente se dio el viernes 25 de mayo de 2018 cuando Pedro Sánchez registró el órdago a lo grande en la Cámara Baja. La excusa fue la sentencia de Gürtel, que no sólo condenaba a Bárcenas, Correa y compañía sino que, además, señalaba al PP como «partícipe a título lucrativo». Desde entonces hasta una semana después, cuando por primera vez triunfaba una moción de censura en la España democrática, hubo mil y un intentos por revertir la situación. Intensos contactos subterráneos que tenían como elemental destinatario a un PNV que acababa de respaldar sin un solo pero los Presupuestos Generales del Estado.


El partido de Sabino Arana lanzó una contrapropuesta a través de relevantes personalidades de la sociedad civil vasca y madrileña. El mensaje fue inequívoco: «Si Rajoy dimite y da paso a otro dirigente del PP, la moción de censura no contará con nuestros votos». Cinco votos sine qua non. El propio Sánchez ofreció una salida a su acorralado adversario: «Si usted dimite, yo retiro la moción».


Vamos, que la supervivencia del gran partido de centroderecha en Moncloa dependía única y exclusivamente de la inmolación de Mariano Rajoy. Los vascos dieron todo tipo de facilidades y hasta tres nombres. Les daba igual Soraya Sáenz de Santamaría que María Dolores de Cospedal e incluso Ana Pastor, a la sazón presidenta del Congreso de los Diputados. Cualquiera de las tres menos Rajoy. Elegir, lo que se dice elegir, había donde elegir. Las tres sobradamente preparadas: las dos primeras abogadas del Estado, la tercera, médico. Las tres limpias de polvo y paja del chapapote de corrupción que había atestado Génova 13. Las tres completamente ajenas a un escándalo que un servidor destapó en enero de 2013 con los sobresueldos, la financiación en B y los «Luis, sé fuerte, hacemos lo que podemos» de Rajoy a Bárcenas.


Rajoy declinó la oferta peneuvista con una pueril argumentación: «No pienso dimitir porque no he hecho nada». Seguramente tenía razón toda vez que el fallo de Gürtel abarcaba la etapa 1999-2005, es decir, siete años de los que tan sólo en uno él presidía el partido. En su descargo hay que reconocer que, en cuanto pudo, se deshizo de los servicios de la banda de Correa aunque en su contra hay que recordar que mantuvo a Luis Bárcenas como tesorero hasta 2008. Sea como fuere, su cabeza salvaba no sólo al PP en el poder sino el constitucionalismo en España. No atendió a razones. Luego se descolgó con otra teoría falsaria: «Mi sucesora hubiera tenido que convocar elecciones y Ciudadanos, que estaba por delante en todas las encuestas, nos hubiera pegado el sorpasso». Algo, lo de disolver las Cortes, que no está escrito en ninguna parte. Bastaba con tirar el balón adelante y ganar tiempo.


La moción de censura pasó de las musas al teatro el viernes 1 de junio con 180 votos a favor —es precisa la mayoría absoluta— y 169 en contra. Pronto se conoció que era tan legal como ilegítima. La morcilla del PP «como partícipe [y, obviamente, responsable] a título lucrativo» había salido de la pluma del magistrado de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada, coleguita del mundo proetarra y amigo del alma de Baltasar Garzón. Cómo sería de cantoso el asunto que años después el Tribunal Supremo confirmó, año arriba, año abajo, las condenas de los cerebros de Gürtel pero tumbó la coletilla del juez filoetarra y su compañero Julio de Diego, otorgando la razón al magistrado discrepante y presidente de la Sala, Ángel Hurtado. Conclusión: la sentencia inicial fue lo que fue, una mascarada, si no una prevaricación de tomo y lomo, parcialmente cuando menos.


Pues eso, que la corrupción del PP era una excusa de mal pagador del uno, Pedro Sánchez, y los otros, incluida esa banda terrorista ETA que pasaba a formar parte del núcleo duro de la gobernabilidad de España. Sus 856 asesinatos, 12 de ellos socialistas, sus cientos de heridos, mutilados o quemados y los miles de huérfanos eran lo de menos. Lo de más era arrebatar el poder al PP al precio que fuera. Así opera el tipo más amoral en 5.000 kilómetros a la redonda, que no es otro que el marido de Begoña Gómez.


Ahora el beneficiario de la moción de censura acumula unos niveles de corrupción que nada tienen que envidiar al tardofelipismo en cantidad y calidad. Todo setenta veces siete más bestia que esa participación a título lucrativo en Gürtel de un PP al que se le imputaba un beneficio ilegal de 245.000 euros en ayuntamientos madrileños que escapaban al control de la séptima planta de Génova 13.


¿Debe dimitir un presidente del Gobierno cuando imputan a su mujer por apropiación indebida —lo que toda la vida de Dios se ha llamado robar—, corrupción en los negocios, intrusismo y tráfico de influencias? En cualquier democracia de calidad estaría de más formular la pregunta porque el primer ministro ya estaría en su casa. En la España presanchista, desde luego, Suárez, Calvo-Sotelo, González, Aznar, Zapatero y Rajoy no hubieran dudado un segundo en coger los bártulos e irse por donde habían venido. La doctrina de las responsabilidades políticas no constituye una antigualla sino más bien una asignatura de primero de democracia. Claro que plantear este dilema al autócrata que nos gobierna es como pedir peras al olmo.


Las pocas dudas existentes entre esos sanchistas más papistas que el propio Papa Sánchez durarían menos que un caramelo a la puerta de un colegio con un dato añadido: el hermanísimo David está tetraimputado por corrupción como su cuñada. La juez le atribuye prevaricación, malversación, tráfico de influencias y fraude fiscal. ¿Cuántos presuntos delitos tendrían que haber perpetrado Bego y David, David y Bego, para que su marido y hermano diga «¡hasta aquí he llegado!», escenario poco probable porque ética y Sánchez son términos antitéticos, o para que PNV y Junts le enseñen la puerta de salida? ¿Seis, ocho, diez, doce? ¿Veinte tal vez? ¿Todo el Código Penal quizá?


