Recortes de Prensa Lunes 3 Febrero 2025


Ucrania ataca instalaciones energéticas en el sur de Rusia con decenas de drones
Henar Andrés. Madrid. el mundo. 3 Febrero 2025

Dos semanas después de su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump ha asegurado que las conversaciones con Ucrania y Rusia van "bastante bien" en su intento para poner fin a la guerra, un objetivo que había marcado como prioritario durante su campaña electoral.


"Estamos tratando con Ucrania y Rusia. Tenemos reuniones y conversaciones programadas con varias partes, incluidos los dos países. Y creo que esas conversaciones están yendo bastante bien", ha dicho el presidente de Estados Unidos.


Mientras, Ucrania ha atacado esta madrugada instalaciones energéticas en el sur de Rusia con decenas de drones, provocando incendios en una importante refinería de petróleo y una planta de procesamiento de gas, y causando interrupciones en vuelos desde el Volga hasta las montañas del Cáucaso, según han informado funcionarios rusos y ucranianos.


El Ministerio de Defensa ruso ha desvelado que sus unidades de defensa aérea interceptaron y destruyeron 70 drones ucranianos durante la noche, incluidos 25 sobre la región de Volgogrado, 27 sobre Rostov y siete en Astracán.


9:00

Kiev investiga los ataques contra el personal de reclutamiento

El jefe del Estado Mayor del ejército ucraniano ha pedido una investigación sobre tres "actos de violencia" cometidos contra el personal de reclutamiento militar, en un momento en el que la movilización suscita encendidos debates en un país agotado por los combates.


Oleksandre Syrsky se refirió en Facebook al asesinato de un reclutador en el este del país y a la explosión de dos bombas en centros de reclutamiento en el este y el oeste. "Esperamos una investigación completa y exhaustiva de estos crímenes. Los autores deben ser llevados ante la justicia", explicó.


8:55

Ataque contra una planta de gas rusa en Astracán

El gobernador de la región rusa de Astracán, Igor Babushkin, informó de que Ucrania lanzó un ataque con drones en algunas instalaciones energéticas y se había producido un incendio. "Las fuerzas armadas ucranianas intentaron un ataque con drones contra objetivos en la región, incluidas instalaciones de combustible y energía", declaró Babushkin en Telegram. "No hubo víctimas".


Mientras, el jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional ucraniano, Andriy Kovalenko, afirmó que la planta de procesamiento de gas de Astracán había sido alcanzada. La planta, controlada por el gigante energético Gazprom, tiene la capacidad de procesar alrededor de 8,340 toneladas métricas de condensado de gas por día.


8:40

Un muerto en una explosión en un edificio residencial de Moscú

Una persona ha muerto y cuatro resultaron heridas en una explosión en un edificio residencial en el noroeste de Moscú, informó el lunes la agencia de noticias estatal rusa TASS, citando a los servicios de emergencia Baza. Un canal de Telegram con contactos en los servicios de seguridad de Rusia publicó un vídeo que mostraba importantes daños en lo que dijo que era el complejo residencial Alye Parusa, donde se produjo la explosión, informa Reuters.


8:30

Rusia intercepta 70 drones ucranianos

El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado de que sus defensas antiaéreas derribaron 70 drones ucranianos sobre seis regiones del país, 25 de ellos en la de Volgogrado, quese encuentra a más de 130 kilómetros del punto más próximo de la frontera de Ucrania.


Según el parte castrense, publicado en Telegram, los demás aparatos no tripulados destruidos la pasada noche fueron abatidos sobre la regiones de Rostov (27), Astracán (7), Vorónezh (5), Bélgorod (4) y Kursk (2).


Las autoridades suspendieron temporalmente las operaciones en varios aeropuertos del sur de Rusia.


8:25

Un incendio en una refinería de Volgogrado

Un ataque ucraniano con drones ha provocado un incendio en el territorio de una refinería de petróleo situada en la región de Volgogrado, informó este lunes el gobernador de esa entidad de la Federación Rusa, Andréi Bocharov. "Como resultado de la caída de los fragmentos (de un dron) en territorio de la refinería se produjeron fuegos locales, que fueron rápidamente controlados", señaló Bocharov, citado por su oficina de prensa.


El gobernador denunció que durante la pasada noche la región de Volgogrado fue sometida a un "ataque masivo con drones de ala fija". "La mayor parte de los drones fue interceptada y neutralizada. No se produjeron víctimas", subrayó.


8:20

Las conversaciones con Ucrania y Rusia van "bastante bien"

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que las conversaciones con Ucrania y Rusia van "bastante bien", mientras presiona para poner fin al mayor conflicto en Europa en décadas. "Estamos tratando con Ucrania y Rusia. Tenemos reuniones y conversaciones programadas con varias partes, incluidas Ucrania y Rusia. Y creo que esas conversaciones están yendo bastante bien", ha dicho el republicano.


Mientras Rusia avanza en Donetsk y Trump presiona por un acuerdo
El frente ucraniano se desmorona: ven un alto el fuego como una trampa y Putin aprieta la tenaza
Mario Lima. periodista digital. 3 Febrero 2025

Corren vientos sombríos por la estepa.

Putin aprieta la tenaza y de EEUU no llegan buenas noticias.


Las tropas ucranianas, superadas en número, a la defensiva y perdiendo poco a poco terreno, temen que una tregua consolide las conquistas de Moscú.


Los analistas advierten: «Una paz forzada solo daría tiempo a Rusia para reafirmarse. Sería el fin de Ucrania como Estado independiente».


En las trincheras cercanas a Pokrovsk, un soldado ucraniano que pide ser identificado como Olexandr resume el ánimo entre sus compañeros: «Si aceptamos un alto el fuego ahora, será nuestra sentencia de muerte. Volverán en un año, más fuertes, y nos aplastarán».


Su temor no es abstracto: Rusia controla ya el 21% de Ucrania, incluyendo partes clave de Donetsk y Lugansk, y esta semana ha tomado Krymske, acercándose a Toretsk.


Los últimos informes del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) confirman que Rusia ha recuperado 600 km² en Kursk y presiona en cuatro frentes:


Donetsk: Batallas urbanas en Chasiv Yar y Kurajove.

Járkov: Acercamiento a Kupiansk, vital para cortar suministros.

Zaporiyia: Ofensiva hacia Orikhiv para dividir las fuerzas ucranianas.

Kursk: Ucrania mantiene 600 km² ocupados, pero Rusia contraataca con artillería y drones.


Cifras clave:

Bajas rusas en enero: ~15.000 soldados (según Kiev).

Bajas norcoreanas: 5.000 de los 12.000 desplegados.