La gravísima situación procesal del clan sería motivo más que suficiente en un país serio para que bien el partido, bien sus socios, bien todos a una como en Fuenteovejuna, lo saquen de La Moncloa. La permanencia del pájaro tiene más bemoles aún si reparamos en un elemental hecho: hay corrupción y de la buena más allá de Pedro Sánchez. El caso Aldama, un seísmo de imprevisibles consecuencias, implica a medio Partido Socialista, a medio Gobierno y a la tercera autoridad del Estado, Francina Armengol. El empresario vino a decir el jueves en la Audiencia Nacional que en Ferraz y en el Consejo de Ministros le exigían pasar por caja hasta la madre superiora. Apuntó con el dedo índice al número 3 del PSOE, mi paisano Santos Cerdán, que habría mordido 15.000 euros; al jefe de gabinete de María Jesús Montero, al que entregó 25.000 del ala para que le aplazaran una deuda fiscal, al ministro Ángel Víctor Torres, que le exigió 50.000 por Koldo interpuesto; y al dúo Koldo-Ábalos, que se habría embolsado cientos de miles de euros.


El círculo de la mangancia se cierra con la trama de las mascarillas. Están enfangados Ángel Víctor Torres, nombre recurrente en este cenagal, Armengol y ese Fernando Grande-Marlaska que concedió la Medalla al Mérito de la Guardia Civil a Víctor de Aldama. Por no hablar de los Titos Berni de la vida, los diputados socialistas que se iban de prostitutas y se empolvaban la napia en plena pandemia y, para más inri, saltándose el estado de alarma que aplicaban implacablemente al resto de los ciudadanos.


¿Qué más tiene que suceder para que se las pire esta banda? Sumar y Podemos, que van de puros y castos por la vida, deberían plantear a Sánchez la convocatoria de elecciones generales. Como mínimo. Y PNV y Junts tienen la obligación moral de aplicar al presidente y al PSOE el mismo rasero que dispensaron a Rajoy y al PP, vía moción de censura, naturalmente. Contra Rajoy había menos pruebas en Gürtel que contra Sánchez en los escándalos Begoña, David Azagra, Aldama y en ese de las mascarillas que representa el colmo de las indecencias. Y, entre tanto, el próximo presidente del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, debería dejar de hablar de esa figura constitucional que los largó de Moncloa en 2018. Las mociones de censura no se anuncian, se presentan.


Meterlo en la cárcel
Jesús Cacho. Vozpópuli. 24 Noviembre 2024

“¡Qué país! ¡Qué país! ¡No me explico por qué nos despelotamos tanto si éramos multimillonarios! Usted iba y tiraba un granito de maíz y ¡paf!, le crecían diez hectáreas; sembraba una semillita de trigo y ¡ñácate!, una cosecha que había que tirar la mitad al río porque no teníamos dónde meterla; compraba una vaquita, la dejaba sola en medio del campo y al año se le formaba un harén de vacas… Créanme, lo malo de esta fertilidad es que una vez, hace años, un hijo de puta sembró un almácigo de boludos y la plaga no la pudimos parar ni con DDT, aunque la verdad es que no me acuerdo si fue un hijo de puta que sembró un almácigo de boludos, o un boludo que sembró un almácigo de hijos de puta…” Es uno de los celebrados monólogos del humorista Mauricio Borensztein, más conocido como Tato Bores, un tipo que a través del humor enseñó a reír, y pensar, a varias generaciones de argentinos en el siglo pasado. Semillero de boludos e hijos de puta en Argentina, campo abonado para hijos de puta y boludos en España, la nueva Argentina sin rastro de Milei, esa Argentina capital Caracas hacia la que camina España de la mano de un buscavidas.


Boludos e hijos de puta. Con el país aturdido por las revelaciones de Víctor de Aldama, el nuevo Paesa que ha convertido el “caso koldo” en el “caso Sánchez”, el inquilino de Moncloa llega al Congreso y la bancada socialista puesta en pie aplaude a rabiar con el entusiasmo norcoreano con el que en Pyongyang vitorean hasta la extenuación a su pequeño monstruo, y aplauden y aplauden hasta perder el aliento, y ¿quién es el primero que se arriesga a dejarlo?, el servilismo en su expresión más cutre, en el día en que al jefe de la banda está a punto de reventarle la vena, ese rictus de terror que desde la barbilla surca su rostro hasta más arriba del párpado, porque le acaban de anunciar que Aldama lo ha dejado corito y que posiblemente termine pronto sus días en la cárcel. Por chorizo. Espectáculo humillante, ovación que se convierte en epítome de la degradación moral de un país que ha perdido pie con la decencia, ha renunciado a siglos de pobreza honrada, ha perdido el paso erguido del hombre libre dueño de su destino y responsable de sus actos. Es el caso de esa señora diputada socialista por Alicante, Patricia Blanquer se llama, que 24 horas antes, las manos juntas en señal de rendición, suplica a los representantes de ERC y Bildu que le aprueben no sé qué trato mercenario que Marichús Montero está intentando cuadrar con los enemigos de la igualdad entre españoles, trato que perjudica a Alicante, provincia infrafinanciada, y que solo beneficia al sátrapa y su voluntad de poder. Se arrastran como sapos dispuestos al sacrificio. Se juegan sus garbanzos aplaudiendo al amo.


Porque el mismo día que Aldama cantaba ante el juez Ismael Moreno, Marichús (Pedro, cobarde hasta la náusea, había optado por el voto telemático) lograba sacar adelante en el Congreso el nuevo hachazo fiscal a los españoles. Los ciudadanos, como meros rehenes del Partido Sanchista y sus secuaces. Es la banda que denunció Rivera. Una organización criminal dispuesta a enriquecerse desde el primer día, durante todos los días, desde el momento en que, con los españoles encerrados en sus casas, la cúpula socialista, Ábalos al frente, el hombre para todo de Sánchez, se enriquecia a calzón quitado con la compra de mascarillas mientras los españoles morían por miles. Es la banda de hampones que consiente la desmembración de España, que ha otorgado a los golpistas el indulto, ha consentido la malversación y ha decretado una amnistía no para hacer un país mejor, más rico y más justo, sino con el propósito de permanecer en el poder el tiempo suficiente para enriquecerse. De eso va lo de Aldama: de poner en evidencia el mayor caso de corrupción de la historia de la democracia española.


Sánchez no ha venido a mejorar la vida de nadie, a hacer obras de infraestructura, a generar crecimiento, a enaltecer la convivencia. Ha llegado para hacerse rico. Él y su señora han venido a labrarse una fortuna. Y para enriquecerse ellos deben estar dispuestos a repartir entre la larga cofradía de sus acólitos. Por eso a Sanchez le urge meter la mano en el bolsillo de los españoles, necesita expoliarlos, detraer más y más recursos para poder satisfacer las letras de cambio que sus socios le presentan regularmente a cobro y las aspiraciones de las sabandijas que le rodean y que exigen también participar en la fiesta. Nos abrasa a impuestos, a pesar de que, según la AIReF, la recaudación tributaria cerrará 2024 cerca de los 300.000 millones de ingresos, récord histórico, 95.000 millones más que en 2019 (aumento del 47%, cuando el PIB nominal en este periodo ha crecido un 27%). Desde que Sánchez llegó al poder, en España se han aprobado 81 subidas de impuestos y cotizaciones, no obstante lo cual el PSOE ha propuesto hasta 46 nuevas medidas recaudatorias para 2025, la mayoría volcadas en elevar más aún la presión fiscal que soportan familias y empresas. Pero, advierte el IEE, “España no tiene un problema fiscal por la insuficiencia de ingresos tributarios, sino por el aumento del gasto”. Impuestos a degüello y total liberalidad a la hora de disponer del dinero ajeno. El tipo ha comprometido en Brasil, con Lula da Silva de por medio, 400 millones a una tal Asociación Internacional de Fomento (AIF) dedicada a ayudar a países pobres. El sujeto lleva gastados 382 millones en asesores (hasta un total de 870) desde que llegó a Moncloa. Y esta misma semana acaba de asignar, además de 140 millones a Perú, otros 70 a un fantasmal primer ministro de un Estado fantasma (Palestina), dinero que servirá para que Hamás pueda seguir construyendo túneles en Gaza. Todo sin pasar por el Parlamento. Sánchez se cisca en el dinero del contribuyente. Y el ciudadano baja la cerviz y paga. Y para que humille cual toro de lidia, obliga a Juan Español a pasar por la pica de la Agencia Tributaria, lo único que funciona en este Estado fallido llamado España.

Orgía de gasto público ineficiente. ¿Y para qué quiere este Gobierno tantos recursos? Para seguir alimentando el voto cautivo. Pero cuando alguna tragedia acontece, cuando la madre naturaleza se rebela y exhibe su fuerza arrolladora, entonces el Gobierno no está ni se le espera. Ni rastro de ese Estado hipertrofiado devorador de recursos. La gente ha muerto en Valencia en la mayor de las soledades, en el abandono más absoluto, ante la incuria de Gobierno y Generalidad, por este orden. Dramático el relato que estos días hacía Santiago Posteguillo. Sánchez no está para ensuciar sus brillantes zapatos de chulo de puticlub con el barro de una riada, y huye como un cobarde de las Paiportas de España. Tan abrumador como lo ocurrido en Valencia resulta constatar la realidad de los 7 millones de españoles que siguen apostando por él y lo seguirían haciendo aunque le vieran asesinando a una anciana en pleno Paseo del Prado. Gente que viviría feliz en una dictadura siempre que el condukator se llamara Pedro Sánchez. A esa cifra hay que sumarle los cientos de miles de fieles de partidos comunistas, separatistas de derechas y de izquierdas y tontos del bote o compañeros de viaje. Indiferentes, boludos o hijos de puta, en la terminología del Tato Bores. En total, cerca de media España reñida con la libertad a secas, o partidarios de la libertad en la granja de Sánchez, esclavos de la servidumbre voluntaria.


Están contra las cuerdas. Están muertos y lo saben. Es cuestión de tiempo. Sánchez acabará en la cárcel en el corto plazo, sin que quepa descartar la posibilidad de que se marque un Craxi. Túnez está a la vuelta de la esquina. Y no será por Aldama, sino por la Justicia. Será la venganza del poder judicial y el aviso a navegantes de que cualquier salteador de caminos que desde el Ejecutivo pretenda seguir sus pasos en un hipotético futuro laminando al Poder Judicial, fracasará de plano. La señal de la revuelta de ese poder judicial ha sido su negativa a aplicar la amnistía. La prueba del nueve. Y soplan vientos de cambio. En el horizonte vuelve a brillar la esperanza de ese mundo de principios y valores que el viejo colectivismo de siempre, travestido de ecofeminismo, wokismo y todo lo demás, creía haber sepultado. Donald Trump toma posesión en enero. Su primera víctima será la dictadura venezolana. La segunda, la Cuba de los herederos de Castro. La España de Sánchez figura en la lista de los “enemigos” de la libertad. Trump ha encargado a Elon Musk un recorte drástico del gasto público estadounidense, nada menos que 2 billones de un presupuesto federal de 6,75 billones. Designado para dirigir un ministerio de “eficiencia gubernamental” (DOGE), el multimillonario ha iniciado esta semana un proceso de selección de gente altamente motivada para unirse a su equipo. “No necesitamos generadores de ideas a tiempo parcial, sino más bien revolucionarios con un alto coeficiente intelectual, dispuestos a trabajar más de 80 horas a la semana en cosas sin gloria. Fanáticos de la semana de 35 horas, absténganse”. Y junto al éxito de Trump, el milagro de Javier Milei en Argentina. JP Morgan acaba de elevar la estimación del crecimiento del PIB argentino en el tercer trimestre del año al 8,5% anualizado, uno de los guarismos más altos del mundo, prueba de que la desregulación y la reducción del gasto público conducen a la prosperidad, mientras la “paguita” socialista lleva directamente a la pobreza, menos para los capos de la banda.