Asaltos diarios rusos: 160 (frente a 250 en diciembre).

«Estamos agotados», admite Vitaliy, teniente de una unidad de drones en Donetsk.


«Los rusos lanzan oleadas humanas: 10 de ellos por cada uno de nosotros. No podemos sostener esto sin más armas».


Trump y Putin: el diálogo que desespera a Kiev

La victoria de Donald Trump ha acelerado las conversaciones entre Washington y Moscú.


Según The Wall Street Journal, el plan de Trump incluye:

Cese de hostilidades el 9 de mayo de 2025 (día de la victoria rusa en la Segunda Guerra Mundial).

Congelación de las fronteras actuales, reconociendo la anexión de Crimea y Donbás.

Levantamiento gradual de sanciones a Rusia a cambio de garantías de no escalada.

«Es una rendición disfrazada», denuncia Mykola Bielieskov, analista del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos de Kiev.


«Trump quiere un acuerdo rápido para su campaña de reelección, pero Putin no cederá nada. Solo ganará tiempo».


En una reciente entrevista con Fox News, Trump defendió su postura: «Esta guerra es un desastre sangriento. Zelenski debería haber negociado en 2022».


Sus críticos señalan que el 40% del arsenal ucraniano depende de EEUU, y sin ese apoyo, la resistencia colapsaría en meses.


Putin: «Rusia no retrocede»

El Kremlin ha endurecido su discurso.


En su último mensaje televisado, Vladimir Putin advirtió: «Hemos ganado soberanía con esta guerra. No pararemos hasta asegurar nuestro futuro».


Sus exigencias para cualquier acuerdo:

Reconocimiento internacional de las anexiones territoriales.

Desmilitarización total de Ucrania.

Prohibición de ingresar en la OTAN.

Moscú ha movilizado a 200.000 reservistas y recibido 10.000 soldados norcoreanos más, según inteligencia ucraniana.


«Usan a los norcoreanos como carne de cañón«, explica Oleksandr Kovalenko, analista militar. «Pero son disciplinados: si les dan tanques, serán una amenaza mayor».


Entre la desesperación y la resignación

En Kramatorsk, ciudad bajo constante bombardeo, la médica Marina relata: «Cada día llegan adolescentes con amputaciones. Les preguntas por el futuro y miran al vacío».


El último ataque a Poltava (11 muertos, incluido un niño) ejemplifica la estrategia rusa: ataques masivos con drones y misiles para desmoralizar a la población.


Datos escalofriantes:

1.076 días de invasión.

10.703 civiles muertos (ONU).

65% de las infraestructuras energéticas, destruidas.


Europa: espectadora impotente

La UE, dividida, ve con alarma el acercamiento Trump-Putin.


Emmanuel Macron ha convocado una cumbre de emergencia el 12 de febrero, pero Hungría amenaza con vetar nuevas sanciones.


«Si EEUU se retira, Europa no puede llenar el vacío», admite un diplomático europeo bajo condición de anonimato.


Mientras, en las trincheras, soldados como Olexandr resumen la amarga realidad: «Occidente nos dio armas para resistir, no para ganar. Ahora nos piden que nos rindamos. ¿Para esto morimos?».


La respuesta, en los próximos meses, podría redefinir el mapa de Europa.


«Estoy harto de todo esto. Que me maten aquí, ya no me importa»
LA RAZÓN se empotra en una brigada del Ejército ucraniano y acompaña a una patrulla en el frente militar de Donetsk, a un mes de cumplirse tres años de invasión rusa
Olha Kosova. Donetsk. la razon. 3 Febrero 2025

«Zhenya, si nos revienta una bomba, ha sido un honor conocerte», digo mientras observo un informe sobre la cantidad de casas reducidas a escombros por bombas rusas guiadas. La «Gran Batalla por Donetsk», como ya la han bautizado los medios, está alcanzando su clímax. Una batalla que perfora la tierra exhausta con metales pesados, que desgarra la carne con metralla y llena de humo los pulmones desgastados, mezclándose con el aliento de cientos de cigarrillos encendidos.


Zhenya se ajusta el chaleco antibalas y el casco en plena noche. Llena su mochila táctica con movimientos automáticos. En unos minutos, partimos desde el relativamente seguro Kramatorsk hacia diferentes puntos del frente. La oscuridad es nuestra aliada; nos ofrece la esperanza de llegar al destino sin ser vistos. Pero con el avance ruso, la posibilidad de morir en cada misión es mayor.


«No tendremos esa suerte, Olya. Me temo que estaremos en esa guerra hasta el final», dice con voz grave, rompiendo el silencio de la noche. En las trincheras se cree que morir por una bomba guiada es rápido e indoloro. Tal vez sea una forma de consuelo, porque de una bomba de 500 kilos nadie se salva, ni en un búnker ni en los sótanos frágiles de las casas. Pero nadie sabe realmente qué se siente al desintegrarse en moléculas.


La «mala suerte» de no morir en esa guerra que menciona Zhenya, un militar voluntario de 35 años que ahora trabaja para la televisión militar, no tiene que ver tanto con el dolor físico como con el desgaste emocional. Su destino hoy es Pokrovsk, una ciudad estratégica de Donetsk que el ejército de Putin está cercando poco a poco. Hace apenas un año, esa ciudad ofrecía un refugio de normalidad en medio del caos. Ahora, veo en un vídeo de WhatsApp cómo el centro comercial, antes lleno de vida, está carbonizado, negro de hollín. En la acera de enfrente, un edificio está en llamas.


Como tantos soldados aquí, Zhenya está agotado: de las pérdidas, de los incendios, de las explosiones constantes y de esa sensación de peligro que nunca desaparece. En un búnker, durante un bombardeo, un joven soldado de la 5ª Brigada de Asalto, conocido como «Águila», me dirá con frustración: «Estoy harto de todo esto. Que me mate aquí, ya no me importa. Estoy cansado».


Para él, especialista en defensa aérea, la guerra lleva tres interminables años. Tres años en las zonas más peligrosas del frente. Pero su carga no es solo física; también lo es la monotonía: nuevos búnkeres, nuevos misiles, frío, y el simple esfuerzo de sobrevivir. «La mala suerte» también se refleja en los resultados de la guerra, que, pese a todo el sufrimiento y sacrificio, siguen pareciendo desoladores.


Mientras el coche acelera hacia Konstiantynivka, hago una broma cínica sobre Pokrovsk en llamas. Aquí, la muerte es un tema recurrente, tanto para los periodistas como para los soldados. «Sabes que bromeamos así solo para no perder la cabeza», me explicó una vez «Kira», uno de los combatientes que espero ver hoy.