El éxito de Trump y de Milei, más la derrota de Scholz en Alemania, anuncia la resurrección de esas clases medias y trabajadoras tan castigadas por los impuestos abusivos como despreciadas por las elites de la progresía mundial, la vuelta a la vida de esos millones de pequeños emprendedores masacrados por la maraña burocrática de una EU tocada de muerte. El mundo va a cambiar a tal velocidad que la izquierda ni siquiera lo verá venir. Será la señal de la revolución democrática que le espera a este país si queremos un futuro para las nuevas generaciones. De España se hizo cargo una legión de tontos a partir de 2004 y se apropió una banda de malhechores a partir de junio de 2018, ya lo sabemos, pero está por ver si la nación de ciudadanos libres e iguales va a ser capaz de enmendar el rumbo. Todo está demasiado podrido. Todo por hacer. Reinventar el Estado. Introducir cambios radicales en el diseño constitucional para impedir que un canalla pueda hacerse con el control del BOE. Abordar la corrección radical del modelo territorial, recuperando competencias esenciales para el Estado central, tal que la capacidad para enfrentar catástrofes naturales. Rescatar la Educación y devolverle su esencial condición de ascensor social. Ni un día más consintiendo que un padre no pueda educar a su hijo en español en cualquier rincón de España. Entrar con la motosierra en la Ley electoral y en la de Partidos, porque ahí está la cabeza de la hidra de la corrupción española. Devolver la plena independencia al poder judicial e impedir que los Gobiernos metan las manos en los organismos reguladores. Los checks and balances. Entre otras muchas cosas. Ah, sí, y meter a Sánchez en la cárcel, como aviso a navegantes. Sirva de estímulo la frase de Aldama en Soto del Real el día antes de acudir a declarar ante el juez Moreno: “dentro de nada estaré aquí jugando a las chapas con un tal Pedro Sánchez”. No será fácil. El sátrapa se defenderá con uñas y dientes. Seguramente nos esperan episodios terribles en el corto plazo. No cederá el poder por las buenas. Habrá que derribarlo. Pero el envite es claro: Sánchez o democracia.


Aldama retrata el régimen bolivariano de Sánchez
Federico Jimenez Losantos. libertad digital. 24 Noviembre 2024

Si en la tarde del jueves 21 de noviembre, tras la declaración de Aldama a petición propia en la Audiencia Nacional, Pedro Sánchez no acudió a la Zarzuela a comunicar al Rey la disolución de las Cortes y la convocatoria inmediata de elecciones generales se debió precisamente a la naturaleza de esas declaraciones, que revelaban la existencia de un régimen auténticamente bolivariano en España, creado en íntima colaboración con el de Venezuela y cuya naturaleza, genuinamente comunista, tiene como características esenciales la corrupción y la represión. Corrupción económica para la élite que ocupa el poder; represión para los medios y los partidos de oposición que se opongan a sus delitos y a la voluntad explícita o implícita de no dejar el poder. Sánchez no recurre a las urnas porque teme pasar de la Moncloa a la cárcel. Y con motivos.


El régimen del 20 de enero nació en el aeropuerto de Barajas

Muchas veces he dicho que el régimen de corrupción que preside Sánchez nació en el aeropuerto de Barajas, la noche del 20 de enero de 2020, en que Delcy Rodríguez, en vez de ser detenida al pisar el espacio Schengen como vicepresidenta del régimen narcotraficante de Caracas, número 2 y 3 en las listas de más buscados por el FBI y la Interpol, fue agasajada por Ábalos y su séquito, en cuyas manos dejó cuarenta maletas, que, sin pasar aduana por la gestión de Koldo, se perdieron en la noche de Madrid. Ahí estaba Aldama, empleado de Air Europa, encargado de rescatar 200 millones de dólares que le debía el gobierno de Maduro, del modo fiscalmente más conveniente para ambos.


En La vuelta del comunismo detallo las once versiones distintas que dio el Gobierno sobre lo que pasó esa noche, todas falsas, a las que se han unido después otras nuevas, no menos falsas, de Marlaska y Ábalos. Marlaska, mintió descaradamente en las Cortes al decir que Delcy nunca pisó suelo español, pese a las fotos publicadas por Fernando Lázaro en El Mundo. Ábalos, tras ponerme dos demandas por haber detallado, según su asesoría legal, el contenido de las maletas, que lógicamente estarían cerradas y, sin pasar aduana, ocultaban su contenido, dijo que, en realidad, nunca hubo maletas en Barajas, que eso eran fake news, olvidando que él estuvo varios meses comentándolas.