El rostro de nuestro conductor, Roman, de 23 años, cambia de expresión. Bastan unos segundos para darme cuenta de la torpeza de mi comentario. La guerra, junto con los nervios, parecen haber quemado también las fronteras de lo aceptable. «Lo siento, jolín… ¿Lo entiendes, verdad?». «Tranquila, todo está bien», responde Roman en voz baja.


Saca su teléfono y cambia la música. En la pantalla, aparece una foto de él, sonriente junto a su esposa y su hijo. «Fue el día de nuestra boda», añade, al notar mi mirada. Hace un rato, contaba cómo, cerca de Chasiv Yar, casi lo mata un dron enemigo: «Oímos el zumbido sobre nosotros. ¿Era ruso? Quién sabe». «¿Y saltasteis del coche?», le pregunto. «¿Estás loca? El capitán nunca abandona su barco. Este coche es mi bebé. No lo dejo por nada», responde con una sonrisa mientras acaricia el volante.


Pero ahora parece sombrío. A pesar de su «todo está bien», sé que mi broma fue insensible. Roman es de Pokrovsk, y cada metro perdido es una herida. «Tal vez sea lo mejor. Mi familia nunca habría tenido el valor de mudarse. Ahora viven en Dnipro. Siempre hay que buscar el lado bueno», añade, más para convencerse a sí mismo que para tranquilizarme. Unos minutos después, dice en voz baja: «Pero conozco cada calle de Pokrovsk. Allí pasé mi infancia».


Al despedirnos, me entrega un parche con el dibujo de su coche y su apodo: «Estudiante». Las explosiones están cada vez más cerca. El frente ya no está lejos.


Una explosión. A 500 metros de nosotros, una densa nube de humo se eleva, devorando el cielo azul, avanzando como si quisiera alcanzar el sol. «Otra vez sin suerte», pienso, recordando las palabras de Zhenya. Solo unos minutos y una bomba guiada ha dejado un cráter. Un campo de cuervos negros se dispersa, asustados. El brillo del metal los había atraído. A lo lejos, un cementerio se divisa en el horizonte. «Conveniente, ¿no? Si morimos, nos entierran aquí mismo», bromea Águila, el compañero de Kira. Los mismos chistes de siempre. Aunque, a estas alturas, la muerte ya no parece tan dramática. Un obús aterriza cerca. Al parecer, los rusos han golpeado un señuelo. Los soldados sonríen satisfechos.


Este búnker es amplio y cálido, con una guirnalda azul brillante que le da un toque peculiar. En estas pequeñas madrigueras, la juventud se apaga lentamente. Los soldados incluso tienen su propia escala para calificar los búnqueres. Este lugar merece un «8»: espacioso, cálido y capaz de soportar bombardeos de calibre 120.


Un cigarro se consume lentamente. Los psicólogos dicen que fumar proporciona una especie de conexión con la realidad, una forma de manejar el estrés bajo bombardeos. Mientras, en el «mundo exterior», hoy hablan de la investidura de Trump. «No leo las noticias», me dice Kira, mientras pone otro episodio de anime.


«Kira, dicen que ha comenzado la gran batalla por Donetsk. ¿Sientes la historicidad del momento?», preguntó. Él rueda los ojos con teatralidad y responde con sarcasmo afilado: «¿Historicidad? Dime la verdad, ¿te has vuelto completamente loca?». Las ojeras marcan su rostro por la falta de sueño. Está agotado, su teléfono no deja de sonar. Para un soldado, el «momento histórico» se mide en llamadas interminables. Y el mundo, reducido al estrecho espacio del búnker. La guerra no solo trae peligro, también rutina.


Kira, siempre calmado y optimista, hoy muestra su irritación. Su indiferencia hacia todo lo que lo rodea se refleja en su comportamiento: se mueve en el frente sin chaleco ni casco. Su reacción a las explosiones es un silencio inquebrantable. Como me confiesa, su pasado lo ha preparado para esto. Creció rápido, empezó a trabajar joven, y esa madurez temprana lo ayuda a sobrevivir. Pero su instinto de autopreservación se ha erosionado. Aquí, a solo dos kilómetros del enemigo, actúa como si estuviera en un día en la oficina.


Tiene razones para vivir: en Odesa lo espera su prometida, a quien no ha visto en siete meses. Cada momento libre lo dedica a hablar con ella. Ella, como muchas otras mujeres, está condenada a la espera y a la incertidumbre, mientras se decide el destino de la región y del país.


«Como ciudadana, quiero que ganemos esta guerra. Pero como mujer, quiero que mi hombre regrese a casa», me dice Svetlana, de 32 años, a través de una videollamada.


Otro compañero de Kira, Artem, conocido como «Pogran» por su tiempo en la frontera, comenzó su servicio en 2014, cuando la guerra llegó a su región natal de Lugansk en el este de Ucrania como Donetsk. Tras años en el frente, fue herido en una mina y su esposa lo cuidó hasta que pudo caminar de nuevo. Después de servir en Kyiv y Járkiv, dejó el ejército, pero apenas pudo mantenerse alejado de la guerra por cuatro meses. «Siempre encontraba una excusa para irse, encerrarse en el coche. Le decía: ‘Vuelve a casa, o los vecinos van a pensar que te eché’», bromea Svetlana.


Su solución al trastorno de estrés postraumático fue radical: volver al Ejército. Svetlana dice que, si congelan el conflicto y luego se reanudan las hostilidades, ella no permitirá que regrese al frente. «Ha dado suficiente por su país. Ahora lo necesitamos en casa». Artem confía en su suerte, en que esta vez también regresará con su hija y su esposa.


Águila, el tercer miembro de su equipo, no tiene a nadie esperándolo. A menudo dice que aquí no hay lugar para el amor. «Aquí se trata de sobrevivir. Pero siento que me quedaré en Donetsk. Es como si estuviera destinado a esto».


Con cada día que pasa, siente que la distancia entre él y el mundo civil crece. «Ellos no nos entienden», dice mientras enciende otro cigarrillo. «Fumar causa envejecimiento prematuro», se lee en grandes letras en la cajetilla. Quizás deberían agregar: «Y la guerra también».


«Antes decían: ‘Nuestros hijos, los héroes’. Pero ahora, cada vez que vuelvo, escucho más: ‘Estás loco’. Quizás tengan razón. Quizás estoy loco por haberme ofrecido como voluntario. Ahora nadie quiere alistarse. Quizás estoy loco por amar a mi país y haber sacrificado mi salud en esta guerra».


Al regresar, llamo a mi amigo Zhenya. «Zhenya, si me matan aquí, no escribas en mi necrológica que estaba loca. Escribe que amaba mi país y mi profesión». «Trato hecho. Aunque siempre quise decirte que es extraño que no te haya alcanzado una bomba antes. Pero no te preocupes. Todos aquí estamos un poco locos», responde al otro lado del teléfono.


Se acerca el momento de la verdad
Antonio R. Naranjo. el debate. 3 Febrero 2025

La labor de destrucción del Estado de derecho ha sido, desde el principio, la principal herramienta de llegada al poder y supervivencia en él de Pedro Sánchez. Solo modificando sobre la marcha las reglas del juego podía alcanzar y consolidarse en un cargo que ni se merece ni se ha ganado y es fruto, en exclusiva, de una aritmética parlamentaria indecente.


Porque no basta con sumar si, para lograrlo, hay que aceptar un precio que conculca las obligaciones más elementales de un presidente digno de ejercer el cargo: es como si, para ganar una carrera, se aceptara disparar desde el coche a tu rival para llegar antes a la meta, pinchar las ruedas de otros corredores, adelantar o retrasar la meta, utilizar atajos ajenos al circuito y sobornar al juez de pista para que haga la vista gorda.


La demolición sanchista ha querido hacer de la necesidad virtud, convirtiendo la aceptación de todos y cada uno de los chantajes de sus aliados en una especie de propuesta voluntaria propia, y transformando las barreras de seguridad que la frenaban en una conspiración fraudulenta digna de recibo por lo civil o lo militar.


La retahíla de concesiones y abusos es infinita y al principio atendía básicamente a esa necesidad matemática de alcanzar los 176 votos necesarios para una investidura, que simplemente no debieran haberse buscado si se entendiera que la democracia es algo más que una vulgar acumulación de síes si, a cambio de ellos, ha de alimentarse todo aquello que un presidente presentable debería parar.


Empezando por la reforma constitucional por la puerta de atrás y continuando, ad infinitum, con la modificación del Código Penal al dictado de los delincuentes, la devaluación de la separación de poderes como epicentro de una democracia sana, la ruptura de la convivencia social, la legitimación de la ruptura territorial con la excusa federal, la quiebra de la igualdad de los españoles ante la ley y la Agencia Tributaria o la apuesta guerracivilista por resucitar la España de los dos bandos enemistados para blanquear que, en el propio, solo hay granujas con objetivos siniestros que serían irrelevantes de no haber sido asumidos como propios en pago de ese impuesto revolucionario.


El avance sanchista, con el galope de Atila, se ha completado con el tiempo al juntarse, a las urgencias políticas, las judiciales: ya no se trata solo de «okupar» a cualquier precio el poder ejecutivo, sino de anular el resto de contrapesos institucionales y de la sociedad civil para salvar el cuello en la incesante marea negra de corrupción que acorrala a su Gobierno, a su partido, a su familia y, por tanto, a él mismo.


El ataque sostenido a la independencia judicial, con leyes e ideas solo vistas en regímenes tropicales; la causa general abierta contra la escasa prensa crítica; la sustitución del Parlamento por el Real Decreto, el menosprecio hacia el Senado, el asalto al Tribunal Constitucional y el desprecio al Supremo, la compra de votos, voluntades y multinacionales con dinero público o el uso del juego sucio contra rivales como Ayuso reflejan la desesperación de un líder de pies de barro al borde del acantilado; pero también le colocan a un paso de revertir la democracia para no caer al vacío.


No es que Sánchez sea sospechoso de estar dispuesto a acabar con el modelo democrático conocido desde 1978, es que lleva haciéndolo desde 2018 con una contumacia que despeja la duda y le sitúa en la penúltima estación antes de lograrlo: solo le falta tocar al Ejército, pues hasta la Corona ha aparecido en su guion destructivo.


Y por exagerado que parezca, especialmente a quienes hacen una caricatura de una situación de hundimiento de los estándares democráticos para adecentar su propia inmundicia cómplice, estamos a medio minuto de acabar con el sistema creado desde la Constitución con el abrumador respaldo de casi el 90 % de los españoles: destrozadas todas las líneas rojas, señalados todos los enemigos, iniciados todos los trámites para anularlos y deshumanizada y criminalizada toda disidencia, solo le falta justificar el fin de la democracia conocida en nombre de salvarla.


Con Sánchez solo parece haber ya dos caminos: o acaba con España, o acaba en un juzgado. Y viendo cómo se las gasta él y cómo no se las gastan sus rivales, fijos discontinuos en la denuncia y más pendientes de pedir vacaciones que de llegar los primeros al trabajo de salvar la democracia, es razonable temerse que vuelva a salir victorioso.


Ha llegado el momento de la verdad, y mientras Sánchez y sus tropas van armadas y han tomado la colina, se diría que el resto duerme bajo un árbol, con un sueño profundo del que tal vez no despertarán jamás.


El sanchismo se recrea en la receta de la derrota
Editorial. la razon. 3 Febrero 2025

Este fin de semana los españoles hemos podido asistir a fenómenos y episodios que demuestran hasta qué punto el sanchismo ha adulterado los códigos y los paradigmas de las democracias reconocibles, envileciendo todos los patrones morales y hasta la integridad del servicio público.


Bastaría con el apunte iconográfico de la dirección del que se presupone como una formación socialdemócrata homologable entonando la Internacional con el puño en alto como colofón al congreso del PSOE madrileño, con el presidente del Gobierno de la cuarta potencia económica de la Unión Europea en primera fila.


Que la referencia del que también es líder de la Internacional Socialista sea un himno que simboliza el totalitarismo culpable del mayor genocidio de la historia de la humanidad avergonzaría a cualquier dirigente occidental que no sea Pedro Sánchez.


En esa línea de la abolición de la política de la dignidad, los socialistas, que han convertido el cónclave madrileño en el congreso de Isabel Díaz Ayuso, aceptaron también como ético y honorable que se hablara de la presidenta de todos los madrileños en términos como el «fascismo de la faraona Ayuso» o que se la relacionara con los nazis, además de los insultos y las difamaciones habituales. No nos planteamos siquiera demandar del presidente cierto decoro y respeto institucional hacia una adversaria, avalada por cientos de miles de votos, y, ella sí, acompañada en sus decisiones por una mayoría social abrumadora en la región en la que las siglas que Sánchez representa son prácticamente irrelevantes.