La indignación de Maduro y la sumisión de Sánchez

Pero la gran novedad de la declaración de Aldama es que sitúa ese viaje dentro de un proceso que, en última instancia, sólo puede entenderse como la compra del Gobierno español, con Sánchez a la cabeza, por el régimen narcoterrorista de Caracas. Recién llegado al poder, Sánchez había reconocido, como todos los países de la UE, a Juan Guaidó como presidente encargado para la transición democrática en Venezuela. Entonces, según sus propias palabras ante el juez Ismael Moreno, Maduro se enfadó, y era y es tan grande la influencia, léase capacidad de chantaje, del régimen bolivariano, que de inmediato se pusieron a trabajar en Madrid y Caracas para restaurar la relación privilegiada, de auténtica hermandad, que, desde la presidencia de Zapatero, tienen el régimen comunista y el PSOE y todos sus aliados comunistas del Grupo de Puebla.


Maduro, que periódicamente insulta a España, y a los políticos que le molestan, sabe todo lo que se ha robado en la embajada de España, quienes, cómo y cuándo. El gran trujamán de esa corrupción, creador del diplocubil que confió a Raúl Morodo, es Rodríguez Zapatero, al que Delcy llama "mi príncipe", con resbalosa carga de arrope. Y Sánchez decidió lo que, sin duda, ya tenía decidido: insertar su régimen de corrupción en el corrupto nicho diplomático y político de su predecesor, mentor y sacamantecas. De inmediato se pusieron a la obra los negociantes y negociadores, que son los mismos, a ambos lados del Atlántico. El encuentro entre dos mundos, como llamaron los cursis de Felipe González al Descubrimiento de América, fue, en este caso, solamente un relevo de garitas aduaneras y la puesta al día de las tarifas del tráfico de influencias en Madrid.


Antes incluso de la moción de censura, Sánchez ya había ideado un andamiaje de corrupción institucional en favor de su familia, y, naturalmente, de su cabeza, que es él. Mercedes Serraller ha reconstruido en Vozpópuli el itinerario del contrato de su hermano en Badajoz, un prodigio de adivinación del presidente de la Diputación que fue recompensado con la jefatura del PSOE extremeño. También Begoña había empezado la construcción de su imperio de trinque sostenible, pero, en su primer intento, el Instituto de Empresa, rechazó su propuesta de Cátedra. Ya en la Moncloa, la acogió como Africa Center, financiada por Globalia, con Air Europa y Javier Hidalgo al aparato. Un modelo que después repitió en la Universidad Complutense, en los penosos términos conocidos.


Pero lo que describe Aldama, que estuvo al lado de Begoña en todos sus viajes mundo adelante, en términos de tal intimidad que un día pueden dar demasiado de sí, es mucho más que la corrupción de un presidente y su familia. Es la de todo el Gobierno y todo el partido, con tres vicepresidentas –Calviño, Ribera, Montero– dos ministros –Illa y Marlaska– su mano derecha en el Gobierno y el partido en esa época -Ábalos- y su sucesor en la Secretaría General del PSOE –Santos Cerdán–, que en el congreso sevillano de esta semana puede salir despedido u ovacionado, aunque el aplauso sea de adiós.


Ni Sánchez acude a Zarzuela ni Maduro reconoce su derrota

Cualquier gobierno europeo, incluso la más mediocre de las democracias, ante esta confesión a petición propia, en el que el primero en incriminarse es Aldama, habría dimitido en bloque y convocado elecciones generales. Ni siquiera moción de confianza cabe en este caso, porque estamos ante un caso de alta traición a los intereses nacionales en connivencia con un país extranjero y un régimen corrupto y totalitario, que es el de Venezuela. Si Sánchez rechaza los usos habituales en democracia es por lo mismo que Maduro tras perder las elecciones ante Edmundo González y María Corina Machado: porque el suyo no es un régimen democrático y sólo admite la fuerza como argumento.


Cuando no hay más legitimidad que la legalidad sobrevenida de unas sentencias que se dictan desde el Gobierno a unos tribunales corrompidos por él, las instituciones representativas se vuelven inservibles, y la opinión pública carece de cauces eficaces para manifestarse ante unas circunstancias excepcionales que no pueden sustanciarse por los medios habituales. Dicho de otro modo: Maduro sólo se irá por las malas y Sánchez se niega a irse por las buenas. Aldama ha descubierto que el Gobierno de Madrid es tan bolivariano como el de Caracas. Y que, al Venezuela, capital, Madrid, le corresponde el España, capital, Caracas. Ambos regímenes corruptos, ambos tiránicos.


Libertad Digital puede presumir de haber contribuido como el que más al descubrimiento de la corrupción del gobierno de Sánchez, que actúa como un régimen con sus propias leyes, su propia policía, su propia Hacienda y su propia política exterior. Dos hitos son especialmente importantes: uno es el hallazgo de "Villa Delcy", el chalé alquilado para la estancia de la vicepresidenta de la narcodictadura venezolana, que ha sido respaldado por las declaraciones de Aldama y ampliado con la cena para agasajar a Delcy, organizada por él mismo, que iba a presidir Sánchez y completar media docena de ministros. Y que, antes de hollarla el feo pie de la prinsesa zapaterosa, fue revisada para garantizar su sagrada seguridad por la policía de Marlaska, redomado embustero.


El rescate de Air Europa, otra estafa fundacional

El segundo hito informativo me parece aún más importante y pocos medios lo han reseñado o advertido su importancia –Javier Redondo en El Mundo es la excepción–, tal vez porque Aldama, por muy buenas razones, no lo mencionó en detalle ante el juez. Me refiero al fraude en el rescate de Air Europa, que, como descubrió Miguel Ángel Pérez, necesitó de un sistema de corrupción bien engrasado para llegar a término. En primer lugar, Air Europa no necesitaba perentoriamente el rescate de 756 millones de euros, porque tenía bienes inmobiliarios por valor de unos 2.000 millones de euros. En segundo lugar, el Gobierno podía descubrir este dato, de forma que, con la valiosísima colaboración de El País, que lo publicó y nunca lo revisó ni desmintió, fingió una fusión con otra compañía, para volatilizar los números que acreditaban su solvencia.