Tampoco nos arrogaremos la autoridad para aconsejar al liderazgo socialista que insistir en la receta de la alerta antifascista, la «multinacional ultraderechista», la banca, las grandes fortunas, el cataclismo y el apocalipsis, la ruina del modelo madrileño, es una forma consistente de hacer imposible la tarea de sacar al partido del hoyo en el que se macera desde hace años. Referirse en esos términos a la región locomotora de España y cuestionar por consiguiente la inteligencia de los madrileños es una estrategia con posibilidades de éxito descriptibles.


En esta democracia desvirtuada encaja sin reparos el nombramiento de Pilar Sánchez Acera como secretaria de Organización de la federación madrileña a pesar de que podría ser llamada por el Tribunal Supremo en el caso en el que se encuentra imputado el fiscal general del Estado por su papel clave en la filtración de una documentación reservada. La ovación que el auditorio del Congreso de los socialistas madrileños le tributó retrata a una nomenclatura desconectada y desafiante frente a la Ley y los jueces.


Como corolario de este tiempo falseado, las manifestaciones de los sindicatos sanchistas, UGT y CCOO, regados con millones de euros, contra el PP por su oposición al decreto ómnibus, con el seguimiento grotesco de unos pocos centenares de acólitos que fueron la perfecta moraleja sobre un régimen que canta victorias a diario mientras avanza de manera imparable hacia la derrota final.


Juan Velarde para 'dummies'
Álvaro de Diego. el debate. 3 Febrero 2025

Juan Velarde Fuertes, el maestro de la Economía desaparecido hace ahora dos años, estrictamente no fue nunca periodista. Pero supo atisbar la importancia capital del periodismo para la buena comprensión de la economía española. De su aportación a la ciencia económica dan cuenta las muchas notas necrológicas aparecidas a su desaparición, de entre las que destacaron la firmada por Javier Morillas en estas mismas páginas digitales o la suscrita por Antonio Miguel Carmona en Libre Mercado. No se ha reparado tanto, sin embargo, en la labor divulgativa del profesor Velarde. Su obra puede recuperarse también a través de los miles de artículos que publicó entre 1952 y sus últimas y definitivas piezas en El Debate. Esas siete décadas de colaboraciones periodísticas nos reencuentran con el sabio cercano y de erudición portentosa al que ningún problema que afectara a España le era ajeno.


En línea con su paisano Jovellanos, el joven Velarde diagnosticó «cuál era la suma de verdades y conocimientos que contenía entonces nuestra ciencia económica». Y constató, como aquel, que «vacilante en sus principios, absurda en sus consecuencias, equivocada en sus cálculos y tan deslumbrada en el conocimiento de los males como en la elección de los remedios», apenas ofrecía «una máxima constante de buen gobierno». Se propuso así desembarazar «los senderos de la sabiduría» a través de la letra impresa de los diarios, todavía hoy indiscutible vehículo de ilustración y enriquecimiento.


Velarde llegó a los periódicos por deslumbramiento. Cierto día, mientras se dirigía a la Facultad, compró en la madrileña glorieta de Quevedo un semanario de gran formato. Aquel ejemplar de El Español traía entre sus páginas una crónica desde Berlín de Ismael Herraiz. Como relataría años más tarde, aquella pieza del corresponsal había sorteado la censura alemana para decirle «genial y poéticamente, (...) quién ganaría y quién perdería» la Segunda Guerra Mundial; a él, que la leía camino de clase, calle de San Bernardo abajo. Muy pocos años después, el estudiante asturiano rompía su modesta hucha para adquirir su 'Italia fuera de combate', magistral y amargo reportaje histórico sobre el derrumbe del fascismo italiano.


Ya como director del diario Arriba, que había sido semanario con José Antonio Primo de Rivera, Herraiz fichó en 1952 a Velarde como colaborador. Un año después le puso al frente de la nueva sección de Economía. Por entonces, el futuro catedrático se rodeaba de un equipo de jóvenes economistas, la mayoría compañeros de estudios de la primera promoción de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad Central. Entre ellos figuraban nombres como los de Agustín Cotorruelo, Manuel Gutiérrez Barquín, Juan Plaza Prieto, Alfredo Cerrolaza, César García-Albiñana o Enrique Fuentes Quintana, futuro vicepresidente del Gobierno y padre de los decisivos Pactos de la Moncloa.


Velarde y sus colaboradores auspiciaron desde las páginas de Arriba un nuevo modelo económico basado en el pensamiento de José Antonio. Partidarios de la reforma agraria y la lucha contra los monopolios industriales, defendieron la intervención estatal en lo financiero y la redistribución de las rentas a través de una fiscalidad más justa y progresiva. Censuraban a unos bancos que entendían al servicio de una oligarquía gravosa para los intereses de todos los españoles. De ahí que Velarde y Fuentes encabezaran una tribuna conjunta con una cita de Ledesma Ramos. Y es que lucharon, en definitiva, por evitar, en lo posible, que aquella España que se encaminaba hacia el desarrollo se convirtiese en escueto «latifundio de la derecha», según un lenguaje muy en boga de la época.


Es probable que las ideas cambien, pero a veces los principios permanecen. Maestros como Enrique Fuentes Quintana y Juan Velarde contribuyeron a cambiar España para mayor beneficio de los españoles. No les dolieron prendas a la hora de arremangarse y explicar las cosas al gran público. Quizá sea hora hoy de que lo hagamos muchos dummies de TikTok y otras formas expresivas de la Generación Z.


Juan Velarde Fuertes estrictamente no fue nunca periodista. Pero supo cumplir con los periódicos como si lo fuera. El día de su boda, celebrada en San Jerónimo el Real (donde también se casó el autor de estas líneas), se detuvo brevemente en las escaleras antes de aguardar a la novia. Sacó del bolsillo del chaqué una pieza manuscrita para el periódico y se lo entregó al director de Arriba. Ismael Herraiz estalló en una carcajada: «¡Qué bárbaro este Juanito! Solo a él se le ocurre hacer una cosa así».


Álvaro de Diego es catedrático de la Universidad San Pablo-CEU


Los nietos de Franco dan la batalla contra el 20N de Sánchez
Andrés Bartolomé. la razon. 3 Febrero 2025

No se encuentran de momento dando la cara Francisco Franco Martínez-Bordiú o Carmen Martínez-Bordiú, más habituados a la exposición pública, pero sí sus hermanos María Aranzazu –la menos mediática de los nietos de Franco– María de la O –más conocida por Mariola–, Cristóbal y Jaime. Ellos sí figuran ya entre los firmantes del manifiesto de la Plataforma 2025, que será presentada hoy con el objetivo de hacer frente a la campaña «España en libertad» del Gobierno con motivo del 50 aniversario de la muerte del dictador en noviembre de 1975. Así lo adelanta a LA RAZÓN el editor Álvaro Romero, uno de sus promotores junto a otros cuatro empresarios y el teniente coronel retirado Francisco Bendala, que en 2018 fue uno de los firmantes de un manifiesto suscrito por casi 200 militares retirados y en la reserva que pedían «respeto» hacia Francisco Franco, una proclama que finalmente llegó a rebasar el millar de rúbricas.