Sucede que esa fusión no pasó de titular del Izbestia de Prisa, y Calviño no la revisó pese a descubrir que, antes de pedir el rescate, los Hidalgo se habían repartido 37 millones de bonus o malus. Como eso se publicó, Calviño le remitió un enlace a Koldo, para que el Señor Uno supiera la golfada de sus amigos. Pero el rescate siguió adelante. Aldama se lo comunicó a Hidalgo mes y medio antes de que se publicara, y todos ellos fueron felices y se zamparon las perdices de nuestros impuestos. Air Europa llevó en sus alas a la República Dominicana la perdigonada de una comisión que, por el claro riesgo de chapotear en la ilegalidad, tuvo que ser cuantiosísima. Allí espera el juicio final.


Sánchez, yo acuso
Gabriel Albiac. el debate. 24 Noviembre 2024

Lo que está saliendo es solo el prólogo. Tenemos un presidente bajo sospecha y el ciudadano asiste atónito al desmoronamiento legal del Estado, antesala de uno material letal para la nación

Al ciudadano que asiste atónito al desmoronarse moral del Estado, antesala de un desmoronamiento material de consecuencias letales para la nación, una certeza de desamparo lo fue envolviendo desde el día mismo en el que un presidente en minoría lanzó el envite de formar gobierno con delincuentes condenados, con autores expresos de un golpe de Estado en Cataluña, con sujetos cuyo programa político reposa sobre la destrucción de la nación que el tal primer ministro preside. La paradoja de un gobierno que pacta la voladura de las instituciones básicas cuya preservación le ha sido encomendada, tiene pocos precedentes en la Europa moderna.


Era sólo el prólogo. Lo peor iba a salir a la luz enseguida: los motivos primordiales. Que no eran, como habíamos ingenuamente pensado, los mesiánicos delirios de un sectarismo buenista, llevados al extremo de la insensatez suicida. Que eran, por el contrario, prosaicos, pragmáticos y, en lo más hondo, estaban reducidos a una contabilidad personal: la que en este pobre país nuestro debe garantizarle al gobernante en ejercicio una acumulación de bienes suficiente para vivir como un sultán el resto de su siempre parasitaria vida.


No es nuevo. En los trece años de Felipe González creíamos haberlo visto todo. Una sistemática práctica del crimen de Estado, que servía de justificación y pantalla al robo desvergonzado de los «fondos reservados» por redes directamente gangsteriles. Redes de extorsión a través de las cuales se financiaba un partido de envergadura faraónica. Desvío de fondos europeos que pagaba, tanto enormes bolsas de voto cautivo, cuanto reparto de beneficios entre los caciques locales…


Al cabo, el sistema hizo quiebra. El ministro del Interior de González y su brazo derecho acabaron en la cárcel; aunque una bien escasa parte de su condena cumplieron antes de ser indultados por sus colegas del partido turnante. Los gestores socialistas de la red exactiva Filesa fueron condenados. Los estafadores de fondos europeos en Andalucía, condenados igualmente, gozaron enseguida del favor de sus viejos camaradas para ver sus sórdidos delitos perdonados… Y todo siguió igual. La política y el robo van tan íntimamente fundidos en España, que ya ni nos apercibimos de ello. Una inercia casi perfecta garantizaba repartos equitativos.


Entonces llegó Sánchez. Era el primer presidente que gobernaba en minoría. Eso determinó la lógica rapaz que trastrocó todos los convenidos equilibrios. Las violaciones sistemáticas de la literalidad constitucional que permitieron a sus socios delincuentes de Junts y ER pasar de la cárcel al control real del parlamento español; y la extensión de la amnistía a los delitos económicos cometidos por los independentistas, al abrigo de la necesidad de financiar su utopía de un paraíso nacional en la Cataluña independiente. El borrado, de rebote, de los gravísimos delitos económicos desplegados por los socialistas andaluces… La impunidad completa para todos.


Puede que eso diera la idea de pasar a una práctica nueva del enriquecimiento. Más personal, más descarnada. El beneficio directo de familiares y amigos. Sin coartadas, sin ni siquiera las cautelas de la vieja corrupción institucional de los años ochenta.


Todo empezó con lo que, en su inicio, parecía un delirio tan sólo de vanidad sin sentido del ridículo. La esposa del presidente, que jamás había logrado obtener un título universitario, tenía el capricho de presentarse en su tarjeta como «catedrática». De universidad, por supuesto. ¡Qué menos! Bien inocente era la cosa. No había más que dar con un rector al que el esplendor de una visita al palacio de La Moncloa pusiese firme. Y con un conseguidor que mediase la financiación del invento con las grandes empresas a las cuales pudiera la cosa parecerles una rentable garantía de futuro. Se hizo, naturalmente.


Pero había también que dejar enriquecerse a los amigos más inmediatos. Sin la comunidad de intereses, nada funciona en política. Ábalos lo había sido todo en el relanzamiento del Sánchez de los días más difíciles. Y el jefe no se olvidó de él. El modo en el que se enriqueció el ministro más cercano al presidente –con la ayuda del antiguo portero de burdel que era ahora su hombre de confianza–, sobrepasó –en cuantía y tosquedad– todo lo que hasta ahora habíamos conocido. Ábalos y Koldo saqueaban a puñados, a través de su agente, Aldama, que negociaba con las grandes empresas las contrapartidas. Incluido el presunto tráfico de oro en lingotes de una de las más siniestras dictaduras caribeñas.