En el listado de adhesiones, que se irá actualizando con el paso de los días, figuran ahora el ex teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, autor del golpe de Estado de febrero de 1981; su hijo Ramón, sacerdote –que ofició la misa en la inhumación del cementerio de Mingorrubio–; Luis Felipe Utrera-Molina –hijo del ministro de Franco José Utrera Molina y abogado que llevó los recursos de la familia Franco contra la exhumación en el Valle de los Caídos, además del pleito, pendiente de sentencia, por el Pazo de Meirás–; Juan Chicharro, presidente ejecutivo de la Fundación Franco –que a su vez cuenta con un ciclo de conferencias mensuales como contraprogramación a Pedro Sánchez–; Miguel Bernad, presidente del autodefinido sindicato Manos Limpias; Ricardo Alba, presidente de la Asociación Santa María del Alcázar [de Toledo], así como varios militares, periodistas, empresarios e historiadores.


El manifiesto de presentación de Plataforma 2025 lo encabezan los lemas «El año de Franco» y «Ni olvidamos ni callamos», leitmotiv de un texto de 13 páginas ampliamente ilustrado –con imágenes del régimen franquista y del propio Franco– que expone los objetivos del colectivo: «Dar la batalla en la memoria de Francisco Franco en contraposición a los actos del Gobierno bajo el lema: “España en Libertad”; sumar la voluntad de distintas asociaciones y los españoles que se quieran adherir; campañas en la calle; realización de un gran documental; edición de dos libros desvelando las mentiras contadas sobre Franco en estos 50 años; un ciclo de conferencias durante 2025 con historiadores y políticos» y «terminar el año con un gran acto público en Madrid de desagravio a Francisco Franco», al que consideran artífice de «una próspera y prolongada paz como jamás ha vivido nuestra tierra».


El manifiesto carga contra la Ley de Memoria Histórica de José Luis Rodríguez Zapatero que data de 2007 y a la que consideran «un empujón en esas campañas de mentiras contra Franco». Afirman sus autores que «luego vino el silencio cómplice del Partido Popular» y «por fin, Pedro Sánchez, acabó por profanar la tumba del Caudillo para decretar después que debía acabarse cualquier posibilidad de defender la Verdad (con mayúscula), porque había una “verdad” oficial, fijada en la nueva Ley de Memoria Democrática de 2022», denuncian.


Desde el manifiesto se anima a colaborar con adhesiones en su propia web; «haciendo cualquier donativo» en la cuenta que aparece en la misma página o «comprando los dos libros que saldrán este año para financiar la plataforma».


Se trata de un título coral en dos tomos, «Franco: 50 años de mentiras», que han escrito los historiadores Francisco Torres, Javier Arcas, José Manuel Bou, Eduardo Arias (uno de los promotores del manifiesto), el coronel Lorenzo Fernández Álvarez de los Paños, el sacerdote de la archidiócesis de Toledo Gabriel Calvo Zarraute, Blas Piñar y el citado Álvaro Romero, uno de cuyos últimos empeños ha sido denunciar «el expolio cultural, artístico e histórico» llevado a cabo con la Ley de Memoria.


Sus peculiares ideas se encuentran en el argumento de su película

El ataque del director de ‘Emilia Pérez’ al español: «Es un idioma de países en desarrollo y de pobres»
Pedro Fernández Barbadillo. gaceta. 3 Febrero 2025

Jacques Audiard, el director de ‘Emilia Pérez’, favorita para el Óscar a la película filmada en lengua no inglesa, ha declarado en una entrevista que «el español es un idioma de países modestos, de países en desarrollo, de pobres y emigrantes».


Como suele ocurrir con los occidentales privilegiados y progresistas, Audiard podría pasear por París, donde nació en 1952, y en determinados barrios encontraría muchos africanos que hablan, mejor o peor, francés, consecuencia de la colonización francesa y de la nefasta descolonización. Tanto tienen que agradecer a los franceses, que los nuevos gobiernos están expulsando a los militares y funcionarios civiles enviados por París y hasta suprimiendo el francés como lengua oficial.


Las peculiares ideas de Audiard se encuentran en el argumento de su película, que narra la historia de un narcotraficante que se convierte en mujer para escapar de la Policía y luego encabeza un asociación que busca personas desaparecidas. En México se ha criticado a ‘Emilia Pérez’ por continuar con los estereotipos negativos sobre el país. El director la filmó completamente en Francia. O sea, que la experiencia de Audiard con mexicanos ha consistido en el trato con los actores.


¿Pero tiene razón Audiard en su denuncia?

La riqueza y la pobreza son tan relativas que el estado más pobre de Estados Unidos, Misisipí, donde la lengua es inglesa y la cultura anglosajona, tiene mayor PIB per cápita que España y Francia. ¿Se pueden relacionar el McDonald’s y la mazorca de maíz con la prosperidad?


El país más pobre del continente americano es Haití, la parte de la isla de La Española colonizada por los franceses. Los idiomas oficiales son francés y criollo haitiano. Su PIB per cápita superó en 2023 por poco los 1.200 dólares. El segundo país más pobre es Nicaragua, donde se habla español, sometido a una dictadura de izquierdas dirigida por la familia Ortega. Su PIB per cápita se acerca a los 2.200 dólares, un 80% mayor que el de Haití.


En Canadá, existe un territorio en el que el francés es lengua oficial: Quebec. Tiene un PIB per cápita de más de 65.000 dólares, que supera al de todas las naciones de habla hispana y también a Francia. Sin embargo, está por debajo de la media canadiense y le rebasan varias provincias, como Ontario, Manitoba, Terranova y Yukón. ¿Puede deducirse de ello que en Canadá quien tiene como lengua materna el inglés goza de más posibilidades de ser rico?


Entre los treinta países más pobres por PIB per cápita, según el FMI, encontramos a varios que fueron colonizados por los franceses y que tienen el francés como una de sus lenguas oficiales.


El más pobre del mundo es Burundi, país africano colonizado a finales del siglo XIX por los alemanes, a los que sustituyeron los belgas tras la Primera Guerra Mundial, y después caído bajo influencia de París. Aunque hablado sólo por un 10% de la población, el francés es lengua oficial, junto con el kirundi; en 2014 se añadió a esta lista el inglés.


El sexto país más pobre del mundo es la República Centroafricana, que aparte de tener el francés como lengua oficial, usa el franco CFA como moneda. Subiendo un poco más por la tabla, aparecen la República Democrática del Congo, Madagascar, Níger, Madagascar, Mali y Ruanda, que tienen en común su miseria y su herencia francesa.


A la vista de estos datos, ¿es posible establecer un vínculo entre pobreza y el francés? ¿O concluir que el francés es una lengua más africana que europea? En cambio, podemos decir que Audiard, como tantos habitantes del mundo de la farándula, no sabe de lo que habla.


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Además de la renuncia a una ley de concordia en Extremadura

Apoyo al decreto del palacete al PNV, oxígeno a Sánchez en la comisión del caso Gómez en Madrid… la semana ‘horribilis’ del PP
Agustín Benito. gaceta. 3 Febrero 2025

El Partido Popular ha vuelto a dar oxígeno al Gobierno de Pedro Sánchez en una semana horribilis que inició su vicesecretario general, Esteban González Pons, atacando al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un artículo publicado en Las Provincias.


Pons dijo del dirigente republicano que se había proclamado «macho alfa de una manada de gorilas», le llamó «ogro naranja» y pidió «obispas» en la Iglesia Católica —su homilía, dijo sobre la anglicana Marian Budde, «fue la nota discordante en el entierro de los valores democráticos al que asistimos en medio de un vergonzoso silencio general»—.


La formación de Alberto Núñez Feijoo anunció además su apoyo al decreto pactado por el Gobierno de Pedro Sánchez y Junts, el partido de Carles Puigdemont, que blinda la okupación y entrega el palacete de París al PNV. Sólo unos días antes, los populares habían señalado que el PNV era el partido «aprovechategui» que «quería el palacete» e insistían en que el Ejecutivo «quería colar» en el decreto el «regalo» del inmueble. En este sentido, se felicitaban por no ceder ante esos «chantajes». La decisión les costó las burlas de Sumar y del PNV.


Además, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se mostró a favor de que su formación tenga relaciones «fluidas» con el PNV y con Junts, que «es más que Puigdemont». «Aspiro a que de una vez por todas su propio partido decida hacer un recambio y una renovación porque en Cataluña haría falta un espacio dentro del mundo independentista o nacionalista, yo prefiero que sea nacionalista, de centro-derecha», subrayó Moreno Bonilla. Le respondió, por ejemplo, la presidenta de S’ha Acabat!, Andrea Llopart: «Lo que vivimos en 2017-2019 fue un auténtico infierno. Infierno en las calles, en las universidades, en los colegios, en los trabajos e incluso entre familias. No hay Junts bueno, nunca lo hubo y nunca lo habrá… A ver si os enteráis de una vez».


En Madrid, VOX intentó convocar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión del 12 de febrero de la comisión que investiga el caso Begoña Gómez en la Asamblea de Madrid, pero el PP lo desestimó. Y en Extremadura, en su obsesión por renunciar a cualquier batalla ideológica, el partido de María Guardiola votó mantener la ley de memoria histórica del PSOE.


Así, la tramitación de la propuesta de ley de concordia de VOX no seguirá adelante en la Asamblea extremeña después de prosperar la enmienda a la totalidad de los populares. El diputado del PP Laureano León justificó el voto alegando que no les gustaba la propuesta de VOX. Y añadió: «No nos gusta la ley de memoria histórica… pero la cumplimos por respeto a una norma en vigor«. La ley impone una «verdad oficial» y una memoria hemipléjica, acaba con la libertad de pensamiento y alienta el enfrentamiento entre los españoles.


Sánchez desmiembra España: este es el coste de las cesiones a sus socios independentistas
Sánchez cede en todo ante Puigdemont y lo disfraza como un acuerdo «por el bien común»
Junts saca pecho frente a Sánchez: «Conseguimos que sea posible lo que nos dicen que es imposible»
Ramiro Fdez-Chillón. Madrid . el debate. 3 Febrero 2025

El pasado jueves el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, confirmó que las negociaciones del Gobierno con Junts para dar a Cataluña las competencias de inmigración «están muy avanzadas». En una entrevista en Rac1, el miembro del Ejecutivo aseguró que «los puntos que quedan son puntos que obviamente nos están llevando más tiempo porque no terminamos de encontrar ese punto de equilibrio».


En enero del año pasado Pedro Sánchez pactó otorgar –de forma «integral»– la gestión de la inmigración a Cataluña a cambio de que la formación liderada por el prófugo Carles Puigdemont votara aprobar los tres primeros decretos-leyes de la legislatura. Según anunció la formación secesionista en un comunicado, el traspaso se haría mediante «el artículo 150.2 de la Constitución Española y a través de una ley orgánica específica para Cataluña».


El precepto constitucional al que hizo referencia Junts señala que «el Estado podrá transferir o delegar en las Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación». No obstante, diferentes juristas han advertido que asuntos como la cesión del control de fronteras o la gestión de la inmigración son aspectos que, por su naturaleza, no se pueden transpasar, por lo que si el acuerdo se materializara sería «nulo de pleno derecho».


El cupo catalán

Por su parte, el pasado verano el PSOE pactó con ERC que la formación que lidera Oriol Junqueras apoyara al socialista Salvador Illa como presidente de la Generalidad a cambio de configurar un cupo catalán que permita a esta región pactar los impuestos que paga al Estado. Un año antes, como pago a sus votos en el Congreso para que Sánchez siguiera en la Moncloa, ambos partidos negociaron la condonación de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), valorada en 15.000 millones de euros.

En clave económica, el acuerdo suscrito entre los socialistas y ERC para la investidura de Illa asegura que «la hacienda catalana debe instrumentalizarse a través de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) con el objetivo final de asumir progresivamente las funciones de aplicación de todos los tributos generados en Cataluña».


Cercanías y puertos y aeropuertos

Para investir a Sánchez presidente del Gobierno –en noviembre de 2023– ERC también exigió al líder de los socialistas que otorgase a Cataluña la gestión de los trenes de cercanías regionales, que son usados cada día por entre 300.000 y 400.000 usuarios. A principios de 2025 el Ejecutivo autonómico ya ha dado el primer paso para que se concrete este traspaso dado que ha pedido que el tramo de la barcelonesa línea R1 que discurre entre la estación de La Sagrera y Maçanet de la Selva se excluya de la Red Ferroviaria de Interés General para que pase a ser titularidad de la Generalidad.