Conviene situar el momento de esplendor de la trama, para entender la grandeza moral de su misión. Son los tiempos mortíferos de la pandemia los que disparan el fantástico negocio de Ábalos y Koldo a través de Aldama. La impunidad, en aquellos días de desastre extremo, estaba garantizada. El jefe se ocupaba, simultáneamente, de destruir un poder judicial que pudiera empeñarse en ser un engorro… el horizonte era maravillosamente favorable. La riqueza afluía sin obstáculos.


¿Qué falló? La vanidad de la esposa presidencial fue demasiado lejos. Los súbitos enriquecimientos de Ábalos y Koldo se exhibieron con un descaro insostenible. Los jueces resistieron la ofensiva: imputaron a la esposa presidencial, a Koldo, a Ábalos, a Aldama. Imputaron incluso –no hay precedente– al fiscal general del Estado…


¿Qué más puede fallar? Recordemos: a Felipe González lo salvó de la imputación judicial, la resignación con la que el fiel

Barrionuevo cargó con toda la responsabilidad penal –y política– de los GAL. ¿Alguien le ve a Ábalos cara de imitar su ejemplo?


Aldama ha comenzado a cantar. Y a señalar a Pedro Sánchez como vértice de la mayor trama de corrupción que ha conocido la España moderna. Y, por primera vez, todo da verosimilitud a la hipótesis de ver a un presidente del gobierno sentarse en el banquillo de los acusados.


Si a esto no llamamos crisis de Estado, ¿qué nombre podríamos darle? En torno a Pedro Sánchez, se pudrió todo.


Gobierno fracasado, Estado colapsado
Alejo Vidal-Quadras. Vozpópuli. 24 Noviembre 2024

A lo largo del insoportable sexenio sanchista, la lista de tropelías de los sucesivos gobiernos encabezados por el que Santiago González define con cruel precisión como “el psicópata”, se va haciendo tan larga como inaudita: una moción de censura basada en una frase extemporánea en una sentencia judicial, una mayoría construida sobre la conjunción maligna de todos aquellos que desean liquidar a España como Nación y reemplazar el sistema de libre empresa, base de nuestra prosperidad y de nuestra pertenencia al espacio de integración europea, por un colectivismo totalitario y empobrecedor, una política internacional alineada con populismos destructivos, tiranías hostiles y narcodictaduras, una presión fiscal que ha alcanzado los límites de lo confiscatorio, un gasto público desbocado y un endeudamiento suicida, la reducción de nuestro sistema educativo a una fábrica ideologizada de analfabetos funcionales, la compra innoble e inconstitucional de apoyo parlamentario con amnistías vergonzosas de golpistas condenados, confesos y contumaces, la colonización descarada de órganos constitucionales y organismos reguladores, el anuncio de una reforma de la financiación autonómica que triture el principio de solidaridad entre territorios y ciudadanos, la utilización descarada del poder para convertir los despachos de la Moncloa en centros de tráfico de influencias y turbios negocios del entorno familiar inmediato del titular del Ejecutivo, la incapacidad criminal de prevenir primero y remediar después la más terrible catástrofe natural acaecida en nuestro país desde la Transición y, como colofón de este itinerario de pesadilla, el descubrimiento de que una trama de corrupción tan extensa como intensa se ha instalado en la presidencia del Gobierno y en diversos ministerios con el fin de saquear el erario y establecer oscuras conexiones con la cleptocracia venezolana.


Un camino de salida

Ante este panorama desolador, cuyas causas remotas y próximas han sido objeto de abundantes análisis que sería ocioso repetir, surge en estos días un interrogante angustiado: ¿dónde está la oposición? ¿qué propone el partido que representa, por lo menos sobre el papel, la alternativa al desastre en el que estamos inmersos? ¿cuál es el diseño de otra España, una España digna de su formidable pasado, acorde con su enorme potencial hoy ahogado por una combinación letal de incompetencia, venalidad y sectarismo? ¿qué ventana se abre a la esperanza por parte de un liderazgo firme y valiente que ofrezca un camino de salida a tanta decepción, a tanta traición y a tanta vileza? ¿por qué no resuena vibrante e irresistible una llamada apasionada y elocuente a liberarnos del corsé asfixiante con el que nos aprisionan nuestros enemigos y a movilizar las energías saludables que aún anidan en las entrañas de nuestra sociedad?


Afirmaciones como la de que el Estado de las Autonomías ha funcionado tras el espectáculo lamentable de la ineficacia, las culpabilizaciones mutuas y el caos absoluto que siguió a la tragedia provocada por la DANA en Levante no ayudan a que la ciudadanía confíe en sus representantes y vea verosímil un cambio a mejor. No será el encadenamiento monótono de lugares comunes en declaraciones frías leyendo un papel preparado por un gabinete de burócratas de partido ni las ofertas de disponibilidad pasiva ni la inacción a la espera de que el adversario se cueza en su propio caldo nauseabundo, los que saquen a los votantes de izquierda de su empecinamiento hipnotizado. Hay que convencer y entusiasmar, hay que despertar y motivar, hay que atraer y seducir, y nada de eso se consigue con un léxico gris, un lenguaje corporal rígido y un tono de tediosa sobriedad. La expresividad del discurso y la pasión en la transmisión de las ideas han de ser acordes con la externa gravedad de la situación en la que nos encontramos. Frente a la absoluta carencia de escrúpulos, a la inmoralidad galopante, a la mendacidad sin cortapisas, no basta una actitud de mera resistencia más o menos indignada, se requiere la articulación de una ofensiva conceptual, intelectual y moral de largo alcance y de enorme dimensión, la puesta en marcha de una reacción colectiva imparable acompañada de una estrategia de comunicación de arrasadora efectividad. La emergencia que nos agobia es de carácter existencial y si no lo entendemos y nos acomodamos, nos arrastrará, como las aguas embravecidas que desbordaron los barrancos valencianos, hacia la devastación, la descomposición y la muerte.