A finales de 2024 Illa anunció –presionado por los partidos separatistas– que en enero se aprobará que los Mossos d'Esquadra asuman las competencias de puertos y aeropuertos mediante una Junta de Seguridad en el Parlamento autonómico. El líder del Gobierno regional esgrimió que se trata de dar «continuidad al trabajo» que ejecutó su antecesor en el cargo, Pere Aragonès, que dejó este acuerdo «solo pendiente de ratificación».


Al País Vasco, prisiones, palacete y hasta selecciones

Tanto el PNV como Bildu también han conseguido exprimir a Sánchez respecto al País Vasco y han logrado que el jefe del Ejecutivo transfiera a esta comunidad autónoma diferentes competencias de muy distinta índole. El último Consejo de Ministros aprobó un nuevo decreto-ley ómnibus en el que, entre otros aspectos, el Gobierno cede un palacete en París al PNV, inmueble valorado en torno a 15 millones de euros.


En 2021, tres años después de llegar a la Moncloa, Sánchez confirió la gestión de las cárceles al País Vasco, a la vez que permitió el acercamiento de los presos etarras a las cárceles de esta región. En el momento en el que accedió al Ejecutivo había 261 terroristas de ETA en prisiones, y solo tres en cárceles vascas; mientras que hoy todos están en esta centros de internamiento vascos o navarros a excepción de 12.


Igualmente, el pasado verano el Ministerio del Interior –que encabeza Fernando Grande-Marlaska– entregó a la Ertzaintza, la policía autonómica vasca, las competencias para gestionar los puertos y aeropuertos, algo que los sindicatos de la Guardia Civil catalogaron como un «desmembramiento» del Instituto Armado.


A su vez, en 2022 el Gobierno cedió de nuevo ante el PNV y permitió la oficialidad de las selecciones vascas de pelota y surf. Así las cosas, el pasado 28 de diciembre la Federación Internacional de Pelota Vasca certificó el ingreso de la Federación Vasca como miembro con derecho a participar en las competiciones oficiales; lo que supone que pueda haber un enfrentamiento internacional entre España y una de sus CC.AA.


La Guardia Civil, expulsada de Navarra

Después de que el PSOE entregara la Alcaldía de Pamplona a Bildu –formación que el Gobierno califica como «partido democrático progresista»–, el pasado mes de diciembre el BOE publicó la transferencia del Tráfico a la región foral, lo que eliminó la presencia de la Guardia Civil en las carreteras de esta región.


De hecho, la normativa recoge en el preámbulo que el objetivo es «integrar en el Régimen Foral de Navarra todas aquellas facultades y competencias compatibles con la unidad constitucional y garantizar todas aquellas facultades y competencias propias del Régimen Foral».


Concesiones al separatismo gallego

El presidente del Gobierno también ha realizado cesiones al independentismo gallego. Para conseguir el foto favorable del BNG en su investidura, Sánchez pactó conferir un descuento del 75 % en las autopistas AP-9 y la AP-53, además de la condonación del 20 por ciento de la deuda del FLA. De igual forma, se acordó la implantación de trenes de cercanías esta legislatura, al menos, en los trayectos de La Coruña-Ferrol y Vigo-Pontevedra.


Todo un ecosistema bajo las piedras
Toni Cantó. gaceta. 3 Febrero 2025

Yo, de pequeño, salía al campo a coger bichos con mi padre. Buscábamos debajo de las piedras para encontrarlos, como Sánchez. Levantabas un pedrusco, los insectos salían pitando, y papá los nombraba. Scolopendra morsitans, oniacídeo, alacrán, formicidae… A veces teníamos suerte y aparecía un sapo o un reptil. Lagartijas. Una culebra. O una víbora con la cabeza triangular.


A Sánchez los bichos se le presentan solos. Los recogenueces, las serpientes proetarras, los del tres per cent, los comunistas… El espectáculo que da este Gobierno cada semana es desolador. Desde hace años. A una velocidad y una frecuencia que hace imposible recordar todo. Con unos cambios de ritmo tan radicales que parecen contorsiones circenses. La semana pasada el decreto ómnibus era imposible de trocear. Lo tumbaron los fachas de Junts junto a la internacional fascista de VOX y el PP. Pedro Sánchez dijo entonces que iba a buscar votos debajo de las piedras, allí donde suele haber insectos repelentes, serpientes, alimañas y artrópodos como el alacrán, que, como todos sabemos, tiene su carácter: no engaña. Y no lo hizo. Ya tenía el voto de los amantes de las víboras, los proetarras de Bildu. Pero hace tan solo unos días, ¡aaaalehop!, los sociatas se sientan junto a los golpistas catalanes, herederos del 3%, supremacistas liderados por el delincuente Puigdemont, y trocean el decreto. Y el PP vota a favor. Al parecer también estaba bajo las piedras.


Los socios del Gobierno le retratan de nuevo. Mucho vasco, normal; allí son muy de levantar pedruscos. Y Sánchez ha hecho escuela. Esa estrategia suya de acusar al rival de lo que él mismo practica y de hacer comparaciones ridículas se extiende. El PNV, exultante tras conseguir su palacete —a eso alcanzan sus pretensiones, más pasta, palacetes y liberación de asesinos etarras—, compara a su creador Sabino Arana con Martin Luther King. Toma ya. Un supremacista como el vasco al lado de uno de los grandes luchadores contra el racismo. La portavoz que hizo semejante comparación no se sonrojaba. Aunque viendo los datos que leía yo esta semana —el País Vasco consume hasta 90 veces más anfetas que la media nacional— está claro a qué atribuir semejante exceso.


Los de Junts han conseguido, entre otras cosas, que TVE —el segundo canal— emita allá íntegramente en catalán. Les debe parecer poco TV3. La televisión autonómica más cara y sectaria. Sumar, abanderado del feminismo, prosigue su cuesta abajo. Un nuevo dirigente está en medio de un escándalo sexual. Ya lo estuvo un colaborador cercano de la vicepresidenta, a quien pillaron con contenido pedófilo. A Yoli no le importó entonces. Tampoco lo de Errejón cuando decidió ascenderle a portavoz en el Congreso. Ahora, otro de sus colaboradores sigue lo que parece una costumbre. ¿Casualidad? Que esta mujer y las demás de su grupo no se escondan bajo las piedras que levanta Sánchez es para mí algo inexplicable. Encima tenemos que aguantarla con sus modelitos y su tonito haciendo aspavientos políticos para intentar frenar su caída. Sánchez se lo permite y le da aire con nuestro dinero. Probablemente porque prefiere mil veces una inútil así que a Pablo Iglesias. Más listo, peligroso e ingobernable. Servidor está hasta los mismísimos de tragarse tantos sapos.


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