Del cupo vasco de Santos Cerdán a la negociación secreta de los impuestos en el País Vasco
Fernando Rayón. el debate. 24 Noviembre 2024

El PNV saca partido económico a la relación con Sánchez, pero ya hay otros, como Bildu, que se están contrariando


Ya saben que la declaración de Víctor de Aldama en la Audiencia Nacional ante el juez Ismael Moreno estuvo repleta de revelaciones que ya están siendo investigadas. En una de ellas, el comisionista contó que, a través de Koldo García, le dio a Santos Cerdán 15.000 euros en un bar ubicado frente a la sede nacional de los socialistas en Ferraz. El pago, siempre según Aldama, se hizo en el contexto de la licitación con una constructora -cuyo nombre ya está en boca de todos- para contentarle ante el enfado que el número tres del PSOE se había pillado por las interferencias en aquella licitación.


Sigue contando Aldama que Koldo le advirtió de que no se metieran en ese «terreno» -se supone que en el de las licitaciones vascas- porque había «cupos»: «Me explica que hay cupos y que el cupo vasco es de Santos Cerdán. Entonces, que hay mucho cabreo, que hay mucho enfado, que se ha liado muy grande. ¿Y yo, qué culpa tengo? Nos habéis dicho 'qué tal' y hemos ido a esa licitación».


La declaración, que va en la línea de otras investigaciones de la UCO, puede sorprender, aunque a estas alturas ya conocemos el papel que el secretario de Organización del PSOE ha jugado en las negociaciones con el Partido Nacionalista Vasco y Junts. Pero si cito esta declaración es porque también hemos conocido -aunque el PNV ha pedido a todos mucha discreción- sobre lo que ha trincado en la abracadabrante negociación de la reforma fiscal con el Gobierno. Vamos con ello.


El PNV, como ha hecho siempre, ha aprovechado la melé de la reforma fiscal de María Jesús Montero para ir, como siempre también, a lo suyo. De entrada ha rebajado el cupo que pagará en 2024 respecto al que venía aportando en los últimos años: de los 1.682 a 1.504,5 millones. También ha conseguido nuevas competencias y voz en foros internacionales económicos de la Unión Europea y de la OCDE. Y, por último, va a recaudar impuestos a los no residentes. Lo explico.


Lo primero es recordar que esta bajada del cupo se produce en un momento en que las comunidades autónomas de régimen común están pagando el déficit de las pensiones vascas. El País Vasco -no lo olviden- es la segunda comunidad autónoma más deficitaria, inmediatamente después de Asturias.


Explican en el PNV que estas medidas fiscales tampoco son una novedad y que ya estaban incluidas en los pactos que firmaron con el PSOE el 13 de noviembre de 2023 a cambio de la investidura de Pedro Sánchez: «Se procurará la visibilidad de la información procedente de las haciendas forales en todo intercambio internacional que realice la autoridad nacional». Pero también saben muy bien en el partido nacionalista que ese acuerdo dormía la espera de una nueva coyuntura para aplicarlo. Ocasión se ha presentado la semana pasada. También señalan en Ajuria Enea que este pacto «está en la línea de lo acordado por PSOE y ERC para la investidura de Salvador Illa» pero, a día de hoy al menos, Cataluña no ha puesto en marcha este cupo catalán.


Y esto nos remite a un futuro nada lejano: las concesiones fiscales del Gobierno a sus socios ya están provocando un enfrentamiento entre ellos. Como las negociaciones son bilaterales, el resto se entera de lo pactado por unos y otros tras las votaciones y surge la suspicacia. Las rebajas del cupo vasco, por ejemplo, no solo han molestado en Junts, sino que Arnaldo Otegi de EH Bildu ya se he referido a las dificultades del Gobierno para cumplir con esta nueva fiscalidad. Y si encima en el PNV alardean de lo bien que negocian, pues parece que los demás han sido tontos o engañados. O quizá las dos cosas.


Lo de la presencia internacional tampoco es un brindis al Sol. El pasado miércoles, la Comisión Mixta del Concierto Económico, integrada por representantes de la Administración General del Estado (AGE) y del Gobierno Vasco, acordó «la visibilidad de las Haciendas Forales en el ámbito internacional, y en particular, en el de la Unión Europea y en especial en relación con los regímenes de ventanilla única», según la nota que el propio Ministerio de Hacienda hizo pública.


Y ya que estamos con notas públicas, ese mismo acuerdo contiene la bomba de todo este pacto. El Gobierno español se compromete a modificar el apartado Uno del artículo 21 del Concierto Económico, al objeto de «avanzar en el modelo actual de concertación del Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR), de manera que sea posible la aplicación de normativa autónoma en el caso de contribuyentes no residentes que obtienen rentas en la Comunidad Autónoma del País Vasco sin disponer de un establecimiento permanente, con el compromiso de no incurrir en competencia fiscal». ¿Y esto qué quiere decir? Pues que a partir de ahora el Gobierno Vasco podrá recaudar el IRNR, es decir, que podrá atraer inversiones y talento extranjero, en clara ventaja respecto a otras Comunidades Autónomas. La solidaridad se va a hacer puñetas.


Y hablando de singularidad. El acuerdo también reconoce que se van a modificar algunos artículos del Concierto en los que se regula la competencia normativa correspondiente a determinados impuestos concertados de normativa común. Y para que no crean que es una cosa a futuro lejano, la Comisión Mixta del Concierto ha fijado que ya que afectará a 14 impuestos, uno de ellos el de la banca. Singularidad fiscal vasca.


Por cierto, que esta semana hemos sabido también que las Diputaciones de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa van a elevar a 19.000 euros anuales la obligación de declarar en el IRPF, fijada hasta ahora en 14.000 euros. ¿Qué más cosas habrán negociado en estas reuniones secretas? Luego hablarán del dumping fiscal de Madrid.


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